¿Arroz transgénico en su paella?
Debate sobre su compatibilidad en el campo
¿Arroz transgénico en su paella?
Cultivos de arroz en las marismas del Guadalquivir a su paso por Sevilla
- Una empresa italiana pretende empezar a producir esta variedad en Vinaroz
- El rechazo a la producción viene del riesgo de contaminación a otros cultivos
- En China prolifera hace años el arroz transgénico ilegal y sin control
La empresa italiana Transactiva quiere cultivar en la localidad castellonense de Vinaroz arroz modificado genéticamente, lo que popularmente se conoce como transgénico, y para ello ha comenzado los trámites para obtener la autorización necesaria.
La empresa argumenta que quiere sembrar arroz al aire libre para la producción industrial de la enzima recombinante ácido glucosidasa, utilizada en la terapia contra la enfermedad de Gaucher.
Sin embargo, aunque la utilidad para combatir enfermedades es el argumento que se utiliza para este tipo de producción, la propuesta reaviva una polémica que lleva años en el campo y también entre los consumidores y a nadie se le escapa que este puede ser un primer paso en un proceso imparable para producir arroz en grandes cantidades para el abastecimiento habitual de tiendas y supermercados.
El permiso final para el proyecto de Transactiva depende del Comisión Valenciano de Control de Organismos Genéticamente Modificados, ya que al parecer la Comisión Nacional de Bioseguridad ha dado su visto bueno, según denuncia la organización agraria La Unión, que rechaza estas siembras aludiendo a los casos de contaminaciones de cultivos que se ha dado en otros lugares donde se ha experimentado.
¿Con fines comerciales?
Desde La Unión se plantea "iniciar acciones de protesta" si las autoridades permiten este cultivo y considera una mala excusa los fines curativos porque "ya hay tratamiento para esa enfermedad y las enzimas humanas necesarias se obtienen en espacios confinados como son los laboratorios".
Esta organización agraria se muestra contraria a la iniciativa porque considera que resultarían "inevitables" las hibridaciones y la contaminación indirecta en los cultivos del Delta del Ebro, situado a 15 kilómetros de Vinaroz,una de las principales zonas arrroceras de España. Y ponen por ejemplo casos ocurridos en Estados Unidos de 'contaminación' a los cultivos tradicionales y consecuentemente a la toda la cadena alimentaria. Además, en Italia está vigente en la actualidad una moratoria para experimentar con cultivos transgénicos.
Desde la organización ecologista Amigos de la Tierra, David Sánchez, responsable de Agricultura y Alimentación, denuncia que el objetivo de la empresa italiana al trasladar la investigación del laboratorio al campo es el de "abaratar costes" con un objetivo comercial y sobre la posible contaminación del arroz tradicional con el transgénico y las consecuencias para el consumo humano, Sánchez añade que "no se sabe cómo podría reaccionar nuestro organismo al ingerir ese arroz. Los médicos que hemos consultado dicen que posiblemente desarrollemos alergias".
Polémica en el entorno de Doñana
La polémica sobre la siembra de arroz de variedades transgénicas en humedales y zonas sensibles desde el punto de vista ecológico no es nueva. Hace unos meses, en una reunión del Patronato de Doñana se habló abiertamente de la posibilidad de recurrrir a los transgénicos para cultivos de maíz, algodón o arroz en el entorno del Parque Natural, por lo que el debate alcanza nivel nacional.
En la reunión que se celebró hace unos meses del consejo de Participación de Doñana, el cultivo de trasngénicos en la zona fue tratado abiertamente y en profundidad y defendedido por buena parte de los agricultores.
Paella de arroz a banda.
Tanto las organizaciones agrarias Asaja como Upa hicieron frente común a la hora de defender los cultivos transgénicos y llevaron a ponentes como José Ignacio Cubero, ingeniero agrónomo, doctor en Biología y catedrático de Genética de la Universidad de Córdoba; José Antonio López, profesor titular de microbiología de la UAM e investigador del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, así como José Luis Romero, Licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza. Todos ellos sin distinción defendieron la seguridad de los cultivos transgénicos y los estudios que les preceden antes de que Europa autorice su comercialización.
La Junta de Andalucía mostró un tibio apoyo a la iniciativa en la comisión de trabajo, en la línea del Gobierno Central quien ha respaldado a los transgénicos. Por el contrario, la organización agraria coag se opuso radicalmente a tal posibilidad.
La 'coartada' de las plagas
Pero buena parte de los agricultores son favorables a los cultivos transgénicos. Desde la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja) se mostraban a favor de esta tecnología aplicada a la agricultura. Según Asaja, estos cultivos aumentan el rendimiento y que además pueden ser una buena alternativa para evitar el polémico uso de productos fitosanitarios en el entorno de Doñana.
La Unión de Pequeños Agricultores aseguran que no se puede negar la realidad y piden al Gobierno que aporte tranquilidad a los productores agrarios y si se autoriza el cultivo, que se regule de forma segura. Entre los apoyos científicos se encuentra el del bioquímico Miguel Calvo, que reconoce que el arroz dorado, que tiene niveles muy altos de vitamina A, está muy próximo a su desarrollo final, al ser un alimento eficaz contra el hambre y sus daños colaterales en países del tercer mundo. Calvo ya ha recomendado utilizar el algodón en el Valle del Guadalquivir pues a su juicio "es tremendo que junto a Doñana se emplee tal cantidad de insecticidas".
Conocer la respuesta del consumidor es más difícil, aunque la asociación 'Slow food', defensora de la comida sana y de calidad, ya ha rechazado rotundamente la producción y comercialización de este arroz genéticamente modificado.
Vinaroz, por ejemplo, es conocida por la calidad de sus langostinos, Doñana por ser uno de los reductos de biodiversidad, pero la respuesta estará en manos que quien compre ese arroz para su consumo. El arroz transgénico puede tener mejor rendimiento o no necesitar plaguicidas, pero ¿Estamos dispuestos a echar ese arroz a la paella que nos comemos en casa o el chiringuito?
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