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Soy varón.

Me considero machista y capitalista de educacion y costumbre, porque nazco en una sociedad en la que esos valores estan inscritos y son inscritos en mi y en mi educación (padres, entorno, medios de comunicacion, etc.). Con excepciones, Estudié con libros escritos por hombres, ví peliculas escritas y dirigidas por hombres, me prescribieron médicos firmando recetas escritas por sus asistentes femeninas (llamadas comunmente enfermeras, no se que profesión sanitaria ocupaban), etc. Aprendí a comprar en el corte inglés, a querer electrónica barátas sin importarme cuanto sangraron la manos de los niños que extrajeron el coltán, y a querer un coche para moverme arrojando basura a la atmosfera por cortos que fueran los desplazamientos que tuviera que hacer.

El tomar conciencia de todos esos valores y del daño que hacen a la sociedad me convierte en feminista y anticapitalista de convicción e ideas, lo que me situa en una lucha, personal por un lado y social por otra, en contra de estos valores inscritos social y educacionalmente. Entiendase por significado de feminista el único posible, aceptado por la RAE (estamento patriarcal), que es la lucha de las personas por alcanzar la igualdad entre los géneros.

Desde esta posición miramos a la vida todas las personas que pertenecemos al norte global. No es de extrañar, desde este enfoque, que el machismo y el capitalismo afecte de manera muy parecida a mujeres y hombres. Lo que ocurrió en enfermería es una exhibicion justamente de esto, con hombres y mujeres que reproducían "libremente" los roles para los que han sido educadas. Y pongo libremente entre comillas porque nuestra educación nos da libertad en unos casos y en otros nos la quita, obligandonos a reproducir y replicar los pilares que sustentan la dictadura capitalista global.

Hago un llamado a mujeres y hombres que estudian enfermería a que me acompañen en esta autocrítica y sientan como en ocasiones se mueven presas de estos valores inculcados. Sobre todo a hombres que han elegido una profesión de cuidados, asumiendo un rol que el sistema reserva a las mujeres y ayudando a romper con eso los cliches mujer-cuidado-reproducción y hombre-fuerza-producción. Os pido que no creaís ciegamente en los libros, escritos por personas con estos mismos valores ya inculcados, en la mayoría de los casos hombres, y que no sólo aprendáis una profesión, sino que la reevalueís y la transforméis en algo al servicio de las personas y no de las empresas (vacunas de Gripe A). Os lo pido no por mi, ni por la persona que escribió el artículo, sino por vuestras hijas e hijos, para que crezcan en un mundo en el que los trabajos de cuidados sean valorados, visibilizados y asumidos responsablemente en sociedad, por mujeres y hombres.

Esto seguro de que la persona que escribió el artículo buscaba algo muy parecido a esto, y no arrojar tierra sobre nada. Gracias por crear este espacio de reflexión.