Muy pronto hará un año desde el día en que miles de ciudadanos de toda
España se lanzaron a la calle para proclamar desde las plazas su
indignación. Las razones que teníamos entonces son las mismas que
tenemos ahora:
¿Quieres mantener las manos de la especulación lejos del derecho al acceso a una vivienda?
¿Quieres un sistema democrático libre de corrupción y realmente participativo?
¿Quieres un urbanismo humano, al servicio de la gente, en vez de parques temáticos e intereses especulativos?
¿Quieres que se imponga una Economía al servicio de la gente y no lo contrario?