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Los métodos de la policía marroquí en dos actos
Enviado por Anónima el Mié, 01/06/2011 - 12:26.p { margin-bottom: 0.21cm; }h1 { margin-bottom: 0.21cm; }h1.western { font-family: "Times New Roman",serif; }h1.cjk { font-family: "DejaVu Sans"; }h1.ctl { font-family: "DejaVu Sans"; }a:link { }
Los metodos de la policía marroquí en dos actos
Posted on 1 juin 2011 by pericles
Es la tercera semana que en Marruecos el Movimiento 20 de febrero sufre de pleno la ira del régimen marroquí, a través de sus aparatos represivos e ideológicos, que no sirven más que a liquidar cualquier aspiración de las fuerzas vivas del país, especialmente de sus jóvenes generaciones, a la emancipación, a la libertad, y a una democracia real.
En Rabat, dónde se contaron más de un centenar de heridos después de las brutales represiones de las manifestaciones de los pasados 15 y 22 de mayo, el movimiento y las organizaciones que lo conforman han decidido de organizar, para este sábado 28 de mayo, una concentración delante del parlamento para condenar la represión policial hacia sus militantes. Después de haber impedido la concentración pacífica, las fuerzas de todos los cuerpos de policía juntos han intervenido para dispersar a la fuerza los manifestantes. En 2 minutos la plaza delante del parlamento se vació. Siguieron unas persecuciones que han durado más de una hora. Todos los bares y tiendas del barrio alrededor del parlamento han sido registrados por la policía, que ha empezado una caza de bruja por todas las calles buscando los jóvenes del 20 de febrero.
Rabat, 22 de mayo de 2011
Acto I :
Operación policial llevada a cabo con éxito, los militantes se han dispersado, cada uno se ha ido por su camino. A las 4 de la tarde nadie tenía la intención de volver a manifestar. En una calle detrás del hotel Balima, Nizar Bennamate, una jóven del 20 de febrero, y yo, pensábamos que la persecución había terminado. Nos sorprendieron unos 40 agentes de la BLIR (Brigada ligera de intervención rápida) que aparecieron a los dos lados de la calle. Hemos intentado escondernos en una tienda de especias; pero una decena de esos agentes nos atraparon y nos sacaron manu militari de la tienda. En la calle, un fotógrafo de la policía se nos acerca y nos saca un par de fotos en diferentes ángulos. En seguida se pasa a los golpes, con las botas y los puños, antes de dejarnos salir, después de las habituales fórmulas de humillación y provocación.
Esta escena es muy común en Marruecos: la gente de los movimientos sociales de Rabat están ya acostumbrados. En cambio lo que sigue supera la normalidad, y reenvía a los métodos utilizados por la policía durante los años de plomo, que la generación actual no conoce sino por las novelas de la literatura carcelaria.
Rabat, 22 de mayo 2011
Acto II :
A las 8 de la tarde, ya no hay policía en la plaza y todo parece tranquilo. Espero a mi colega en un bar, para volver a casa, dónde hemos organizado una pequeña fiesta entre amigos. En el camino de casa, dos policía en uniforme (de la Compañía Mobil de Internvención, y con chalechos antibala) nos siguen desde el bar. Me paran y me piden mi carnet de identidad. Pregunto insistentemente la razón de este control: "Lo sabrás en pocos minutos", me explican. Nos empujan hacia una calle desierta. Después de 10 minutos esperando, llega su jefe. Me encuentra hablando por teléfono con un miembro del departamento central de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH). Me proporciona algunos puñetazos contra el pecho, ordenándome de colgar la llamada. El "jefe", como lo llaman los otros CMI, viste un uniforme marrón y es más musculoso que los otros policía. Las personas a quién he preguntado informaciones sobre estos cuerpos de policía en uniforme marrón, no saben nada. Mi colega está aterrorizada por esta violencia física y verbal, yo intento mantener la calma y no reagir a sus provocaciones. "Te hemos visto en la calle todo el tiempo durante la manifestación, y te hemos fotografiado" me dice. Añade, mientras me ahoga con las manos: "La próxima vez que te veo con los jóvenes del 20 de febrero, en un bar o en la calle, la próxima vez que participas a sus reuniones, la próxima vez que manifestas, me encargaré yo mismo de matarte y enterrarte".
Después de los golpes, la humillación, la provocación, la policía marroquí parece estar pasando a otro nivel en el uso de la violencia contra los militantes. El último 22 de mayo, han hecho ataques nocturnos en Casablanca. El 15 de mayo, persiguiendo a los manifestantes, los jefes de policía ordenaban a los agentes de intervención rápida: "Rompedle un brazo, rompedle un pierna", concentrándose sistemáticamente en los manifestantes más activos. Los métodos de intimidación se multiplican en los barrios y en la calle, dónde la policía ataca cualquier ciutadano que se haya manifestado algún día, y que haya tenido la malasuerte de haber salido en alguna foto de sus fotógrafos.
Como ciutadano marroquí, considero que las fuerzas de policía están actuando de forma ilegal, y que por los actos que denuncio, están empujando otra vez mi país hacia el terror de los años de plomo. Hacia unos movimientos que promueven la protesta pacífica, el único actor que utiliza la violencia actualmente es el estado marroquí. Reivindicando mi derecho a la expresión y a la protesta pacífica, reclamo mi derecho a una investigación sobre ese agente de policía que me amenazó expresamente de muerte: amenazas que tomo en serio, y por las cuales, de consecuencia, considero como único responsable de todo lo que me pueda pasar en el futuro por parte de los diferentes cuerpos de policía, el ministro de interior Taieb Cherkaoui.
Rabat, sábado 28 de mayo de 2011
Omar Radi – Jóven del 20 de febrero. Periodista.