Las ONGs denuncian que la crisis económica pueda servir de excusa para exportar armamento al margen de la ley
El fotoperiodista Gervasio Sánchez, mientras recogía el premio Ortega y Gasset de fotografía en 2008, se atrevió a llamarlos «exportadores de la muerte». Se refería a países que venden armamento a otros que están en guerra. La guerra es la forma más antigua de relación entre estados, y también la más condenada y evitada por la comunidad internacional. Pero las armas con las que se hace son un negocio muy rentable para los países que las exportan.