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Comunicado del Centro Social OKupado Julio Vélez (Morón)

 

 

COMUNICADO

 

CONSIDERACIONES PREVIAS.

 

El Centro Social OKupado Julio Vélez, también conocido como el Okupa o Módulo Azul, existe desde el año 92. Todas las personas que participaron en la okupación, y/o posteriormente se vincularon al mismo, han sido y son conscientes de lo que significa este espacio. Nadie, ni ningún colectivo, jamás se ha arrogado ni la propiedad ni ningún privilegio de uso del mismo. Salvo uno.

 

  Desde sus inicios no han sido pocas las dificultades que se han ido superando, como atestigua su continuidad durante casi veinte años, y la cantidad y variedad de acciones que se han desarrollado en su interior y el entorno más próximo. Algunas de estas dificultades y problemas persisten.

 

  El Okupa ha sido, y es, un lugar de encuentro en el que se les han dado presencia y voz a  los colectivos minoritarios y alternativos al discurso oficial o dominante. Toda la diversidad de ideas de los colectivos que se congregan en el Okupa tienen en común el supuesto previo de que ninguna de ellas es decisiva sobre el desarrollo del mismo, pues excluiría a las restantes o las subordinaría a una presunta idea superior a las demás. Excepto una.

 

  El Okupa desde sus inicios ha propiciado relaciones sociales basadas en el antiautoritarismo, respeto a la diversidad, el apoyo mutuo, la confianza, la horizontalidad, el consenso y el rechazo a las jerarquías o liderazgos de corte personalista. Lo que generó unas costumbres de uso en las que no tenían cabida los partidos políticos o sindicatos mayoritarios, sin que esto haya sido nunca óbice para la aceptación de personas con militancia en partidos o en sindicatos mayoritarios, siempre que su labor se desarrollara en el ámbito del movimiento asociativo y dejara fuera del Okupa su actividad partidista o electoral.

 

  Asimismo, el Okupa se ha dotado de unas mínimas normas de funcionamiento consensuadas y que todos los colectivos que participan en este espacio conocen bien. 

Estas normas no tienen un carácter coercitivo: es una forma de autoprotección  de las inferencias o intentos de manipulación de órganos de poder ajenos al Okupa. Funcionan como inspiración motivadora de las acciones que desde el Okupa se desarrollan. Estas normas no median en la discordia, sino que afirman la concordia  de amistad social que existe entre los que participan de este espacio. En definitiva, estas normas son un punto común desde el que se coordinan las acciones y actividades sin entrar en contradicción con el principio de emancipación del Okupa. En síntesis podemos expresar estas normas de este modo:

-EL C.S.O. Julio Vélez es un medio y nunca un fin en sí mismo.

-El Okupa es un espacio para el tejido asociativo formal o informal de carácter contestatario y reivindicativo, de los ámbitos del antimilitarismo-pacifismo, ecológico, cultural, solidaridad internacional, identidad de género, vecinal, laboral, etc. de Morón.

-Es totalmente independiente de las instituciones: Esto limita la entrada a partidos políticos y sindicatos mayoritarios.

-EL C.S.O. Julio Vélez no es de nadie,  los colectivos sólo  lo utilizan.

-No se permiten las actividades con ánimo de lucro.

 

EL PROBLEMA: ALHUCEMA Y SUS DIRIGENTES.

 

“No sólo hay soluciones correctas y equivocadas a los problemas, también hay problemas correctos y erróneos”. Y en este caso nos encontramos ante un conflicto falso, en que se oculta y confunde la raíz del problema, que no es otra que el intento de  apropiarse del Centro Social, la manipulación y el desprecio por las normas consensuadas por todos, en su momento también por parte de Alhucema y sus dirigentes.

 

En el transcurso de todos estos años,  el Okupa se ha configurado en diferentes asambleas que gestionaron su funcionamiento con mayor o menor acierto, pero siempre bajo las premisas anteriormente citadas. Las primeras asambleas, allá por el año 92, resultaban bastante caóticas e informales como resultado de la inexperiencia, lo que motivó que desde el Okupa se realizaran cursos de formación en resolución de conflictos y cultura asamblearia de corte antiautoritario. De estas experiencias surgió el Colectivo Módulo Azul.  Este proceso facilitó las relaciones con otros colectivos y asociaciones de Morón, así como una mejor acogida por parte de la población de Morón hacia el Okupa. En este contexto, presuponiendo siempre las buenas intenciones de ellos, se produce la entrada (entrismo en rigor) de la Asociación de Iniciativas Solidarias Alhucema y el comienzo del Proyecto Centro Social Ocupado Julio Vélez. Por primera vez, en el Okupa, se realizaron unos estatutos consensuados  de voluntaria aceptación y obligado cumplimiento, que recogían lo que hasta entonces se había aceptado de forma axiomática. Los estatutos fueron fruto de un largo proceso de debate (1999-2000), en el que participaron miembros de los colectivos y personas a título individual que también participaban en el Proyecto del C.S.O. Julio Vélez. Es necesario recordar también que Alhucema se constituye con algunas personas del Okupa, que posteriormente fueron expulsados de una forma antidemocrática de esta asociación. Tras un breve periodo de sintonía comenzaron las desavenencias entre ambos colectivos,  claramente diferenciados en su forma de actuar con arreglo a las normas del Okupa, lo que produjo la pérdida de las características originales del Proyecto C.S.O. Julio Vélez, para pasar a una serie de problemas que los miembros del colectivo Módulo Azul coincidieron en tachar de “insalvables”. (Revista Creacción. Nº 4. Otoño 2002).  Los problemas básicamente se generaban por el incumplimiento por parte de Alhucema y sus dirigentes de lo recogido en los estatutos y las  normas de funcionamiento del Centro Social Ocupado Julio Vélez, al mezclar contenidos de su partido PCE e IU de forma torticera en las actividades del Okupa, en una clara práctica de proselitismo y captación electoral. Se pararon  las actividades durante meses por motivo de la actitud de Alhucema. Por parte del  Colectivo Módulo Azul se solicitó, en asamblea, a Alhucema que abandonara el Okupa, dado que al ir los directivos de Alhucema a lo “suyo”, no hacían más que producir negatividad y minar la necesaria confianza para realizar actividades en común. Sobraban (y sobran) las razones para que Alhucema se marchara (se marche) del Okupa. El cinismo de sus dirigentes los llevó a acantonarse en la negación ante la demanda, recurriendo a argumentos tan peregrinos y falsos como que ellos habían fundado el C.S.O. Julio Vélez o que ellos llevaban más tiempo; un privilegio nada democrático, más propio de la tradición monárquica o castrense, al que nos tiene acostumbrado en su aparato de propaganda “La Voz de Morón”.

Jamás reconocerán las evidencias de su flagrante contradicción:

 1ª. La  aceptación voluntaria de las normas y de los estatutos del Proyecto C.S.O Julio Vélez.

2º. El no cumplimiento de las mismas.

Jamás lo reconocerán porque lo hacen aposta.

 

 En  mayo de 2002, la  ruptura entre Módulo Azul y Alhucema dio por extinguido el Proyecto de Centro Social Ocupado Julio Vélez. En septiembre de 2003, la dirección de Alhucema, faltando a la palabra dada, se apropió de la caseta ¡Qué Linda es Cuba!, rompiendo la alternancia de gestión acordada tras la ruptura.  Desde entonces son incapaces de colaborar en ningún colectivo que no controlen.

 

En 2001 el SOC, tras la huelga del campo (verdeo) y tomar protagonismo en la acción sindical de Morón, instala su sede en el  C.S.O. Julio Vélez; su presencia es sólo de unos meses, terminando por abandonarlo por problemas de injerencia política por parte de miembros de IU (Alhucema).  En 2002 se produce la ruptura entre el SOC Morón y Alhucema (IU). Entre 2002 y 2004 Alhucema no aparece prácticamente por el Okupa. Así que en el 2004, el SOC decide volver al C.S.O. Julio Vélez, y así lo hace tras consultarlo con el Colectivo Módulo Azul; este colectivo se limitó a exponerles cuáles eran las costumbres y normas básicas del Okupa y Alhucema da la siguiente respuesta ante la misma consulta:

 

“Por otra parte queremos que sepáis que actualmente existe una enemistad manifiesta entre los dos colectivos que quedaron en el Centro Social después del divorcio solicitado por los miembros del Módulo Azul. Sería tremendamente desagradable que ustedes vinieran al Centro Social a tomar partido por alguna de las dos partes enfrentadas. Si fuera así nosotros no estaríamos de acuerdo con vuestra vuelta por motivos obvios. Es por ello que pedimos un pronunciamiento por escrito en el sentido de la no intervención en la confrontación que pudiera haber entre ellos. Creemos que tiene que quedar claro desde un principio que ustedes sois invitados al Centro Social. Vais a compartir unas instalaciones que otros hemos mantenido y mejorado con su esfuerzo durante diez años.” (Fragmento de misiva de Alhucema del 18 de marzo de 2004, firmada por su presidente).

 Desde entonces vuelve la actividad de Alhucema y vuelven los problemas.

Significativo es, como en estos momentos, el sentimiento de propiedad exclusiva frente a la razón de uso del C.S.O. Julio Vélez de algunos miembros de Alhucema es un hecho. También es menester señalar y reiterar que el problema de Alhucema ha sido siempre que el Colectivo Módulo Azul les reprochara su actitud frente a las normas consensuadas. Ahora ha transferido éste al SOC. “Enemistad manifiesta”, “divorcio solicitado”, “motivos obvios”; todo menos reconocer su irresponsabilidad hacia los acuerdos comunes.  

 

 El  culmen de estos problemas llegó  con ocasión de un acto que Alhucema celebró el 20 de marzo de 2009, por el advenimiento de la 3ª República en el que el ponente era el Sr. Barroso, alcalde de IU en Puerto Real, todo ello anunciado en la página de IU y en la Web del PCE. Hechos de esta naturaleza han sido causa de controversia con Alhucema de forma repetida. Por parte de miembros del SOC-SAT y del Okupa se trató, en los días previos de este acto,  hacer ver a Alhucema que este acto contravenía las normas del C.S.O. Julio Vélez, y que además ellos contaban con otros espacios donde realizar sus actividades de partido.  La respuesta no fue otra que el desplante de la directiva de Alhucema. Este fue el motivo que llevó a varias personas que hoy día conviven en el Centro, miembros del SOC entre otros, a esperar a Barroso en la puerta del espacio ocupado para contarle su versión de los hechos. Alhucema impidió darle ninguna explicación, aduciendo que era mentira que el acto fuera organizado por IU, insultando a los allí presentes, policías borbónicos, pero sin mencionar las norma que perfectamente conocen. Ahí no terminó la cosa. A partir de entonces ha enviado al menos dos veces a la policía nacional al Centro Social, ha utilizado su periódico ("La Voz de Morón") para continuar insultando a las personas que aquella tarde intentaron hacer cumplir las normas de funcionamiento del Centro; ha intentado manchar el nombre de los colectivos que usan el Okupa, del SOC-SAT y de ciertos afiliados del mismo a través de Internet, llamadas de teléfono, denuncias en el juzgado, etc.

Por otra parte, comprendemos que ni el Sr. Barroso, alcalde de Puerto Real, ni el PCE e IU estatal, ni los militantes de base y simpatizantes de sus comités locales, ni los asociados y usuarios de Alhucema, son responsables de la actitud de sus dirigentes locales.

 

Ante las repetidas peticiones de abandono a Alhucema, la respuesta no ha sido otra que una suerte de chantaje-amenaza, demencial e irracional, de algún miembro de Alhucema de que él sólo saldrá del C.S.O. Julio Vélez “con los pies por delante”. Rogamos a personas de su entorno que no den más pábulo a esta persona tratándolo como un héroe y hagan un llamamiento a la sensatez y al reconocimiento de sus errores de bulto.

 

  Con estos antecedentes, no podemos pensar otra cosa que Alhucema es una tapadera de sus dirigentes para captar afinidades hacia sus organizaciones políticas locales, desde la que practican el más descarado entrismo, (táctica política cuyo objetivo es la alteración de la estructura de una determinada organización con la que no se está de acuerdo mediante su participación en ella para terminar por controlarla o destruirla). Para ellos sólo es importante tener presencia; el cómo les importa poco. Los esfuerzos por subsumir los movimientos sociales y en particular el Okupa es una estrategia más de una vanguardia que no acepta afrontar las críticas que de una asociación democrática. Alhucema (PCE e IU local) no dudan en  culpar a los demás colectivos de su propio fracaso en las relaciones con la sociedad civil y el movimiento asociativo, como si la mera existencia de “otros” colectivos que ellos no controlan fuera el origen de su aislamiento social. Su aparato de propaganda “La Voz de Morón” se ha convertido en un arma de agresión, cuyos medios son repulsivos y equivocados por el daño que hacen no sólo a colectivos diferentes, sino a personas particulares a las que acusan desde el anonimato de seudónimos  sin el menor escrúpulo.

Las actividades de Alhucema en el Okupa son cada vez más residuales, no se molestan en comunicar a los demás colectivos sus actos, y ocupan tanto el espacio como el calendario perjudicando a otros colectivos y aumentando el malestar.

En lo social Alhucema deja mucho que desear, instrumentalizan a los colectivos e individuos, despreciando sus situaciones socioeconómicas. Desde Alhucema se ha pretendido cobrar las clases de español a inmigrantes, clases que daban voluntaria y desinteresadamente los profesores, y se les ha buscado trabajos de semiesclavitud en casas de las que no podían salir para recibir las clases.

 

 

 

 

 

 

EL OKUPA DEBE CONTINUAR. ALHUCEMA SE TIENE QUE MARCHAR.

 

Todo el mundo sabe cómo superar el obstáculo que supone Alhucema, pero nadie quería apartarlo, dejándolo en punto muerto, alejándonos cada vez más de la raíz del problema sobre el cual se van solapando conflictos mal resueltos y continuos desencuentros. El pasado 7 de Abril de 2011 se convocó una asamblea a la que asistieron todos los colectivos que ocupan un espacio en uso o  vinculan gran parte de sus actividades al Okupa. La intención de esta asamblea era la de revitalizar el Proyecto del C.S.O. Julio Vélez, coordinarse, tratar temas de infraestructuras, etc. Alhucema no acudió, a pesar de estar anunciada con suficiente tiempo en el tablón de anuncios, ni excusó su no asistencia. En esta asamblea también se trató todo este asunto y de forma unánime se decidió exigir una vez más el abandono de Alhucema. Y para que así conste los colectivos abajo firmantes, nos reconocemos como asamblea y exigimos el inmediato abandono de los espacios que usurpan en el Okupa.

 

GAIA, TRASTOTEATRO, Asociación Poética Sin Fronteras, ATAC (Asociación de Trabajadores Afectados por la Crisis), CAL (Colectivo Asambleario Local), SAT (Sindicato Andaluz de Trabajadores), El Terruño.

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