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Internet en Movimiento: Nuevos Movimientos Sociales y Nuevos Medios en la Sociedad de la Información

Publicamos en Indymedia Estrecho esta tesis doctoral sobre las relaciones entre los movimientos sociales e Internet con el objetivo de compartir los resultados de la investigación. Partiendo de las premisas metodológicas de la investigación-acción y la investigación activista, el propio investigador forma parte del sujeto de estudio -los movimientos sociales- y su investigación pretende no sólo comprender la realidad estudiada sino también transformarla. Para ello es imprescindible compartir los resultados obtenidos. Indymedia Estrecho, donde el autor colabora como editor y de cuya experiencia ha obtenido buena parte de la motivación para emprender este estudio, es el medio ideal para compartir el fruto de este trabajo colectivo, que ha contado con la imprescindible aportación de destacadas activistas de los movimientos.>>>

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"Internet en Movimiento: Nuevos Movimientos Sociales y Nuevos Medios en la Sociedad de la Información"

Universidad Complutense de Madrid, Facultad de Ciencias de la Información, Departamento de Sociología VI: Opinión Pública y Cultura de Masas

Autor: José Candón / Director: Félix Ortega 

Nuevos movimientos sociales organizados en redes horizontales, descentralizadas y globales y que apuestan por la participación activa y formas de democracia directa, encuentran en la red descentralizada, multidireccional, global e interactiva de Internet una tecnología adecuada a sus necesidades y acorde a sus valores. Los movimientos sociales se apropian de la Red y se identifican con ella asumiendo su defensa para que siga siendo un medio libre y democrático de comunicación. En los nuevos movimientos “el medio es el mensaje”.

 

 INTRODUCCIÓN (extracto)

A finales de 1999, la ciudad de Seattle acogía la llamada “Ronda del Milenio” organizada por la Organización Mundial del Comercio (OMC). El siglo XX acababa con la escenificación del dominio neoliberal que desde la caída del muro de Berlín había culminado en el “Fin de la Historia” (Fukuyama, 1989). La democracia de mercado se había impuesto como el único modelo posible frente al que Margaret Thatcher –la “dama de hierro” – sentenció que “no hay alternativa”.

Contra todo pronóstico, la cumbre de Seattle se transformó en la “Batalla de Seattle” y el fin del siglo XX fue bruscamente interrumpido por un adelantado comienzo del siglo XXI –que sin haber sido invitado a la cumbre y haciendo caso omiso al bien establecido orden del día– pregonaba desde las calles que “otro mundo es posible”.

La prensa internacional destacaba la irrupción de los movimientos sociales que habían acudido a la cumbre “organizados por Internet”. Desde esa fecha abundan las referencias a movilizaciones “convocadas”, “surgidas” o “coordinadas” a través de la Red. Seattle no fue el comienzo del uso de Internet para la movilización social, pero sí el punto de inflexión que esbozó algunas claves de lo que pueden depararnos los albores de este tercer milenio: Que el pregonado “Fin de la Historia” no es realmente el final sino que al libro de Fukuyama le faltan al menos algunos anexos; Y que estos anexos se escriben colaborativamente en formato digital.

El objetivo de este trabajo es indagar en las relaciones entre los movimientos sociales y las nuevas tecnologías de la información y comunicación (TIC), especialmente Internet. El desarrollo de las TIC ha sido calificado como la "Tercera Revolución Industrial" (Toffler, 1980), que seguiría a la primera que tuvo lugar en el siglo XVIII en Inglaterra y la segunda que se produjo en el siglo XIX en el seno de los Estados Unidos. “El mundo capitalista está transitando de la economía industrial, basada en el acero, los automóviles y las carreteras, a la economía digital, construida a partir de silicio, computadoras y autorutas de información” (León, Burch y Tamayo, 2001). Este proceso daría lugar a la llamada “Sociedad de la Información” (Castells, 2005).

Resulta difícil nombrar una era que también ha sido caracterizada por una “Revolución Científico-técnica” debido al desarrollo de la ciencia y la tecnología, no sólo en las TIC sino también en otros campos como la genética, que se ha denominado como la era “Global” por la intensificación de las relaciones internacionales en el ámbito de la política (estructuras supranacionales), la economía (empresas transnacionales), la cultura (homogeneidad cultural) o la sociedad (movimientos sociales) o a la que se han aplicado otros términos generales como “Sociedad Post-industrial”, “Posfordismo” o “Sociedad Postmoderna”.

Aun así, el hecho de que información, conocimiento o comunicación sean algunas de las propiedades más destacadas da idea de la trascendencia del desarrollo de las TIC en el tiempo presente. Las TIC son fuerzas productivas centrales del actual ciclo económico y “como la comunicación constituye la esencia de la actividad humana, todas las áreas de la actividad humana están siendo modificadas por la intersticialidad de los usos de Internet” (Castells, 2001: 345). La tecnología –especialmente las tecnologías de la comunicación– influye en la sociedad, pero también es en sí misma fruto de la sociedad en la que surge.

En el siglo XV, el inventor de la imprenta Johannes Gutenberg imprimió en Maguncia, Alemania, la Biblia de 42 líneas. No fue como muchos creen el primer libro impreso mediante el sistema de tipos móviles, pero se convirtió en el icono de la “Edad de la Imprenta”. La imprenta –como invención puramente tecnológica– coincidió con la época de profundos cambios sociales y culturales de la Reforma Protestante y la Biblia de Gutenberg ejemplifica esa revolución “socio-técnico-cultural” (Lévy, 2007). Seis siglos más tarde, en los inicios del siglo XXI, vuelven a coincidir en un mismo espacio-tiempo una revolución tecnológica –Internet– y un movimiento social –el movimiento altermundista–. Durante la “Batalla de Seattle” se funda el primer Centro de Medios Independientes (IMC), Indymedia, como icono de la nueva “Edad de Internet”.

Indymedia, como la Biblia de Gutenberg, es un buen ejemplo del encuentro entre tecnología y sociedad. Es la manifestación del uso social que da sentido a cualquier invención tecnológica. Es lo que hace de Internet, como icono de la revolución de las tecnologías de la información y la comunicación, una autentica revolución de la comunicación, una revolución social. Frente al monopolio de los sacerdotes en la interpretación de los textos sagrados, los protestantes proponían la libre interpretación de los mismos. Frente a las misas en latín y la biblia manuscrita, los protestantes proponían la misa en la lengua vernácula de los creyentes y la publicación masiva de  biblias políglotas. Salvando las distancias, el mensaje del protestantismo coincidía con el conocido lema de la red Indymedia “¡No odies los medios, se los medios!”, una versión mediática del “¡Hazlo tú mismo!” y la ética DIY (Do it yourself!) de las comunidades culturales alternativas y el movimiento punk. La imprenta e Internet fueron en ambos casos la herramienta que hacía posible la propuesta, en ambos casos, “el medio es el mensaje” (McLuhan, 2009: 31).

Tecnológicamente, la imprenta es el primer medio de comunicación de masas. Un medio unidireccional, de arriba a abajo, de uno a muchos. Internet es el primer medio de masas horizontal, interactivo, de muchos a muchos, descentralizado. Socialmente la imprenta y los medios masivos tradicionales representan una estructura social jerarquizada. Una forma de organización que comparten tanto las dictaduras como las democracias representativas e incluso la llamada “vanguardia del proletariado” (Lenin, 1917). Internet representa la estructura descentralizada y horizontal de los nuevos movimientos en la “sociedad red” (Castells). Culturalmente la reforma protestante no se limita a un debate teológico o religioso, como describió Max Weber en “La ética protestante y el espíritu del capitalismo” (1905), la Reforma impulsó los valores capitalistas del individualismo, el beneficio privado y la ética del trabajo. Los nuevos movimientos sociales; el movimiento de software libre, por la cultura libre, por el derecho a la comunicación representan los nuevos valores de “La ética del hacker y el espíritu de la era de la información” descritos por Pekka Himanen (2002).

Wolton advierte de que para poder hablar de una verdadera revolución de la comunicación hace falta algo más que un avance en las tecnologías de comunicaciones. Entre los siglos XVI al XVIII, la imprenta “favoreció el nacimiento del modelo individual y la construcción de un espacio público para la expresión y la circulación de las opiniones” mientras que en los siglos XIX y XX el teléfono, la radio y la televisión “han estado relacionados con el triunfo del individualismo y de la democracia de masas”. En ambos casos la revolución tecnológica en el campo de los medios de comunicación fue “real sólo porque hubo, en un espacio-tiempo similar, evoluciones radicales del orden cultural y social” (Wolton, 2000: 20).

Internet es “la imprenta del siglo XXI” (Piscitelli, 2005) y como la imprenta de Gutenberg está imbricada en una realidad social y cultural que da sentido a la tecnología y que hace posible que la revolución tecnológica pueda transcender a una auténtica revolución de la comunicación y, en último término, social. En su momento la imprenta, como innovación tecnológica, fue utilizada por el movimiento social del protestantismo y el libro impreso fue el medio de comunicación que expandió las ideas protestantes. Las biblias políglotas son el icono de esta revolución tanto técnica como social y cultural. Las nuevas tecnologías como Internet, son hoy utilizadas por los nuevos movimientos como el altermundista que a través de nuevos medios como la web, el correo electrónico o los foros expanden sus ideas y propuestas. Indymedia es un buen ejemplo de la imbricación entre las propiedades técnicas de los nuevos medios y los valores sociales y culturales de los nuevos movimientos.

Con esta analogía pretendo señalar el punto de vista de partida para el análisis desarrollado en este trabajo. Una visión que descarta el determinismo tecnológico pero resalta también la importancia de la tecnología y su influencia en las formas de relación social. Una visión que, sin caer en el optimismo ni en el pesimismo, parte de la idea de que –aún sin poder afirmar cuáles serán los cambios producidos por la irrupción de las TIC– estas, sin duda, generarán algunos y de hecho ya han producido profundos cambios en diversos ámbitos. Y una premisa final que resalta que estos cambios previsibles nunca serán producto directo de la innovación tecnológica sino fruto también de un contexto social, político y cultural.

Los movimientos sociales, como el mejor indicador de las tendencias sociales y políticas, como “profetas del presente” (Melucci, 1999) que anuncian hoy lo que puede ser mañana, son sólo uno de los ámbitos en los que podemos estudiar la influencia y el papel de Internet y los nuevos medios, pero un ámbito representativo de las nuevas formas sociales, políticas y culturales que podrían configurar la nueva era de la sociedad red.

 

ÍNDICE

AGRADECIMIENTOS (pág.9)

INTRODUCCIÓN (pág.11)

PARTE I: MARCO TEÓRICO

CAPITULO I. TEORÍA DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES (pág. 23)

CAPITULO II. TEORÍA DE LA COMUNICACIÓN DE MASAS, NUEVOS MEDIOS E INTERNET (pág. 69)

CAPITULO III. MARCO TEÓRICO GENERAL (pág. 165)

PARTE II. METODOLOGÍA Y SUJETO DE ESTUDIO

CAPITULO IV. METODOLOGÍA (pág. 179)

CAPITULO V. SUJETO DE ESTUDIO (pág. 189)

PARTE III. NUEVOS MOVIMIENTOS SOCIALES Y NUEVOS MEDIOS

CAPITULO VI. MOVIMIENTOS SOCIALES, INTERNET Y COMUNICACIÓN DE MASAS (pág. 209)

CAPITULO VII. INTERNET COMO RECURSO (pág. 243)

CAPITULO VIII. INTERNET Y ESTRUCTURA DE OPORTUNIDADES POLÍTICAS (pág. 255)

CAPITULO IX. REPERTORIO DE CONFRONTACIÓN EN INTERNET (pág. 263)

CAPITULO X. INTERNET COMO ESTRUCTURA DE ORGANIZACIÓN (pág. 287)

CAPITULO XI. MARCOS CULTURALES E IDENTIDADES COLECTIVAS EN INTERNET (pág. 309)

CAPITULO XII. NUEVOS TEMAS DE MOVILIZACIÓN Y MOVIMIENTOS CIBERPOLÍTICOS (pág. 339)

CONCLUSIONES (pág. 361)

BIBLIOGRAFÍA (pág. 371)


 

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