Bordas de pequeño siempre fue un niño un poco tonto. Le pegaban todos sus compañeros en el patio del colegio. Después, durante su adolescencia, pasó por una fase de pajillero. Tenía callos en las manos de tanto darle a la zambomba. Más tarde, en la facultad, no se comía una rosca y, a pesar de todo el empeño que ponía, seguía siendo el hazmerreir de todos. Quizás por eso se hizo fascista. Como reacción a un mundo que nunca lo entendió. Angelito, te comprendemos! Estamos contigo!
El hazmerreir de la Facultad de Derecho
Bordas de pequeño siempre fue un niño un poco tonto. Le pegaban todos sus compañeros en el patio del colegio. Después, durante su adolescencia, pasó por una fase de pajillero. Tenía callos en las manos de tanto darle a la zambomba. Más tarde, en la facultad, no se comía una rosca y, a pesar de todo el empeño que ponía, seguía siendo el hazmerreir de todos. Quizás por eso se hizo fascista. Como reacción a un mundo que nunca lo entendió. Angelito, te comprendemos! Estamos contigo!