«El valor de pi ha afligido a matemáticos y otros durante siglos y, sin embargo, quizá el intento más estrafalario de «obligar a concretar» el valor de pi tuvo lugar en Indiana en 1897. Allí un físico llamado Edward Johnson Goodwin (1828-1902) escribió un artículo sobre mediciones del círculo y convenció a su representante legislativo local, Taylor I. Record, para que lo introdujera como ley en la legislatura. La sugerencia lanzada a Taylor I. Record y que hizo época fue la siguiente: si el Estado aprobaba una ley para reconocer su descubrimiento (el de Goodwin), él permitiría que todos los libros de texto de Indiana lo utilizaran sin pagar ningún derecho de autor. Él ya había registrado como propiedad sus descubrimientos en varios países europeos y también en Estados Unidos. Sin embargo, su intento de presentar sus descubrimientos en la Columbian Exposition de Chicago en 1893 fracasó. Publicó un monográfico en el American Mathematical Monthly, un nuevo periódico que aceptaba casi cualquier cosa en su primer año de andadura. Del monográfico de Goodwin se desprenden casi nueve valores diferentes de pi. El matemático David Singmaster calculó que eran los siguientes: pi = 4, 3,160494, 3,232488, 3,265306, 3,2, 3,333333, 3,26598 6, 2,56 Y 3,555556. El 18 de enero de 1897, el monográfico fue presentado en la legislatura como ley de la Cámara de los Comunes n° 246. Un proyecto de ley que introduce una nueva verdad matemática que es ofrecida como contribución a la educación para ser utilizada tan sólo por el Estado de Indiana sin coste alguno de derechos de autor o similares, siempre y cuando sea aceptada por la acción oficial de la legislatura de 1897. Al principio fue aceptada sin ningún voto en contra en la Cámara de los Representantes de Indiana. Podía haber alcanzado estatus legal y entonces todos los demás estados habrían tenido que pagar derechos para utilizar este «valor exacto» de pi. Sin lugar a dudas, hasta entonces nadie había tenido que pagar nada por las verdades matemáticas. Al legislar sobre el valor de pi, Goodwin creyó poner punto final al problema de determinar el valor de pi. Afortunadamente, en todos los periódicos de Indianápolis, Chicago y Nueva York se hizo gran mofa de esta ridícula ley y el Senado de Indiana acabó por suprimirla.» Alfred S. Posamentier & Ingmar Lehman, La proporción trascendental.
" EL NÚMERO PI VS. COPYRIGHT "
«El valor de pi ha afligido a matemáticos y otros durante siglos y, sin embargo, quizá el intento más estrafalario de «obligar a concretar» el valor de pi tuvo lugar en Indiana en 1897. Allí un físico llamado Edward Johnson Goodwin (1828-1902) escribió un artículo sobre mediciones del círculo y convenció a su representante legislativo local, Taylor I. Record, para que lo introdujera como ley en la legislatura. La sugerencia lanzada a Taylor I. Record y que hizo época fue la siguiente: si el Estado aprobaba una ley para reconocer su descubrimiento (el de Goodwin), él permitiría que todos los libros de texto de Indiana lo utilizaran sin pagar ningún derecho de autor. Él ya había registrado como propiedad sus descubrimientos en varios países europeos y también en Estados Unidos. Sin embargo, su intento de presentar sus descubrimientos en la Columbian Exposition de Chicago en 1893 fracasó. Publicó un monográfico en el American Mathematical Monthly, un nuevo periódico que aceptaba casi cualquier cosa en su primer año de andadura. Del monográfico de Goodwin se desprenden casi nueve valores diferentes de pi. El matemático David Singmaster calculó que eran los siguientes: pi = 4, 3,160494, 3,232488, 3,265306, 3,2, 3,333333, 3,26598 6, 2,56 Y 3,555556. El 18 de enero de 1897, el monográfico fue presentado en la legislatura como ley de la Cámara de los Comunes n° 246. Un proyecto de ley que introduce una nueva verdad matemática que es ofrecida como contribución a la educación para ser utilizada tan sólo por el Estado de Indiana sin coste alguno de derechos de autor o similares, siempre y cuando sea aceptada por la acción oficial de la legislatura de 1897. Al principio fue aceptada sin ningún voto en contra en la Cámara de los Representantes de Indiana. Podía haber alcanzado estatus legal y entonces todos los demás estados habrían tenido que pagar derechos para utilizar este «valor exacto» de pi. Sin lugar a dudas, hasta entonces nadie había tenido que pagar nada por las verdades matemáticas. Al legislar sobre el valor de pi, Goodwin creyó poner punto final al problema de determinar el valor de pi. Afortunadamente, en todos los periódicos de Indianápolis, Chicago y Nueva York se hizo gran mofa de esta ridícula ley y el Senado de Indiana acabó por suprimirla.» Alfred S. Posamentier & Ingmar Lehman, La proporción trascendental.