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Con motivo de la comparecencia en pleno en el Congreso de los Diputados del Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, la Red Antimilitarista y Noviolenta de Andalucía venimos exigiendo desde hace tiempo la retirada inmediata de las tropas españolas de Afganistán.

El motivo básico es que no creemos que por la vía de la ocupación de un país se pueda combatir el terrorismo ni el fundamentalismo islámico, y 150.000 militares extranjeros, por muchas escuelas y carreteras que estén construyendo no dejan de ser toda una invasión.

En los nueve años de esta ocupación militar no se ha mejorado la seguridad, el número de victimas civiles y militares aumenta cada día, 92 de nuestro país. España ya ha gastado 2.000 millones de euros en esta guerra. No se ha conseguido debilitar el poder de los talibanes ni controlar el negocio de la droga, ¿no es suficiente para aceptar que no se puede exportar democracia ni desarrollo con embajadores armados cuyos errores causan muertes a inocentes?.

Sin embargo al reclamo de la mayoría de la población en los países occidentales de la retirada de las tropas, los políticos responden con que aún no es el momento porque antes deben de entrenar adecuadamente al Ejército Nacional Afgano, siguiendo estrategias miltaristas e imperialistas, sin querer entender las razones por las cuales un 25% de los soldados de este ejército, ENA, está desertando, según informa Gareth Porter historiador y periodista especializado en la seguridad nacional de Estados Unidos, complicando así los planes de poder poner fecha a la retirada definitiva.  Ante esta situación Obama ha querido presentar como avance el cambio al mando de la ISAF, coalición internacional de la OTAN, de McChrystal por Petraeus y su mensaje de contar con los afganos, pero va a aumentar en 30.000 el contingente y no piensa retirar a los 20.000 soldados americanos de la Operación Libertad Duradera que siguen haciendo la guerra por su cuenta al margen de la ISAF.
 
Las consecuencias reales de la guerra de Afganistán y de la guerra de Irak podrían ser, al compás de los intereses geoestratégicos de EE.UU. en Oriente Medio, un nuevo y aún más grave conflicto con Irán, para asegurarse el control de los espacios físicos productores de petróleo y bajo la excusa de la posibilidad de que los iraníes puedan fabricar la bomba atómica (casualmente el mismo argumento, que luego se demostró falso, que se usó para la ocupación de Irak por parte de Bush). La resolución 1929 de la ONU permite a la flota de guerra de Israel-EE.UU. operativa hoy en el Golfo Pérsico inspeccionar buques iraníes. Un nuevo conflicto, de amplias dimensiones, podría generarse en la zona.

¿Debe España seguir participando en estas guerras?. Nuestra respuesta es no. Ya los españoles dijeron, en cientos de manifestaciones por todo el país, muy claramente y muy mayoritariamente, que no a la guerra de Irak. Y según las últimas encuestas un 51% de los encuestados está a favor de la retirada de las tropas españolas de esta guerra. Es el momento de proponer invertir los miles de millones de euros que nos cuesta el mantenimiento del ejército en ayuda humanitaria totalmente desarmada para que Afganistán pueda resolver su situación de la forma que los afganos y las afganas decidan y sepan hacerlo.

La actitud del PP de pedir ahora, en una comparecencia parlamentaria, explicaciones a Zapatero por la guerra de Afganistán es asombrosa, después de hacer lo que hizo Aznar de la mano de Bush y Blair. Pero asombrosa es también la actitud del PSOE, que dijo no a la guerra de Irak usando argumentos de paz y, a renglón seguido, nos metió por la gatera en la de Afganistán. Esta ambigüedad del PSOE, que da por justas unas guerras lideradas por EE.UU. y otras no, es una actitud oscura, nada democrática y que da la espalda a la opinión mayoritaria de la población española: fuera tropas de Afganistán.
 
¡¡No podemos embarcarnos en guerras absurdas y estrategias belicistas en Oriente Medio simplemente porque Estados Unidos nos lo ordene!!.
 
Red Antimilitarista y Noviolenta de Andalucía (RANA).