Esta es una historia real, y que pretende dar a quien la lea, que el amor romántico, aunque no culmine en una historia larga y feliz, deja eternos resultados y no tiene que ser eficaz sino sensible.
En 1972, en la España de Franco, estaba prohibida la felicidad. Pero la gente no lo sabía. Ignorancia que ricos y pobres compartían con la santa madre iglesia. Eso solo lo sabían unos pocos en el país y los creadores del club Bilderberg, de Bélgica y USA.