Son las once de la mañana hora española, la diez en Marruecos.
La escena se produce en la entrada de la frontera española de Ceuta, en la boca de lo que llaman “la jaula”, donde cada mañana cientos de porteadoras pasan llevando mercancía entre ambos países.
Los protagonistas son un hombre corpulento de unos cuarenta y tantos años y una mujer de unos setenta.
Él la zarandea violentamente, le grita. Pienso que la señora puede caer al suelo en cualquier momento, es mayor, extremadamente delgada, me recuerda a mi abuela.
Hay otros hombres que animan al agresor.
Le gritan “!muy bien, haz tu trabajo!”.
Él responde, mientras le da el último empujón, “es el único lenguaje que entienden”.
Esta vez una de las rodillas se ha doblado y en un momento creo que la señora va a perder el equilibrio y caer al suelo.
Me estremece la escena.
Los agresores son miembros del cuerpo nacional de policía del estado español.
La agredida es una mujer marroquí que lleva a su espalda mercancía. >>>