Con la que está cayendo, no dejo de encontrar sorprendente la falta de movilización contra la monarquía, especialmente en estos días en que hasta medios de derechas señalan su delicada situación tras el caso Urdangarin.
Realmente no resulta muy sorprendente que los poderosos realicen el tipo de delitos por los que está imputado Urdangarin, lo inusual sólo es que salgan a la luz, siendo uno miembro de la familia real.
Por eso hasta los monárquicos mas ingénuos deberían estar hoy en día indignados con su 'realeza'; y de hecho algunos de ellos los están, porque saben lo que podría acabar pasando a raiz de estos escándalos.
Mientras que la sociedad en general mas bien parece aún resignada a vivir sometida a una monarquía de ladrones, muchos de monárquicos están preocupados , con razón, por su futuro y continuidad.
La debilidad por la que pasa en estos momentos 'la casa real' es evidente cuando se lee cualquier noticia relacionada con el tema, en cualquier medio.
Ellos están acojonados, y nosotros no estamos haciendo nada, no dejemos pasar esta ocasión.
En estos días, vivimos bajo el chantaje impuesto de los recortes sociales.
El mensaje de la necesidad de recortar gasto público cala en gran parte de la sociedad, que ve los recortes como algo inevitable.
Es muy lamentable que se acepte este planteamiento, pero en este caso ese discurso puede volverse un arma de doble filo para los monárquicos.
La gente puede llegar a aceptar como algo necesario la necesidad de recortar gasto público, pero aceptando esa lógica también es fácil asumir que puede ser necesario tomar otras medidas drásticas, como abolir la monarquía.
Este es el momento de retarles, ahora que su sentido y continuidad es más cuestionable que nunca de cara a la sociedad [1].
Estamos viendo cómo el enemigo exhibe en público su vulnerabilidad, y no estamos haciendo nada por ayudarlo a caer.
El pasado día 14 de Diciembre, Felipe, el heredero al trono, dió en Barcelona un discurso de lavado de imagen sobre ética empresarial [2].
En el colmo del cinísmo, los ladrones dando lecciones de ética. Aquel día permitimos que se apuntasen un tanto, la noticia del acto debería haber estado marcada por la protesta contra la casa real.
En cada acto en el que aparezcan debería haber alguna acción de protesta. Si conseguimos promover un clima general de rechazo a la familia real, cada acción ayudará a que la siguiente tenga más peso.
Debemos ver claramente que éste es el momento, ser oportunistas y reclamar un referendum vinculante sobre su futuro, la calle debería exigirlo claramente, con la misma fuerza con la que salió a pedir Democracia Real.
Los movimientos de la 'primavera arabe' focalizaron sus protestas contra sus respectivos 'jefes de estado'.
Uno de los problemas que siempre ha tenido el 15M ha sido su dificultad para consensuar propuestas y reivindicaciones.
A consecuencia de ello, cunde el desaliento y la confusión. En estos momentos el movimiento pasa por un estado de desmoviliación y reflexión necesaria [3].
Si lo que se reivindica en este estado es alcanzar una Democracia Real, se debería empezar por la primera cuestión básica: ¿Queremos vivir bajo una monarquía?
El pueblo debe tener derecho a decidir sobre esta cuestión fundamental. Éste debería haber sido un estandarte del movimiento 15M desde su comienzo.
Pronto va a ser la hora de intentar reiniciar plenamente el movimiento [4] y si quiere salir de su atoyadero de indefiniciones y hacer algo con determinación y fuerza, debería plantearse muy en serio esta cuestión fundamental como pilar básico de sus reivindicaciones.
Si las plazas de las ciudades se llenasen de gente reclamando algo tan concreto y democrático como un referendum sobre la monarquía, la sociedad entera tendría que aceptar el debate.
Llegados a ese punto, no sólo sería posible alcanzar una victoria sobre los objetivos de la movilización, sino que sería todo un símbolo y la primera de otras victorias posibles.
Si podemos conseguir eso, y estoy seguro de que podemos, el pueblo recordará que todo lo puede cambiar si decide plantar cara,
y estaremos más cerca de conseguir algo parecido a un sistema democrático en que se respete la voluntad de la gente y no sólo la de los poderosos.
Stop a la casa real,
Acabemos con la monarquía, ahora!
[1] http://politica.elpais.com/politica/2011/10/26/actualidad/1319626481_119745.html
[4] http://twitter.com/#!/search/%23reinicia15M?q=%23reinicia15M