En estos últimos años en los se han intensificado las dificultades socio-económicas a lo largo y ancho del globo, uno de los principales derechos fundamentales que supuestamente defiende la Constitución, que más se ha vulnerado es la vivienda. Desde hace un par de años, hemos visto como los conflictos relacionados con este tema han proliferado. A las viejas prácticas de los “asustaviejas”, propias de la especulación inmobiliaria, se le han ido sumando nuevos frentes como el de las hipotecas y los desahucios. Sólo en Granada ha habido casi 4.000 embargos hipotecarios en los últimos dos años.
Sin embargo, a pesar de que las dificultades económicas han afectado a bancos e inmobiliarias, estos continúan utilizando prácticas especulativas y presionando a los vecinos para que abandonen sus casas.