El 15 de diciembre de 2006, valiéndose de un Real Decreto anterior que autorizaba "medidas administrativas excepcionales para la gestión de los recursos hidráulicos", el Consejo de Ministros aprobó por vía de urgencia la construcción de una conducción de abastecimiento desde el embalse del Portillo hasta Baza: 25 kilómetros de tubería paralela al río Castril, 220 litros por segundo bombeados a una estación potabilizadora en las faldas del Cerro de Jabalcón para hacerla llegar a distintas localidades de la comarca. Después de dos siglos de proyectos delirantes (canal navegable Castril-Cartagena en el siglo XVIII, trasvase Castril-San Clemente en los años 80, etc., etc.), la razón de Estado encontraba al fin la excusa y los medios con que vencer la tenaz insumisión del río y sus gentes.