El pasado día 21 de septiembre, la ertzaintza, hacia efectivo de forma violenta el desalojo del Gaztetxe de Kukutza III. Dos días después se procedía al derribo del inmueble reduciendo a escombros 13 años de ilusión, trabajo y energía. Al mismo tiempo, la represión del movimiento creado en solidaridad con el Centro Social ha evidenciado una vez más del lado que se encuentran las Administraciones Públicas con respecto a los intereses privados, la avaricia y la falta de conciencia a la hora de poner en valor el trabajo de un barrio y un colectivo que intentaban llevar hacia adelante un proyecto colectivo que daba vida a Rekalde.