Mediante una pancarta gigante colgada en el puente de Triana
Responden así a sus dirigentes, que pretenden no pronunciarse sobre el rascacielos hasta agosto, cuando podrían estar alzadas 35 de sus plantas y cuando ya hoy, con “sólo” 25, su impacto sobre el paisaje es ya brutal. Por otra parte, y dado que el Alcalde sigue sin querer reunirse con ¡Túmbala!, ésta le ha pedido a ICOMOS una reunión, que mantendrán mañana, para intentar conocer el porqué del cambio radical de postura del Sr. Zoido respecto de la torre.
La plataforma ¡Túmbala! pide a CaixaBank, la entidad absorbente del grupo donde se integra Cajasol (Banca Cívica), que presione a ésta para que paralice ya la construcción de tan polémica torre. Un edificio y “herencia envenenada” que la caja catalana asumirá en breve con todas sus posibles consecuencias; también en cuanto al serio peligro de que Sevilla sea expulsada de la Lista del Patrimonio Mundial por culpa de este rascacielos y de quienes, empecinados, lo siguen alzando a pesar de las reiteradas solicitudes de paralización y “revisión a la baja” hechas por la UNESCO.
La petición a CaixaBank, antes incluso que vía escrito (que se le entregará en estos días), se le ha querido plantear de una forma bien pública, viva y vistosa. Así, una veintena de miembros de ¡Túmbala! colgaron ayer una gran pancarta del puente de Triana que decía: TORRE NO. CAIXABANK ¡ACTÚA YA! [Se adjuntan fotos] Pancarta que iremos colocando próximamente en otros sitios bien señalados de la ciudad.
Si, como se ha difundido, CaixaBank está instando a Banca Cívica a “ajustar” su plantilla antes de que se consume la absorción, para así no tener que lidiar con ese problemón, ¡Túmbala! entiende que dicha entidad igualmente podría y debería instarla a que pare ya la erección de la torre; cuando menos hasta que el Comité de Patrimonio Mundial de la UNESCO se pronuncie sobre el particular en su próxima reunión anual, que tendrá lugar a finales de junio próximo (del 24 de junio al 6 de julio) en San Petesburgo. Podría de esta manera ahorrarse este otro previsible problemón.
Porque las peticiones de paralización preventiva ya las ha formulado la UNESCO en cuatro ocasiones: en sus tres últimas reuniones anuales (Sevilla 2009, Brasilia 2010 y París 2011), así como el pasado enero, tras hacerse público el duro informe que sobre la torre hicieron los especialistas que ICOMOS (la entidad que asesora a la UNESCO sobre Patrimonio Mundial) envió a Sevilla para analizar la cuestión. Peticiones ignoradas hasta la fecha; lo que no dice nada bueno de las autoridades españolas y, por extensión, de toda la nación ante dichos organismos internacionales. Pero si las obras pararan ya, cuanto antes, aún cabría que el Comité entienda el gesto, aunque muy muy tardío, como positivo, lo que podría librar a Sevilla (y a todo el país) del mal trago y desdoro público de perder bienes de la Lista del Patrimonio Mundial.
Conviene señalar que paralizar la construcción de la torre no supone parar la obra en su totalidad: el complejo Puerto Triana, donde se enmarca la torre, es tan grande que trabajadores y trabajo se podrían desplazar a otros tajos de los muchos allí existentes.
Y también que, si bien los ideólogos y promotores iniciales de la Torre Cajasol son de por aquí, muy “nuestros”, finalmente será la caja catalana la que termine ligando su nombre con la polémica torre, con su “excesiva marca” sobre el paisaje de la ciudad y, posiblemente, incluso con la expulsión de Sevilla de la Lista de Patrimonio Mundial. Y, dado el sentimiento de “agravio” que, por desgracia, tan fácil y frecuentemente se agita en nuestra tierra para con “lo catalán”, entendemos que CaixaBank debiera de cuidarse de alimentar, también por omisión, posibles tensiones, críticas y desafecciones futuras por parte de una sociedad sevillana que podría sentirse atacada en su patrimonio cultural más querido.
Para poder desgranar todos estos razonamientos y el cúmulo de irregularidades y flagrantes ilegalidades detectadas en los expedientes de esta operación urbanística, que tienen el caso en los tribunales, es por lo que le pedimos a los directivos de CaixaBank que, a la mayor brevedad posible, nos concedan una reunión.
Sevilla, 23 de abril de 2012
Plataforma ciudadana ¡Túmbala! contra la Torre Cajasol
NP: Piden a Caixabank que pare ya la Torre Cajasol
Piden a Caixabank que pare ya la Torre Cajasol
Mediante una pancarta gigante colgada en el puente de Triana
Responden así a sus dirigentes, que pretenden no pronunciarse sobre el rascacielos hasta agosto, cuando podrían estar alzadas 35 de sus plantas y cuando ya hoy, con “sólo” 25, su impacto sobre el paisaje es ya brutal. Por otra parte, y dado que el Alcalde sigue sin querer reunirse con ¡Túmbala!, ésta le ha pedido a ICOMOS una reunión, que mantendrán mañana, para intentar conocer el porqué del cambio radical de postura del Sr. Zoido respecto de la torre.
La plataforma ¡Túmbala! pide a CaixaBank, la entidad absorbente del grupo donde se integra Cajasol (Banca Cívica), que presione a ésta para que paralice ya la construcción de tan polémica torre. Un edificio y “herencia envenenada” que la caja catalana asumirá en breve con todas sus posibles consecuencias; también en cuanto al serio peligro de que Sevilla sea expulsada de la Lista del Patrimonio Mundial por culpa de este rascacielos y de quienes, empecinados, lo siguen alzando a pesar de las reiteradas solicitudes de paralización y “revisión a la baja” hechas por la UNESCO.
La petición a CaixaBank, antes incluso que vía escrito (que se le entregará en estos días), se le ha querido plantear de una forma bien pública, viva y vistosa. Así, una veintena de miembros de ¡Túmbala! colgaron ayer una gran pancarta del puente de Triana que decía: TORRE NO. CAIXABANK ¡ACTÚA YA! [Se adjuntan fotos] Pancarta que iremos colocando próximamente en otros sitios bien señalados de la ciudad.
Si, como se ha difundido, CaixaBank está instando a Banca Cívica a “ajustar” su plantilla antes de que se consume la absorción, para así no tener que lidiar con ese problemón, ¡Túmbala! entiende que dicha entidad igualmente podría y debería instarla a que pare ya la erección de la torre; cuando menos hasta que el Comité de Patrimonio Mundial de la UNESCO se pronuncie sobre el particular en su próxima reunión anual, que tendrá lugar a finales de junio próximo (del 24 de junio al 6 de julio) en San Petesburgo. Podría de esta manera ahorrarse este otro previsible problemón.
Porque las peticiones de paralización preventiva ya las ha formulado la UNESCO en cuatro ocasiones: en sus tres últimas reuniones anuales (Sevilla 2009, Brasilia 2010 y París 2011), así como el pasado enero, tras hacerse público el duro informe que sobre la torre hicieron los especialistas que ICOMOS (la entidad que asesora a la UNESCO sobre Patrimonio Mundial) envió a Sevilla para analizar la cuestión. Peticiones ignoradas hasta la fecha; lo que no dice nada bueno de las autoridades españolas y, por extensión, de toda la nación ante dichos organismos internacionales. Pero si las obras pararan ya, cuanto antes, aún cabría que el Comité entienda el gesto, aunque muy muy tardío, como positivo, lo que podría librar a Sevilla (y a todo el país) del mal trago y desdoro público de perder bienes de la Lista del Patrimonio Mundial.
Conviene señalar que paralizar la construcción de la torre no supone parar la obra en su totalidad: el complejo Puerto Triana, donde se enmarca la torre, es tan grande que trabajadores y trabajo se podrían desplazar a otros tajos de los muchos allí existentes.
Y también que, si bien los ideólogos y promotores iniciales de la Torre Cajasol son de por aquí, muy “nuestros”, finalmente será la caja catalana la que termine ligando su nombre con la polémica torre, con su “excesiva marca” sobre el paisaje de la ciudad y, posiblemente, incluso con la expulsión de Sevilla de la Lista de Patrimonio Mundial. Y, dado el sentimiento de “agravio” que, por desgracia, tan fácil y frecuentemente se agita en nuestra tierra para con “lo catalán”, entendemos que CaixaBank debiera de cuidarse de alimentar, también por omisión, posibles tensiones, críticas y desafecciones futuras por parte de una sociedad sevillana que podría sentirse atacada en su patrimonio cultural más querido.
Para poder desgranar todos estos razonamientos y el cúmulo de irregularidades y flagrantes ilegalidades detectadas en los expedientes de esta operación urbanística, que tienen el caso en los tribunales, es por lo que le pedimos a los directivos de CaixaBank que, a la mayor brevedad posible, nos concedan una reunión.