Previniendo la infiltración del Estado en los movimientos sociales
* En El Libertario # 58, marzo-abril 2009, se ha publicado originalmente este artículo que, aun cuando parte para su reflexión de la actual experiencia de lucha social en Venezuela, plantea situaciones e información de interés para activistas en cualquier lugar del mundo.
Desde hace un tiempo el gobierno venezolano ha venido avanzando de forma sistemática en la reorganización del sistema nacional de inteligencia policial, en la intención de detectar y anular los movimientos sociales autónomos que se van manifestando en el país. La Ley de Inteligencia y Contrainteligencia (de momento en suspenso) o el nuevo Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN) son ejemplos de ello. Para promover entre l@s activistas sociales el necesario conocimiento general sobre este tema, expondremos un bosquejo informativo sobre distintas tácticas usadas por el Estado para la desarticulación del tejido social antagonista y la criminalización de sus adherentes.
_Tácticas de inteligencia del Estado_
Estas mañas fueron desarrolladas y/o sistematizadas por el COINTELPRO, programa de espionaje, provocación y delación aplicado por el FBI para destruir grupos políticos disidentes en Estados Unidos. Han sido usadas por casi todos los Estados del mundo y Venezuela no es la excepción. He aquí algunas de ellas.
Seguimiento: Los organismos de inteligencia y seguridad usan las tecnologías existentes para hacer un exhaustivo rastreo de l@s activistas e ir armando los respectivos expedientes judiciales. Para ello se valen de las tecnologías existentes para la vigilancia. Fotografías, filmaciones, seguimiento en autos, intervención de correo electrónico y de cartas entre muchas otras formas, son usadas contra l@s militantes sociales.
Por lo general, teléfonos celulares y lugares que frecuenten activistas son infiltrados por la policía para escuchar conversaciones y realizar lo que llaman un “cruce de datos” es decir compaginar varias informaciones. Recordamos que en Venezuela la CANTV (empresa estatal que casi monopoliza la telefonía fija) y la mayoría de las empresas privadas de comunicación se prestan a tales manejos del Estado.
Infiltración: El Estado suele infiltrar policías de civil en las manifestaciones populares o dentro de sus asambleas con una doble intención, la primera es tomar nota de las personas convocadas y de la información que se ventila en las asambleas, la segunda es generar polémicas dentro de los asistentes buscando menguar el conflicto. Son raras las personas que asisten a una determinada convocatoria sin tener previa relación con el conflicto o con alguien entre l@s involucrad@s. Como es común que los servicios de inteligencia envíen los policías más torpes y bisoños a esta tarea, una previa conversación suele hacer fácil determinar quién es un infiltrado o no.
Una argucia habitual es el uso de informantes, estos son personas cercanas al grupo y que por dinero, favores o incluso resolución de problemas judiciales, suministran información sobre el grupo a los organismos de inteligencia. Son difíciles de detectar y en más de una oportunidad se han cometido injusticias contra activistas acusados falsamente de ser informantes. Ha sido usado de forma exitosa contra grupos armados sobre todo en el siglo pasado. Es por ello que los grupos de acción de hoy en día, son cada vez más pequeños y basan su solidez en una afinidad extrema y de una relación casi consanguínea.
Otra forma de infiltración corre a cargo de esos personajes que acuden por primera vez a la reunión o asamblea y hacen apología de acciones extremas o violentas sin importarles la temática que se discuta. Resaltan por su verborrea subversiva y por proponer ideas y planes descabellados que rara vez se ajustan a la realidad.
Rumores: El uso de infiltrados y de informantes contribuye a la difusión de “rumores” que busquen la división de un frente social o de un colectivo, estas murmuraciones sin fundamento buscan el descrédito de la organización y de sus activistas.
Falsos comunicados: Los organismos de inteligencia suelen redactar tendenciosos escritos que buscan crear confusión dentro de los activistas y sus orgánicas afines. La idea es buscar una contradicción en el seno del grupo que genere su implosión. Por ejemplo, en Chile la fiscalía creó un supuesto grupo llamado Frente Anarquista Revolucionario (FAR), que se adjudicada de forma provocadora falsas acciones y polemizaba con la corriente informal chilena para buscar su desarticulación.
Desinformación Mediática: Ciertos medios de información suelen trabajar en estrecha cooperación con los organismos de inteligencia. Por lo general se busca crear una matriz de opinión preconcebida sobre manifestantes y activistas, acusándoles de “saboteadores”, “agentes del enemigo”, “incontrolados” o “desadaptados”. Ejemplo de ello es el programa venezolano de TV “La Hojilla”, cuyo presentador – confeso y condecorado informante policial - se dedica a jugar al acusador/juez/verdugo de los disidentes frente al actual gobierno. También sirven los medios para lanzar información errónea sobre grupos e iniciativas o exponer en el ojo público información manipulada sobre algún activista, buscando desacreditarle por su compromiso con la causa que defienda.
Es por ello que el uso de la contrainformación es una herramienta fundamental. En Venezuela - un país donde la mayoría del espectro radioeléctrico se encuentra en poder del gobierno de turno - el uso del Blog, del myspace, del twitter o de las redes de comunicación es una herramienta necesaria hoy, y mucho más para lo que se avecina.
Hostigamiento: En muchos países, los organismos de inteligencia emplean mecanismos de presión como el de informar en su trabajo que un empleado es un “radical”, o filtrando información entre sus relacionados para hacerlo sentir incómodo o perseguido en su círculo de confianza. Acusaciones como “homosexual”, “violador” o “drogadicto” son comunes. Otra forma de hostigamiento es cuando el Estado establece la identidad de algún activista y procede a detenerlo con cualquier excusa o requisarlo. En muchos casos, las detenciones se prestan para “sembrar” al disidente con droga u otros elementos considerados ilegales (bombas molotov, explosivos, etc.). Lo que se busca con ello es hacerlo desistir de su activismo.
Sabotaje: Los organismos policiales (o gente conectada a ellos) realizan sabotajes contra los locales y lugares de encuentro de los activistas así como robo de materiales. La idea es promover con estas acciones el temor y el desaliento entre los simpatizantes.
Paramilitares: Los organismos de inteligencia suelen constituir orgánicas paramilitares a las cuales dotan de armas y conocimiento para ejecutar el “trabajo sucio” que les es incómodo realizar por la “legalidad constitucional”. En Venezuela esta figura se traduce en los demonizados “cuerpos de combatientes” o en los diversos “colectivos populares” que ejercen funciones para-policiales en las barriadas.
Fuerza letal: Cuando un coordinador o exponente de algún movimiento social adquiere notoriedad y fallan las demás formas de control o captación por parte del poder institucionalizado, se recurre al asesinato del disidente, bien bajo la modalidad del sicariato (maquillado como acción del hampa) o en supuestos enfrentamientos que quedan desmontados si hay investigación forense objetiva.
_Algunas medidas para evitar la infiltración_
1) Apaga tu celular antes de una asamblea: Se ha demostrado que los celulares son conductores de información aunque estos estén apagados, aléjalos del lugar donde se discuta o mételos en el refrigerador. En el caso de los Black Berry tienen el sistema GPS (General Position System) que informa el lugar exacto donde te encuentras. También es usado el celular para el “cruce de datos” y establecer las redes sociales del disidente.
2) Antes de ingresar al lugar donde se van a reunir, trata de hacer una ronda de reconocimiento a las afueras del espacio y trata de identificar actitudes sospechosas que puedan corresponder a policías de civil, los cuales suelen ser reconocibles por su contextura física, su forma de expresarse o porque normalmente se nota que no son del ambiente. Rara vez ven a los ojos y suelen enredarse en sus explicaciones.
3) Si vas enviar una cadena por e-mail, usa la Copia Oculta (CO) para ingresar las demás direcciones, en caso que tu e-mail caiga en manos ajenas no expondrás a otras personas.
4) Envía tus comunicados desde un ciber-café o servicio parecido, para evitar que los organismos de inteligencia den con tu IP (código de identificación de tu computadora).
5) La afinidad y confianza mutua entre los activistas de una campaña es el mejor antídoto para prevenir la infiltración y represión. Mas vale pocos y seguros que muchos e inseguros.
6) No contribuyas con la desinformación reinante, no te prestes para el chisme y la circulación de información malintencionada.
7) Mantente alerta - sin caer en la paranoia - sobre infiltrados y provocadores.
8) En caso de que sientas que eres vigilado informa a tus compañer@s de lucha al respecto.
9) Jamás hables con la policía. La Constitución Nacional te ampara en el derecho de guardar silencio. No colabores con ellos. A diferencia de Estados Unidos, en Venezuela colaborar con la fiscalía no te exonera de la pena y solo te la disminuye de forma simbólica.
_Cómo asegurar tu computadora_
Las computadoras son hoy día los lugares donde l@s activistas archivan la mayor cantidad de sus escritos y comunicados. En muchos allanamientos, lo primero que confisca los organismos de seguridad son las computadoras, para ello recomendamos lo siguiente:
1) Descarga y actualiza firewalls como AVG (www.grisoft.com) o ZoneAlarm (www.zonealarm.com) se bajan de forma gratuita y operan en Windows.
2) Instala un detector de spyware (infiltración cibernética) en tu computadora como Ad-aware, que puede ser descargado de forma gratuita en www.lavasoft.de.
3) Borrar los documentos de tu computadora no implica que salgan del disco duro, por lo cual existe un programa llamado Clean Disk que los elimina totalmente, descárgalo aquí: www.clean-disk-security.softonic.com
4) Encripta todos los documentos que consideres sensibles. Existe un programa que se llama PGP (www.pgpi.com) y que ha sido usado de forma exitosa por activistas de muchos países. Con excepción de ti nadie más puede tener acceso a esa información.
5) Cambio con cierta frecuencia el password de tu e-mail, la recomendación es usar un código de 16 dígitos con el uso de palabras y números. Un password corto es fácil de detectar e ingresar. No uses fechas de nacimiento, ni nombres de tus familiares o mascotas.
6) Existe un servicio sin costo de Internet llamado Riseup (www.riseup.net) que otorga e-mails seguros y gratuitos a activistas.
_Evitando las paranoias_
Hay activistas que caen en la paranoia, lo cual los lleva a una inmovilidad absoluta, dejando de lado su lucha para integrarse de manera pasiva en la sociedad. Por ello, es importante reflexionar sobre lo expresado en los párrafos anteriores, pues así podremos actuar con previo conocimiento y disminuir riesgos y debilidades. Debemos estar concientes que cualquier tipo de lucha por la colectividad es potencial objetivo de la vigilancia policial y eso es parte de las dinámicas sociales. Los organismos armados de control y represión son creados para contrarrestar cualquier tipo de disidencia, por lo cual como activistas vamos a ser su objetivo; sin embargo, nosotros contamos con un valor superior al de ellos y ese es la convicción con que nos aferramos a un cambio social positivo. ¡Que el desgaste y el temor no te detengan!
INDUBIO PRO REO
www.nodo50.org/ellibertario - ellibertario@nodo50.org
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