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Desde las 13:00 en la Alameda de Hércules

Traete bañador, palas, cubo y demás parafernalias playeras

Niña, no te metas pa lo hondo de la Alameda.
Por una Sevilla de los barrios y sus vecinxs. Por la recuperación del
espacio público (y acuático).

Gentrificación, especulación, desahucios, degradación de los barrios,
primacía del transporte privado, ciudad escaparate y de servicios para
el turismo... Estas podrían ser algunas de las palabras que definen la
estrategía urbanística en la Sevilla de los últimos años. Lxs sevillanxs
hemos visto cómo nuestra ciudad se ha convertido en un gran parque
temático al servicio del capital y el turismo, con un Ayuntamiento que
ha ido desmantelando todo aquello que daba carácter a la ciudad para
transformarla en otra urbe posmoderna más. La Torre Pelli, la ordenanza
cívica, el Proyecto Metropol-Parasol, la invasión de veladores en el
centro o el desmantelamiento de los antiguos corralones de artesanos son
algunos ejemplos de esta política. Y mientras el centro histórico se
llena de Starbucks y 101 Montaditos, barrios como las 3000, Pino
Montano, la Barzola o la Bachillera (por citar algunos) carecen de
servicios públicos decentes. El lema "La ciudad de las personas",
bandera del Ayuntamiento, debería quedar, para ser fieles a la realidad,
de esta manera: "La ciudad de las personas con dinero que viven en el
centro o las que vienen de fuera a gastar parné".

Por todo ello queremos reivindicar, con este acto, la reapropiación del
espacio público urbano por parte de las personas, sin necesidad de tener
que sentarnos en una terraza y gastar dinero. Además, exigimos disponer
de espacios públicos para el baño, tales como piscinas y fuentes, tan
necesarias en una ciudad como Sevilla. Y exigimos que sean de libre
acceso gratuito. En este verano de 2011 la ciudad cuenta sólo con 4
piscinas públicas que ofrecen baño recreativo (los fines de semana y
pagando). La alternativa es un río contaminado y sin zonas habilitadas
para el baño. Por eso sacamos la playa a la plaza, que para eso es de
todxs. Nos llevamos la tortilla de papas, el bañador y los cubitos.

Lo hacemos, además, en un lugar muy representativo del proceso
urbanístico que ha venido sufriendo la ciudad: la Alameda. Un lugar en
el que, donde antes había un campo de fútbol/cine de verano, ahora hay
una comisaría. Donde había un mercadillo los domingos, ahora hay feos
bares y terrazas. Donde había albero y bancos normales para sentarse,
ahora hay policías motorizados corriendo que se las pelan. Donde había
bares de toda la vida, tenemos extraños establecimientos con luces de
colores y un aire pedante por el cual te cobran el doble por una cerveza.

La calle es nuestra, la calle es de todxs. Y si no tenemos playa, nos la
inventamos.
No pararemos hasta que lxs camarerxs del Starbucks apunten las
consumiciones con tiza en el mostrador y hasta que lxs dependientxs del
McDonalds nos reciban con un "Qué va a queré, miarma?"!!!!