Jesús García Pedraja. Rebelión
De acuerdo, nos equivocamos con Libia, en realidad nos hemos dado cuenta ahora de que sólo se trataba de otra aventura económico-militar de la OTAN y EEUU, con el apoyo de Europa y la cobertura raída de una resolución de la ONU, que parecía mutar a cada paso para poder avalar los sucesivos bombardeos.
Al final no se trataba tanto de quitar al dictador sanguinario como de derrocar al villano contestatario y con ideas propias recién estrenadas sobre la explotación de recursos (los de su país y el continente). >>>