La verdadera amenaza: ACTA
ACTA, el Anti-Counterfeiting Trade Agreement, es una propuesta para un acuerdo comercial multilateral de aspecto sumamente siniestro cuyas negociaciones, en sucesivas rondas, se estaban llevando hasta el momento con el más absoluto secretismo. Ayer, finalmente, se filtró el capítulo de ACTA referente a Internet, y en efecto, se demuestra que todos los temores estaban justificados: se trata del mayor ataque a la libertad de la red jamás concebido, con provisiones para convertir a Internet en un auténtico estado policial, y pasado por la vía de un acuerdo multilateral de comercio que los países se verán obligados a ratificar si no quieren ser objeto de sanciones comerciales.
En el documento filtrado aparecen provisiones destinadas a forzar a cualquier actor en la red o fuera de ella, desde empresas proveedoras de tecnología hasta proveedores de acceso, pasando por empresas de hosting, operadores móviles, universidades, etc. a detener la actividad de todo aquel que se crea pueda estar tomando parte en infracciones de cualquier tipo a la propiedad intelectual o las marcas registradas, en lo que se constituye como un auténtico cajón de sastre susceptible de ser utilizado contra absolutamente cualquier cosa. Incluye también sanciones contra quienes desactiven medidas anti-copia, o la extensión de la política de desconexión de Internet de usuarios que sean acusados de infracciones. ACTA es, sin ningún lugar a dudas, el mayor intento hecho hasta el momento de ejercer un control sobre Internet, de perpetuar los conceptos relacionados con la propiedad intelectual y el copyright antes de que estos puedan ser redefinidos en función del nuevo escenario sociotecnológico, crear un nuevo estándar de aplicación de propiedad intelectual más allá de los estándares existentes. ACTA es, a día de hoy, la verdadera amenaza.
Con ACTA no podemos andarnos con tonterías: crea un marco legislativo que puede ser utilizado para recortar de manera drástica las libertades más básicas. Como en ocasiones anteriores, pretenderán convencer a la opinión pública de que se trata de acciones contra las grandes redes de piratería o contra organizaciones internacionales, pero nunca de actuar contra los ciudadanos. En función de lo que nos temíamos y de lo que el documento filtrado revela claramente, es mentira. Es preciso hablar del tema, estar plenamente informados, tener las ideas muy claras al respecto, y que no haya voces discordantes: en el momento en que se plantee, el rechazo debe ser total y efectivo, y manifestarse en forma de una fuerte presión ante los gobiernos y representantes políticos de cada país. En mi caso, había evitado hablar de ACTA debido a que carecía completamente de información fiable al respecto. Hoy, tras leer el documento filtrado, inauguro decididamente la etiqueta y el capítulo. Ten tus antenas activadas: oirás hablar de ACTA, no lo dudes. Nunca unos pocos intentaron de manera tan clara y resolutiva recortar las libertades de todos.
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