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Una familia menos. La cuenta atrás la llevan, con temor, los vecinos de la barriada de Begoña, donde este martes se ha efectuado el desalojo de otros dos vecinos. Y ya van trece familias menos.

"Es una tragedia tras otra", lamenta el portavoz de la asamblea vecinal de la barriada, Carlos Serrano. Reciben una de cal y otra de arena, como reza el dicho, pero, el final, siempre es el mismo: "Abandonar la vivienda donde has residido siempre". Un problema que se debe, según explica, "a que los herederos del dueño de tres edificios del barrio sólo quieren ganar dinero vendiéndolo a constructoras o quien sea, pero sin negociar con los vecinos".

En el desalojo de este martes de Concha y Eduardo Postigo la buena noticia llegó 'in extremis',y después de que los vecinos se concentraran ante la puerta de su casa, en el número 5 de la calle Guadalcanal, en protesta contra el desalojo. Técnicos de la oficina municipal de vivienda les han entregado las llaves de un piso, lo que evitará que duerman en la calle, pues, ambos, con 60 años de edad, carecen de recursos económicos suficientes para afrontar un nuevo alquiler y están en paro desde hace meses", según precisa Serrano.

La nueva orden de desahucio afecta a un vecino dependiente, parado y con 63 años

El reverso de la moneda es la notificación de desahucio que le ha llegado el mismo día a otro residente en el barrio, éste en el bloque 8 de Valdelarco, el segundo de los tres inmuebles envueltos en la polémica. El tercero, el bloque diez de esta misma calle.

"Es decir, que ya hay un vecino más con fecha para que lo echen. A él hay que sumar las doce familias que ya se fueron y otras tres pendientes de que se resuelva judicialmente si los desalojan o no. De las otro ocho afectadas, dos tienen sus contratos al día, así que es difícil que puedan desahacerse de ellas, como de las otras seis, que son de renta antigua y que, claro, también quieren desalojar para cobrar más", resume el portavoz, con varios lustros de residencia en Begoña.

Por si fuera poco, la orden -"canallada" la llama- de desahucio llevada este martes a la práctica llegó sólo 24 horas antes, o sea, "de un día para otro". Y los vecinos se temen que no sea un caso aislado". De momento, la notificada este martes es para hacerse efectiva en un mes.

En este sentido, los afectados lamentan que la situación siga llegando al límite, a pesar de que "durante meses", según Serrano, estos vecinos han solicitado entrevistas con el concejal de Presidencia y Urbanismo, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis (PSOE), así como con el gerente, Miguel Ángel Millán, y el vicegerente, Gabriel Báez, "sin que nos hayan hecho ningún caso".

Los vecinos acusan a los herederos del dueño de los inmuebles de ignorar los acuerdos

El portavoz vecinal explicó que el contrato del matrimonio Postigo finalizó en octubre del 2007 y fue denunciado posteriormente por la propiedad al no abandonar la vivienda. Tras celebrarse el juicio en julio del 2008, el pasado lunes "les notificaron la fecha de alzamiento definitiva, en este caso, únicamente 24 horas antes de que se produzca el desahucio".

La orden, además, llega tras "faltar la propiedad al acuerdo" al que había llegado con el Ayuntamiento y los vecinos para que no se desalojara a los residentes hasta que no se llegara a un acuerdo, según propuesta vecinal.

En el caso anunciado para el mes que viene, el de Juan, se trata de un vecino "con dependencia reconocida por la Junta de Andalucía, pues padece problemas en las piernas, de corazón y tensión. Tiene 63 años y también está parado", precisa Carlos Serrano. "Lleva más de un cuarto de siglo viviendo en su casa. Ojalá el Ayuntamiento vuelva a intervenir, aunque sea a última hora. Claro, que hay mejores formas de hacerlo", apostilla el portavoz vecinal, "y no pasando por el drama de un desahucio y de verte en la calle antes de que te realojen".

En cualquier caso, "y teniendo en cuenta que el Ayuntamiento nos ha dicho que no habrá opción a que Emvisesa compre estos pisos para hacer luego un parque de viviendas sociales", los afectados van a retomar las movilizaciones