Campaña por un Juguete Digno. Detrás de cada regalo, una infancia feliz.
CAMPAÑA POR UN JUGUETE DIGNO.
Modelo de Carta para los Magos de Oriente
Tríptico Campaña Por un Juguete Digno
Materiales elaborado por REDPAZ. Casa de la Paz de Sevilla.
El juego y el juguete.
EL JUEGO es fundamentalmente diversión y, como tal, es necesario para el desarrollo del potencial físico, intelectual y emocional de niños y niñas. Fomenta su capacidad relacional, con él aprenden a vivir en sociedad y les facilita el descubrimiento del mundo y de sus propias capacidades.
El juego debe cubrir una parte importante del tiempo de niños y niñas. La infancia es un periodo único e irrepetible, con códigos propios de fantasía e imaginación, y no debe considerarse exclusivamente como una preparación para la vida adulta productiva, por lo que se deben equilibrar las actividades formativas y el juego.
EL JUGUETE es un instrumento al servicio del juego y la diversión. Por ello, cualquier objeto es susceptible de convertirse en juguete para el niño o niña (un palo, un trozo de tela ...). No obstante, ya desde la Antigüedad se pasa del artilugio ocasional al juguete elaborado.
La fabricación de juguetes ha cambiado mucho a lo largo de la historia para adaptarse a la innovación de materiales y a los nuevos procesos productivos. Del juguete artesanal se ha pasado al juguete producto del mercado globalizado y a la incorporación al mismo de las nuevas tecnologías.
El juguete no es algo neutro: transmite ideas, refleja e imita el mundo adulto, reproduce sus esquemas y se ha convertido en un bien de consumo que genera enormes beneficios a las grandes multinacionales del juguete, gracias a la publicidad agresiva e indiscriminada y a la deslocalización de la producción.
Decidir los juguetes
Si bien hay que respetar los gustos y preferencias del niño o niña, es necesario considerar que estos ya están condicionados y controlados a través de la publicidad o de la presión social.
Muchos juguetes corresponden al uso de la mayoría, a corrientes de moda o leyes del mercado, que no siempre coinciden con lo más adecuado para la infancia. Aceptando esa “norma” no somos libres de nuestros propios actos en la educación.
Juguetes bélicos
Hay juguetes que imitan armas o soldados, reflejo de una sociedad que impone la ley del más fuerte. Al comprar estos juguetes, aceptamos el uso de la violencia y la guerra.
La necesidad de acción y la vitalidad propia de la infancia no deben confundirse con la “violencia”. Hay que buscar juegos y juguetes que canalicen dicha actividad de forma creativa.
Juguetes sexistas
Niños y niñas tienen las mismas condiciones y las mismas necesidades en su desarrollo. Al elegir juguetes diferentes según el sexo podemos estar limitando sus propias capacidades.
Es conveniente pues, proporcionar juguetes que no reproduzcan roles de género tradicionales o discriminatorios y permitir que niños y niñas puedan jugar del mismo modo.
Vídeo juegos y juegos de ordenador
Sin negar su potencial para el aprendizaje de ciertas habilidades y su capacidad para la diversión, hay que tener en cuenta que algunos pueden ser soportes de contenidos violentos, xenófobos o sexistas y que no todos lo juegos son aptos para cualquier edad.
Por otro lado, hay que intentar que no ocupen todo su tiempo ni cualquier espacio. En este sentido las game-boys, transportables en el bolsillo, terminan por dominar gran parte del tiempo familiar y de las relaciones, o bien del ocio, en espacios libres, donde son más recomendables juegos y ejercicios físicos.
Fábrica de sueños, realidad de pesadilla
En la actualidad, las multinacionales del juguete – Mattel, Chicco, Walt-Disney Co. e incluso McDonald’s para sus cajitas felices o las españolas Famosa y Falomir - diseñan y distribuyen sus productos desde Estados Unidos o Europa, pero su fabricación se realiza en otros países, especialmente en el sudeste asiático para así abaratar costos, pues allí los salarios son más bajos, no existen apenas impuestos y en algunos casos los regímenes políticos garantizan la prohibición de sindicatos y asociaciones que denuncien la violación de derechos laborales y humanos existente.
Sólo China, bien por fabricación directa, por concesión o a través de empresas intermediarias, controla el 90 % de la fabricación actual. En España las importaciones duplican ya a las exportaciones y el 68,70 % de las mismas procede de aquel país.
Prestigiosos trabajos de investigación (El libro negro de las marcas de Klauss Werner y Hans Weiss o los informes de la Profesora Pun Ngai de la Universidad de Hong- Kong) así como la labor de vigilancia y denuncia continua de instituciones y grupos de presión como el Comité Industrial Cristiano de Hong-Kong o el Comité Nacional del Trabajo de USA han arrojado luz sobre las condiciones de trabajo en estas fábricas locales:
La jornada laboral oscila entre 14 y 18 horas diarias.
El salario medio llega a ser de 12 céntimos la hora. - Las fábricas son recintos cuartelarios protegidos con barrotes y rejas. Las sanciones son habituales. Allí mismo comen y se alojan los trabajadores en cuartos de 20 m2 donde conviven hasta 20 personas. La manutención se descuenta del salario.
Las intoxicaciones y envenenamientos por el uso de disolventes nocivos son frecuentes. En caso de accidentes, no son posibles evacuaciones rápidas por la propia estructura de los edificios, como ocurrió en el incendio de la fábrica Zhili Handicraft Factory, proveedora de Chicco, donde murieron 87 personas.
No se respetan los mínimos legales marcados en cada país en materia laboral por lo que se emplea abundante mano de obra infantil. No faltan los acosos sexuales a las trabajadoras.
Las propias multinacionales incumplen sistemáticamente sus propios códigos éticos, que responden más a campañas de marketing (lavado de cara) que a un verdadero cambio de actitud.
Tablón de sugerencias
El niño o niña debe controlar y manipular el juguete, no a la inversa (caso de los Tamagotchis)
El barrio, el entorno inmediato, es también fuente de diversión y aprendizaje ¡Saca a tu hijo o hija de la red y ponlo en la calle! ¡También es suya!
La acción es también la base de la expresión científica, solidaria, ecologista o deportiva, no es exclusiva del militarismo. Si tu hijo o hija desea un muñeco de acción manipulable elige un aventurero, un submarinista, un escalador antes que un soldado. (Aunque algo más difíciles de encontrar, existen también en versión femenina).
Si tu hijo o hija desea una muñeca, ésta no tiene por qué responder a un modelo femenino asociado al consumo capitalista, a la vida tradicional o a modelos físicos cercanos a la anorexia.
Niños y niñas disfrutan por igual con idénticos juguetes. En muchos, no existe una tendencia tan marcada de género: construcciones, mercadillos, títeres, manualidades, maquillajes de carnaval.
No todos los juguetes tienen que comprarse. Con tu ayuda podrán fabricar sus propios juguetes.
Limita el consumo de juguetes. Si tienen ya demasiados, sustituye sus regalos por libros, cajas de pinturas o... una excursión. Piensa que el mejor regalo es tu tiempo y tu dedicación.
Fíjate en las etiquetas. Si dudas sobre su proceso de fabricación, sencillamente no lo compres. Visita tiendas de comercio justo.
Participa en campañas de denuncia, materiales, vídeos... Aquí tienes algunas direcciones de interés:
http://laguerranoesunjuego.blogspot.com/
Campaña contra juguetes bélicos y sexistas. Desde el CJE(Consejo de la Juventud de España)
http://www.juguetesrobados.com.ar/
http://www.youtube.com/watch?v=uOe8JY54C84
http://www.antimilitaristas.org/spip.php?article2979
http://www.nodo50.org/tortuga/No-al-Juguete-Belico
http://www.youtube.com/watch?v=ZDezCN21QLU
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