Jerez | Victoria de las trabajadoras de la limpieza después de ocho días de huelga
Jerez | Victoria de las trabajadoras de la limpieza después de ocho días de huelga
Por Jose I. García Sánchez. Jerez es una ciudad en crisis. Con más de 33.000 personas desempleadas, que constituyen más del 20% de la población activa de la ciudad, de una población de algo más de 200.000. Se convierte así en una de las ciudades con mayor tasa de paro de Andalucía, siendo además la provincia de Cádiz la que ostenta el mayor porcentaje de desocupados del Estado Español. El paro se suma a la gran precariedad de la mayoría de gente trabajadora y a la deuda del Ayuntamiento, que se calcula que es de más de 900 millones de euros.
En este contexto, las trabajadoras de la empresa que lleva el servicio de limpieza de los centros públicos de educación infantil y primaria (LIMASA) llevan meses reclamando el pago de sus nóminas. La situación a mediados de marzo era extrema, debiéndoles hasta cuatro nóminas y con la amenaza de la empresa de rescindir el servicio, lo que además las dejaría en paro.
Las trabajadoras se vieron obligadas a convocar una huelga el 14 de marzo. El seguimiento fue total entre las trabajadoras y las concentraciones fueron diarias. Conforme avanzaban los días la situación en los colegios se hacía insostenible y el ayuntamiento y la empresa reiteraban que pagarían, lo cual no era suficiente. Las trabajadoras exigían el cobro para desconvocar la huelga.
Durante la semana previa a las elecciones andaluzas del 25M, hasta 13 colegios se vieron obligados a parar las clases. Más de 5.000 alumnas y alumnos de Jerez no tenían clases por culpa de los gobiernos del Ayuntamiento y la Junta de Andalucía. A dos días de las elecciones esto supuso un gran revuelo, televisiones estatales habrían sus telediarios con conexiones desde Jerez, un Ayuntamiento prácticamente paralizado por su política de especulación y privatizaciones de años atrás, que hace que hoy la ciudad carezca de gran parte de los servicios públicos y que las personas que trabajan en ella estén en condiciones cada vez peores.
La noche del 22 al 23 de marzo, a 48 horas de las elecciones, se le ingresaron una nómina y media a las trabajadoras, y el compromiso de que en los próximos días se ingresaría el otro 50%. Habían conseguido uno de sus objetivos. Una victoria concreta y esperanzadora. Se desconvocó la huelga.
Una vez más queda demostrado que la acción conjunta de las trabajadoras es imposible de doblegar. Las huelgas, las concentraciones y manifestaciones sirven y son la única forma de defender los puestos de trabajo y nuestros derechos. Pero aquí no acaba el camino, aún se les debe dinero y sus puestos de trabajo distan mucho de estar asegurados. Han ganado, pero seguirán la lucha.
Enviar un comentario nuevo