(IRVING.- pa haberlo matao-).
El andaluz, medio moro, chispeante y vivaz, constituye la antítesis del grave y correcto castellano viejo. Este lo desprecia y lo considera un sujeto divertido pero poco serio y se burla de su traje de arlequín y de su peculiar dialecto. Y con razón, puesto que en ningún otro sitio está la lengua española más corrompida en su vocabulario y pronunciación.
(...) Las ciudades más apropiadas para residir durante el verano son Granada y Ronda. Sevilla y Málaga pueden satisfacer a los jubilados en invierno, o Gibraltar, donde abundan las comodidades y el buen servicio médico de Inglaterra.
© José Manuel de Molina. darrax. Andalucía. Noviembre de 1997.