Interin@s encerrados en el instituto Las Aguas de Sevilla

Se cumple la primera semana del encierro sin igual de los docentes interinos andaluces. La plataforma de interinos mantiene un pulso con la Administración. Y su exigencia es alta y clara: educación pública de tod@s y para tod@as. Por ahora se conforman con la readmisión de los 4502 compañeros despedidos. No en vano, sin docentes que atiendan las necesidades de la población, no hay modelo educativo que valga un pimiento; sin docentes no hay tutía.

El desmantelamiento del sistema educativo es una catástrofe social. No hay excusas para recortar el futuro de nuestros hijos. Y encima tenemos un sistema de conciertos con centros privados, proveedores de un bien público que les proporciona un fácil mercado, que en nada ayuda a optimizar los recursos. Si se mercantiliza la Universidad y, en la enseñanza, en general, se gasta cada vez menos y peor, mal andamos.

Desde la CNT queremos expresar nuestra más sincera enhorabuena por el proyecto de lucha que supone la plataforma de interinos. Nos anima ver cómo los productores de un bien social como la educación toman la iniciativa táctica de apostar por la acción directa o sin intermediarios. Si bien en otras comunidades, sobre todo en Madrid, la lucha por la enseñanza pública ha contado con amplias plataformas asamblearias de profesionales y usuarios, en Andalucía son los interinos los que nos están poniendo las pilas. Pero sabemos que la Administración cuenta con partidos y otras instituciones subvencionadas, que no son un antídoto contra el parásito, sino más bien parte del mismo.  A la patronal educativa, por ejemplo, para tener una fuerza e influencia constante, no le hacen falta elecciones patronales, ni cierres esporádicos, ni sentarse cada dos por tres en una mesa con Mar Moreno y aceptar migajas. Quien no se sume íntegramente a la lucha, y no es cuestión de méritos relativos sino de principios innegociables, mejor que se quite de enmedio.

Para la CNT es un principio básico la autogestión de las secciones sindicales; camareros o ferroviarios no somos nadie para decirles a los docentes lo que deben hacer. Aquí estamos para apoyarnos mutuamente. Aunque puestos a dar consejos, y en ésto no queremos ser menos que otros compañeros del sindicalismo combativo que han aconsejado a los docentes la "unión de las luchas", nos gustaría que se recordara que la pólvora se inventó hace ya un tiempo. Los sindicatos y sus secciones deben integrar al sector; personal administrativo o de limpieza son parte del sector educativo. En esta línea habría que contemplar la posibilidad de salirse de los caminos trillados de las elecciones sindicales y constituir secciones sindicales de la CNT, no ya a nivel de centro educativo, sino de toda una empresa o Administración. En el caso de la Administración y su trama burocrática, con más motivo hay que simplificar y democratizar el sistema de delegación directa y asamblearia (que nuestro marco jurídico de libertad sindical permite) de modo que la fuerza de la acción y la lucha pueda obligar a ceder a El Poder que nos oprime.

En cualquier caso, los cenetistas nos disolveremos en las luchas que hagan que la llama de la esperanza contra el Capital se mantenga viva; estaremos allí donde creamos que mañana podremos decir: "compañeros, compañeras, mereció la pena".