Economista también rima con anarquista
Lluís Rodríguez Algans es economista, militante de la CNT de Barcelona y miembro del Instituto de Ciencias Económicas y de la Autogestión (ICEA). Gracias al trabajo intenso y riguroso de sus miembros, esta entidad -creada sólo hace un par de años- ya se ha convertido en uno de los puntos de referencia de la economía crítica del Estado español.
Jordi Garcia
entrevista@setmanaridirecta.info
Tradicionalmente, el pensamiento anarquista se ha centrado poco en la economía. ¿Cuáles son las principales contribuciones del anarquismo al pensamiento económico?
Como dices, el anarquismo se ha centrado poco en economía y ha desarrollado mucho mejor los aspectos filosóficos y sociológicos de crítica al poder y a la autoridad, de cuestionamiento de la función del Estado, etc. Otras corrientes de pensamiento como el marxismo, tradicionalmente, se han enfocado a analizar el funcionamiento de la economía capitalista de forma muy solvente.
Todo esto, sin embargo, conviene matizarlo, ya que, dentro de la historia del pensamiento, existe la tendencia de etiquetar las posiciones para reforzar las corrientes de pensamiento, aunque este proceso no sea lineal ni tenga una coherencia interna absoluta. Por poner un ejemplo, las aportaciones teóricas de Paul Baran y las empíricas de autores radicales americanos más contemporáneos en relación al trabajo productivo e improductivo -por lo tanto, útil socialmente- rompen con la posición marxista clásica del tema. Estos razonamientos se adscriben a la corriente (neo)marxista, pero teóricamente conectan más con autores anarquistas, anarcosindicalistas o institucionalistas anteriores como Cornélissen o Veblen. Dicho esto, sí que creo que el anarquismo y el anarcosindicalismo han hecho aportaciones importantes al debate de cómo organizar la economía y la sociedad de forma autogestionaria y de la forma de llegar ella, con autores como Kropotkin, Pierre Besnard, Christian Cornélissen, Rudolf Rocker, Isaac Puente, Abad de Santillan, Gaston Leval, Abraham Guillén, y más recientemente, Michael Albert i Robin Hahnel.
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"El anarquismo y el anarcosindicalismo han hecho aportaciones importantes al debate de cómo organizar la economía y la sociedad de forma autogestionaria"
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En este sentido, el estudio de las colectivizaciones libertarias del 36
debe ser una fuente importante para reflexionar sobre cómo autogestionar la economía ...
Las colectivizaciones demostraron que la gestión económica asamblearia del trabajo es posible y viable a gran escala. También se comprobó que la libertad de experimentación implica una riqueza de experiencias, como por ejemplo la que tuvo lugar en la ciudad de Alcoi, con una gestión anarcosindicalista tanto en el campo como en la industria; la experiencia importante de las colectivizaciones industriales de cariz socialista libertario en Cataluña, o la experiencia de las colectivizaciones agrarias de cariz comunista libertario en Aragón. Como resultado, también se consiguió mejorar las condiciones de trabajo y de vida en general, a pesar de la coyuntura de guerra. En definitiva, se demostró que la autogestión generalizada es posible.
No todo debió ser idílico ...
Seguramente, habría hecho falta más tiempo para consolidar estas conquistas, poder acceder a las materias primas necesarias y consolidar la demanda de forma estable. Es importante ser conscientes de la magnitud de lo que se puso en marcha: hacía falta reestructurar la actividad económica, transformar la industria y dirigirla hacia las necesidades de la guerra, sustituir importaciones y dirigir algunos sectores enfocados a la exportación hacia la demanda interna. En esta línea, hubiera sido necesario tener tiempo para trabajar la coordinación económica libertaria. La clase trabajadora anarcosindicalista demostró que podía hacerlo, a pesar de las dificultades y las limitaciones que se presentaron. La experiencia también dejó ejemplos de egoísmo de empresa que se han reproducido en otras épocas, como la Yugoslavia comunista. Es evidente que el bloque soviético nunca dejó atrás la sociedad de clases ni la explotación económica y sustituyó la clase capitalista por la burocrática, por lo tanto, a pesar de las insuficiencias, esta experiencia fue mucho más profunda.
A veces, da la sensación que el anarquismo detuvo su reloj en 1936.
¿Qué puntos de referencia más actuales nos ofrece?
Hay que decir que, durante la transición y, sobre todo, en Cataluña, el
anarquismo fue un movimiento social muy importante. Asimismo,
movimientos sociales más próximos en el tiempo han recogido la filosofía de
funcionamiento anarquista -aunque no se reconozcan explícitamente como
tales- e incluso han desarrollado alguno de sus objetivos, como puede ser el
movimiento okupa o el antimilitarista. Dicho esto, creo que las referencias
actuales son principalmente las organizaciones y entidades que conforman el
movimiento libertario. Hay que hablar, pues, de la centenaria CNT, la rama
laboral y económica del anarquismo, que todavía hoy desarrolla una lucha
importante para consolidar un modelo sindical diferente al del resto de
sindicatos, basado en el asamblearismo y la acción directa. La CNT, desde la
perspectiva de los sindicatos, representa el sindicalismo revolucionario. Por
otra parte, encontramos organizaciones de cariz específicamente anarquista
como puede ser la Federación Anarquista Ibérica (FAI), que actúa en un
ámbito social y cultural, o la Federación de Estudiantes Libertarios (FEL), que
lo hace en el contexto estudiantil. Hay que destacar, también, el renovado
movimiento de ateneos libertarios y centros de estudios, dentro del cual nos
incluimos el ICEA, como herramientas de proyección cultural, analítica y
propositiva.
En el mismo nombre de vuestra entidad, Instituto de Ciencias
Económicas y de la Autogestión (ICEA), asignáis a la economía la
categoría de ciencia. Pero ¿ la estrepitosa falta de predicción de la
crisis actual por parte de la inmensa mayoría de economistas e
investigadores no demuestra, precisamente, que, más que una ciencia
hay tantas economías como ideologías y que la economía dominante
no es otra cosa que una herramienta de legitimación de la gente más
rica?
De entrada, creo que la economía es una ciencia social, no una ciencia exacta
o matemática. Y aquí, seguramente, discrepo de la mayoría de economistas
académicos. Dicho esto, sí que creo que la economía dominante es una
herramienta de legitimación de los ricos a pesar de que, de ella, al menos en
algunas ramas más aplicadas o de empresa, se puedan extraer análisis útiles.
Esto no quita que, al menos desde el ICEA, utilicemos paradigmas de
economía política radical, es decir, de análisis del capitalismo yendo a la raíz. A
cualquiera que quiera transformar la sociedad, le interesa analizar el sistema
con las mejores herramientas posibles; sabemos que la economía burguesa no
las suministra, pero siempre se puede aprovechar alguna cosa. Con respecto a
la falta de predicción, lo es, en parte, por la forma dominante de analizar la
economía, no demasiado útil para analizar tendencias y puntos de inflexión, y
en parte, sencillamente porque se ha mirado hacia otro lado para no querer
decir en público lo que era evidente que pasaría.
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"Los motivos por los cuales no hay una explosión de ocupación de
empresas como en otras épocas son variados, pero uno importante es
la debilidad del sindicalismo de clase"
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¿Mantenéis contactos con otros sectores de la economía crítica?
Los miembros del ICEA que somos economistas nos hemos conocido y
continuamos participando en el movimiento de economía crítica en el Estado
español. Esperamos que esta colaboración se traduzca en actividades
conjuntas tal como se están impulsando y, sobre todo, poder aportar nuestro
punto de vista de la economía y la sociedad, así como de lo que creemos que
tiene que ser una economía y una sociedad diferentes.
¿Crees que una economía tan compleja como la actual se puede
planificar? ¿No sería más factible recurrir al mercado como
instrumento de coordinación espontánea entre la oferta y la demanda?
En mi opinión, la pregunta que nos tendríamos que hacer es como tendríamos
que estructurar una economía y una sociedad libertarias para que no exista la
posibilidad de volver atrás al capitalismo. A partir de ahí, creo que se tendría
que establecer un sistema de planificación social de manera que las
necesidades de consumo guiaran la producción y tratando de evitar
instituciones económicas que permitieran mantener o reproducir los esquemas
capitalistas. El mercado es anterior al capitalismo y puede ser útil para
procesos de intercambio o de redistribución de productos, una vez hecha una
primera asignación. Por otra parte, entiendo que los mecanismos de
competencia entre empresas suponen un pilar fundamental del capitalismo,
aunque habría que ver si pueden tener alguna utilidad en un contexto
autogestionario de alguna industria concreta. En casos históricos de socialismo
de mercado como Yugoslavia, los resultados en este sentido no fueron
demasiado satisfactorios, ya que se sostenía la estructura de clases y el
Estado, junto con un mercado de trabajo, desempleo, pobreza y
-consiguientemente- polarización de rentas.
¿Cuáles son las propuestas anarquistas ante la crisis económica
actual?
Si hablamos de una posición anarquista, sin duda, sería tratar de eliminar la
estructura social y económica actual para sustituirla por otra basada en la
satisfacción de las necesidades, la solidaridad y el apoyo mutuo y que, por lo
tanto, sea mucho más eficiente y justa. Ahora bien, si estamos de acuerdo que
esto no es posible a corto plazo, nosotros estamos trabajando para hacer
propuestas que puedan servir como programa y herramienta de actuación.
Evidentemente, cuando hacemos estas propuestas, pensamos en agentes
vinculados con el sindicalismo de clase y anarquista, así como en
organizaciones sociales y anarquistas. Creemos que, si no es posible eliminar
el capitalismo a corto plazo, al menos hay que hacer propuestas dirigidas a
conseguir la gestión de la economía y la sociedad por parte de la clase
trabajadora, como forma de ir cambiando la correlación de fuerzas. En esta
línea, podemos encuadrar medidas en términos de reformistas, progresivas y
transformadoras. Las medidas reformistas se plantearían con el objetivo de
dotar la clase trabajadora de un escudo social ante la crisis a la vez que
pretenden evidenciar la posición de clase del Estado al no aplicarlas. En este
tipo de propuestas, entrarían las políticas económicas de inversión pública,
una reforma fiscal que incrementara los impuestos a las empresas y a los
ricos, las políticas laborales pasivas de subsidios... Las medidas progresivas
tendrían el objetivo de reforzar el control sindical de clase y anarquista en las
relaciones económicas y laborales. Un ejemplo sería el control sindical de la
oferta laboral por parte de estas organizaciones. Por último, las medidas que
llamamos transformadoras buscarían la sustitución de la gestión privada por la
gestión obrera y social, tomando como ejemplo la recuperación y
cooperativización de empresas.
Hasta ahora, parece que se están dando pocos casos de recuperación
y cooperativización de empresas, si comparamos las cifras con las de
la crisis industrial de los 80 …
Efectivamente, hay un trabajo importante en esta línea. Hoy en día, no existe
la costumbre de afrontar procesos colectivos en el mundo laboral, no sólo
cooperativas, sino tampoco secciones sindicales. Cuando se plantea la
recuperación de empresas, hay que tener en cuenta la importancia de la
afiliación y la práctica sindical previas. Querer cooperativitzar una empresa en
funcionamiento sin una tradición de lucha sindical es un salto al vacío
demasiado grande y con muchas posibilidades de fracaso. Pienso que la praxis
sindical enseña a organizarse colectivamente, a establecer plataformas
reivindicativas y a abordar los problemas colectivos de forma que se impliquen
el máximo número de trabajadores posible. Además, normalmente, las
secciones sindicales analizan la información de la empresa y el sector
económico, junto con estudios de mercado, para -en caso de conflicto laboralestudiar
los competidores y clientes. Esta información y praxis sirve
eventualmente para apoderarse de los medios de producción y gestionar una
empresa cooperativitzada. Los motivos por los cuales no hay una explosión de
ocupación de empresas como en otras épocas son variados, pero uno
importante es la debilidad del sindicalismo de clase. Ahora bien, entiendo que
eso no invalida la necesidad de potenciar esta línea de actuación.
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"Hay que dar apoyo a la huelga del 29 porque, si fracasa, no saldrán
perdiendo CCOO y UGT, ya bastante desacreditados, sino sobre todo
los trabajadores, que sufrirán unas medidas más duras de ajuste"
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¿Qué tenemos que hacer el próximo miércoles, 29 de septiembre?
Desde el ICEA, creemos que hay que dar apoyo a cualquier movilización que
intente evitar que la crisis la pague la clase trabajadora. Personalmente,
pienso que hay que hacer huelga desde una perspectiva crítica con el
sindicalismo oficial. Si bien es cierto que la huelga es un lavado de cara para el
sindicalismo institucionalizado, hay que darle apoyo porque, si fracasa, no
saldrán perdiendo CCOO y UGT, ya bastante desacreditados, sino sobre todo
los trabajadores, que sufrirán unas medidas más duras de ajuste. Hace falta
decir, también, que hacer huelga no significa quedarse en casa, sino participar
en las movilizaciones y piquetes que se organicen. Yo participaré en los
piquetes que organice la CNT en Barcelona.
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Al servicio de la autogestión
El ICEA es una entidad cultural que se constituyó en marzo de 2008 con el
objetivo de desarrollar actividades de docencia e investigación en economía
política, ciencias sociales y autogestión obrera y social. Se basa en los
principios anarquistas de asamblearismo, federalismo, solidaridad y apoyo
mutuo. Sus objetivos principales son tres: analizar el actual sistema
económico y social, el capitalismo; hacer propuestas de política económica,
laboral y social desde una perspectiva libertaria y enfocadas a ir implantando
estructuras autogestionarias, y por último, estudiar las formas económicas y
sociales con las que se puede sustituir el capitalismo en clave autogestionaria.
Aunque se trata de una entidad de creación reciente, desarrolla bastante
actividad: un grupo de estudio de introducción a la economía, conferencias
sobre temas como la crisis internacional y el subdesarrollo, las empresas
recuperadas en Argentina, el cambio climático, el cooperativismo y el
anarcosindicalismo, la reforma laboral y de pensiones, etc. Asimismo, elabora
informes de apoyo para luchas sindicales y se encarga de un consultorio
sociolaboral en el periódico Diagonal y de la sección de economía del periódico
Cnt. El pasado abril, colaboró en la organización de las jornadas tituladas
Alternativas al capitalismo, la autogestión a debate, celebradas en el marco
delcentenario de la CNT en Barcelona. Entre sus proyectos de futuro, quiere
publicar la segunda edición del Cuadernos del ICEA nº1 sobre la crisis
económica, además de informes y documentos de trabajo relacionados con las
privatizaciones y las recuperaciones de empresas. El ICEA tiene la sede social
en la Federación Local de Sindicatos de la CNT de Barcelona, en la plaza Duc
de Medinaceli, 6, entresuelo 1ª.
Más información:
Adjunto | Tamaño |
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directa197_lluis.pdf | 1.59 MB |
LABORAL ECONOMIA
Reproducimos a continuación la entrevista que realizó a un miembro del ICEA el periódico "Setmanari Directa" en su numero 197, de 22 de septiembre de 2010. Transcribimos la entrevista en catalán y castellano a continuación
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