El 20 de febrero, miles de marroquíes salieron a la calle en 53 ciudades y pueblos para reclamar dignidad, justicia, libertad y cambios constitucionales. En la mayoría de las manifestaciones no se registraron incidentes. Pero, en algunos lugares, especialmente en el Rif y en Sefrou (Atlas Medio), la represión provocó víctimas mortales.