Hace poco,en el país de Chile, llegaron 70 médicos cubanos a curar heridos, instalando en las zonas de desastre dos hospitales de campaña donde han atendido, hasta ahora, a miles de pacientes. Quienes berrean contra Cuba no dicen nada sobre esta generosidad extraordinaria.
Centenares de médicos cubanos prestan servicios en Haití. Miles de voluntarios de la isla caribeña recorren el mundo aliviando dolores y tristezas. Tales hazañas provienen de un país cercado por el odio y el bloqueo económico y donde, por eso mismo, no abunda la abundancia. En varios lugares de la tierra —incluyendo Nicaragua— han muerto centenares de cubanos protegiendo a hombres, mujeres y niños. Se necesita estar envilecido para no reconocer que la Revolución Cubana y sus dirigentes se han especializado en eso, en salvar vidas.