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Propuesta para aglutinar experiencias sobre la puesta en práctica de la ordenanza cívica de Granada

I. ¿Qué está pasando en nuestras calles y plazas?

El 10 de noviembre de 2009 entró en vigor la ordenanza cívica de Granada. En alrededor de 50 páginas de prohibiciones y restricciones se pretende regular la convivencia en la ciudad, imponiendo una forma única de concebir y usar el espacio público. A su vez, bajo la máxima “lo que no se ve no existe”, esta normativa persigue, sanciona y criminaliza todo aquello que los políticos quieren invisibilizar.
En sus primeras semanas de vida, el Ayuntamiento a través de los agentes de la autoridad, empezaron a aplicarla, a modo de tanteo. Entonces, la respuesta de las primeras personas multadas y de la gente que ve en la ordenanza un peligro que amenaza a la mayor parte de la población de Granada, hizo que el consistorio municipal aletargara un poco el proceso de implantación de la normativa.
Este letargo se rompió en el mes de abril de 2010, cuando de nuevo se retoma el camino del control social, la criminalización de los actos públicos y la represión de aquellas personas y colectivos que se niegan a perder el espacio donde desarrollan su actividad. Con este nuevo envite del Ayuntamiento, sus formas y su trasfondo, la vecindad de Granada empieza a ser un poco más consciente de la peligrosidad que esta normativa tiene para el desarrollo de nuestra vida cotidiana.
Multas por beber un refresco sentado en un banco, estar con un perro que no tiene correa, comer en la calle o simplemente encontrarte con unos amigos en una plaza son algunos de los casos penalizados con los que nos estamos encontrando. La ambigüedad del lenguaje que utiliza la ordenanza, la visión unilateral de lo que se puede hacer o no en el espacio público, su carácter “preventivo” y, sobre todo, la subjetividad de aplicación que deja en manos de la autoridad decidir lo que es y no delito, son algunos de los peligros que atraviesan esta normativa.
No podemos olvidar que la ordenanza no se aplica de igual forma a todos los grupos sociales, teniendo especial incidencia en aquéllos en situación de exclusión, con menor capacidad de respuesta ‐a priori‐, o aquéllos que se enfrentan a la imposición de esta normativa. Muestra de ello es lo sucedido en la Placeta de la Cruz y otras plazas donde no sólo el dispositivo policial es desproporcionado (antidisturbios, perros, policía a caballo, etc. para una proyección y un teatro o para un encuentro en una plaza) sino también el trato vejatorio, abusivo y xenófobo que se desprende tanto de lo que dicen como de la actitud que mantienen los agentes de la autoridad.
Por todo ello, nos vemos obligados a actuar. Si algo nos une a los diferentes grupos, colectivos, asociaciones y personas de diferente índole, eso es el espacio público, lo común. Si perdemos este espacio, poco nos quedará para relacionarnos y construir vecindad, comunidad, más allá de Internet. La calle es de todos, usémosla.

II. ¿Qué podemos hacer?

Adicionalmente a las propuestas que ya están en marcha en los diferentes grupos que trabajan sobre la ordenanza cívica de Granada, queremos proponeros el empezar/continuar reuniendo información de casos relativos a esta normativa. Con ello, buscamos proseguir con una mayor fuerza la denuncia pública y colectiva de las repercusiones que está teniendo esta ordenanza y lo absurda y peligrosa que resulta su aplicación para el desarrollo cotidiano de nuestras vidas.
Las formas de recopilar y difundir las experiencias pueden ser muy diversas y dejamos la puerta abierta a que vayan surgiendo nuevas propuestas de vosotras, de nosotras. Desde la Asamblea de la Calle os proponemos una doble actividad:
-  Por un lado, para empezar a aglutinar casos, os proponemos que desde vuestras respectivas organizaciones o experiencias personales sigáis recogiendo lo que vaya sucediendo. La intención es crear un archivo con el que poder denunciar tácitamente lo que implica la ordenanza y de que manera se está materializando.
-  Por otro lado, os pedimos que mandéis la información al siguiente correo: enlacallenosvemos@gmail.com. A medida que se vaya disponiendo de material, se irá colgando en un blog creado al uso (http://enlacallenosvemos.blogspot.com/), de manera que todos tengamos acceso a la información que se va recopilando.

Para aquellas personas que quieran dar un paso más en la denuncia de los abusos que se puedan sufrir, se las invita a seguir el siguiente protocolo de actuación:
-  Previamente a identificarse, preguntar el porqué de la petición (están obligados a darnos una respuesta, y no vale “porque lo digo yo”, “porque soy un agente de la autoridad” o “porque es un control rutinario”).
-  Pedir el número de placa de la persona que nos identifica (están obligados a dárnoslo)
-  Denunciar el hecho en los juzgados.
-  Escribir los acontecimientos: que se contemplen los aspectos informativos que puedan servirnos para denunciar públicamente los casos (número de agentes, nº de placa del agente que identifica/multa, descripción de lo sucedido…).
-  Enviar denuncia y descripción de lo acontecido al siguiente correo: enlacallenosvemos@gmail.com

Para aquellas personas que quieran dar un paso más en la recuperación del espacio público, os invitamos a que busquéis formas de darle uso a nuestras plazas. Saquemos actividades a la calle, salgamos a leer al parque o a jugar con los niños, salgamos a encontrarnos con la gente. Por nuestra parte, estamos elaborando una propuesta que os presentaremos más adelante.
 

Así pues os invitamos a denunciar y compartir las experiencias, a pensar en nuevas formas de denunciar y actuar contra esta normativa, a luchar desde vuestros respectivos colectivos, asociaciones, etc. por ese espacio que es nuestro, no de los legisladores ni gestores.

Aquellos que no participan en ningún grupo y les interesaría trabajar sobre esta temática, os invitamos a participar con nosotras. Para ello, podéis escribirnos un correo a asambleadelacalle@gmail.com