El No Border Camp en Bruselas del 25 de septiembre al 3 de octubre ha sido una semana llena de encuentros, descubrimientos, acciones e intentos de acciones, pero ésta semana también ha estado marcada por represión violenta, muchas veces basada en la presunción de la policía: controles sistemáticos de identidad, cacheos, registros de efectos personales, arbitrarias detenciones preventivas, violación de la vida privada y de los derechos, abuso del poder, malos tratos, golpes de porra...