un pueblo que no piense, debata y tome parte en temas importantes como la Defensa, es una sociedad laxa y fofa
Enviado por Anónima el Sáb, 17/12/2011 - 21:36.
Seamos constructivos, críticos, y ciudadanos activos, porque un pueblo que no piense, debata y tome parte en temas importantes como la Defensa, es una sociedad laxa y fofa
16.12.2011 - La Verdad de Albacete
JULIÁN GARCÍA OLIVARES
Uno nunca está curado de espanto. No me salen las cuentas y los números me bailan con los tiempos que corren, y más cuando saltan informaciones que no pasan desapercibidas al ojo ciudadano causando verdadera alarma. Sin llegar a la pura alarma (de ahí su etimología de 'a las armas'), causan vergüenza social en un momento que nos venden crisis y recortes en cualquier puerta, despacho y comentario. Hoy la demagogia se pasea gratis en bandejas y caretas de plata. Y dicen que no hay dinero&hellip para contratos, desempleados, pensionistas, funcionarios, para Sanidad, Educación, Cultura, y un largo etcétera de partidas sociales que se podrían cubrir con el intolerable e inhumano gasto militar y la industria que lo sustenta.
Como opinar es gratis y la democracia es algo más que votar cada cuatro años, opino, denuncio y sostengo que es aberrante ver como el Gobierno saliente de Zapatero le deja el trabajo y las compras hechas al Gobierno entrante de Rajoy. Así, el 4 de noviembre, a través del Ejército de Tierra, adquieren a la empresa Urovesa vehículos Vamtac carrozados (4X4 tope guay), por valor de 6,27 millones de euros en un proceso ordinario negociado sin publicidad, según la resolución obtenida por Infodefensa.com. Con el añadido de que los guerreros vehículos deben ser entregados este año. El plazo de ejecución del contrato finaliza el 20 de diciembre de 2011 (Expediente GA-0179/11-V). Todo oleoso para que la maquinaria militar, esté quien esté en el poder, siga creciendo en momentos de crisis. Y&hellip no hay dinero líquido en caja, pero para los juguetitos militares parece ser que si hay. Otro ejemplo de contraste alarmante y brutal son las ayudas oficiales al desarrollo de las CCAA que suponen de media sólo euros por habitante, una cantidad insignificante al lado de los 395 euros por habitante, que supone de gasto militar contabilizado en 2010.
Ejemplos a porrillo que rechinan. Otro: la Junta de Andalucía financia a la fábrica de aviones de guerra en Sevilla (Eads-Casa) con 130 millones de euros. Y otro: la Diputación de Albacete subvenciona a la fábrica de helicópteros 'Tigre', Eurocopter, con 50.000 euros en concepto de 'ayuda al deporte y la cultura'. Demagogia barata en un año de apretaculos económicos.
Seamos constructivos, críticos, y ciudadanos activos, porque un pueblo que no piense, debata y tome parte en temas importantes como la Defensa, es una sociedad laxa y fofa que sigue la corriente del río, como los peces muertos. Por eso, las críticas que aporta el movimiento pacifista son esas soluciones unilaterales que surgen al despilfarro del Ministerio de la Guerra (de Defensa dicen), como por ejemplo la de cancelar todas las misiones en el extranjero y todos los programas de armamento vigentes, que tienen un valor de 26.000 millones de euros. Misiones camufladas de 'humanitarias' que tienen tintes de malvada opresión, violencia y sumisión por, entre otros, la obtención de recursos naturales. Las misiones en el extranjero, que bajo el paraguas de 'humanitarias', suponen un agujero negro financiero y que se incrementaron en 500 millones de euros al presupuesto inicial de Defensa de 2010.
Además, tras el supuesto «humanitarismo», lo único que había, y hay es un interés por apropiarse de los recursos de los países invadidos (sirva el ejemplo de 'ayudar' a Libia. Uno de los mayores productores de petróleo).
Otra medida económica efectiva es que las empresas de armamento paguen su deuda al Ministerio de Industria. Bajo la denominación genérica de I+D, el Ministerio de Industria ha concedido, desde 1997, créditos blandos a empresas de armas por valor de 15000 millones de euros. Si ya es triste que estos créditos se hayan dado al 0% de interés (cosa que no pasa con casi ningún otro sector industrial), más triste es que las empresas de armas sólo hayan devuelto en torno al 1%. En realidad este dinero se prestó para fabricar armas que luego compraría el Ministerio de Defensa, por valor de 30.000 millones de euros. Ahora quedan por pagar 26.000 millones por unas armas que en su mayor parte no han sido entregadas.
Con una total desfachatez, la industria armamentística se niega a devolver los créditos hasta que no cobren del Ministerio de Defensa. Se les consiente así un argumento débil e hipócrita que no les vale a otras empresas ni a los trabajadores que no cobran su sueldo, por ejemplo, frente al banco con el que tienen hipotecada su casa.
Con estos mimbres&hellip ¿quién ha dicho que hay crisis? Cambiemos los famosos recortes por nuevos repartos y hablaremos de otras cosas. Mientras, seguiremos sin crisis en la industria de la guerra ni en sus pingües beneficios, pero también seguiremos opinando y sacando las cuentas. No nos vamos a callar hasta que el óleo social acabe con el rechinar de la maquinaria militar.
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