El domingo 11 de marzo se cumple un año del terrible accidente de Fukushima, que dió lugar al segundo escape radiactivo más grave de todos los tiempos, tras el originado por el accidente de Chernóbil, el 26 de abril de 1986.
Las consecuencias sobre la salud de las personas se conocerán dentro de 10 o 20 años, dadas las dosis sufridas ya por la población, y las que finalmente recibirá.