esa era la buena noticia, la mala es que de haber sido carpintero, autónomo o un precario cualquiera, seguramente sería él quién se sentase en el banquillo acusado de alguna fantasía de esas que se les ocurren a los maderos en sus sueños húmedos: grave alteración del orden, desacato, atentado, etc, etc...
esperemos que el despotismo policial pronto sea cosa del pasado
falta mucho
esa era la buena noticia, la mala es que de haber sido carpintero, autónomo o un precario cualquiera, seguramente sería él quién se sentase en el banquillo acusado de alguna fantasía de esas que se les ocurren a los maderos en sus sueños húmedos: grave alteración del orden, desacato, atentado, etc, etc...
esperemos que el despotismo policial pronto sea cosa del pasado