« El muro de la verguenza » lo ordenó construir el primer ministro Ariel Sharon en el año 2003 como respuesta a los continuos ataques y atentados suicidas llevados a cabo por la resistencia palestina. Durante la intifada de Al-Aqsa, del año 2000-2005- muchos suicidas se inmolaron en autobuses, centros comerciales, restaurantes o discotecas en ciudades como Jerusalén, Tel Aviv. Haifa o Netania. El pueblo palestino frustrado tras el fracaso de los acuerdos de Oslo y Camp David optó por el recurso del martirio para dejar oír su voz de protesta.