ESTADO DE ALERTA
Los Archivos de Arte en América Latina
El pasado sábado 17 de octubre un incendio destruyó gran parte del
acervo artístico y documental del artista brasileño Helio Oiticica
(1937-1980) el cual se albergaba en una casa privada en Río de Janeiro
bajo la tutela de la familia Oiticica. Artista plástico neoconcreto,
cineasta experimental, inspirador del movimiento tropicalista,
profundo y sensible colaborador con las formas de cultura popular
brasileña, Hélio Oiticica es reconocido de manera indiscutida como uno
de los más grandes artistas del arte de vanguardia que dio el siglo
pasado. Esta irreparable pérdida revela una problemática común a todos
los países de América Latina y el Caribe: la existencia de políticas
de preservación ineficientes, de legislaciones que no toman en cuenta
las necesidades cambiantes del arte contemporáneo y de condiciones de
almacenamiento inadecuadas las cuales no sólo ponen en riesgo los
propios acervos sino que también atentan contra el libre acceso a
documentos de interés público. Esta problemática nos orilla a poner
sobre la mesa una vez más no sólo el valor histórico y patrimonial del
arte sino, sobre todo, a enfatizar la necesidad de proteger y de
reactivar la memoria de la experiencia de su potencia crítica. De no
hacerlo, contribuiremos al debilitamiento de la fuerza creativa, la
investigación comprometida y la reflexión crítica de las sociedades
contemporáneas.
El contexto artístico-político en el que esta tragedia ha tenido lugar
es sumamente complejo. Desde hace algunos años la obra –pero también
los archivos– de muchos artistas de América Latina ha venido
integrándose en el canon internacional del arte contemporáneo, siendo
la producción artística de las décadas de los sesentas y los setentas
aquella que mayores expectativas de canonización ha despertado.
Museos, coleccionistas privados e instituciones corporativas han hecho
de estos acervos una suerte de botín de lo que podría definirse como
las nuevas batallas neocoloniales del capitalismo cognitivo. Esta
situación ha propiciado que propuestas que por aquellos años fueron
brutalmente acalladas o interrumpidas por la violencia de los
regímenes dictatoriales circulen hoy a nivel internacional cargadas de
una amplia legitimidad pero también de una fuerte esterilización
política y una clara banalización artística. La necesidad de reactivar
definitivamente su fuerza poético-política se confronta por lo tanto
con el refinamiento perverso y seductor del mercado del arte. En
consecuencia, los intentos de superación de los efectos tóxicos del
trauma dejado por las dictaduras y por la violencia de Estado tienden
a interrumpirse nuevamente debido a las estrategias inmunizadoras a
partir de las cuales operan las formas del capital cultural en
nuestros días.
Esta situación no sólo interpela a la comunidad artística y a los
especialistas en archivos en particular sino también a los políticos
culturales, a las instituciones artísticas y a la sociedad civil en su
conjunto. La pérdida de gran parte del archivo de Hélio Oiticica
impone la urgencia de un posicionamiento político claro y bien
articulado frente a este estado de cosas. Ante esta situación resurge
por lo tanto la necesidad de fortalecer la cooperación y el diálogo
entre los múltiples agentes de la sociedad implicados tanto en el
cuidado del patrimonio material como en la reactivación de la potencia
crítica y poética del arte. La conservación y la dinamización de estos
patrimonios materiales e inmateriales no deben entenderse
exclusivamente como obligaciones estatales sino también como el punto
de partida para imaginar colectivamente modos más responsables y
críticos de experimentar y acceder a la cultura.
Hoy más que nunca resulta necesaria una respuesta inteligente,
responsable y conjunta de parte de la sociedad civil de los países de
América Latina y el Caribe; una respuesta que esté, asimismo, en
sintonía con aquellas instancias, personas e instituciones a nivel
regional e internacional interesadas en articular políticas que
contribuyan a descolonizar el tránsito de los patrimonios materiales e
inmateriales por un lado y a reinventar los regímenes globales de
propiedad intelectual por el otro. En consecuencia, el valor social,
cultural y económico de los archivos de arte de América Latina debe
convertirse en una prioridad para la agenda política de los gobiernos
municipales, de los ministerios de cultura y de las entidades
regionales del continente.
En suma, la tragedia ocurrida al archivo de Hélio Oiticica demanda que
se tomen nuevas iniciativas políticas y nuevas responsabilidades
civiles con la intención de alcanzar los siguientes objetivos: 1)
incentivar y apoyar la investigación, el diagnóstico, la divulgación y
la preservación de los acervos documentales y patrimoniales
(acentuando el hecho que éstas son actividades políticas y no
meramente académicas o profesionales); 2) desarrollar mecanismos de
gestión y financiación para promover y profesionalizar la preservación
de archivos y para garantizar el acceso público y gratuito a la
memoria de la experiencia sensible del arte (partiendo del hecho que
las prácticas artísticas no pueden reducirse a su mera materialidad);
3) avanzar hacia el diseño de un nuevo proyecto de ley basado en la
corresponsabilidad entre el Estado y la sociedad civil que permita
compartir el cuidado y la toma de decisiones acerca de los acervos por
medio de instancias de mediación y consulta; 4) fomentar y priorizar
la digitalización de los archivos de arte de América Latina con la
intención de impedir el deterioro y la pérdida de documentos así como
para potenciar su accesibilidad universal; 5) trabajar para alcanzar
las condiciones políticas, jurídicas y culturales que permitan poner
en operación normativas que regulen el tránsito y la comercialización
de documentos, obras, registros e investigaciones tomando en cuenta
las necesidades específicas de este tipo de acervos; y, finalmente 6)
sensibilizar a la sociedad en torno a las consecuencias que supone el
hecho que la compra de archivos de arte por museos y fundaciones
extranjeras sea en la actualidad la opción más inmediata –o la única–
en el intento de preservarlos.
Estamos conscientes que estas iniciativas constituyen sólo el primer
paso hacia un tipo de cultura política diferente respecto a los
archivos de arte de América Latina. Reconocemos, sin embargo, que sin
ellos será muy difícil revertir los procesos que neutralizan la
potencialidad política de las prácticas artísticas del continente.
Red Conceptualismos del Sur
23 de Octubre de 2009
La Red Conceptualismos del Sur (RCSur) es una plataforma internacional
de trabajo, pensamiento y toma de posición colectiva formada hacia
finales de 2007 por un grupo de 46 investigadores y artistas
preocupados por la necesidad de intervenir en los procesos de
neutralización del potencial crítico de un conjunto de ‘prácticas
conceptuales’ que tuvieron lugar en América Latina a partir de la
década de los sesenta.
Su Declaración instituyente se puede leer aquí:
http://conceptual.inexistente.net/
Integran la Red Conceptualismos del Sur: Halim Badawi (Bogotá) /
Joaquín Barriendos (México) / Assumpta Bassas (Barcelona) / Patricia
Bentancur (Montevideo) / Marcus Betti (Sao Paulo) / Carina Cagnolo
(Córdoba) / Fernanda Carvajal (Santiago/Buenos Aires) / Graciela
Carnevale (Rosario) / Jesús Carrillo (Madrid) / María Fernanda
Cartagena (Quito) / Helena Chávez Mac Gregor (México) / Lía Colombino
(Asunción) / María Clara Cortés (Bogotá) / Fernando Davis (La Plata/
Buenos Aires) / María de los Ángeles de Rueda (La Plata) / Felipe
Ehrenberg (Sao Paulo) / Marcelo Expósito (Barcelona/Buenos Aires) /
Fernando Fraenza (Córdoba) / Cristina Freire (Sao Paulo) / Pilar
García (México) / Cristián Gómez Moya (Santiago de Chile) / David
Gutiérrez (Bogotá) / María Iñigo (Madrid) / Jens Kastner (Viena) / Syd
Krochmalny (Buenos Aires) / Ana Longoni (Buenos Aires) / Miguel López
(Lima/ Barcelona) / William López (Bogotá) / Octavio Mercado (México)
/ André Mesquita (Sao Paulo) / Fernanda Nogueira (Sao Paulo/
Barcelona) / Soledad Novoa (Santiago de Chile) / Luisa Ordóñez
(Bogotá) / Clemente Padín (Montevideo) / Juan Pablo Pérez Rocca
(Buenos Aires) / Alejandra Perié (Córdoba) / Júlia Reboucas (Minas
Girais) / Cristina Ribas (Rio de Janeiro) / Suely Rolnik (Sao Paulo) /
Juan Carlos Romero (Buenos Aires) / Sylvia Suárez (Bogotá) / Mabel
Tapia (París/ Buenos Aires) / Emilio Tarazona (Lima) / Paulina Varas
(Valparaíso) / Ana Vidal (Bahía Blanca) / Jaime Vindel (León/Madrid) /
Rafael Vital (Sao Paulo) / Isobel Whitelegg (Londres)
Suscriben también este documento: Manolo Borja-Villel (Director del
MNCARS-Madrid) / Ticio Escobar (Ministro de Cultura de Paraguay) /
Graciela de la Torre (Directora del MUAC-México)
El listado de quienes suscriben este documento se encuentra actualmente abierto.
Visitar para ello: http://conceptual.inexistente.net/