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Elecciones y derechos humanos en Birmania
Enviado por Anónima el Mié, 17/03/2010 - 18:00.Las elecciones convocadas este año en Birmania, país que vive sometido y reprimido por una brutal dictadura, están desencadenando la solidaridad de todos los pueblos. En un momento crucial como el que vive Birmania este año tenemos que apoyar con acciones tangibles a este pueblo que viene demostrando desde hace muchos años, su capacidad para gestionar el país que se desprende de su ejemplo en la resistencia pacífica que han practicado como acción contestataria a un régimen militar que les ha privado de los derechos más básicos que un ciudadan@ puede esperar como son el derecho a alimentos de primera necesidad, educación, sanidad, respeto a la diversidad étnica, a la libertad de expresión, a los derechos humanos…
En el centro de los grandes desafíos se encuentra la superación del patrón de violaciones contra los derechos humanos generalizado y sistemático que ha existido en este país desde hace muchos años y que aún persiste.
La cultura de impunidad imperante, es una consecuencia de la falta de rendición de cuentas cuando se producen tales violaciones, la falta de independencia del poder judicial y el débil Estado de derecho son a su vez, condiciones previas para este modelo.
El gran número de presos de conciencia en Birmania, más de 2300, demuestra la derogación de los derechos fundamentales a la libertad de expresión, reunión y asociación. La difícil situación de las minorías étnicas y civiles, los abusos a lo largo de las zonas fronterizas del país que son objeto de discriminación son consecuencia de esta cultura de impunidad imperante.
Las recomendaciones formuladas por la comunidad internacional, las cuales siguen pendientes, son las siguientes:
- la liberación de todos los presos de conciencia,
-la revisión y reforma de la legislación nacional específica,
-el cumplimiento de normas de derechos humanos,
-la reforma del poder judicial para asegurar la independencia e imparcialidad,
- respeto de los derechos humanos internacionales y del derecho humanitario y establecer un programa permanente de formación significativa.