Indymedia Estrecho / Madiaq - movimiento obrero http://estrecho.indymedia.org/taxonomy/term/569/0 es Primero de mayo proletario http://estrecho.indymedia.org/general/noticia/primero-mayo-proletario <p><strong>S&Oacute;LO CON LA LUCHA DE CLASE LOS PROLETARIOS DE TODOS LOS PA&Iacute;SES PODR&Aacute;N RETOMAR EN SUS MANOS SU DESTINO.</strong><br /> <strong>S&Oacute;LO EN LA PERSPECTIVA HIST&Oacute;RICA DE LA REVOLUCI&Oacute;N ANTICAPITALISTA EL PROLETARIADO PODR&Aacute; COMBATIR Y VENCER CUALQUERA DE LAS OPRESIONES DE LAS QUE SE NUTRE COMO UN VAMPIRO LA SOCIEDAD BURGUESA.</strong><br /> <strong>Proletarios,</strong><br /> La en&eacute;sima crisis econ&oacute;mica y social que el capitalismo, en todos los pa&iacute;ses, trata en todas partes de superar, es la demostraci&oacute;n de que esta sociedad, basada sobre el beneficio capitalista y sobre la explotaci&oacute;n del trabajo asalariado, se sume cada vez m&aacute;s en una mara&ntilde;a de contradicciones que dan como resultado el empeoramiento sistem&aacute;tico de las condiciones de existencia de la gran mayor&iacute;a de la poblaci&oacute;n y, sobre todo, de las grandes masas proletarias.<br /> La crisis econ&oacute;mica y social que desde hace cuatro a&ntilde;os devasta la vida cotidiana de los proletarios en todo el mundo, se une a una serie interminable de crisis que han caracterizado dram&aacute;ticamente el desarrollo del capitalismo desde el final del segundo enfrentamiento imperialista.<br /> Para los capitalistas la crisis econ&oacute;mica significa perder una parte de la cuota de beneficios que extraen regularmente, gozando de la protecci&oacute;n del Estado burgu&eacute;s, de sus leyes, de sus fuerzas del orden y de sus ej&eacute;rcitos. Para los proletarios la crisis econ&oacute;mica significa perder el puesto de trabajo, perder parte o todo el salario, perder la vida.<br /> Los capitalistas, mientras se hacen constantemente la guerra compitiendo por los mercados en todos los pa&iacute;ses de todo el mundo, afrontan la crisis del propio sistema econ&oacute;mico y de la propia sociedad descargando el peso y las consecuencias inmediatas y futuras sobre las espaldas de las masas proletarias m&aacute;s pobres. Un efecto de entre los m&aacute;s violentos de la crisis capitalista es el aumento progresivo de la competencia entre proletarios, competencia cong&eacute;nita al modo de producci&oacute;n capitalista pero que, alimentada a prop&oacute;sito por las pol&iacute;ticas llevadas a cabo por cada gobierno, aumenta desmesuradamente en periodo de crisis generalizando el empeoramiento de las condiciones de existencia de todos los estratos proletarios, tocando tambi&eacute;n a una parte de las capas de la peque&ntilde;a burgues&iacute;a. Los proletarios, a los que los capitalistas quieren reducir cada vez m&aacute;s a d&oacute;ciles bestias de trabajo, se encuentran as&iacute; a merced de las oscilaciones del mercado y de los resultados de la guerra de competencia capitalista. La crisis econ&oacute;mica que golpea duramente a los estratos m&aacute;s bajos del proletariado, lanz&aacute;ndoles a condiciones de supervivencia del todo precarias, no deja de afectar a los estratos m&aacute;s elevados &ndash;la famosa <em>aristocracia obrera&shy;-</em>que la pol&iacute;tica social de la burgues&iacute;a corrompe sistem&aacute;ticamente para ligarla a ella y utilizarla para dividir a la clase proletaria.<br /> Si la lucha de competencia entre los capitalistas, entre las empresas capitalistas, entre los estados capitalistas, representa la normalidad en la sociedad burguesa, su <em>modus vivendi</em>, su agudizaci&oacute;n progresiva no es m&aacute;s que la consecuencia natural del desarrollo capitalista tendiendo al punto de ruptura de los llamados equilibrios sostenibles en el mercado y en las relaciones entre los estados &ndash;transformando el enfrentamiento en el plano comercial y financiero en un enfrentamiento armado y de guerra- la lucha de competencia entre los proletarios, entre los j&oacute;venes y los ancianos, entre los hombres y las mujeres, entre los nativos y los inmigrantes, entre los trabajadores especializados y los no especializados, etc. es un lucha inducida por la clase burguesa con la finalidad de robustecer el dominio que ya posee econ&oacute;mica y pol&iacute;ticamente sobre toda la sociedad. Los proletarios, precisamente porque viven una condici&oacute;n com&uacute;n de esclavitud asalariada, se ven lanzados a defenderse de la presi&oacute;n cada vez m&aacute;s pesada que la burgues&iacute;a ejerce sobre ellos, con el &uacute;nico modo que tienen a su disposici&oacute;n: uni&eacute;ndose, organiz&aacute;ndose para oponer a los ataques de la patronal y de su Estado la &uacute;nica fuerza que pueden utilizar: <strong>el n&uacute;mero</strong>. Sabiendo bien que los proletarios pueden ejercer una fuerza de resistencia s&oacute;lo organiz&aacute;ndose y luchando unidos sobre el terreno de clase, con medios, m&eacute;todos y objetivos de clase y que a trav&eacute;s de este entrenamiento en la guerra de clase los proletarios aprenden tambi&eacute;n a atacar a las clases dominantes para arrancarle su poder pol&iacute;tico central para emanciparse de la esclavitud asalariada, la clase burguesa siempre ha hecho de todo para influenciar a las organizaciones inmediatas y pol&iacute;ticas del proletariado, corrompi&eacute;ndolas y desviando sus luchas del terreno clasista.<br /> El desarrollo de la lucha de clase entre capitalistas y proletarios ha producido en la historia experiencias de gran relevancia, tanto para unos como para otros. Los capitalistas han entendido que la tendencia espont&aacute;nea de los proletarios a organizarse para defender sus propios intereses inmediatos es irrefrenable, no se puede anular porque est&aacute; &iacute;ntimamente ligada a la misma vitalidad del modo de producci&oacute;n capitalista que es un modo de producci&oacute;n que asocia a los trabajadores asalariados organizando cada minuto del trabajo y por tanto cada minuto de la misma vida cotidiana; por eso, despu&eacute;s de haber intentado impedir el nacimiento de las organizaciones obreras, frente a las insistentes y duras luchas obreras por el derecho a organizarse por cuenta propia, la clase burguesa ha debido aceptarlas adoptando sin embargo medidas y pol&iacute;ticas con el fin de influenciarlas, orientarlas y dirigirlas en funci&oacute;n de la conservaci&oacute;n social. As&iacute;, al lado de las tendencias pol&iacute;ticas, de oposici&oacute;n neta a los intereses inmediatos y generales de la burgues&iacute;a, han nacido las tendencias pol&iacute;ticas oportunistas, conciliando los intereses proletarios con los intereses burgueses. De esta manera, a la represi&oacute;n directa y brutal de los obreros m&aacute;s combativos y organizados, los burgueses, en su constante defensa de su dominio sobre la sociedad y gracias a los periodos de expansi&oacute;n econ&oacute;mica que pon&iacute;an en sus manos enormes riquezas, han a&ntilde;adido la corrupci&oacute;n pol&iacute;tica y sindical, los m&eacute;todos de la conciliaci&oacute;n, las pol&iacute;ticas de las reformas, el reconocimiento por ley del derecho de organizaci&oacute;n sindical y pol&iacute;tica, en una palabra: la democratizaci&oacute;n de las relaciones sociales, naturalmente en los l&iacute;mites de la conservaci&oacute;n social burguesa.<br /> Pero cualquier cosa hecha por la burgues&iacute;a va en funci&oacute;n de la defensa de sus intereses de clase y de sus privilegios sociales y debe reportarle una ventaja desde el punto de vista econ&oacute;mico, pol&iacute;tico, ideol&oacute;gico o social; as&iacute; tambi&eacute;n la <strong>libertades democr&aacute;ticas </strong>y los <strong>derechos sociales</strong>concedidos a los proletarios son concebidos y definidos en el &aacute;mbito del reforzamiento del dominio burgu&eacute;s sobre la sociedad &nbsp;y, en particular, sobre el proletariado. Como se ha demostrado ampliamente durante al menos dos siglos de historia burguesa, las libertades democr&aacute;ticas&nbsp; y los derechos de los que la burgues&iacute;a se vanagloria tanto, significan libertad y derechos &uacute;nicamente por escrito y se aplican muy poco a la clase proletaria&hellip; en realidad est&aacute;n a disposici&oacute;n, sobre todo, de la burgues&iacute;a: libertad y derecho de explotaci&oacute;n legal y, cada vez m&aacute;s, ilegal de la fuerza de trabajo proletaria utilizada en general &ndash;dada la abundancia de &ldquo;oferta de mano de obra&rdquo;- con las medidas de seguridad m&iacute;nimas en el puesto de trabajo y con la m&iacute;nima aplicaci&oacute;n de los tan cacareados derechos. Si despu&eacute;s, en determinados periodos, constituyen objetivamente un impedimento para la actuaci&oacute;n de defensa eficaz de los intereses burgueses puestos en peligro por la competencia de burgueses de otros pa&iacute;ses o por prolongadas y duras luchas obreras, o por crisis econ&oacute;micas o de guerra, la &ldquo;libertad&rdquo; y los &ldquo;derechos&rdquo; de los cuales deber&iacute;an gozar los proletarios simplemente no se aplican, se suspenden o se anulan.<br /> Los proletarios, ilusionados con que, a trav&eacute;s de la pacificaci&oacute;n social, la redacci&oacute;n de la Constituci&oacute;n y de las leyes que reconocen con t&eacute;rminos muy claros muchos derechos y sobre todo el m&eacute;todo del &ldquo;enfrentamiento democr&aacute;tico&rdquo; entre las &ldquo;partes sociales&rdquo;, se podr&iacute;a lograr una mejora general de las condiciones de vida y de trabajo y una elevaci&oacute;n social tal que superase gradualmente las contradicciones de la sociedad burguesa y la tendencia a resolver los problemas m&aacute;s agudos con la guerra, son puestos cada vez m&aacute;s claramente frente a una perspectiva futura: mientras que exista el dominio capitalista y burgu&eacute;s sobre la sociedad no habr&aacute; ninguna posibilidad de resolver definitivamente las crisis y las contradicciones capitalistas: la esclavitud asalariada continuar&aacute; y se acompa&ntilde;ar&aacute; constantemente de ba&ntilde;os de sangre m&aacute;s o menos grandes en las guerras que las potencias imperialistas hacen con el &uacute;nico fin de repartirse el mercado mundial.<br /> Toda crisis capitalista, que es crisis de sobre producci&oacute;n no s&oacute;lo de mercanc&iacute;as sino tambi&eacute;n de trabajadores asalariados, adem&aacute;s de producir efectos devastadores sobre las condiciones de existencia del proletariado y de las masas desheredadas de todo el mundo, coloca a la sociedad burguesa frente a sus l&iacute;mites oblig&aacute;ndola en un cierto punto a proceder a la destrucci&oacute;n siempre m&aacute;s amplia de mercanc&iacute;as, de capital y de seres humanos. Y no hay ning&uacute;n &quot;enfrentamiento democr&aacute;tico&rdquo; entre las &ldquo;partes sociales&rdquo; que valga: el capital no se somete a la democracia, a la &ldquo;soberan&iacute;a popular&rdquo; sino que somete a las clases sociales que forman &ldquo;el pueblo&rdquo; a la propia dictadura y, madurando las condiciones generales de enfrentamiento irresoluble entre los grandes trust y las grandes potencias imperialistas, su pol&iacute;tica se transforma en pol&iacute;tica de guerra. Tambi&eacute;n la burgues&iacute;a est&aacute; sometida a las leyes del capital, a las leyes del modo de producci&oacute;n capitalista, s&oacute;lo que es la &uacute;nica clase social que desde su posici&oacute;n de poseedora de los medios de producci&oacute;n y de apropiaci&oacute;n de la riqueza social producida tiene todas las ventajas,&nbsp; con la condici&oacute;n obviamente de dominar con la fuerza (de las armas antes que nada) sobre la sociedad y, en particular, sobre el proletariado que es la &uacute;nica clase que tiene la capacidad hist&oacute;rica de oponerse a la burgues&iacute;a y de golpearla mortalmente a trav&eacute;s de la lucha de clase llevada a cabo hasta el final, hasta la revoluci&oacute;n proletaria y comunista.<br /> <strong>Proletarios,</strong><br /> La lucha de clase que la burgues&iacute;a lleva a cabo contra el proletariado, y lo hace no s&oacute;lo en su &ldquo;propio&rdquo; pa&iacute;s sino en todo el mundo visto que las mercanc&iacute;as y los capitales se intercambian en todo el mundo, es una lucha que tiene dos grandes objetivos: 1) mantener al proletariado, que es la fuerza de trabajo vivo de la cual extraer el plustrabajo y por tanto el plusvalor, sujeto cada vez m&aacute;s fuertemente a las exigencias del beneficio capitalista, organiz&aacute;ndolo sobre el terreno inmediato y sobre el terreno pol&iacute;tico en funci&oacute;n de la conservaci&oacute;n social; 2) reprimir directa o indirectamente cualquier esfuerzo que los grupos o estratos proletarios hagan para organizarse de manera independiente en defensa de sus propios intereses inmediatos y futuros. Para lograr ambos objetivos la clase dominante burguesa no se sirve &uacute;nicamente del Estado, de sus fuerzas armadas y de todas las instituciones derivadas, sino que tiene necesidad de la obra constante, paciente, capital y eficaz de fuerzas sociales vecinas o provenientes de las filas proletarias que compartan la defensa de los intereses burgueses porque obtengan ventajas directas sobre el plano de los privilegios sociales, del plano econ&oacute;mico o del plano del prestigio pol&iacute;tico o cultural: las fuerzas del oportunismo reformista y colaboracionista.<br /> El oportunismo reformista, y m&aacute;s a&uacute;n el colaboracionismo, no ponen nunca en discusi&oacute;n el modo de producci&oacute;n capitalista y, por tanto, el dominio social de la clase burguesa; colocan siempre en primer plano la conciliaci&oacute;n de los intereses entre proletarios y burgueses, haciendo depender siempre &ndash;incluso cuando alzan la voz- cualquier mejora eventual de las condiciones de vida y de trabajo proletarias del beneficio capitalista: el puesto de trabajo se puede defender y salvar <strong><em>si</em></strong>la empresa tiene beneficios, el salario puede aumentar o disminuir <strong><em>si</em></strong>la empresa tiene beneficios, el aumento de la intensidad y del ritmo de trabajo debe ser soportado <strong><em>si</em></strong>la empresa vence a la competencia y tiene m&aacute;s beneficio, la competencia entre proletarios es justificable <strong><em>si </em></strong>se liga a la meritocracia, <strong><em>se </em></strong>combate el absentismo <strong><em>si </em></strong>tiene por efecto la rebaja de los d&iacute;as por enfermedad, <strong><em>si</em></strong>contribuye a elevar la productividad individual, etc.<br /> El oportunismo reformista, y tanto m&aacute;s el colaboracionismo, son talmente &uacute;tiles a la conservaci&oacute;n social que la clase burguesa contin&uacute;a dedicando, no obstante la gravedad de la crisis econ&oacute;mica, ingentes recursos financieros con el fin de que diversos organismos constituidos con funciones eficazmente en lo que se refiere al control social: del parlamento a los partidos del arco institucional, de los sindicatos tricolores a las instituciones sociales, de las organizaciones religiosas a las m&aacute;s dispares asociaciones de voluntariado: la existencia de una enorme masa de superestructuras pol&iacute;ticas, sindicales, religiosas, culturales y sociales pesa dos veces sobre el proletariado, una por v&iacute;a de los recursos econ&oacute;micos y financieros gastados para mantenerlas en pie y que son sustra&iacute;dos a los servicios sociales de base (por ejemplo la asistencia sanitaria y social, las pensiones, etc.) y otra por v&iacute;a de la influencia ideol&oacute;gica y organizativa que esta masa sobre estructural emana cotidianamente y que contribuye de manera determinante a la intoxicaci&oacute;n democr&aacute;tica y conservadora de las masas proletarias.<br /> <strong>Proletarios,</strong><br /> El desarrollo del capitalismo y el desarrollo hist&oacute;rico de la lucha de clases entre proletariado y burgues&iacute;a han demostrado a la burgues&iacute;a que los m&eacute;todos de la democracia son los m&aacute;s eficaces para la defensa de su poder. Esto no excluye que la burgues&iacute;a, en muchos pa&iacute;ses, en diversos periodos, se haya visto inducida a utilizar m&eacute;todos de dictadura militar o paramilitar, cosa que ha alimentado la &ldquo;necesidad&rdquo; de democracia y por tanto la propaganda en este sentido, como ha sucedido en el reciente periodo de la llamada primavera &aacute;rabe. Los m&eacute;todos de la democracia, que ilusionan a las masas proletarias con poder ver representados con eficacia sus propios intereses en las instituciones burguesas, de manera pac&iacute;fica y apelando a cartas constitucionales y a derechos sancionados por las leyes existentes (naturalmente &ldquo;mejorables&rdquo;) que deber&iacute;an ser respetadas&nbsp; tambi&eacute;n por la &ldquo;contra parte&rdquo; burguesa, no han excluido nunca el uso de la violencia (consentida naturalmente s&oacute;lo al Estado, instituci&oacute;n pretendidamente por encima de las clases) sea para &ldquo;mantener el orden p&uacute;blico&rdquo;, sea para &ldquo;hacer respetar las leyes&rdquo; o para &ldquo;defender la patria&rdquo; de &ldquo;agresores externos&rdquo; o de tentativas de subversi&oacute;n interna.<br /> No obstante la democracia ha demostrado continuamente estar al servicio de la clase dominante burguesa y ser un enga&ntilde;o gigantesco bajo cualquier aspecto, a&uacute;n tiene una fuerza formidable entre las masas proletarias. La fuerza ideol&oacute;gica de la democracia, el pacifismo, de la conciliaci&oacute;n interclasista, del colaboracionismo pero tambi&eacute;n del nacionalismo y del &ldquo;esp&iacute;ritu guerrero&rdquo;, se apoya sobre bases materiales simples y fuertes: la vida f&iacute;sica de cualquier ser humano en la sociedad capitalista depende exclusivamente de la utilizaci&oacute;n por parte del capital de la fuerza de trabajo asalariada. Quien posee capital toma como reh&eacute;n, en la pr&aacute;ctica, la vida de todos aquellos&nbsp; a los que el capital puede utilizar para obtener beneficio; quien posee &uacute;nicamente la fuerza de trabajo, como los proletarios, es simple reh&eacute;n de los capitalistas, su vida depende exclusivamente de ser explotado por cualquier patr&oacute;n. El principio democr&aacute;tico, los m&eacute;todos democr&aacute;ticos y los medios democr&aacute;ticos que las clases burguesas propagan y adoptan para mantener su propio dominio en sus respectivos pa&iacute;ses, no hacen otra cosa que enmascarar esta cruda realidad ilusionando a las clases subalternas con poder actuar pol&iacute;tica y culturalmente &ldquo;a la par&rdquo; con las clases dominantes contando s&oacute;lo con el n&uacute;mero de votos potenciales que representan.<br /> La democracia, el electoralismo, el parlamentarismo, son todas expresiones que mistifican la realidad de las relaciones de producci&oacute;n entre las clases sociales existentes; esta mixtificaci&oacute;n encuentra su expresi&oacute;n espec&iacute;fica en la conciliaci&oacute;n interclasista a trav&eacute;s de la cual burgueses y oportunistas sostienen que se puede superar el antagonismo de clase sobre el que se funda, desde su nacimiento, la sociedad burguesa. Tal mixtificaci&oacute;n es funcional para el dominio social burgu&eacute;s sea en un periodo de paz o en periodo de guerra, as&iacute;, afirmamos sin ninguna duda que, en la fase imperialista del desarrollo capitalista, dado el alto grado de militarismo alcanzado y el constante enfrentamiento militar en las diversas zonas del mundo entre las varias potencias que compiten, <strong><em>el periodo de paz es preparatorio del periodo de guerra</em></strong>. Y, de hecho, en el periodo de paz la burgues&iacute;a entrena al proletariado para los sacrificios de la guerra futura, ya sea ideol&oacute;gicamente con la propaganda nacionalista, ya sea aumentando el despotismo de empresa y social o a trav&eacute;s de sus propios ej&eacute;rcitos y sus continuas &ldquo;misiones militares&rdquo; en zonas de guerra que parecen siempre lejanas pero que en realidad anticipan lo que, antes o despu&eacute;s, si la revoluci&oacute;n proletaria no lo impide a tiempo, se presentar&aacute; como una guerra general y mundial.<br /> El nacionalismo es parte integrante de la ideolog&iacute;a burguesa y el hecho de que tradicionalmente sean las fuerzas pol&iacute;ticas de derecha y de extrema derecha las que se hacen cargo de &eacute;l no significa que las otras fuerzas pol&iacute;ticas no lo defiendan. Basta el ejemplo de los cr&eacute;ditos de guerra votados por la gran mayor&iacute;a de los partidos socialistas en el a&ntilde;o 1914 en defensa de la &ldquo;patria&rdquo; o el ejemplo de la participaci&oacute;n en el segundo conflicto imperialista de 1939-45 en defensa de la Rusia llamada &ldquo;comunista&rdquo; o de los partidos, ligados a ella, en las formaciones de la Resistencia, en defensa de la democracia burguesa, para demostrar que la burgues&iacute;a defiende la guerra no porque sea de &ldquo;derecha&rdquo; o de &ldquo;izquierda&rdquo; sino porque es burgues&iacute;a, es clase que no puede vivir si no es en la lucha de competencia y, por tanto, agrediendo a los competidores a los cuales quita cuotas de mercado y de territorios econ&oacute;micos: agresiones sobre el plano comercial, sobre el monetario, pol&iacute;tico, diplom&aacute;tico, financiero o militar no son sino distintas caras de la misma moneda. De la misma manera, son caras de la misma moneda burguesa los gobiernos de derecha o izquierda que imponen su pol&iacute;tica en la defensa de los intereses nacionales. El nacionalismo, por otro lado, siendo parte de la ideolog&iacute;a burguesa y respondiendo a la necesidad de unir todas las fuerzas sociales en defensa de los intereses burgueses nacionales, adem&aacute;s de intentar superar los antagonismos de clase entre burgues&iacute;a y proletariado intenta tambi&eacute;n superar las divisiones entre las diversas facciones burguesas y, el mismo tiempo, en el interior de la clase proletaria. Es por ello que, tambi&eacute;n sobre este terreno, la burgues&iacute;a moviliza todas las fuerzas sociales y en particular las fuerzas del oportunismo reformista y colaboracionista con el fin de que en la &ldquo;defensa de la patria&rdquo; el proletariado vea la prolongaci&oacute;n de la &ldquo;defensa de la empresa&rdquo; y de la &ldquo;defensa del puesto de trabajo&rdquo;, por tanto la defensa de su vida f&iacute;sica y social.<br /> <strong>Proletarios,</strong><br /> En un futuro de sacrificios, l&aacute;grimas y sangre, de hambre y de miseria que la sociedad burguesa prepara y que ya es en parte el que se vive en Grecia, Portugal y Espa&ntilde;a y, pr&aacute;cticamente, en Gran Breta&ntilde;a, Italia y Francia, por no hablar de la situaci&oacute;n de crisis extrema en la cual est&aacute;n sumidos los pa&iacute;ses &aacute;rabes que han conocido en el curso del a&ntilde;o pasado las gigantescas movilizaciones contra los reg&iacute;menes autoritarios y corruptos, o de la situaci&oacute;n de dur&iacute;sima represi&oacute;n militar que est&aacute;n viviendo las masas de Siria o de guerra en Sud&aacute;n y en Afganist&aacute;n, o de post guerra como en Irak, en un futuro en el cual el despotismo sobre los puestos de trabajo y en la vida social se transforme cada vez m&aacute;s en un despotismo policial, si bien amamantado por una democracia cada vez m&aacute;s blindada, el proletariado tiene potencialmente un arma formidable en sus manos &nbsp;que la historia pasada de&nbsp; lucha de clase y revoluciones ha demostrado que es la &uacute;nica que puede enfrentarse y vencer la ofensiva burguesa: la lucha de clase llevada hasta el fin, hasta el enfrentamiento revolucionario con la clase burguesa para conquistar el poder pol&iacute;tico central destrozando el Estado burgu&eacute;s e instaurando su propia dictadura de clase. El objetivo hist&oacute;rico de la revoluci&oacute;n proletaria no acaba aqu&iacute;: el proletariado no se para al sustituir el poder de la clase burguesa por su poder de clase. El proletariado, precisamente porque es la clase de los trabajadores asalariados y sin reservas, expropiado de cualquier medio de producci&oacute;n y cualquier producto social fruto de su trabajo, lucha por su propia emancipaci&oacute;n de la esclavitud del trabajo asalariado y, luchando por este objetivo, lucha en realidad contra el fundamento de la estructura econ&oacute;mica del capitalismo, contra las bases mismas de la sociedad burguesa, por cambiar de arriba abajo la estructura econ&oacute;mica de la sociedad para que en el centro de la actividad humana ya no est&eacute; la producci&oacute;n de mercanc&iacute;as, de beneficio capitalista y la valoraci&oacute;n del capital sino la necesidad de vida del hombre: la sociedad dividida en clases ha terminado su tiempo y sus desastres, es tiempo de enterrarla y sustituirla con la sociedad de especie en la cual cada hombre dar&aacute; seg&uacute;n su capacidad y recibir&aacute; de la sociedad seg&uacute;n sus necesidades.<br /> El futuro que la burgues&iacute;a se promete a s&iacute; misma y al proletariado es la continuaci&oacute;n de la sociedad dividida en clases en la cual la gran mayor&iacute;a de los hombres son rehenes de los posesores de capital, fuerza de trabajo a disposici&oacute;n para acrecentar el valor del capital en un ambiente social dominado por el mercado, por el cambio de valores, por los enfrentamientos entre los centros de poder econ&oacute;mico, pol&iacute;tico y militar que est&aacute;n al servicio de la conservaci&oacute;n capitalista; y no tiene ninguna importancia si los proletarios se matan por un trozo de pan, si la explotaci&oacute;n del trabajo humano no tiene l&iacute;mites en lo que se refiere a los adolescentes, los ni&ntilde;os o las mujeres, ni si las instituciones no se ocupan de manera adecuada de los enfermos, incapaces, ancianos o si decenas de miles de seres humanos mueren de hambre, de enfermedad, por accidentes en el trabajo o a causa de las continuas guerras que las facciones burguesas se hacen en cualquier parte del mundo. La fuerza de trabajo asalariada es una mercanc&iacute;a que, como las otras, est&aacute; sometida a las leyes del mercado capitalista: su caracter&iacute;stica particular es que, aplicada a la producci&oacute;n capitalista, genera un plustrabajo que los capitalistas no pagan y que se traduce en plusvalor para las mercanc&iacute;as producidas, que es la verdadera ganancia de los capitalistas. Si no hubiese extorsi&oacute;n de plustrabajo y, por tanto, de plusvalor, no habr&iacute;a acumulaci&oacute;n capitalista y valoraci&oacute;n del capital, &nbsp;en definitiva, no habr&iacute;a capitalismo. La clase social que se apropia de toda la producci&oacute;n social es la burgues&iacute;a y defiende esta apropiaci&oacute;n con la fuerza y con todos lo m&eacute;todos ideol&oacute;gicos y de propaganda que tiene a su disposici&oacute;n: &eacute;ste es el &ldquo;futuro&rdquo; que la burgues&iacute;a promete en todos los pa&iacute;ses.<br /> El futuro que la burgues&iacute;a presenta al proletariado es la prolongaci&oacute;n de su condici&oacute;n hist&oacute;rica de esclavo asalariado en condici&oacute;n permanente, por as&iacute; decirlo eterna, de ser considerado siempre digno de vivir s&oacute;lo si cada d&iacute;a se presenta como fuerza de trabajo &uacute;til al capital que lo explota con las &ldquo;condiciones de mercado&rdquo; que, notoriamente, deprecian el valor de una mercanc&iacute;a cuando hay una abundante oferta de &eacute;sta.<br /> Pero el proletariado ya ha demostrado en su historia pasada que, luchando sobre el terreno de clase, aceptando la lucha sobre el terreno del antagonismo de clase contra todos los explotadores, organiz&aacute;ndose para luchar en defensa de los intereses inmediatos, entren&aacute;ndose en la lucha anti capitalista, es capaz de plantar cara a los ataques de la burgues&iacute;a, de resistir a la presi&oacute;n y a la represi&oacute;n burguesas y de sacar de estas experiencias lecciones decisivas para la lucha que inevitablemente toma, en un cierto punto, la caracter&iacute;stica de la lucha general de la clase proletaria contra la clase burguesa.<br /> <strong>El proletariado es el portador hist&oacute;rico de la lucha de clase que revolucionar&aacute; la sociedad actual, pero para cumplir con esta misi&oacute;n por cuenta de toda la especie humana debe atravesar una serie de pasajes obligatorios que son: reconquistar el terreno de la lucha de clase en defensa exclusiva de sus propios intereses inmediatos, reorganizar su propia lucha en asociaciones econ&oacute;micas que coloquen en el centro de los intereses de clase proletarios por encima de cualquier divisi&oacute;n generada por la acci&oacute;n de las fuerzas sociales de la conservaci&oacute;n burguesa, elevar la lucha de defensa inmediata a la altura de la solidaridad de clase y por tanto contra cualquier instigaci&oacute;n ideol&oacute;gica y pr&aacute;ctica a la competencia entre los proletarios, insertar las luchas parciales en un cuadro m&aacute;s general e internacional utilizando medios y m&eacute;todos de lucha clasistas que respondan a la incompatibilidad de los intereses entre proletarios y burgueses. El terreno de la lucha de clase es el terreno en el cual los proletarios comprenden por v&iacute;a pr&aacute;ctica cu&aacute;les son los verdaderos aliados y cu&aacute;les los falsos, experimentando directa y concretamente cu&aacute;nto de decisiva puede ser su propia fuerza num&eacute;rica y organizada si est&aacute; orientada y dirigida en una perspectiva de clase.</strong><br /> <strong>Sobre esta perspectiva el proletariado, adem&aacute;s de encontrar su fuerza de clase, hallar&aacute; tambi&eacute;n la direcci&oacute;n pol&iacute;tica a seguir en el desarrollo mismo de la lucha</strong><strong>y por tanto al partido pol&iacute;tico de clase, que es el &uacute;nico &oacute;rgano de la lucha clasista y revolucionaria capaz de guiar el movimiento de clase hacia los objetivos hist&oacute;ricos de la misma lucha de emancipaci&oacute;n del trabajo asalariado. Como el proletariado no es capaz de defenderse eficazmente de los ataques de la clase burguesa a sus condiciones cotidianas de existencia y de trabajo sin organizarse en asociaciones econ&oacute;micas clasistas, as&iacute; el proletariado no se encuentra en condiciones de lanzar la ofensiva de clase contra la burgues&iacute;a que usa y usar&aacute; toda la fuerza de su dominio, de la presi&oacute;n econ&oacute;mica y social a la represi&oacute;n policial y armada, sin la gu&iacute;a de su partido pol&iacute;tico revolucionario. El partido de clase representa en el presente el futuro de la lucha proletaria y, por tanto, manifiesta &eacute;l s&oacute;lo, al margen de flujos y reflujos de la lucha obrera, la plena consciencia de los objetivos hist&oacute;ricos de la lucha de clase y revolucionaria. Como renacer&aacute; el movimiento de clase proletario, tambi&eacute;n renacer&aacute; el potente y compacto partido de clase. La burgues&iacute;a, creando al proletariado, ha creado a sus sepultureros.</strong><br /> &nbsp;<br /> <strong>Partido Comunista Internacional</strong><br /> 1 de mayo de 2012<br /> <a href="http://www.pcint.org/"><u>www.pcint.org</u></a><br /> &nbsp;<br /> Le proletaire /&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; programme communiste / &nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; &nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;el programa comunista / &nbsp;&nbsp; il comunista / &nbsp;&nbsp;&nbsp; &nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;proletarian<br /> &nbsp;</p> http://estrecho.indymedia.org/general/noticia/primero-mayo-proletario#comments General movimiento obrero Tue, 01 May 2012 06:53:15 +0000 5427 at http://estrecho.indymedia.org Novedad editorial: "El otro movimiento obrero y la represiĆ³n capitalista en Alemania (1880-1973)" http://estrecho.indymedia.org/general/noticia/novedad-editorial-otro-movimiento-obrero-y-represion-capitalista-alemania-1880-1973 <p> Traficantes de Sue&ntilde;os se complace en anunciar un nuevo volumen en la colecci&oacute;n Historia. En estos tiempos en los que el gobierno alem&aacute;n parece imponer los ritmos y los ajustes de la econom&iacute;a europea, no est&aacute; de m&aacute;s recordar c&oacute;mo se ha construido la m&aacute;quina industrial del pa&iacute;s centroeuropeo. La obra que presentamos es un recorrido hist&oacute;rico por la composici&oacute;n de la clase obrera alemana antes, durante y despu&eacute;s del Nacionalsocialismo y su contraparte de mando pol&iacute;tico-empresarial.</p> <p> &nbsp;</p> <p> Los autores hablan de &quot;otro&quot; movimiento obrero, no el movimiento de los trabajadores cualificados y los sindicatos oficiales, que apuestan por el orden y el desarrollo industrial, incapaces siempre de sentir las transformaciones de la composici&oacute;n de clase. Este &quot;otro&quot; movimiento obrero, formado por migrantes rurales en los a&ntilde;os 20, por mano de obra forzada internacional en el nazismo y por trabajadores extranjeros a partir de la II Guerra Mundial ha sido la base del crecimiento indutrial alem&aacute;n y lo fue con unos niveles de represi&oacute;n que parecer&iacute;an incre&iacute;bles si no fuera por el exhaustivo y riguroso trabajo de fuentes que desarrollan los autores.</p> <p> Escrito desde la represi&oacute;n de las huelgas de 1973, esta historia traza la l&iacute;nea de continuidad de los organismos pol&iacute;ticos, empresariales, policiales y parapoliciales puestos a disposici&oacute;n de la productividad alemana. Y de la creaci&oacute;n de formas de resistencia -absentismo, trabajo lento, cambio frecuente de ocupaci&oacute;n, huelgas encubiertas, sabotaje-, que de forma consciente o inconsciente mostraban el rechazo al trabajo impuesto.</p> <p> El &laquo;otro&raquo; movimiento obrero es un libro cl&aacute;sico, no s&oacute;lo en la recuperaci&oacute;n de los archivos de la memoria de las luchas y los combates de f&aacute;brica, sino lo que es mucho m&aacute;s importante, en la puesta en acci&oacute;n del &uacute;ltimo gran cap&iacute;tulo de la lucha de clases en Europa. Reimpreso en Alemania en sucesivas ocasiones, traducido a las principales lenguas del continente durante la d&eacute;cada de 1970, sirvi&oacute; como material de an&aacute;lisis y fuente de inspiraci&oacute;n para los combates que entonces se libraban. Treinta a&ntilde;os despu&eacute;s no dejar&aacute; de sorprender a nuestros lectores.</p> <p> &nbsp;</p> <p> <a href="http://www.traficantes.net/index.php/trafis/editorial/novedad_editorial_el_otro_movimiento_obrero_y_la_represion_capitalista_en_alemania_1880_1973">M&aacute;s info y descargas</a></p> <p> &nbsp;</p> http://estrecho.indymedia.org/general/noticia/novedad-editorial-otro-movimiento-obrero-y-represion-capitalista-alemania-1880-1973#comments General alemania libro movimiento obrero Tue, 08 Mar 2011 13:36:47 +0000 3636 at http://estrecho.indymedia.org Solidarity message to the General Strike in Spain http://estrecho.indymedia.org/general/noticia/solidarity-message-general-strike-spain <p>The Alliance of Progressive Labor &ndash; a national labor center in the Philippines composed of various types of workers&rsquo; organizations in the private, informal and migrant sectors &ndash; wishes to convey the warmest and deepest solidarity of the Filipino workers to the general strike today in Spain led by the UGT and CC.OO, and which will also be actively participated in by the IUF Spanish affiliates that belong to either confederation. One of our affiliates, NUWHRAIN, is also a longtime IUF member.</p> <p>We fully support the September 29 nationwide strike as it is an earnest and compelling expression of the Spanish working people and their labor movement to say:</p> <p>NO &ndash; to irrational cuts in public expenditures that will eventually batter the workers and ordinary citizens, including the children, sick, pensioners and indigents, by depriving them of many social benefits and government services that they justly deserved;</p> <p>NO &ndash; to sharp reduction in public investments which will turn back economic growth, will worsen unemployment, and will offer on a silver platter the national economy to giant corporations unduly making them ominously richer and more powerful;</p> <p>NO &ndash; to the so-called labor &ldquo;reforms&rdquo; that will in fact curtail or dilute many established labor and trade union rights that have been achieved after decades of struggles, that have been enjoyed by generations of workers and citizens, and obviously a ploy to further weaken and divide trade unionism.</p> <p>As what is happening throughout the world, including here in the Philippines, the supposed &ldquo;shock treatment&rdquo; of the Spanish government to address the lingering effects of the global economic crisis is but a contradictory solution to a problem that was actually triggered by capitalist logic which condemned workers to stagnating, if not declining, wages for decades to maximize profits. Thus, these policies are nothing but a smokescreen to continue imposing the discredited neoliberal economic programs of liberalization, deregulation and privatization, along with an aggressive flexibilization of labor and all-out anti-union practices.</p> <p>But we in the trade unions and in the broad labor and social movements will eventually prevail.</p> <p>Viva la UGT y CC.OO!</p> <p>Viva los trabajadores y trabajadoras en Espa&ntilde;a!</p> <p>&iexcl;A la Huelga General!</p> <p> <a href="http://www.apl.org.ph/ ">http://www.apl.org.ph/ </a><br /> &nbsp;</p> http://estrecho.indymedia.org/general/noticia/solidarity-message-general-strike-spain#comments General movimiento obrero trabajadores union Tue, 05 Oct 2010 10:10:29 +0000 2657 at http://estrecho.indymedia.org La experiencia anarquista en el movimiento obrero boliviano http://estrecho.indymedia.org/general/noticia/experiencia-anarquista-movimiento-obrero-boliviano <p><span><em>Ponencia presentada en las Jornadas Internacionales de Problemas Latinoamericanos &ldquo;Los movimientos sociales en Am&eacute;rica Latina. Pasado, presente y perspectivas&rdquo;, realizado en la ciudad de Mar Del Plata (Argentina), los d&iacute;as 25, 26 y 27 de septiembre de 2008. </em></span></p> <p>El trabajo presentado a continuaci&oacute;n busca dar cuenta de la importancia que tuvo el anarquismo dentro del movimiento obrero en Bolivia. En esa direcci&oacute;n, como una primera aproximaci&oacute;n, hemos realizado una reconstrucci&oacute;n hist&oacute;rica de la experiencia anarquista boliviana en su forma sindical, analizando las variables y acontecimientos que favorecieron su desarrollo, su auge y tambi&eacute;n su decadencia durante la primera mitad del SXX.<br /> La relevancia de esta cuesti&oacute;n radica en rescatar una experiencia que &ndash;a nuestro entender&ndash; no solo fue &ldquo;olvidada&rdquo;, sino deliberadamente ocultada en la construcci&oacute;n de la &ldquo;historia oficial&rdquo; de aquel pa&iacute;s, buscando silenciar el car&aacute;cter contestatario y revolucionario de los anarquistas. Asimismo, consideramos que la experiencia libertaria boliviana ilustra las especificidades propias y resignificaciones que el anarquismo hubo de adquirir en suelo latinoamericano, un buen punto de partida para comenzar a repensar las ideas &aacute;cratas desde Am&eacute;rica Latina.</p> <p><span><strong>Caracterizaci&oacute;n de la formaci&oacute;n econ&oacute;mico-social </strong><br /> </span><br /> La formaci&oacute;n econ&oacute;mico-social boliviana pose&iacute;a una estructura compleja, resultante del cruce entre elementos precapitalistas &ndash;con los que no se acab&oacute; luego de la independencia de Espa&ntilde;a&ndash; y elementos de una econom&iacute;a de tipo capitalista, basada en la monoproducci&oacute;n del esta&ntilde;o.<br /> Las relaciones sociales precapitalistas se encontraban en el campo, donde se concentraba el 80% de la poblaci&oacute;n, cristalizadas en instituciones como el pongueaje, el mitanaje y el colonato.<br /> Las mismas, antes que desaparecer con la pol&iacute;tica de liberalizaci&oacute;n de tierras comunales &ndash;iniciada por el Estado a fines del SXIX&ndash;, tendieron a consolidarse; esto se debi&oacute; a que no se cre&oacute; un mercado capitalista de tierras, sino que dicha pol&iacute;tica de expropiaci&oacute;n favoreci&oacute; la concentraci&oacute;n territorial por parte de la hacienda, y por lo tanto la consolidaci&oacute;n de esta y las instituciones en ella contenidas.<br /> Parte de la mano de obra expulsada por este proceso se dirigi&oacute; a los enclaves mineros esta&ntilde;&iacute;feros, desarrollados a fines del SXIX en funci&oacute;n de la demanda internacional de ese mineral. As&iacute;, el esta&ntilde;o ocup&oacute; el primer lugar en las exportaciones de Bolivia durante esos a&ntilde;os y gran parte del SXX. Este desarrollo econ&oacute;mico trajo consigo un mejoramiento de la infraestructura y el crecimiento de algunas ciudades &ndash;como La Paz, Cochabamba y Oruro&ndash;. Tambi&eacute;n se desarrollaron algunas peque&ntilde;as industrias urbanas, las cuales no obstante no llegaron a ser preponderantes en el sector secundario puesto que este segu&iacute;a estando dominado por la producci&oacute;n artesanal.<a href="http://1.bp.blogspot.com/_oxDEosQSkhU/SwIBMfSDBsI/AAAAAAAAABk/YhbcY7v49qY/s1600/3734908984_948d9db73e.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5404883816865269442" border="0" alt="" src="http://1.bp.blogspot.com/_oxDEosQSkhU/SwIBMfSDBsI/AAAAAAAAABk/YhbcY7v49qY/s320/3734908984_948d9db73e.jpg" /></a><br /> Este <em>&ldquo;&hellip;proceso de modernizaci&oacute;n contradictoria&hellip;&rdquo;</em> (Lorini; 1994) repercuti&oacute; sobre la estructura de clases, la cual estuvo definida hasta 1952 por la existencia de una oligarqu&iacute;a minera y latifundista (conocida como &ldquo;la Rosca&rdquo;); una clase media urbana en desarrollo; un importante sector artesanal; un proletariado incipiente (b&aacute;sicamente ligado a la miner&iacute;a) y una masa campesina mayoritaria.<br /> Esta estructura econ&oacute;mica tuvo como correlato la instauraci&oacute;n de un Estado dominado exclusivamente por la oligarqu&iacute;a minera y latifundista. La sucesi&oacute;n de distintas corrientes (conservadores, liberales y republicanos) no repercuti&oacute; en cambios en la vida pol&iacute;tica, pues todas ellas, aunque con diferencias, compartieron una idea com&uacute;n de Estado conservador y de participaci&oacute;n pol&iacute;tica y ciudadana restringida.</p> <p><strong><span>Los inicios</span> </strong></p> <p>Una caracter&iacute;stica particular de la inserci&oacute;n de Bolivia en el mercado mundial, es que, a diferencia de sus pa&iacute;ses vecinos, ese proceso no estuvo ligado a una masiva inmigraci&oacute;n de fuerza de trabajo europea, sino que esta fue reclutada del medio local y en menor medida desde Chile. Esto repercuti&oacute; en la forma en que las ideas anarquistas llegaron al pa&iacute;s: de modo indirecto y en un per&iacute;odo posterior al que lo hicieron en el resto de los pa&iacute;ses latinoamericanos. Las mismas arribaron a territorio boliviano en la primera d&eacute;cada del SXX con la llegada de activistas argentinos &ndash;miembros de organizaciones como la FORA o &ldquo;crotos&rdquo;&ndash;, obreros chilenos que iban a trabajar a las minas y trabajadores salitreros bolivianos (&ldquo;pampinos&rdquo;) que volv&iacute;an a repatriarse a su pa&iacute;s (1).<br /> Dicha difusi&oacute;n cristaliz&oacute; tempranamente en la fundaci&oacute;n en 1906 de la &ldquo;Uni&oacute;n Obrera 1&deg; de Mayo&rdquo; de Tupiza. <em>&ldquo;Este sindicato, formado principalmente por artesanos, editaba el peri&oacute;dico La Aurora Social, y manten&iacute;a una biblioteca sociol&oacute;gica obrera, en la que figuraban textos cl&aacute;sicos como Proudhon, Reclus, Bakunin y Kropotkin&hellip;&rdquo;</em> (Lehm &ndash; Rivera Cusicanqui; 1988).<br /> Con el transcurso de los a&ntilde;os, la importancia del anarquismo entre los trabajadores artesanales fue en aumento. En 1912, se fund&oacute; la Federaci&oacute;n Obrera Internacional (FOI). En ella se nuclearon sindicatos de artesanos y de trabajadores del sector terciario. Sobre su &ldquo;composici&oacute;n ideol&oacute;gica&rdquo;, existen distintas perspectivas. Para Barcelli (1976) y Lorini (1994) los anarquistas fueron dominantes dentro de la federaci&oacute;n. En esa direcci&oacute;n Barcelli interpreta la utilizaci&oacute;n de la bandera roja y negra y la adopci&oacute;n de los acuerdos tomados en la 1&deg; Internacional. Para Lora <em>&ldquo;ninguna doctrina sindical ni socialista se delinea en la Federaci&oacute;n Obrera Internacional, s&oacute;lo hay un af&aacute;n sincero y honrado de renovaci&oacute;n con algo de sentimiento de clase. (&hellip;) Resulta arbitrario todo esfuerzo por encasillar a la (&hellip;) [FOI] dentro de determinada escuela socialista&rdquo; </em>(Lora; 1969). Si bien es probable que al interior de la FOI convivieran varias corrientes pol&iacute;ticas sin contornos muy definidos &ndash;lo cual debe entenderse en relaci&oacute;n al contexto de incipiente desarrollo pol&iacute;tico e ideol&oacute;gico del movimiento obrero (2) boliviano&ndash;, la influencia anarquista fue preponderante.<br /> Seg&uacute;n Lora (1969), la FOI se aboc&oacute; a establecer una amplia y avanzada legislaci&oacute;n social (que contemplaba cuestiones como la jornada laboral de ocho horas, la regulaci&oacute;n del trabajo femenino e infantil, la creaci&oacute;n de una caja de ahorros para la vejez, etc.), considerada como el medio principal de emancipaci&oacute;n social.<br /> Estas limitaciones de sus reivindicaciones y de su accionar deben comprenderse a partir de la caracterizaci&oacute;n del contexto, se&ntilde;alada m&aacute;s arriba. Las actividades de la FOI decayeron progresivamente, al tiempo que los anarquistas dejaron de dominar la organizaci&oacute;n y los marxistas pasaron a tener mayor relevancia dentro de la misma.<br /> En 1918, la FOI pas&oacute; a llamarse Federaci&oacute;n Obrera del Trabajo (FOT), pues sus miembros consideraron que su nombre no se correspond&iacute;a con una verdadera organizaci&oacute;n regional. A pesar del cambio, la nueva federaci&oacute;n levant&oacute; las mismas reivindicaciones que la FOI y hered&oacute; su forma de accionar legalista. La FOT nucle&oacute; a un gran n&uacute;mero de sindicatos de La Paz, proviniendo algunos de la experiencia de la FOI y habi&eacute;ndose incorporados otros recientemente. Hasta mediados de la d&eacute;cada del veinte, anarquistas y socialistas convivieron en la federaci&oacute;n. Dicha convivencia puede verse reflejada en la ecl&eacute;ctica adopci&oacute;n de principios organizativos e ideol&oacute;gicos: entre ellos, el federalismo (3) y el apoliticismo (4) combinados con una concepci&oacute;n reformista de la toma del poder por la v&iacute;a democr&aacute;tica. Ese eclecticismo tambi&eacute;n se evidenciaba en el contenido de &ldquo;Bandera Roja&rdquo;, &oacute;rgano de difusi&oacute;n de la FOT.<br /> En 1919 tuvo lugar una importante lucha en Huanuni, que determin&oacute; la conquista de la jornada de ocho horas para el distrito minero de Oruro. Para Cappelletti <em>&ldquo;fueron (&hellip;) los anarcosindicalistas quienes encabezaron en 1919 las luchas de los mineros de Huanuni&hellip;&rdquo;</em> (Cappelletti; 1990). Esta afirmaci&oacute;n tan concluyente no es respaldada por otros autores (5). Lo que s&iacute; es probable es que hubiera algunos elementos anarquistas entre los trabajadores mineros, previamente influenciados por la propaganda libertaria que se intensificaba cada vez m&aacute;s. De hecho, a partir de ese momento y durante los a&ntilde;os venideros se produjeron una serie de huelgas donde Barcelli (1976) y Cappelletti (1990) consignan la presencia de anarquistas: la huelga de telegrafistas en 1920, las huelgas de ferroviarios entre 1919 y 1921 y la huelga en la Compa&ntilde;&iacute;a minera de Huanchaca.<br /> Este ciclo de huelgas da cuenta de un aumento de la conflictividad social, lo cual determinaba la existencia de un terreno f&eacute;rtil para una a&uacute;n mayor difusi&oacute;n del anarquismo. Rivera Cusicanqui y Lehm (1988) asocian correctamente este incremento de la agitaci&oacute;n a la crisis mundial de precios de 1920-1921, la cual impact&oacute; negativamente en los sectores obreros y artesanales bolivianos.<br /> Ese a&ntilde;o (1919) fue fundada la Federaci&oacute;n Obrera del Trabajo de Oruro.<em> &ldquo;En el aspecto organizativo el estatuto [de fundaci&oacute;n de la FOT] se inclinaba hacia el federalismo anarquista (&hellip;) [y] (&hellip;) se alejaba de la pol&iacute;tica; esta actitud era consecuencia de la influencia anarquista&hellip;&rdquo;</em> (Lora; 1969). A partir de esa estructura de organizaci&oacute;n federativa se buscaba aunar en un solo nucleamiento a la gran cantidad de trabajadores artesanales junto con el incipiente proletariado minero e industrial existente. No obstante esta influencia organizativa del anarquismo, al igual que en la FOI y en la FOT pace&ntilde;a, primaba la creencia en que una legislaci&oacute;n social progresiva podr&iacute;a emancipar a los trabajadores.<br /> Esta &ldquo;mezcla&rdquo; de elementos libertarios y reformistas se combin&oacute; en la FOT orure&ntilde;a con un elemento importante de gremialismo de corte mutualista.<br /> En suma, este per&iacute;odo (1900 &ndash; 1920) estuvo signado por: a) una difusi&oacute;n muy importante de las ideas anarquistas, primero desde los pa&iacute;ses vecinos y luego hacia el interior de Bolivia (espacios urbanos y algunas regiones mineras); b) el arraigo de dicha doctrina sobre todo entre los trabajadores artesanales; c) difusi&oacute;n y arraigo que cristalizaron en el desarrollo de organizaciones obreras, las cuales antes que definirse abiertamente como anarquistas (tal como la FORA argentina en 1905), tomaron ciertos elementos de dicha ideolog&iacute;a (principalmente el federalismo y el apoliticismo) y los conjugaron con el marxismo, el reformismo y gremialismo mutualista. Esta cuesti&oacute;n debe ser entendida en funci&oacute;n del incipiente desarrollo pol&iacute;tico e ideol&oacute;gico del movimiento obrero boliviano; d) un incremento lento pero sostenido de la conflictividad social.</p> <p><strong><span>La maduraci&oacute;n</span></strong></p> <p>El 4 de junio de 1923 se produjo la masacre de Unc&iacute;a - Llallagua. La principal reivindicaci&oacute;n de la Federaci&oacute;n Obrera Central de Unc&iacute;a ten&iacute;a que ver con obtener el reconocimiento de la empresa y del Estado. El reclamo obrero determin&oacute; la militarizaci&oacute;n del pueblo y tras la movilizaci&oacute;n popular desencadenada por el apresamiento de dos dirigentes de la federaci&oacute;n, el Ej&eacute;rcito masacr&oacute; e hiri&oacute; a mineros, esposas e hijos de estos. Lejos de amedrentarlos, la represi&oacute;n hizo que se intensificara la huelga durante algunos d&iacute;as m&aacute;s. El desenlace de la misma fue sumamente desfavorable para los trabajadores: sumado a las v&iacute;ctimas de la represi&oacute;n &ndash;seg&uacute;n la publicaci&oacute;n anarquista de Argentina &ldquo;La Antorcha&rdquo; (5/10/1923) hubo cuarenta muertos y cien heridos&ndash;, no consiguieron lo que reclamaban y se dividi&oacute; la federaci&oacute;n en dos secciones (lo cual determin&oacute; su virtual disoluci&oacute;n), a la vez que se confin&oacute; en lejanas regiones a sus &ldquo;elementos m&aacute;s peligrosos&rdquo;. Dicho conflicto constituy&oacute; el momento culminante de la serie de huelgas mencionadas m&aacute;s arriba y tal como sucedi&oacute; en aquellos conflictos, hab&iacute;a anarquistas entre los trabajadores organizados.<br /> El per&iacute;odo 1920 &ndash; 1927 estuvo signado por una gran difusi&oacute;n del anarquismo y una maduraci&oacute;n de las ideas libertarias, lo cual cristaliz&oacute; en dos hechos significativos: la formaci&oacute;n de grupos de estudio y de El primero de los grupos propagand&iacute;sticos en hacer su aparici&oacute;n fue el Centro Obrero Libertario. En &eacute;l convivieron artesanos y obreros marxistas y anarquistas, predominando los &uacute;ltimos. Estos artesanos libertarios fueron el eje de nuevos grupos, tales como: el Centro Cultural Obrero &ldquo;Despertar&rdquo;, el Grupo Libertario &ldquo;Redenci&oacute;n&rdquo; y el Grupo de Propaganda Libertaria &ldquo;La Antorcha&rdquo; (que supo ser el m&aacute;s influyente de La Paz). La propaganda estaba particularmente dirigida hacia los trabajadores, sindicatos y federaciones obreras; los m&eacute;todos de difusi&oacute;n empleados eran las veladas libertarias, las conferencias y la distribuci&oacute;n de peri&oacute;dicos o manifiestos. Para 1926, los n&uacute;cleos de propaganda anarquista se hab&iacute;an multiplicado en La Paz (habiendo surgido la Agrupaci&oacute;n Comunista An&aacute;rquica &ldquo;Sembrando Ideas&rdquo; y el Grupo &ldquo;Brazo y Cerebro&rdquo;) y se hab&iacute;an extendido geogr&aacute;ficamente a otras regiones de Bolivia: as&iacute;, encontramos en Oruro el Centro Obrero Internacional y en Sucre la escuela racionalista Ferrer y Guardia. Adem&aacute;s, durante esos a&ntilde;os se publicaron por vez primera el peri&oacute;dico &ldquo;Tierra y Libertad&rdquo; (Sucre) y &ldquo;La Tea&rdquo; (La Paz).<br /> Entre los a&ntilde;os 1924 y 1927 se organizaron cuatro importantes sindicatos anarquistas. Estos fueron: el Sindicato Central de Alba&ntilde;iles y Constructores (1924), la Uni&oacute;n de Trabajadores en Madera y la Federaci&oacute;n de Artes Mec&aacute;nicas y Ramas Similares (1925) y la Federaci&oacute;n de Sastres y Ramas Similares (1927). Es importante precisar algunas de sus caracter&iacute;sticas m&aacute;s relevantes.<br /> En primer lugar, los sindicatos estaban compuestos por trabajadores artesanales (6). Esta cuesti&oacute;n ya se hab&iacute;a manifestado en los sindicatos y federaciones obreras previas y ten&iacute;a que ver con las caracter&iacute;sticas de la formaci&oacute;n econ&oacute;mico-social boliviana, en particular la complejidad de la estructura y el incipiente desarrollo de un proletariado de tipo &ldquo;moderno&rdquo;. Estos artesanos pose&iacute;an algunos rasgos similares a los del artesanado medieval, como ser: la existencia de una divisi&oacute;n entre maestros y aprendices, los cuales aprend&iacute;an el oficio de los primeros; la importancia otorgada a la posesi&oacute;n de las herramientas de trabajo, a la pericia y por consiguiente a la calidad del trabajo (en funci&oacute;n de lo cual desvalorizaban a la producci&oacute;n en serie) y la construcci&oacute;n de una identidad en com&uacute;n, dada por algunos s&iacute;mbolos visibles (como la ropa).<br /> Una caracter&iacute;stica determinada por el car&aacute;cter artesanal de los sindicatos fue la gran heterogeneidad existente dentro de los mismos, pues conviv&iacute;an en ellos tanto maestros y operarios (7) de los peque&ntilde;os talleres artesanales, as&iacute; como trabajadores (8) de las maestranzas.<br /> Los artesanos, en un primer momento, se nuclearon en asociaciones mutuales, desde donde surgieron estos sindicatos anarquistas. Aquello que les permiti&oacute; exigir demandas m&aacute;s bien &ldquo;proletarias&rdquo; a la vez que reivindicarse libertarios, ten&iacute;a que ver con una identificaci&oacute;n artesano &ndash; obrero, determinada por una multiplicidad de variables. Un factor importante de homologaci&oacute;n estaba asociado con los abusos a los que los artesanos estaban sometidos (9). Por su parte, artesanos y obreros sufr&iacute;an la misma humillaci&oacute;n de los capitalistas (10), compart&iacute;an la dignidad del trabajador (11), padec&iacute;an las situaciones de crisis de igual manera (12) y los primeros conoc&iacute;an la situaci&oacute;n econ&oacute;mica de los segundos a partir de su propia experiencia (13). La lucha reivindicativa que desencadenaba esta identificaci&oacute;n, llevaba a los maestros artesanos a movilizarse por demandas que incluso los perjudicaban materialmente, como la jornada laboral de ocho horas.<br /> Uno de los asuntos que complejiza a&uacute;n m&aacute;s la caracterizaci&oacute;n de estos sindicatos tiene que ver con el elemento &eacute;tnico. As&iacute;, al gremio de los alba&ntilde;iles debe ubic&aacute;rselo mucho m&aacute;s cerca del mundo ind&iacute;gena que a los carpinteros, mec&aacute;nicos y sastres, los cuales en su mayor&iacute;a eran &ldquo;cholos&rdquo;. Incluso, en ocasiones exist&iacute;an diferencias &eacute;tnicas y culturales dentro del mismo gremio (como en el caso de los sastres). As&iacute;, <em>&ldquo;&hellip;los gremios artesanales de la ciudad de La Paz se insertaron en una cadena de relaciones de dominaci&oacute;n colonial&hellip;&rdquo;</em> (Lehm &ndash; Rivera Cusicanqui; 1988) en funci&oacute;n de la cual los trabajadores eran discriminados por la &eacute;lite olig&aacute;rquica tanto por su origen &eacute;tnico, as&iacute; como por el hecho que ejerc&iacute;an oficios manuales.<br /> El aumento sostenido de la influencia de las ideas anarquistas (y tambi&eacute;n marxistas) entre los trabajadores bolivianos fue observado con preocupaci&oacute;n por las autoridades estatales. En funci&oacute;n de ello, dispusieron una represi&oacute;n sistem&aacute;tica sobre los sindicatos y las federaciones obreras.<br /> Particularmente dicha represi&oacute;n recrudeci&oacute; durante los festejos del Centenario de Bolivia, en 1925. Las v&iacute;ctimas de la misma fueron no solo los trabajadores &ldquo;radicalizados&rdquo;, sino tambi&eacute;n las personas indiferentes o que impugnaban dichos festejos. La celebraci&oacute;n de tal acontecimiento y la represi&oacute;n sobre aquellos sectores demuestra la importancia atribuida por las clases dominantes y el Estado a la cuesti&oacute;n de la identidad nacional, en funci&oacute;n de constituir un elemento constructor de consenso muy importante y por lo tanto apaciguador de la conflictividad social. Es importante se&ntilde;alar esto, ya que la interpelaci&oacute;n a la &ldquo;nacionalidad boliviana&rdquo; ser&aacute; un recurso utilizado recurrentemente en la historia de ese pa&iacute;s con el fin de disciplinar a los trabajadores y a sus organizaciones; por lo tanto, debe ser comprendido como un mecanismo m&aacute;s de represi&oacute;n.<br /> <a href="http://4.bp.blogspot.com/_oxDEosQSkhU/SwICfg61SDI/AAAAAAAAAB0/pWRoPitWGLA/s1600/3338908300_f46a38dfec.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5404885243233912882" border="0" alt="" src="http://4.bp.blogspot.com/_oxDEosQSkhU/SwICfg61SDI/AAAAAAAAAB0/pWRoPitWGLA/s320/3338908300_f46a38dfec.jpg" /></a><br /> En 1926 asumi&oacute; la presidencia Siles, y la violencia estatal continu&oacute; estando a la orden del d&iacute;a. A principios de 1927 se produjo en Oruro, el Tercer Congreso Nacional de Trabajadores. En &eacute;l se tocaron temas relacionados con la organizaci&oacute;n nacional de los trabajadores &ndash;cre&aacute;ndose la Confederaci&oacute;n Nacional de Trabajadores&ndash; y del proletariado femenino, a la vez que el problema indigenal. En el mismo, <em>&ldquo;la pugna entre anarquistas (&hellip;) y marxistas y socialistas (&hellip;) lleg&oacute; a su punto culminante&hellip;&rdquo;</em> (Lehm &ndash; Rivera Cusicanqui; 1988), centr&aacute;ndose la discusi&oacute;n en la forma organizativa y los principios que deb&iacute;a adoptar la entidad sindical creada. Para Lora, las resoluciones tuvieron una <em>&ldquo;&hellip;indiscutible filiaci&oacute;n marxista y [el documento donde se condensaron] puede ser considerado como un antecedente de la futura &lsquo;Tesis de Pulacayo&rsquo;&rdquo;</em> (Lora; 1970). No obstante, tal como plantean Rivera Cusicanqui y Lehm (1988), si bien no se puede hablar de una filiaci&oacute;n ideol&oacute;gica &ldquo;indiscutible&rdquo;, hubo distintas resoluciones que tuvieron una impronta abiertamente anarquista: en particular, la organizaci&oacute;n federalista de la matriz sindical, la adopci&oacute;n del principio del apoliticismo y de la acci&oacute;n directa (14) como mecanismo principal de lucha.</p> <p><strong><span>El auge</span></strong></p> <p>En 1927 se fund&oacute; en La Paz la Federaci&oacute;n Obrera Local (FOL), la cual <em>&ldquo;&hellip;orient&oacute; firmemente sus acciones en el marco de los principios doctrinarios y organizativos del sindicalismo libertario&rdquo;</em> (Lehm &ndash; Rivera Cusicanqui; 1988), esto es: el federalismo, el apoliticismo y la acci&oacute;n directa. La FOL fue fundada a instancias de la Uni&oacute;n de Trabajadores de la Madera, aglutinando inicialmente a la Federaci&oacute;n de Artes Mec&aacute;nicas y R.S., el Sindicato Central de Alba&ntilde;iles y Constructores, la Federaci&oacute;n de Sastres y R.S. y la Uni&oacute;n de Trabajadores de la Zona Norte. El elemento artesanal dentro de la FOL fue preponderante, pero esto no excluy&oacute; la federaci&oacute;n de sindicatos de obreros fabriles (como ser trabajadores de la cerveza, f&oacute;sforos, cartones, textiles y matarifes).<br /> Para Lora <em>&ldquo;las organizaciones de &aacute;cratas fueron, en gran medida, obra de extranjeros&hellip;&rdquo;</em> (Lora; 1970), comentario refutado por Rivera Cusicanqui y Lehm (1988) por considerarlo falaz. En realidad, la cuesti&oacute;n es m&aacute;s compleja. En muchos casos, las ideas anarquistas eran aprehendidas por los trabajadores en funci&oacute;n de su situaci&oacute;n de clase y las injusticias que les tocaban vivir, antes que por la influencia de sus compa&ntilde;eros de trabajo extranjeros (15). Con esto no se pretende desestimar la importancia que tuvo y continuaba teniendo la propaganda anarquista proveniente del exterior, sino dar cuenta de un proceso complejo donde interactuaba esta con las condiciones materiales de existencia y la experiencia de cada trabajador.<br /> Tambi&eacute;n en 1927 fue fundado el Sindicato Femenino de Oficios Varios, el cual se adhiri&oacute; a la FOL. El sindicato estaba integrado por compa&ntilde;eras vinculadas a los militantes masculinos de la aquella federaci&oacute;n, las cuales pertenec&iacute;an a distintos gremios como el de culinarias, lavanderas, lecheras, floristas y vendedoras de mercados. Durante ese mismo a&ntilde;o, conforme fueron organiz&aacute;ndose las trabajadoras de estos distintos gremios, cambi&oacute; su nombre al de Federaci&oacute;n Obrera Femenina (FOF). Sus reivindicaciones, seg&uacute;n Dibbits, Peredo, Volgger y Wadsworth (1989), ten&iacute;an que ver con cuestiones espec&iacute;ficas y puntuales, como ser: la construcci&oacute;n de mercados sectoriales y el rechazo a la instituci&oacute;n colonial del &ldquo;Maestro mayorazgo&rdquo; (16).<br /> Adem&aacute;s de la cuesti&oacute;n sindical, la FOL desarroll&oacute; sus labores en una multiplicidad de campos de lucha. En cuanto a las actividades espec&iacute;ficamente anarquistas, realiz&oacute; propaganda y difusi&oacute;n a trav&eacute;s de su publicaci&oacute;n &ldquo;Humanidad&rdquo; y las veladas libertarias por ella organizadas; tambi&eacute;n realiz&oacute; campa&ntilde;as de solidaridad por activistas &aacute;cratas presos en el exterior. En cuanto a las actividades que ten&iacute;an que ver m&aacute;s con su inserci&oacute;n social, particip&oacute; activamente en la conquista de la jornada laboral de ocho horas y busc&oacute; establecer v&iacute;nculos con los dirigentes de revueltas ind&iacute;genas acontecidas en el campo, a la vez que organizar espacios de apoyo para sus luchas.<br /> M&aacute;s all&aacute; de la real importancia que para los ind&iacute;genas pudieron haber tenido estos contactos, es importante se&ntilde;alar su impacto en la reelaboraci&oacute;n de la ideolog&iacute;a anarquista por parte de los militantes folistas. Probablemente <em>&ldquo;&hellip;estos v&iacute;nculos hubiesen reafirmado en algunos dirigentes anarquistas su comprensi&oacute;n de las reivindicaciones indias como un eje fundamental de las luchas emancipadoras del pueblo trabajador&rdquo;</em> (Lehm &ndash; Rivera Cusicanqui; 1988). Dicha cuesti&oacute;n determin&oacute; una temprana identificaci&oacute;n (una &ldquo;hermandad&rdquo;) entre los trabajadores manuales de la ciudad y los ind&iacute;genas del campo, en funci&oacute;n su com&uacute;n pertenencia al grupo de los &ldquo;parias&rdquo; y su oposici&oacute;n a los &ldquo;par&aacute;sitos de la sociedad&rdquo;: <em>&ldquo;&iquest;Cu&aacute;ntos han quedado con vida? Nadie lo sabe. (&hellip;) &iexcl;Oh, hermanos ind&iacute;genas sobrevivientes de la horrorosa matanza [de Chayanta]! Lo sabremos, s&iacute;, cuando el momento de la revancha llegue, esto es, cuando la vida de los par&aacute;sitos ser&aacute; cosa tan sin importancia como para ellos ha sido la vida de los parias&rdquo;</em> (La Antorcha; 2/9/1927).<br /> Por todo esto se puede concluir que el anarquismo en Bolivia, si bien compart&iacute;a los rasgos ideol&oacute;gicos fundamentales con aquella doctrina europea y occidental, desarroll&oacute; especificidades propias y fue resignificado en funci&oacute;n de los elementos que lo rodeaban: en particular, la preponderancia del artesanado urbano en el movimiento obrero y la problem&aacute;tica ind&iacute;gena.<br /> El crecimiento de la militancia anarquista se extendi&oacute; a otras ciudades importantes de Bolivia. As&iacute;, en 1930 algunos libertarios reorganizaron a la FOT orure&ntilde;a, en funci&oacute;n de que la antigua federaci&oacute;n se hab&iacute;a desorganizado. <em>&ldquo;La FOT anarquista result&oacute; ser una organizaci&oacute;n masiva, fuertemente disciplinada, combativa y activ&iacute;sima&rdquo;</em> (Lora; 1970). Esta valoraci&oacute;n positiva de las actividades de la FOT tiene que ver con: la gran labor organizativa llevada a cabo por sus miembros, quienes propiciaron la organizaci&oacute;n de nuevos sindicatos (de mineros, carpinteros, ferroviarios y vendedoras de mercados) &ndash;los cuales se adhirieron r&aacute;pidamente a la FOT&ndash; y el sostenimiento de una publicaci&oacute;n (denominada &ldquo;El Proletario&rdquo; y luego &ldquo;La Protesta&rdquo;).<br /> El surgimiento y consolidaci&oacute;n de las organizaciones &aacute;cratas y el creciente reclamo por demandas obreras generaron cierta preocupaci&oacute;n entre las autoridades estatales, quienes apelaron nuevamente a la represi&oacute;n. <em>&ldquo;La oleada represiva se fue haciendo cada vez m&aacute;s dura, a medida que crec&iacute;a el descontento popular por la agudizaci&oacute;n de la crisis econ&oacute;mica&rdquo; </em>(Lehm &ndash; Rivera Cusicanqui; 1988). La crisis de 1930 tuvo serias repercusiones sobre la dependiente estructura econ&oacute;mica, pues al caer abruptamente el precio internacional del esta&ntilde;o, se produjo una paralizaci&oacute;n de la econom&iacute;a. Esto tuvo como contraparte el crecimiento de la conflictividad social, la cual fue canalizada principalmente por las organizaciones anarquistas, intensific&aacute;ndose sus actividades y sus luchas y obteniendo as&iacute; un rol protag&oacute;nico dentro del movimiento obrero.<br /> En 1930, en Oruro, se realiz&oacute; el Cuarto Congreso Nacional de Trabajadores. El mismo estuvo dominado por los anarquistas, lo cual se explica en funci&oacute;n de la importancia alcanzada por aquellos entre los artesanos y trabajadores. Ante esta situaci&oacute;n los delegados marxistas y socialistas abandonaron el Congreso y desconocieron las resoluciones por &eacute;l adoptadas. Esa mayor&iacute;a &aacute;crata repercuti&oacute; en el contenido (netamente libertario) de la Declaraci&oacute;n de Principios de la Confederaci&oacute;n Nacional del Trabajo y en su transformaci&oacute;n: la misma fue reorganizada seg&uacute;n principios similares a los de la FORA argentina, cambi&oacute; su nombre al de Confederaci&oacute;n Obrera Regional Boliviana y fue afiliada a Asociaci&oacute;n Continental Americana de Trabajadores anarquista.<br /> Muy pronto, el nuevo gobierno del Gral. Blanco Galindo opt&oacute; por utilizar la represi&oacute;n para disciplinar al conflictivo movimiento obrero, centr&aacute;ndose particularmente sobre los anarquistas. As&iacute;, se clausur&oacute; el local de la FOT orure&ntilde;a y se allan&oacute; el de la FOL, confinando a sus &ldquo;dirigentes&rdquo; a Todos Santos (en el Chapare) y se encarcel&oacute; a las principales sindicalistas de la FOF. Para Lora <em>&ldquo;&hellip;la Confederaci&oacute;n [Obrera Regional Boliviana] (&hellip;) no actu&oacute; porque inmediatamente vino la represi&oacute;n gubernamental a descabezar al equipo dirigente del anarquismo&hellip;&rdquo;,</em> (Lora; 1970) lo cual es desestimado por Rivera Cusicanqui y Lehm (1988), quienes consideran que el federalismo anarquista, al poner el acento en la organizaci&oacute;n desde las bases, permit&iacute;a amortiguar los efectos de tales medidas represivas. Lo que es m&aacute;s, el destierro daba la posibilidad a los militantes anarquistas de difundir sus ideas en los lugares a donde estaban confinados (17). A su vez, durante este per&iacute;odo, las actividades de los trabajadores continuaron desarroll&aacute;ndose. De hecho, en 1931 los anarquistas pasaron a la ofensiva y llevaron a cabo a acciones armadas contra blancos militares (18).<br /> Ante esta situaci&oacute;n de agitaci&oacute;n que se intensificaba a pesar de la represi&oacute;n, las autoridades consideraron que los mecanismos represivos a su disposici&oacute;n eran insuficientes. Por ello, desde el gobierno de Salamanca &ndash;que asumi&oacute; en 1931&ndash; se present&oacute; al Congreso un proyecto de Ley de &ldquo;Defensa Social&rdquo;, en el que se cancelaban libertades y derechos de los trabajadores. Buscando frenar su sanci&oacute;n, la FOL y FOT de Oruro realizaron una alianza t&aacute;ctica con la FOT marxista. En esa direcci&oacute;n, realizaron conjuntamente mitines, manifestaciones p&uacute;blicas y propaganda, y as&iacute; consiguieron detener la aprobaci&oacute;n de la ley anti-obrera, en enero de 1932.<br /> En el mismo sentido represivo debe leerse el conflicto b&eacute;lico desatado ese a&ntilde;o entre Bolivia y Paraguay. El efecto disciplinador de la Guerra del Chaco ten&iacute;a que ver con que mancomunando a la poblaci&oacute;n a partir de un sentimiento nacionalista y patri&oacute;tico, las clases dominantes buscaban canalizar el des&aacute;nimo generalizado a la vez que aislar de la sociedad a los revolucionarios que se opon&iacute;an a la guerra. Debido a ello, y tambi&eacute;n al internacionalismo (19) y antibelicismo propio de los anarquistas, la FOL y FOT orure&ntilde;a se opusieron a la contienda, desarrollando una campa&ntilde;a antib&eacute;lica, a la que tambi&eacute;n se sum&oacute; la FOT marxista. La represi&oacute;n cay&oacute; con dureza sobre aquellos que manifestaron p&uacute;blicamente su oposici&oacute;n a la guerra. Adem&aacute;s, gran parte de los trabajadores desoyeron su predicamento, pues apoyaron masivamente la participaci&oacute;n de Bolivia en el conflicto. En funci&oacute;n de ello, el movimiento antibelicista fue decayendo en importancia conforme se desarrollaba la sangr&iacute;a boliviana y paraguaya en el Chaco Boreal.<br /> Para Lora esta represi&oacute;n (iniciada a principios de los treinta) fue una de las causas determinantes de la &ldquo;defunci&oacute;n&rdquo; del anarquismo boliviano. Pero la violencia estatal, si bien determin&oacute; una merma de las actividades de los anarquistas, no implic&oacute; su desaparici&oacute;n, debido a que aquellos lograron amortiguar el impacto de la represi&oacute;n y continuaron moviliz&aacute;ndose, a la vez que luego de dicho per&iacute;odo &ndash;aunque con crecientes dificultades&ndash; prosiguieron con su labor revolucionaria.<br /> En 1935 la Guerra del Chaco lleg&oacute; a su fin. El desenlace fue desastroso para Bolivia: murieron 50.000 hombres (adem&aacute;s de otro tanto de heridos y prisioneros) y perdi&oacute; parte del territorio en disputa. Este resultado determin&oacute; el fracaso pol&iacute;tico de la &eacute;lite olig&aacute;rquica-liberal rosquera, en funci&oacute;n de dos cuestiones. En primer lugar, la misma fue considerada por la poblaci&oacute;n como culpable de la derrota. En segundo lugar, se quebr&oacute; el modelo restringido de participaci&oacute;n pol&iacute;tica y ciudadana sobre el que esta &eacute;lite se sustentaba, puesto que quienes regresaron de la guerra, consideraron que su actuaci&oacute;n en la misma les hab&iacute;a otorgado la prerrogativa de reclamar por sus derechos ciudadanos, antes negados.<br /> Este particular escenario pol&iacute;tico se conjug&oacute; con una penosa situaci&oacute;n econ&oacute;mica (signada por la inflaci&oacute;n, la desocupaci&oacute;n y el desabastecimiento), provocando una huelga general e insurrecci&oacute;n popular durante el mes de mayo de 1936, en la que tuvieron una importante participaci&oacute;n la FOT y la FOL. La insurrecci&oacute;n del 36&rsquo; hizo tambalear el sistema de dominaci&oacute;n, pero los trabajadores organizados no lograron concretar en la realidad su experiencia de lucha y su perspectiva revolucionaria. As&iacute;, la situaci&oacute;n fue capitalizada por un movimiento de oficiales j&oacute;venes y progresistas del Ej&eacute;rcito, liderado por los coroneles Toro y Busch. Dicho movimiento encabez&oacute; un golpe de Estado contra el presidente Tejada Sorzano (que en 1934 hab&iacute;a suplantado a Salamanca) y se hizo del poder, inaugur&aacute;ndose as&iacute; el per&iacute;odo del &ldquo;socialismo militar&rdquo;.<br /> Una de las primeras medidas llevadas adelante por esta nueva &eacute;lite gobernante tuvo que ver con la reorganizaci&oacute;n del sindicalismo, a partir de lo cual se buscaba ce&ntilde;ir su dependencia con el Estado. As&iacute; pues, se estableci&oacute; la obligatoriedad de sindicalizaci&oacute;n de todos los trabajadores y se resolvi&oacute; la creaci&oacute;n de la Confederaci&oacute;n Sindical de Trabajadores de Bolivia (CSTB), la cual estar&iacute;a estrechamente asociada al poder estatal. Pese a la contradicci&oacute;n que implicaba este nuevo modelo sindical con el anarcosindicalismo, el mismo fue aceptado por muchos libertarios:<br /> la FOT orure&ntilde;a hizo opci&oacute;n por participar conjuntamente con el nuevo gobierno, mientras que un importante n&uacute;mero de cuadros de la FOL se asoci&oacute; con la FOT marxista, dando surgimiento al Frente &Uacute;nico Sindical (FUS) luego estructurado en la CSTB.</p> <p><strong><span>La reorientaci&oacute;n de las actividades</span></strong></p> <p>Para Rivera Cusicanqui y Lehm (1988) la Guerra del Chaco constituy&oacute; una bisagra en la historia del anarquismo boliviano. El surgimiento de un &ldquo;sindicalismo dirigido&rdquo; determin&oacute; una merma importante de sus actividades. Particularmente, en la FOL quedaron como &uacute;nicos gremios afiliados el Sindicato de Trabajadores de la Curtiembre &ldquo;El Inca&rdquo; y la Uni&oacute;n de Trabajadores en Madera. A su vez, en 1937 se dict&oacute; un Decreto Ley que ilegalizaba a las organizaciones comunistas y anarquistas, vedando de ese modo la actividad de la FOL.<br /> No obstante, estas cuestiones no determinaron el ocaso de la experiencia libertaria boliviana, tal como se interpreta del estudio de Lora (1980). En realidad, las actividades anarquistas se reorientaron en dos sentidos. En primer lugar, desde mediados de la d&eacute;cada del treinta hasta los cincuenta, la reorganizada FOF se convirti&oacute; en el puntal de la FOL y del anarquismo militante. En segundo lugar, a mediados de la d&eacute;cada del cuarenta el anarquismo logr&oacute; revitalizarse con el surgimiento de la Federaci&oacute;n Agraria Departamental.<br /> Los sindicatos femeninos no sufrieron las mismas vicisitudes que los masculinos luego de la guerra, sino que encontraron en ese per&iacute;odo un momento propicio para la reorganizaci&oacute;n y el aumento de sus luchas. El primer sindicato en organizarse fue la Uni&oacute;n Sindical de Culinarias, en 1935, buscando revertir la prohibici&oacute;n de viajar en tren <em>&ldquo;por las molestias que con sus canastas ocasionaban a las se&ntilde;oras de la alta sociedad&rdquo;</em>. En 1936 se fund&oacute; la Uni&oacute;n Femenina de Floristas; ellas exig&iacute;an a las autoridades la construcci&oacute;n de un nuevo mercado, debido a que su antiguo lugar de trabajo hab&iacute;a sido arrasado por el desborde de un r&iacute;o. <em>&ldquo;El car&aacute;cter tan concreto de las demandas de estos sindicatos y el gran arraigo de base que consiguieron (&hellip;), permiti&oacute; que este impulso organizativo se extendiera [entre 1938 y 1940] hacia otros sectores, principalmente de vendedoras de distintos productos en los mercados callejeros de la ciudad, quienes se unieron en torno a la tan sentida demanda de mercados municipales&rdquo;</em> (Lehm &ndash; Rivera Cusicanqui; 1988). Estos sindicatos estuvieron adheridos a la FOL hasta 1939, a&ntilde;o en el que pasaron a integrar la reorganizada FOF. A fines de los cuarenta se form&oacute; y nucle&oacute; en su seno, el Sindicato de Viajeras al Altiplano. Este aglutinaba a mujeres que compraban y vend&iacute;an productos en la frontera del Per&uacute; (l&eacute;ase contrabandistas), que estaban sometidas a los abusos de las autoridades aduaneras.<br /> As&iacute; como los motivos que determinaron la fundaci&oacute;n de estos sindicatos ten&iacute;an que ver con cuestiones muy puntuales, las demandas y acciones de cada uno de ellos fueron formuladas en la misma direcci&oacute;n. Principalmente, la lucha de las culinarias, floristas, recoveras y viajeras estuvo dirigida contra las exigencias arbitrarias, vej&aacute;menes y abusos propiciados por las autoridades estatales: la polic&iacute;a, las Maestras Mayores y las autoridades aduaneras. A su vez, exigieron la construcci&oacute;n de nuevos mercados y se pronunciaron contra el aumento de los precios de determinados bienes (productos de primera necesidad) y servicios (el pasaje de tren). Otra cuesti&oacute;n presente en las reivindicaciones de las trabajadoras ten&iacute;a que ver con el respeto de su profesi&oacute;n, puesto que consideraban sus actividades como un verdadero servicio a la comunidad. <em>&ldquo;Adem&aacute;s de las reivindicaciones econ&oacute;micas y laborales, las mujeres de la FOF expresaron tambi&eacute;n reivindicaciones directamente ligadas con su condici&oacute;n de mujeres, madres y compa&ntilde;eras o esposas&rdquo; </em>(Dibbits &ndash; Peredo &ndash; Volgger &ndash; Wadsworth; 1989), tales como la construcci&oacute;n de guarder&iacute;as, el derecho al divorcio y la igualdad legal entre hijos leg&iacute;timos e hijos naturales.<br /> M&aacute;s all&aacute; que estas demandas y acciones ten&iacute;an que ver con la defensa de los intereses particulares de las mujeres trabajadoras nucleadas en la FOF, las mismas nunca perdieron de vista su perspectiva revolucionaria y por ello sus reivindicaciones estuvieron articuladas en relaci&oacute;n a un cambio estructural de la sociedad. As&iacute;, la lucha contra los abusos de las autoridades se traduc&iacute;a en una perspectiva antiestatista, cuesti&oacute;n que las vinculaba al anarquismo; tambi&eacute;n los principios &aacute;cratas del federalismo y la horizontalidad calaron hondo en ellas.<br /> Estas cuestiones, sumadas al hecho que entre 1939 y 1945 la FOL estuvo sumida en un &ldquo;letargo&rdquo;, determinaron que la FOF fuera el sost&eacute;n de la FOL. Por eso, las actividades desplegadas por los sindicatos femeninos constituyeron el eje del sindicalismo libertario hasta 1946.<br /> A partir de ese a&ntilde;o se produjo una revitalizaci&oacute;n de la FOL, dada por el surgimiento de la Federaci&oacute;n Agraria Departamental (FAD). Dicho suceso debe inscribirse en el contexto de gran agitaci&oacute;n rural desplegada luego de producido el Primer Congreso Indigenal de La Paz en 1945(20). La FAD surgi&oacute; en diciembre de 1946 a partir de la reuni&oacute;n de distintos sindicatos campesinos del Altiplano; miembros de la FOL tuvieron un activo rol en la formaci&oacute;n de algunos de estos. As&iacute;, su relaci&oacute;n con la FOL fue muy estrecha: luego de su fundaci&oacute;n, la FAD entabl&oacute; un &ldquo;pacto solidario&rdquo; con la primera y ambas federaciones &ndash;junto con la FOF&ndash; marcharon juntas el 1&deg; de Mayo. <em>&ldquo;La FAD se propuso luchar por las siguientes reivindicaciones: 1) libertad de organizaci&oacute;n y respeto a las garant&iacute;as que otorga la ley; 2) abolici&oacute;n del pongueaje en &lsquo;toda su amplitud&rsquo;; 3) impedir que los colonos sean echados de las fincas por represalias patronales contra la organizaci&oacute;n agraria; 4) creaci&oacute;n de escuelas indigenales en todas las fincas, cuyos gastos sufragar&iacute;an los patrones y el Estado; 5) inalienabilidad del domicilio; 6) libertad a los presos campesinos y que no se los trate como a &lsquo;vulgares delincuentes&rsquo;&rdquo;</em> (Lehm &ndash; Rivera Cusicanqui; 1988).<br /> En 1947 se produjeron una serie de levantamientos campesinos en el Altiplano. Las sublevaciones de Caquiaviri y Tananoca (&aacute;reas de influencia de la FAD y la FOL) se caracterizaron por un alto grado de violencia y por una masiva participaci&oacute;n ind&iacute;gena.<br /> La represi&oacute;n estatal, de gran magnitud, no se hizo esperar: la misma fue aplicada tanto sobre los ind&iacute;genas, as&iacute; como sobre los folistas involucrados con su causa. Los primeros fueron confinados en el Ichilo (en la Selva Oriental), mientras que los segundos fueron encarcelados en La Paz.</p> <p><strong><span>El ocaso</span></strong></p> <p>Hacia 1947, la FOL nucleaba diversos sindicatos(21); es decir, hab&iacute;a logrado superar el letargo que hab&iacute;a atravesado el pasado lustro, aunque su vitalidad era incomparablemente menor a la que otrora alcanz&oacute;. En funci&oacute;n de ello, cada golpe que a partir de entonces la FOL hubo de sufrir, fue mortal: entre ellos, la liquidaci&oacute;n de la FAD y la represi&oacute;n que padeci&oacute; sostenidamente hasta 1951 y que &ndash;a diferencia de los treinta&ndash; no consigui&oacute; amortiguar. Esta brutal represi&oacute;n se conjug&oacute; con otros elementos, y juntos determinaron el fin de la experiencia anarquista boliviana.<br /> En 1952, la situaci&oacute;n pol&iacute;tica hubo de estallar. En mayo de 1951, el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR)(22) gan&oacute; las elecciones, pero su resultado fue impugnado por un Golpe de Estado. Vedada la salida electoral, el 9 de abril de ese 1952 se produjo una insurrecci&oacute;n popular, de la que tomaron parte principalmente obreros mineros, campesinos, &ldquo;pobres urbanos&rdquo; y sectores medios nucleados en el MNR. Tambi&eacute;n miembros de los sindicatos anarquistas que todav&iacute;a se manten&iacute;an en pie, participaron de las luchas callejeras. El fin del levantamiento tuvo como resultado la toma del poder por parte del MNR y la disoluci&oacute;n del ej&eacute;rcito reaccionario.<br /> La reorganizaci&oacute;n estatal dio inicio a un nuevo proceso de cooptaci&oacute;n y manipulaci&oacute;n sindical, en tanto que la recientemente creada Central Obrera Boliviana (COB) &ndash;que se constituy&oacute; en el &oacute;rgano de cogobierno del MNR&ndash; busc&oacute; (y de hecho consigui&oacute;) aglutinar a la totalidad de los sindicatos existentes. Frente a esto, los sindicatos adheridos a la FOL tuvieron dos opciones: desaparecer o afiliarse a la COB. La cooptaci&oacute;n afect&oacute; a todos los sindicatos libertarios por en el tiempo que le tom&oacute; a cada uno integrarse a las estructuras sindicales del Estado. Los sindicatos masculinos as&iacute; como los campesinos, debilitados por la represi&oacute;n, fueron inmediatamente absorbidos por la COB y la FOL se disolvi&oacute; meses despu&eacute;s del advenimiento de la revoluci&oacute;n. Mientras tanto, los sindicatos femeninos y la FOF se mantuvieron en pie durante alg&uacute;n tiempo m&aacute;s. Pero las distintas din&aacute;micas de organizaci&oacute;n sindical plasmadas en la COB y la FOF, y la afiliaci&oacute;n de esta a la Confederaci&oacute;n Sindical de Trabajadores Gremiales (creada en 1955) determinaron la desaparici&oacute;n definitiva de la mayor&iacute;a de sindicatos de recoveras.<br /> Otro de los factores influyentes en el ocaso de los sindicatos libertarios, tuvo que ver con el proceso de creciente desvalorizaci&oacute;n y desplazamiento del trabajo artesanal. Esto se debi&oacute; a tres cuestiones. La primera de ellas debe comprenderse en funci&oacute;n del proceso de industrializaci&oacute;n (acelerado a partir de la d&eacute;cada del treinta), cuya producci&oacute;n barata y en serie desplaz&oacute; el trabajo calificado artesanal. Por su parte, la revoluci&oacute;n de 1952 contribuy&oacute; a este proceso, en un doble sentido. Por un lado, la vieja oligarqu&iacute;a dej&oacute; de tener sus anteriores prerrogativas sociopol&iacute;ticas y por ello revirti&oacute; sus h&aacute;bitos de consumo, contray&eacute;ndose la demanda de bienes antes producidos por los artesanos. Por el otro, luego del proceso del 52&rsquo; (particularmente a partir de la reforma agraria de 1953) muchos migrantes ind&iacute;genas hubieron de arribar a las ciudades desde el agro. Los mismos, en funci&oacute;n de sus urgencias econ&oacute;micas, se emplearon por sueldos m&aacute;s bajos de los que percib&iacute;an los artesanos y as&iacute; ocuparon sus anteriores puestos de trabajo.<br /> Todos estos factores se conjugaron para determinar el ocaso de una rica e importante experiencia de lucha, llevada adelante por los artesanos y trabajadores libertarios de Bolivia.<br /> <a href="http://3.bp.blogspot.com/_oxDEosQSkhU/SwIDZeuhruI/AAAAAAAAAB8/nDSRufhURMQ/s1600/3734110413_8a73c0704a.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5404886239077838562" border="0" alt="" src="http://3.bp.blogspot.com/_oxDEosQSkhU/SwIDZeuhruI/AAAAAAAAAB8/nDSRufhURMQ/s320/3734110413_8a73c0704a.jpg" /></a><br /> <strong><span>A modo de conclusi&oacute;n</span></strong></p> <p>Habiendo recorrido la experiencia anarquista boliviana, es posible arribar a algunas conclusiones.<br /> En primer lugar, hemos podido comprobar que los libertarios tuvieron un rol, dentro del movimiento obrero boliviano, de gran trascendencia en muchos niveles. La importancia de aquellos en el movimiento obrero boliviano vari&oacute; con el tiempo, acorde a las circunstancias pol&iacute;ticas, econ&oacute;micas y sociales de Bolivia. En la primera y segunda d&eacute;cada del pasado siglo la propaganda anarquista fue muy intensa, influenciando organizativa y pol&iacute;ticamente a los primeros nucleamientos sindicales. A partir de 1920, se inici&oacute; un per&iacute;odo de maduraci&oacute;n que desemboc&oacute; en la organizaci&oacute;n de centros de propaganda, sindicatos y federaciones anarquistas, llegando los libertarios a finales de ese decenio a preponderar en el medio obrero. La represi&oacute;n estatal administrada a principios de los treinta y sobre todo la Guerra del Chaco, cumplieron &ndash;en parte&ndash; su objetivo: para los anarquistas se iniciaba una tendencia regresiva que no podr&iacute;a ser revertida. No obstante, estos episodios no significaron la &ldquo;defunci&oacute;n&rdquo; del anarquismo, puesto que en funci&oacute;n de su fuerza y organizaci&oacute;n previa, los libertarios lograron reorientar sus actividades y as&iacute; seguir constituyendo una importante corriente en el movimiento obrero-campesino. Parad&oacute;jicamente fue un proceso revolucionario el que atest&oacute; el golpe final contra los anarquistas; ello se deb&iacute;a a las distintas formas sindicales y perspectivas revolucionarias planteadas, por un lado, en el anarquismo y, por el otro, en el nacionalismo de izquierda contenido en el MNR.<br /> En segundo lugar, hemos intentado dar cuenta a lo largo del trabajo, que el anarquismo en Bolivia si bien sigui&oacute; los principales lineamientos de esta doctrina surgida durante el SXIX en Europa, fue resignificado en funci&oacute;n de las caracter&iacute;sticas propias de aquel pa&iacute;s y de la experiencia cotidiana de los trabajadores y las trabajadoras. As&iacute;, las ideas libertarias estuvieron encarnadas en artesanos calificados y cholas cocineras o vendedoras callejeras; a la vez que fueron influenciadas y reelaboradas a partir de cuestiones y reivindicaciones propiamente ind&iacute;genas. Enfocaremos en este particular eje en los pr&oacute;ximos n&uacute;meros de esta publicaci&oacute;n, puesto que &ndash;como se&ntilde;alamos al principio&ndash; constituye un buen punto de partida para comenzar a repensar el anarquismo desde Am&eacute;rica Latina.<br /> Queda como una tarea pendiente poder desentra&ntilde;ar cu&aacute;l fue la influencia de los anarquistas en el proceso revolucionario de 1952. Si bien dicho proceso signific&oacute; el ocaso del movimiento libertario, se podr&iacute;a aventurar que la combatividad y la radicalidad de los planteos &aacute;cratas pudieron haber influido positivamente en el imaginario de los trabajadores y campesinos protagonistas de las jornadas de lucha de abril del 52&rsquo;. Permanece abierta la cuesti&oacute;n para futuras investigaciones.</p> <p><strong>NOTAS</strong></p> <p>(1) &ldquo;En la maestranza hab&iacute;an maestros de diferente nacionalidad. Hab&iacute;an caldereros argentinos, horneros peruanos y chilenos, hab&iacute;an ecuatorianos, de todas las nacionalidades hab&iacute;a en la maestranza, en la fundici&oacute;n tambi&eacute;n. (&hellip;) Cuando uno reclamaba individualmente en la oficina [por los abusos de los patrones y las condiciones de trabajo], no hab&iacute;a respuesta, entonces ya ten&iacute;an conocimiento los compa&ntilde;eros del exterior y dec&iacute;an: &ndash;Hay que formar un sindicato.&rdquo; Entrevista a Santiago Ordo&ntilde;ez, Cochabamba, 17-VIII-1986 y 21-I-1987 (Lehm &ndash; Rivera Cusicanqui; 1988). Es necesario tener en cuenta que la fundaci&oacute;n del Sindicato de Mec&aacute;nicos se dio en 1925. As&iacute;, se evidencia en las palabras de Ordo&ntilde;ez que la difusi&oacute;n del anarquismo en Bolivia no se dio de una vez y para siempre durante la primer d&eacute;cada del SXX, sino que fue un desarrollo hist&oacute;rico de m&aacute;s larga duraci&oacute;n que abarc&oacute; las primeras tres d&eacute;cadas de aquel siglo, aunque l&oacute;gicamente tuvo su c&eacute;nit durante la primera de ellas.<br /> (2) El sentido que adquiere en este trabajo la expresi&oacute;n &ldquo;movimiento obrero&rdquo; debe comprenderse en funci&oacute;n de la estructura econ&oacute;mica boliviana y el ordenamiento de clases por ella determinada. La econom&iacute;a de enclave, basada en la monoproducci&oacute;n de esta&ntilde;o, determin&oacute; el surgimiento de un incipiente proletariado de tipo &ldquo;moderno&rdquo; y la pervivencia de un importante sector artesanal en las ciudades. As&iacute;, al referirnos a &ldquo;movimiento obrero&rdquo;, estaremos incluyendo dentro de esta categor&iacute;a tanto a los obreros mineros como a los artesanos urbanos.<br /> (3) En oposici&oacute;n a la l&oacute;gica verticalista del centralismo democr&aacute;tico marxista, el anarquismo propone la necesidad de una organizaci&oacute;n horizontal y federalista, es decir, la organizaci&oacute;n desde las bases hasta los estratos superiores de la sociedad (de &ldquo;abajo hacia arriba&rdquo;). Su vertiente sindical &ndash;el anarcosindicalismo&ndash; posee un funcionamiento interno basado en los mismos principios, planteando como fundamental la participaci&oacute;n igualitaria de todos los trabajadores (horizontalidad), en el sentido que todos tienen igual derecho a opinar, hacer propuestas y votar las acciones del sindicato.<br /> Los delegados y secretarios de los sindicatos solo obedecen al mandato de las bases (federalismo) &ndash;en oposici&oacute;n a otras formas de sindicalismo en donde el secretariado define las acciones de las bases&ndash;, y cualquier desv&iacute;o se traduce en su revocaci&oacute;n e inmediato reemplazo.<br /> (4) Otro de los principios constitutivos del anarcosindicalismo es el apoliticismo. En tanto que la clase obrera participa ella misma en la b&uacute;squeda de concretar sus intereses y reivindicaciones (tal como se plante&oacute; en la 1&deg; Internacional: &ldquo;la emancipaci&oacute;n de los trabajadores ser&aacute; obra de los trabajadores mismos&rdquo;), no apoya ni permite alianzas con ning&uacute;n partido pol&iacute;tico, sea este de izquierda o de derecha. Para los anarquistas, los &ldquo;pol&iacute;ticos&rdquo; e intelectuales son elementos ajenos a la clase trabajadora, los cuales tienden a manipular a los sindicatos en funci&oacute;n de sus propios intereses.<br /> (5) Ver Barcelli, Agust&iacute;n (1976). Medio siglo de luchas sindicales revolucionarias en Bolivia (1905-1955). La Paz: Editorial del Estado y Lora, Guillermo (1970). Historia del Movimiento Obrero Boliviano, Tomo III. La Paz: Editorial Los Amigos del Libro.<br /> (6) La categor&iacute;a de &ldquo;trabajador artesanal&rdquo; o &ldquo;artesano&rdquo; (definida a continuaci&oacute;n), engloba tanto a los &ldquo;maestros artesanos&rdquo; como a los &ldquo;operarios&rdquo; o &ldquo;aprendices&rdquo;.<br /> (7) Entendemos por &ldquo;maestros artesanos&rdquo; a aquellos trabajadores artesanales, due&ntilde;os de un peque&ntilde;o taller, en el que eran empleados &ldquo;operarios&rdquo; (o &ldquo;aprendices&rdquo;). Estos, aprend&iacute;an el oficio de los primeros y eventualmente (si las condiciones econ&oacute;micas se lo permit&iacute;an) abr&iacute;an su propio taller. Esta categorizaci&oacute;n es posible verla con claridad en el gremio de los sastres, aunque aparece tambi&eacute;n en el caso de los alba&ntilde;iles y los carpinteros.<br /> (8) Tomado la definici&oacute;n marxista, entendemos por &ldquo;trabajador&rdquo;, &ldquo;obrero&rdquo; o &ldquo;proletario&rdquo; a aquel sector de la sociedad, obligado por sus condiciones materiales de existencia (la no posesi&oacute;n de los medios de producci&oacute;n) a vender su fuerza de trabajo al sector poseedor de aquellos, es decir, a los capitalistas. En este sentido, la diferencia esencial entre un &ldquo;artesano&rdquo; y un &ldquo;trabajador&rdquo;, &ldquo;obrero&rdquo; o &ldquo;proletario&rdquo; reside en la posesi&oacute;n o no de los medios de producci&oacute;n, lo cual determina la compulsi&oacute;n econ&oacute;mica del trabajador a vender en el mercado la mercanc&iacute;a fuerza de trabajo. En el caso particular de Bolivia, teniendo en cuenta la caracterizaci&oacute;n de su formaci&oacute;n econ&oacute;mico &ndash; social, se puede encontrar a este sector en las minas, en las peque&ntilde;as industrias urbanas y en las maestranzas.<br /> (9) Por eso, los miembros del Sindicato Central de Alba&ntilde;iles, procedieron en un primer momento (durante la entrevista) a autodenominarse &lsquo;maestros&rsquo; (&ldquo;&hellip;como La Paz era chiquita, los maestros nos conoc&iacute;amos nom&aacute;s (&hellip;). Los buenos maestros &eacute;ramos contados&hellip;&rdquo;), y luego, al hablar de los abusos a los que diariamente estaban sometidos, pasaron a referirse a ellos mismos como &lsquo;obreros&rsquo; (&ldquo;los se&ntilde;ores gamonales de aquella &eacute;poca siempre eran abusivos con los obreros, en cada casa que se entraba a trabajar, lo que los due&ntilde;os quer&iacute;an nos pagaban (&hellip;), no hab&iacute;a a quien quejarse (&hellip;). Hab&iacute;a que trabajar de seis a seis y m&aacute;s antes, de seis de la ma&ntilde;ana a ocho de la noche. (&hellip;) No hab&iacute;a cemento, se trabajaba con cal y nuestras manos se part&iacute;an, y as&iacute; ten&iacute;amos que trabajar. Todos &eacute;ramos como asalariados, jornaleros, no nos dejaban descansar ni horas completas, nos hac&iacute;an perseguir con capataces&hellip;&rdquo;). Entrevistas colectivas al Sindicato Central de Constructores, La Paz, 17-II-1986; 12-III-1986; 18-III-1986 y 25-IV-1986 (Lehm &ndash; Rivera Cusicanqui; 1988).<br /> (10) &ldquo;&hellip;Tanto obreros como artesanos est&aacute;n confundidos por la prepotencia del que tiene dinero, y esa humillaci&oacute;n es la que hace precisamente que est&eacute;n unidos, por su dignidad misma, porque se creen tan capaces como aquel que tiene dinero y dirige&hellip;&rdquo; Entrevistas colectivas (JC, MM, JN, TP, LR), La Paz, 12-VI-1986; 28-VI-1986; 18-X-1986; 26-XI-1986; 14-II-1987; 14-III-1987; 28-III-1987; 22-IV-1987 y 22-VII-1987 (Lehm &ndash; Rivera Cusicanqui; 1988).<br /> (11) &ldquo;&hellip;Por eso luchan [artesanos y obreros]&hellip; Por la dignidad del que trabaja.&rdquo; Ib&iacute;dem.<br /> (12) &ldquo;Al artesano, por lo general, se le presentan momentos oportunos en que puede ganarse, que le puede rendir bien y hay momentos en que le ha dejado de rendir su trabajo, y entonces est&aacute; sujeto a la misma contingencia del operario.&rdquo; Ib&iacute;dem.<br /> (13) &ldquo;Ese artesano (&hellip;) sabe que lo que gana el operario no le alcanza, eso lo sabe en carne propia; porque el maestrito, hasta hacerse maestrito, tambi&eacute;n ha salido de ah&iacute; para ser maestro.&rdquo; Ib&iacute;dem.<br /> (14) Para los anarquistas, la acci&oacute;n directa (que comprende: sabotajes, atentados, rebeliones, alzamientos populares, huelgas generales, etc.) constituye la principal v&iacute;a para alcanzar su horizonte revolucionario; por ello, en funci&oacute;n de su impronta antiestatista, el voto o la participaci&oacute;n electoral no es de ning&uacute;n modo viable.<br /> (15) &ldquo;&hellip; &iquest;Qu&eacute; creer&aacute; la gente tonta?: &ndash; &iexcl;No hay que meterse con &eacute;stos [anarquistas argentinos], son peligrosos! Te van a hablar de las ideas libertarias, te van a decir que vas a hacer esto, o esto (&hellip;) &ndash; &iexcl;No! Solamente el hombre adquiere esas ideas porque son para &eacute;l posibles de conocer (&hellip;) En mi caso, a m&iacute; nadie me ha ense&ntilde;ado, yo he aprendido del trabajo, con los compa&ntilde;eros obreros, con los maestros. Pasaba una y otra injusticia y ellos empezaban a discutir en el trabajo&rdquo; Entrevista a Santiago Ordo&ntilde;ez, Op. Cit.<br /> (16) En todos los mercados, la Maestra mayor hac&iacute;a las veces de intermediadora entre las autoridades y las vendedoras, a partir de lo cual perjudicaba a estas &uacute;ltimas.<br /> (17) &ldquo;&hellip;No se da cuenta el gobierno, el estado, los agentes del capitalismo que est&aacute;n mandando gente de cultura revolucionaria (&hellip;) que llevan las ideas a donde ni siquiera saben leer ni escribir. [Por eso] (&hellip;) el gobierno mismo se est&aacute; encargando para hacer propaganda revolucionaria donde ni siquiera leen los peri&oacute;dicos.&rdquo; Entrevista a Teodoro Pe&ntilde;aloza, La Paz, 16-VIII-1986 (Lehm &ndash; Rivera Cusicanqui; 1988).<br /> (18) &ldquo;&hellip;Una red de activistas (&hellip;) desat&oacute; una ola de explosiones y tiroteos cerca del cuartel de Miraflores y otras zonas de La Paz, en una confusa y oscura acci&oacute;n durante la noche del 11 de febrero [de 1931]. Este acto subversivo fracas&oacute; y hubieron varios detenidos, pero la conspiraci&oacute;n continu&oacute; desarroll&aacute;ndose subterr&aacute;neamente: la madrugada del 11 de septiembre miembros armados de la FOL, utilizando un autom&oacute;vil, intentaron asaltar el cuartel de Miraflores con la ayuda de una parte del regimiento Colorados que se amotin&oacute; (&hellip;). El cuartel fue convulsionado por los conscriptos rebeldes quienes despu&eacute;s de ocasionar la muerte de un subteniente se lanzaron al ataque de la comisar&iacute;a seccional de la polic&iacute;a de Miraflores. (&hellip;) Otra vez el resultado de la acci&oacute;n fue la detenci&oacute;n de varias personas&hellip;&rdquo; (Rodr&iacute;guez Garc&iacute;a; 2006)<br /> (19) El anarquismo es una doctrina internacionalista, en el sentido que considera que los trabajadores de todo el mundo sufren iguales condiciones de explotaci&oacute;n y por lo tanto deben unirse en sus luchas. Las fronteras nacionales son planteadas por dicha doctrina como una creaci&oacute;n arbitraria de la burgues&iacute;a para mantener a los trabajadores sojuzgados. Por eso, la revoluci&oacute;n social, antes que ser nacional, debe comprenderse como un proceso de la clase obrera mundial.<br /> (20) En &eacute;l, el Presidente Gualberto Villarroel decret&oacute; la abolici&oacute;n del ponguaje, mitanaje y colonato, dejando intacta la cuesti&oacute;n de la redistribuci&oacute;n de la tierra a los ind&iacute;genas.<br /> (21) La Federaci&oacute;n de Inquilinos; la Uni&oacute;n Sindical de Trabajadores de Madera; el Sindicato de Trabajadores Christian Nielsen; los sindicatos de trabajadores en cuero (de Curtiembre &ldquo;El Inca&rdquo;), mosaico y m&aacute;rmoles y de hospitales; la FAD y la FOL, que contaban ellas mismas con numerosos sindicatos.<br /> (22) El MNR se form&oacute; en la d&eacute;cada del cuarenta. Ideol&oacute;gicamente se lo puede definir como un &ldquo;nacionalismo de izquierda&rdquo;. Durante esa d&eacute;cada, fue ganando influencia entre los sectores medios y gran parte de los trabajadores mineros y campesinos, como consecuencia de la rotura del modelo olig&aacute;rquico-liberal de participaci&oacute;n pol&iacute;tica y ciudadana en el per&iacute;odo de posguerra.</p> <p><strong>Bibliograf&iacute;a consultada:<br /> Barcelli, Agust&iacute;n</strong> (1976). <em>Medio siglo de luchas sindicales revolucionarias en Bolivia (1905-1955)</em>. La Paz: Editorial del Estado.<br /> <strong>Cappelletti, Angel</strong> (1990). &ldquo;El anarconsindicalismo en Bolivia&rdquo;. En <em>Hechos y figuras del Anarquismo Hispanoamericano</em> (138 p&aacute;ginas). Madrid: Ediciones Madre Tierra.<br /> <strong>Dibbits, Ineke; Peredo, Elizabeth; Volgger, Ruth; Wadsworth, Cecilia</strong> (1989). <em>Polleras libertarias. Federaci&oacute;n Obrera Femenina (1927 &ndash; 1965).</em> La Paz: Tahipamu/Hisbol.<br /> <strong>Lehm, Zulema; Rivera Cusicanqui, Silvia</strong> (1988). <em>Los artesanos libertarios y la &eacute;tica del trabajo.</em> La Paz: Ediciones del THOA.<br /> <strong>Lora, Guillermo</strong> (1969). <em>Historia del Movimiento Obrero Boliviano</em>, Tomo II. La Paz: Editorial Los Amigos del Libro.<br /> <strong>Lora, Guillermo</strong> (1970). <em>Historia del Movimiento Obrero Boliviano</em>, Tomo III. La Paz: Editorial Los Amigos del Libro.<br /> <strong>Lora, Guillermo</strong> (1980). <em>Historia del Movimiento Obrero Boliviano</em>, Tomo IV. La Paz: Editorial Los Amigos del Libro.<br /> <strong>Lorini, Irma</strong> (1994). <em>El movimiento socialista &ldquo;embrionario&rdquo; en Bolivia 1920-1939. Entre nuevas ideas y residuos de la sociedad tradicional</em>. La Paz: Editorial Los Amigos del Libro.<br /> <strong>Mires, Fernando</strong> (2005). <em>La rebeli&oacute;n permanente</em>. M&eacute;xico: Siglo XXI.<br /> <strong>Rodr&iacute;guez Garc&iacute;a, Hu&aacute;scar</strong> (2006). <em>El anarcosindicalismo en el movimiento obrero boliviano</em> (1912 &ndash; 1964). Disertaci&oacute;n no publicada. Universidad Mayor de San Sim&oacute;n. Cochabamba.</p> <p><strong>Fuentes:</strong><br /> -Entrevistas extra&iacute;das de Lehm, Zulema; Rivera Cusicanqui, Silvia (1988). Los artesanos libertarios y la &eacute;tica del trabajo. La Paz: Ediciones del THOA.<br /> Entrevista a Santiago Ordo&ntilde;ez, Cochabamba, 17-VIII-1986 y 21-I-1987.<br /> Entrevista a Max Mendoza, La Paz, 13-VIII-1986.<br /> Entrevista a Jos&eacute; Clavijo, La Paz, 4-XII-1985; 16-XII-1985; 2-I-1986; 2-V-1987 y 23-V-1987.<br /> Entrevista a Teodoro Pe&ntilde;aloza, La Paz, 16-VIII-1986.<br /> Entrevista a Petronila Infantes, La Paz, 4-X-1985.<br /> Entrevistas a Jos&eacute; Clavijo, La Paz, 11-III-1986 y 2-V-1987 y Desiderio Osuna, La Paz, 5-X-1985 y 2-XII-1985.<br /> Entrevistas colectivas al Sindicato Central de Constructores, La Paz, 17-II-1986; 12-III-1986; 18III-1986 y 25-IV-1986.<br /> Entrevistas colectivas a Jos&eacute; Clavijo, Max Mendoza, Juan Dios de Nieto, Teodoro Pe&ntilde;aloza, Lisandro Rodas, La Paz, 29-X-1986; 14-III-1987; 28-III-1987 y 22-IV-1987.<br /> Entrevistas colectivas (JC, MM, JN, TP, LR), La Paz, 12-VI-1986; 28-VI-1986; 18-X-1986; 26-XI1986; 14-II-1987; 14-III-1987; 28-III-1987; 22-IV-1987 y 22-VII.1987.<br /> - Notas extra&iacute;das de la publicaci&oacute;n anarquista &ldquo;La Antorcha&rdquo;, Buenos Aires, Argentina.<br /> &ldquo;La represi&oacute;n en Am&eacute;rica. La tragedia de Unc&iacute;a&rdquo;, publicaci&oacute;n anarquista &ldquo;La Antorcha&rdquo;, N&deg;100, 5 de octubre de 1923, Buenos Aires, Argentina.<br /> &ldquo;La tragedia de Unc&iacute;a. Manifiesto al proletariado de Bolivia&rdquo;, publicaci&oacute;n anarquista &ldquo;La Antorcha&rdquo;, N&deg;136, 20 de junio de 1924, Buenos Aires, Argentina.<br /> &ldquo;Bolivia. La celebraci&oacute;n de su Centenario. Prisiones, deportaciones y clausura de escuelas&rdquo;, publicaci&oacute;n anarquista &ldquo;La Antorcha&rdquo;, N&ordm; 175, 28 de Agosto de 1925, Buenos Aires, Argentina.<br /> &ldquo;De la &lsquo;Tiran&iacute;a&rsquo; de Saavedra a la &lsquo;Democracia&rsquo; de Siles. El terror contin&uacute;a&rdquo;, publicaci&oacute;n anarquista<br /> &ldquo;La Antorcha&rdquo;, N&ordm; 221, 6 de Septiembre de 1926, Buenos Aires, Argentina.<br /> Publicaci&oacute;n anarquista &ldquo;La Antorcha&rdquo;, N&ordm; 228, 3 de Diciembre de 1926, Buenos Aires, Argentina. &ldquo;El movimiento de los ind&iacute;genas&rdquo;, publicaci&oacute;n anarquista &ldquo;La Antorcha&rdquo;, N&ordm; 251, 2 de Septiembre de 1927, Buenos Aires, Argentina.</p> <p> Autora: <em>Ivanna Margarucci</em> &ndash; <a href="mailto:ivannita77@hotmail.com">ivannita77@hotmail.com</a></p> <p>Publicado en: <em>(de)Construir - Pensmiento Libertario Perif&eacute;rico</em>, N&deg;1, Buenos Aires.</p> <p>&nbsp;</p> http://estrecho.indymedia.org/general/noticia/experiencia-anarquista-movimiento-obrero-boliviano#comments General Bolivia movimiento obrero sindicalismo historia Sun, 03 Jan 2010 13:26:47 +0000 791 at http://estrecho.indymedia.org