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Paralizan el desalojo de una familia numerosa
Lágrimas, aplausos y un grito unánime: “¡el pueblo unido jamás será vencido!” Ha sido el final –momentáneamente feliz- que más de un centenar de personas convocadas por el grupo Granada Stop Desahucios del 15M han ‘escrito’ para Mohass, Alima y sus cinco pequeños, al conseguir paralizar la orden de desalojo que pesa sobre esta familia del Zaidín por adeudar 600 euros de su hipoteca.
Apenas una hora antes de este estallido de emoción compartida, Mohass contaba “la injusticia” que sufre su familia desde que el verano pasado, por problemas económicos derivados de un accidente laboral, dejaron atrás tres cuotas de la hipoteca, en total 2.000 euros. “Llegué a un acuerdo verbal con Caja Madrid –integrada en Bankia actualmente- para fraccionar ese importe en tres pagos”, relata este padre de familia, que abonó las dos primeras cuotas y se encontró con la amarga sorpresa de que su hogar ya había sido subastado cuando se disponía a liquidar los últimos 600 euros.
“Pensábamos que al haber llegado a un acuerdo con el banco para liquidar la deuda habrían paralizado la orden de embargo, aunque no ha sido así”, lamenta Mohass, que recurrió ayer desesperado a Granada Stop Desahucios para tratar evitar que su familia terminase en la calle.
Pese a la convocatoria contrarreloj, más de 100 ciudadanos –la mayoría del barrio- se han concentrado a las puertas de la vivienda para oponer -en caso necesario- resistencia pacífica a este desalojo, previsto para las 11.30 horas de la mañana. Vecinos de los alrededores, atraídos por las consignas solicitando ayuda –“Zaidín despierta, el desahucio está en tu puerta”-, se han sumado paulatinamente a una protesta en la que indignación y emoción se han unido.
Dentro de la vivienda, Alima y Mohass trataban de proteger a sus pequeños de la realidad y un futuro incierto. La pareja, que “nunca” se ha negado a pagar, subraya- tuvo que abandonar su país natal, Senegal, para huir de la pobreza. Desde hace más de 20 años viven en España (cerca de una década en el Zaidín), donde empezaron de cero y nacieron sus cinco hijos. “Lo estamos pasando muy mal desde que nos comunicaron el embargo”, lamenta Mohass, que se dedica a la venta ambulante, aunque actualmente está de baja. Y agrega: “el banco nos ha engañado como a niños chiquitillos”.
Hasta su hogar llegaban los gritos de fuera: “van a dejar a cinco niños en la calle por 600 euros. ¿ese es el valor que Caja Madrid da a la vida de una familia?”, vociferaba la gente mientras protegía la entrada al edificio, situado en la barriada de Santa Adela, una de las zonas más humildes del Zaidín.
Ante la imposibilidad de acceder a la vivienda, ubicada en la calle Pingarrón, los agentes de la Policía Nacional y la autoridad judicial comunicaron la paralización –hasta próxima orden- del desahucio. La noticia, recibida con un espontáneo “¡otra victoria para el pueblo!” entre los presentes, provocó el desfallecimiento de Alima que, por la tensión contenida, no pudo tenerse en pie ni detener las lágrimas cuando trataba de dar las gracias a todos, ya en la calle junto a su esposo.
Ambos son conscientes de que deberán seguir luchando para no perder su hogar, aunque ahora también saben que “en esta lucha no están solos” –tal y como manifestaron todos.
(12/04/2012)
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