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Los artistas participantes en ARTifariti 2010 dedican sus trabajos a los saharauis acorralados en la ciudad ocupada de El Aaiún
Enviado por Anónima el Mar, 02/11/2010 - 11:50.Este fin de semana regresaron a sus respectivos países, vía Madrid, los creadores de doce nacionalidades participantes en los cuartos Encuentros Internacionales de Arte en Territorios Liberados del Sáhara Occidental, ARTifariti 2010, una edición que se ha visto afectada por los dramáticos hechos sucedidos en El Aaiún. Las propuestas artísticas de cincuenta creadores, entre ellos, Yoko Ono, Rubén Polanco, Bettina Semmer, Iván Alvarado, Carl Michael Von Hausswolff, Alexis Amador, Oumar Mbengue, Maura Sheehan o los saharauis Mohamed Baecha y Mohamed Moulud, han puesto la capacidad transformadora del arte al servicio del respeto a los Derechos Humanos.
“Nos reunimos en Tifariti para construir en tierra libre, que era nuestra propuesta curatorial, pero los acontecimientos de El Aaiún nos han hecho ir mucho más allá”, declaraba uno de los comisarios de ARTifariti 2010, Federico Guzmán, aludiendo a cómo los artistas han incorporado a sus obras la denuncia por lo que estaba ocurriendo al otro lado del “Muro de la Vergüenza”, en las zonas ocupadas.
La muerte del niño Elgarhi Nayem Foidal conmocionaba profundamente a los artistas concentrados durante la última quincena en la Escuela de Tifariti, hasta tal punto que decidieron convocar una marcha a la sede de la MINURSO en esta zona del desierto saharaui bajo control del Frente Polisario y crear una caja de resistencia para apoyar económicamente a los saharauis concentrados en el denominado “Campamento de la Justicia” de El Aaiún. El propio Federico Guzmán, autor del retrato de Aminetu Haidar que dio la vuelta al mundo durante su huelga de hambre en Lanzarote, dibujó en las ruinas del bombardeo de Tifariti de 1991 al niño Elgarhi. Alrededor de esta imagen y junto a una gran hoguera, el resto de creadores realizaron un homenaje en memoria del menor fallecido, guardando un minuto de silencio.
Otro ejemplo del compromiso de los artistas con las reclamaciones del Pueblo Saharaui se vio en los trabajos realizados en relación a los desaparecidos bajo la ocupación marroquí: 526 historias recuperadas a través del fresco de la alemana Bettina Semmer, la video creación de Carmen Sigler, los tatuajes con henna de la irlandesa Augustine O’Donoghue, los retratos orales de Rubén Díaz de Zemos 98, los cianotipos realizados con cámaras estenopéicas de los argentinos Sebastián Friedman y Carlota Beltrame, la instalación con velas de Brian Duffy o el canal megafone.net de Antoni Abad y Eugenio Tisselli.
Esta recuperación de la memoria histórica saharaui ha sido una especie de eje trasversal que ha recorrido la obra de todos los artistas. También ha estado presente, por ejemplo, en las estampaciones textiles de Sahara Libre Wear. La nueva marca de moda que ha estallado como un grito de libertad en el desierto saharaui fusiona la ropa militar con mensajes pacifistas, entre los que se ha colado el Imagine Peace de Yoko Ono escrito, además de en inglés, en árabe: Tasawar essalam. Esta firma va a propiciar que grupos de jóvenes refugiados encuentren una salida laboral impensable hasta ahora, confeccionando para el mercado occidental ropa estampada con iconos de su historia sobre melfas y darrás, la vestimenta tradicional de la mujer y el hombre saharaui (saharalibrewear.blogspot.com).
ARTifariti apuesta por una producción artística comprometida con el entorno en el que interviene. La impresionante Panémona del escultor Roberto Pajares, el Pájaro, un molino cuyas aspas-pétalos están construidas con bidones reciclados recogidos del desierto, se ha instalado junto al huerto con la intención de sacar agua del suelo para el riego. La primera de una serie que su creador quiere plantar en diferentes zonas del Sáhara liberado de la ocupación y en los campos de refugiados.
Las obras de esta edición, que los comisarios califican como la más exitosa de la historia de estos encuentros, recorren todas las prácticas artísticas. La escultura en hierro (como la estrella futurista de Rubén Polanco, el cañón sonoro de Pablo Serret o la hoja de calendario de planchas recicladas con la símbolica fecha 27 de Febrero de Miluca Sanz), la pintura reivindicativa de los artistas saharauis, los retratos familiares de Gonzalo Sáenz de Santa maría, la sesiones de arte-terapia de Mª Antonia Iglesias (que ha trabajado con mujeres, familiares de desaparecidos y militares), la metodología de taller de Neil Rudden o el performance rotundo como un disparo de color del grupo de artistas argelinos, que ha revisado los fusilamientos de Goya como argumento para contar la tragedia del Pueblo Saharaui bajo la ocupación marroquí.
“Ha sido el mejor laboratorio creativo en mitad de un desierto paradójicamente fértil, donde unos hemos aprendido de otros, y uno de nuestros legados más hermosos ha sido la inauguración la escuela nómada de Tifariti”, declaró Alonso Gil, compañero de Guzmán en el comisariado de esta edición de ARTifariti. Esta es la primera de una serie de escuelas que atenderán a los niños de las familias de beduinos que transitan por los territorios saharauis liberados. El germen de las próximas generaciones de artistas que participarán en las futuras ediciones de ARTifariti.