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El desfile central por el Día de los Trabajadores tuvo lugar en la Plaza de la Revolución José Martí de la capital cubana y, simultáneamente, se marchó en las cabeceras provinciales y municipales. Junto a los cubanos estuvo la solidaridad llegada desde todos los continentes, por medio de más de mil 300 dirigentes sindicales de 56 países y de representantes de 18 brigadas y grupos solidarios, presentes en la Plaza de la Revolución. El general de ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los consejos de Estado y de Ministros, presidio  el Desfile por el 1ro de Mayo. Portando banderas y con los colores de la insignia nacional van a la vanguardia del desfile unos cuatro mil jóvenes estudiantes acompañados por trabajadores de los sindicatos de la Salud y la Construcción. Fueron cientos de miles los cubanos que de manera compacta y organizada ocupaban la avenida Paseo hasta donde se pierda la vista, mientras por los altavoces resonaban los himnos y en cada mirada anidaba el convencimiento de por qué se desfilaba.
La juventud
La juventud desborda los límites de la lógica. Es lógico que en un país como Cuba, donde es mínimo el índice de desempleo, los trabajadores decidan desfilar el primero de mayo como muestra de su alegría. Es lógico que los jóvenes cubanos se sumerjan dentro de esta vorágine revolucionaria, pero el ímpetu de sus años les hace convertir cada momento en una fiesta. Durante la marcha sus voces se elevan entre consignas y canciones de moda, bailan al compás de los altoparlantes y convierten en instrumento musical cuanto hallan a su paso, todo esto sin olvidar las razones que los convocan. Su risa contagiosa refresca como aguacero, mitiga el calor excesivo provocado por un sol que tampoco se pierde la celebración de los trabajadores. El acto de caminar puede trocarse en un delicioso pasacalle y un lema quizás queda convertido en una pegajosa rumba, pero los universitarios cubanos no desaprovechan la oportunidad de defender el derecho a construir una sociedad distinta.
La mujer
Las mujeres cubanas reafirmaron  su apoyo al proceso revolucionario en su país durante el multitudinario desfile por el 1 de mayo en la capitalina Plaza de la Revolución. Más de 10 mil féminas integraron por primera vez en una celebración por el Día Internacional de los Trabajadores, un bloque especial representativo de varias generaciones y sectores de cubanas. Desfilaron por el emblemático sitio de la capital desde niñas hasta adultas de la tercera edad, científicas y amas de casa. El ejemplo de Mariana Grajales, la Madre de la Patria, estuvo latente en cada rostro, multiplicada en las trabajadoras, campesinas, estudiantes, intelectuales y jubiladas.
Con imágenes de las heroínas Vilma Espín, Celia Sánchez y Haydeé Santamaría, las integrantes de la Federación de Mujeres Cubanas corroboraron su compromiso y apoyo al líder de la Revolución, Fidel Castro, y el presidente Raúl Castro. Una explosión de alegría y entusiasmo caracterizó el desfile de las miles de mujeres cubanas que proclamaron también su respaldo a la unidad de todo el pueblo alrededor de la Revolución.