ACTA, el Anti-Counterfeiting Trade Agreement, es una propuesta para un acuerdo comercial multilateral de aspecto sumamente siniestro cuyas negociaciones, en sucesivas rondas, se estaban llevando hasta el momento con el más absoluto secretismo. Ayer, finalmente, se filtró el capítulo de ACTA referente a Internet, y en efecto, se demuestra que todos los temores estaban justificados: se trata del mayor ataque a la libertad de la red jamás concebido, con provisiones para convertir a Internet en un auténtico estado policial, y pasado por la vía de un acuerdo multilateral de comercio que los países se verán obligados a ratificar si no quieren ser objeto de sanciones comerciales.