Indymedia Estrecho / Madiaq - mayo http://estrecho.indymedia.org/taxonomy/term/2422/0 es PRIMERO DE MAYO MANCHADO DE SANGRE DEL PUEBLO LIBIO, O SOCIOLOGÍA DE LA VERGÜENZA http://estrecho.indymedia.org/general/noticia/primero-mayo-manchado-sangre-del-pueblo-libio-o-sociologia-vergueenza <p> <span>&nbsp;</span></p> <p align="center" class="MsoNormal"> <b>&nbsp;Verg&uuml;enza para la socialdemocracia, para los sindicatos, para su revisionista comparsa de seguidistas llena-plazas</b></p> <p class="MsoNormal"> &nbsp;</p> <p class="MsoNormal"> &nbsp;</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span><b>De Zapatero el Sembrador de horrores a&eacute;reos. De sus aduladores ri&eacute;ndole la gracia</b></p> <p class="MsoNormal"> &nbsp;</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>No voy a hablar de los &ldquo;m&eacute;ritos&rdquo; hechos por Zapatero durante la legislatura y que han acabado por situarle &ldquo;a pie de horca&rdquo;, forzando &ldquo;su&rdquo; no candidatura. El hecho, reconocido hasta en los c&iacute;rculos &ldquo;hist&oacute;ricos&rdquo; del PSOE, y muy a pesar del fanatismo zapatenero profesado por el Padrino Bot&iacute;n y su 614% de aumento de beneficios desde 2003, es la quemaz&oacute;n p&uacute;blica de quien ha ido programando con celeridad la &ldquo;externalizaci&oacute;n&rdquo; social de la crisis capitalista. Esta traslaci&oacute;n es paso necesario hacia la re-activaci&oacute;n de inversiones en Capital Constante (I+D, apertura de Unidades de producci&oacute;n, adquisici&oacute;n de tecnolog&iacute;a industrial, producci&oacute;n de maquinaria...), y hacia el mantenimiento en la brecha por parte de las potencias y monopolios que, desde &ldquo;dentro&rdquo; y desde &ldquo;afuera&rdquo;, ordenan lugar y funciones al eslab&oacute;n espa&ntilde;ol en la compleja cadena internacional del imperialismo.</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>En efecto, quien m&aacute;s y quien menos tiene en mente las &ldquo;reformas&rdquo;, dispositivos jur&iacute;dicos, ventas, &ldquo;liberaci&oacute;n de funciones p&uacute;blicas&rdquo;, decretos y recaudaciones, a trav&eacute;s de los que el actual gobierno del Capital no ha podido m&aacute;s que ir lesionando -y sensiblemente-, no s&oacute;lo a los pisoteados de costumbre, sino esta vez a tantos sectores, colegios profesionales y corporaciones de intereses dotadas de poder medi&aacute;tico, estatal, encuadratorio y movilizador para procurarse su defensa.</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Y, en medio de este panorama..., los aldabones duros de la cadena imperialista &iexcl;que se disponen a seguir &ldquo;externalizando&rdquo;!, esta vez golpeando con asesina insistencia al p&oacute;rtico libio, no suficientemente &ldquo;abierto&rdquo;. Y el Estado espa&ntilde;ol con ellos, silbando como ferviente monaguillo, entona la letan&iacute;a de la secta y sus &ldquo;razones&rdquo;. Geopol&iacute;tica, exportaci&oacute;n de capitales, cr&eacute;ditos de reconstrucci&oacute;n, sionismo y chinizaci&oacute;n africana al margen, las matem&aacute;ticas dan la se&ntilde;a de los prop&oacute;sitos. Sencillo c&aacute;lculo de ahorro en Capital Circulante (petr&oacute;leo y gas en este caso) que reanimar&aacute; la Ecuaci&oacute;n de la Tasa de ganancia, ahora carente de atractivo para la re-inversi&oacute;n, es decir, para la continuidad del Capital en el ejercicio de sus funciones productivas, verdadero epicentro agitativo de toda la espiral de crisis.</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>En este mismo sentido, el otro gran paso para restituirle el atractivo a la Ecuaci&oacute;n, y que ahora el imperialismo est&aacute; dando en Libia, consiste en avanzar all&iacute; en la incesante fragmentaci&oacute;n de procesos productivos. La saturaci&oacute;n industrial de Capital Constante y la consecuente sobre-acumulaci&oacute;n de &eacute;ste, que atentan contra una Tasa de ganancia apetecible como est&iacute;mulo para seguir haciendo girar la rueda, son as&iacute; paliadas de nuevo con la sencilla e &ldquo;incolora&rdquo; matem&aacute;tica, carnicer&iacute;a mediante: exportar, en el futuro, tramos de procesos y colocar en Libia esas maquinaria, instalaciones, nano-tecnolog&iacute;a... en <i>stock</i>, amarrando a ella poblaci&oacute;n ahora tribal, peque&ntilde;o-propietaria o gentilicia. Y as&iacute; incrementando la masa de plusval&iacute;a y, por ende, la Tasa de ganancia, previa &ldquo;liberaci&oacute;n&rdquo; respecto de unas estructuras &ldquo;aut&oacute;ctonas&rdquo; que obstruyen esa libre disposici&oacute;n de Fuerza de Trabajo. &ldquo;Bienvenidos al proletariado&rdquo;, deber&iacute;an garabatear los matarifes en las bombas irradiadas con uranio que cargan al dep&oacute;sito, si pudieran ser conscientes del sentido objetivo de sus misiones a&eacute;reas.</p> <p class="MsoNormal"> &nbsp;</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>As&iacute; que la cadena imperialista se aprieta, una vez m&aacute;s, contra el cuello de un pueblo hasta desangrarlo con prodigidad, cuando todav&iacute;a queda fresco en la memoria el sangriento cuadro irak&iacute; y su recogida socialdem&oacute;crata de r&eacute;ditos, gota a gota, con todo su desfile ciudadano y con toda su indignada esceneograf&iacute;a art&iacute;stico-cultural, exigi&eacute;ndole democr&aacute;ticamente paz a la democracia -Reina Madre de todas las mayores carnicer&iacute;as. Igual que Aznar hab&iacute;a trabajado en aquel momento para el <i>quid pro quo</i> que marcan las potencias dominantes en esto de prospectar y ahondar la capitalizaci&oacute;n del mundo en todas sus facetas y orograf&iacute;as (entre la vieja CEPSA y REPSOL hab&iacute;an acaudalado finalmente una cuota del 20% en la explotaci&oacute;n del petr&oacute;leo irak&iacute;), ahora Zapatero defiende, defendiendo a los amos del uso de petr&oacute;leo como Factor de Producci&oacute;n y como respaldo monetario, el negocio de REPSOL en las relaciones mercantiles que la empresa mantiene con esos dem&aacute;s sectores del Capital. No en vano, ese monopolio explica buena parte del dato de negocio espa&ntilde;ol en Libia, el tercero mundial en volumen. Y es que cada &ldquo;comit&eacute; de administraci&oacute;n de los asuntos comunes&rdquo; que afectan a los monopolios nacionales, no puede quedarse <i>atr&aacute;s</i>, re-editando, a la escala hist&oacute;rica que corresponde, la Constante capitalista de competencia inter-empresarial.</p> <p class="MsoNormal"> &nbsp;</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>En este punto, y manifiesta la contradicci&oacute;n entre el canon social dominante -el pacifismo- y su viejo adalid Zapatero, ahora tan partidario de darle a &ldquo;la violencia en la historia&rdquo; su particular papel capitalista, mientras demoniza e ilegaliza a otros por lo que seg&uacute;n &eacute;l es &ldquo;contradecir el principio de ilegitimidad de la violencia para hacer valer razones y para tomar parte en procesos de contencioso pol&iacute;tico&rdquo;...; en este punto, pod&iacute;a haberse pensado que los sindicatos correr&iacute;an a aprovechar su ocasi&oacute;n de oro para recuperar al menos parte de los intereses y <i>status</i> -suyos propios y del segmento socio-profesional y administrativo representados- que han sido lesionados por aquellas medidas y recortes que los afectaron directamente. &iexcl;Qu&eacute; &ldquo;coyuntura&rdquo; tan <i>oportuna</i>!, &eacute;sta del gobierno cuadr&aacute;ndose ante el que toque -Berlusconi-AGGIPP, Sarkozy y su rapidez de reflejos para adelantarse a Obama, Cameron-BP...-, para ponerse detr&aacute;s de Zapatero y de su partido y decirles que se les da el empujoncito que les falta y se les lanza al vac&iacute;o de la indigencia electoral a menos que... &iexcl;Aunque fuera por &ldquo;ego&iacute;sta&rdquo; corporativismo, pod&iacute;a pensarse que las direcciones sindicales, invocando el recordatorio inoportuno de &ldquo;No a la guerra&rdquo;, pondr&iacute;an sus barrigas a saltar sobre la cuerda floja de desprestigio donde el gobierno se tambalea!: &ldquo;movilizando bases y desde la tribuna period&iacute;stica&rdquo;, coqueteando con los sectores cr&iacute;ticos, convocando a la &ldquo;red de sociedad civil&rdquo;, a los &ldquo;movimientos sociales&rdquo; y esplais sindicales de menores...</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Pero no: salen a la palestra M&eacute;ndez y Toxo -junto con la cutre, vanidosa, idealizadora social e hiper-sobre-valorada cartelera de cine, musiquilla y performance varia mantenida <i>in vitro</i> a golpe de talonario ministerial-, y salen a esgrimir que bombardear a los libios es &ldquo;un mal menor&rdquo;, siendo deber de todo dem&oacute;crata aplaudir. Pulverizar deliberadamente hospitales, demoler desde el aire infraestructuras para ganar con su posterior reconstrucci&oacute;n y para impedir el tr&aacute;nsito econ&oacute;mico y de subsistencias, programar el exterminio a explosiones de decenas de miles de libios y de ingenieros chinos que son Fuerza de Trabajo en manos de la competencia china (en un pa&iacute;s que cuenta con poco m&aacute;s de cinco millones de habitantes), irradiar con uranio los campos, las aguas, el aire, las madres y los embriones... &iexcl;Un mal menor!. &iquest;Para qui&eacute;n?.</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Ser&aacute; que, haci&eacute;ndose sus cuentas, los sindicatos ven que Zapatero es un mal menor con arreglo a lo que puede ven&iacute;rseles encima de ganar la otra gran fracci&oacute;n de la clase dominante espa&ntilde;ola y su marca electoral liderada por Rajoy. As&iacute; que, piensan, toca ser pacientes y sacrificar la hip&oacute;tesis de ponerse pesados en la reivindicaci&oacute;n de las condiciones fastidiadas por el actual gobierno. Porque el inmediatismo y la avaricia rompen el saco, y no sea que, de a&ntilde;adir m&aacute;s le&ntilde;a al fuego..., se presente en Moncloa un &ldquo;punto de no-retorno&rdquo;, y adem&aacute;s por mayor&iacute;a c&oacute;moda. Toca callar, entonces. &iexcl;Qu&eacute; callar!; alabar por este acto de humanitaria caridad con el pueblo de libia, donde, seg&uacute;n las idiotas declaraciones del propio Zapatero, inevitablemente habr&aacute; que seguir bombardeando hasta que el r&eacute;gimen abandone el poder, mediante una &ldquo;intervenci&oacute;n&rdquo; cuyo objetivo -y ha recalcado el l&iacute;der socialdem&oacute;crata- &ldquo;no es ni pasa por derrocar a Gaddaffi&rdquo;.</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Los sindicatos deben de hacer sus c&aacute;balas, pensando que ya se les devolver&aacute; el favor y que, en cualquier caso, la opci&oacute;n socialdem&oacute;crata les garantiza firmes posibilidades de reponer sus condiciones y las de aquella fracci&oacute;n de trabajadores asalariados a quienes verdaderamente defienden desde el di&aacute;logo social y los mecanismos trilaterales -patronales-ejecutivo-sindicatos- de &ldquo;civilizado&rdquo; cauce de las luchas dom&eacute;sticas de clases; mientras otra parte del proletariado se hunde cada vez m&aacute;s, y &eacute;ste s&iacute; irreversible dentro del marco actual, en la miseria de &ldquo;vida&rdquo; que el compromiso &ldquo;social&rdquo; de los sindicatos le co-programa y le co-sentencia. &ldquo;Cuando &lt;&lt;la Econom&iacute;a&gt;&gt; se re-haga de la crisis de rentabilidad de inversiones, que entorpece el desarrollo, la innovaci&oacute;n, la puesta a funcionar y la compra industrial, de Capital Constante, y as&iacute; la re-edici&oacute;n del ciclo D-M-D&#39;,<span>&nbsp; </span>entonces, del nuevo suculento pastel en cocci&oacute;n, &iexcl;habr&aacute; para todos (nosotros)!&rdquo;: esto piensan los pol&iacute;ticos sindicalistas. &ldquo;Algunas concesiones de las que hemos hecho en &lt;&lt;vacas flacas&gt;&gt; ser&aacute;n derogables, y el statu quo pre-cr&iacute;tico reconquistable. Pero para ello hay que contar con la fortaleza de vectores &uacute;ltimamente amigos, incluso si hubiera de ser desde la oposici&oacute;n&rdquo;.</p> <p class="MsoNormal"> &nbsp;</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Por otra parte, los sindicatos conocen bien los or&iacute;genes hist&oacute;ricos y econ&oacute;micos de su cualidad como vector de intereses en lucha contra otros, dentro del complejo haz contradictorio que trata de alinear, a un lado o a otro, a los productos de esa misma Econom&iacute;a cuyos par&aacute;metros b&aacute;sicos, por lo mismo, ese haz ha de cumplir la misi&oacute;n de apuntalar. A todo ello contribuye el sindicato desde su sistema particular de equilibrio entre funciones (para el segmento social que abandera) y contra-funciones (para la totalidad capitalista nacional y de Estado a la que ese segmento presiona y trata de forzar a trav&eacute;s del sindicalismo). Aquellos or&iacute;genes hist&oacute;ricos y econ&oacute;micos resultan coincidir con las condiciones permisivas de su permanencia actual como posici&oacute;n y como situaci&oacute;n de clase (o de capa dentro de una clase en el sentido estrecho de propiedad formal sobre los factores econ&oacute;micos, pero en substancia contrapuesta a la clase y antag&oacute;nica a ella tanto en la dimensi&oacute;n<span>&nbsp;&nbsp; </span>&ldquo;inmediata&rdquo; como, m&aacute;s profundamente, en la dimensi&oacute;n hist&oacute;rica). Hablamos de la prosecuci&oacute;n de la opresi&oacute;n imperialista, horma del zapato del revisionismo y de su teor&iacute;a de evoluci&oacute;n pac&iacute;fica hacia el Bienestar &ldquo;socialista&rdquo; desde la conquista del dominio jur&iacute;dico y legislativo de Estado, tanto como desde el dominio administrativo de &ldquo;la riqueza&rdquo; (&iexcl;del Capital!). As&iacute; que la madre del cordero -parias de la tierra, fam&eacute;lica legi&oacute;n- debe seguir siendo degollada y el plato colocado bajo la yugular, que esas son las aut&eacute;nticas bases -junto con el incremento de plusval&iacute;a relativa- de tanto progreso en las condiciones, de tanta llamada &ldquo;conquista del movimiento obrero&rdquo; y de la dulce humanizaci&oacute;n del capitalismo que gozan unos cuantos y defienden otros tantos. A Libia, y hacia donde haga falta: &iexcl;y arda Roma con Santiago!.</p> <p class="MsoNormal"> &nbsp;</p> <p class="MsoNormal"> &nbsp;</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span><b>El Ser estatal de los sindicatos: &iquest;traici&oacute;n burocr&aacute;tica a las bases obreras, o reflejo institucional de la conciliaci&oacute;n de ciertas capas asalariadas bajo el sucio paraguas del Estado imperialista?</b></p> <p class="MsoNormal"> &nbsp;</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Y en &eacute;stas llegamos a v&iacute;speras del 1&ordm; de Mayo este a&ntilde;o. Los comunistas, tanto como los proletarios y capas populares en general, debemos preguntarnos por nuestros principios. Y si es cierto que la historia, y nuestra perspectiva hist&oacute;rica objetiva de Partido -tendente a restituir el inextinguible proceso de humanizaci&oacute;n gen&eacute;rica negando la negaci&oacute;n que el ser proletario encarna-, nos forja principios, <i>consecuentemente</i> debemos ser rotundos en negarnos, de entrada, <i>de principio</i>, sin entrar siquiera en disquisiciones estrat&eacute;gicas (&iexcl;cuyo an&aacute;lisis favorecer&iacute;a tambi&eacute;n nuestro No!), a participar en las manifestaciones <i>de segmento</i> que los sindicatos convocan para este d&iacute;a. No volvamos a ser, tropezando tantas veces en la misma piedra, la comparsa humana que engrosa sus estad&iacute;sticas so excusa de que &ldquo;all&iacute; est&aacute; la clase y all&iacute; hay que ir pues&rdquo;. &iquest;Qu&eacute; clase?. &iexcl;No la nuestra!. &iquest;Acaso qu&eacute; fragmentos de &ldquo;la clase&rdquo; formal componen el grueso de los cuadros sindicales y de los beneficiarios de carnet -&rdquo;&iexcl;de base!&rdquo;- que nutren esos actos?. &iquest;Son parte del proletariado hoy, o se le oponen, tanto por su posici&oacute;n e intereses como por su perspectiva subjetiva y por su necesidad objetiva de que les funcione este sistema? (&iexcl;de que les funcione mejor si les cabe y mediante su lucha!). </p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>La cuesti&oacute;n de los sindicatos y de su actividad, &iquest;es una cuesti&oacute;n, tal y como la &ldquo;diagnostica&rdquo; el idealismo, de &ldquo;traici&oacute;n&rdquo; y &ldquo;manipulaci&oacute;n&rdquo; de bases por &eacute;lites, direcciones, burocracias y l&iacute;deres?. &iquest;Est&aacute;n los adscritos y los partidarios que los secundan activamente, sumidos en la mistificaci&oacute;n y la falsa consciencia?. &iquest;O son, los sindicatos, el plano pol&iacute;tico-organizativo para esa aut&eacute;ntica consciencia de clase propia de aquellos segmentos, corporaciones, Colegios, <i>lobbies</i> y profesiones que as&iacute; se a&uacute;nan como fuerza tomando por l&uacute;cido nexo b&aacute;sico aquello que tienen de com&uacute;n defensa?. El proletariado; aqu&eacute;l de las periferias, las conurbaciones, el infra-habitaje vertical, los barrios des-infraestructurados, la exclusi&oacute;n, la reificaci&oacute;n de los ni&ntilde;os en las instituciones que les ense&ntilde;an y preparan para el &ldquo;fracaso escolar&rdquo;, las doce horas en cadenas de &ldquo;la nueva econom&iacute;a&rdquo;..., &iquest;est&aacute; all&iacute;?. Pero m&aacute;s importante a&uacute;n: &iquest;podr&iacute;a estarlo sin perder su esp&iacute;ritu de potencialidad como agente de cambio radical?. Los sindicatos, &iquest;se vuelven &ldquo;traidores&rdquo; porque son subvencionados? (visiones subjetivistas, conspiratorias, maquiav&eacute;licas, idealistas, nihilistas, anarquistas, sindicalistas...). &iquest;O reciben subvenciones en tanto que deben auto-mantenerse como pieza representativa de intereses diferenciales dentro de una armon&iacute;a sist&eacute;mica de Estado y, m&aacute;s profundamente en cuanto a nivel de realidad, dentro de una armon&iacute;a sist&eacute;mica inter-clases que marca el car&aacute;cter de clase del Estado?.</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Se trata, en &uacute;ltima instancia, de discernir entre la &ldquo;hip&oacute;tesis&rdquo; idealista y la materialista. Seg&uacute;n aquella primera, los sindicatos pasan, en cierto momento de la historia, a formar parte de una conflagraci&oacute;n estatal que, por medio de la comedia y el circo, manipula y paraliza al proletariado en una farsa de pseudo-luchas. En calidad de dispositivo puramente &ldquo;del Capital&rdquo; -abstracto de sus fracciones y contradicciones- y orquestado por &eacute;ste para &ldquo;enga&ntilde;ar&rdquo;, los sindicatos estar&iacute;an bien nutridos y armados para &ldquo;la mistificaci&oacute;n de masas&rdquo;, y, a partir de esas cajas de resonancia puestas a su servicio, atesorar&iacute;an y ejercitar&iacute;an su potencia material como aparatos de encuadramiento.</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Trato como versi&oacute;n particular -aunque no aparte- dentro de ese marco &ldquo;te&oacute;rico&rdquo;, han de recibir las versiones m&aacute;s hiper-vulgares -y vulgarizadas-, que ponen el acento en el dato de la financiaci&oacute;n como si &eacute;ste fuera el <i>quid</i> del asunto, aludiendo a una tentaci&oacute;n pervertidora conformada por subvenciones que empezaron a recibirse tiempo ha, como si a ellas se debiera el presente alineamiento de fuerzas en que los sindicatos intervienen, y no al contrario. </p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Total: &ldquo;teor&iacute;as&rdquo; amasadas, en el fondo, desde el propio posibilismo de la ideolog&iacute;a sindicalista (desde dentro de los sindicatos o, las m&aacute;s de las veces, desde fuera; incluso entre comunistas). &ldquo;Teor&iacute;as&rdquo; que, por m&aacute;s que se auto-presenten como e incluso se crean furibundas anti-sindicalistas, abren la puerta al cometido de reconquista y reconstituci&oacute;n sindical, metodol&oacute;gica y estructural. Ello, al haber hecho cuadrar la cuesti&oacute;n, bien con el estereotipo de la corrupci&oacute;n, bien con una colosal mercadotecnia de entretenimiento al proletariado, que habr&iacute;a que des-velar y de la que desertar colectivamente para constituir &ldquo;unidad asamblearia&rdquo;.</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Pero aqu&iacute; la cuesti&oacute;n es: &iquest;cu&aacute;l es la base material del sindicato en lo que se refiere a su composici&oacute;n de clase y a las relaciones que refleja y desarrolla dentro de s&iacute;, y no ya en lo que se refiere a su car&aacute;cter de clase como organismo (que, no hay misterio alguno, sabemos que es car&aacute;cter no proletario)?. Haciendo abstracci&oacute;n de esa materia prima determinante, correremos hacia el sindicato para reconducirlo o &ldquo;destruirlo&rdquo;, supuestamente rescatando de entre sus garras al proletariado mani-atado, y ser&aacute; enarbolada la bandera de &ldquo;otros modos organizativos y de lucha&rdquo;, que nominalmente o incluso en los planos procedimental y decisorio no ser&aacute;n sindicatos. Pero que s&iacute; lo ser&aacute;n por su substancia tendente a integrarse en la matriz democr&aacute;tica de disputas de inter&eacute;s inter-clase y de su resoluci&oacute;n. Pues la variable demarcatoria de la inserci&oacute;n concreta en el plano pol&iacute;tico-ideol&oacute;gico es el cuerpo real, subyacente, de intereses materiales. Y, en su predominio, la base social que conforma y abastece al sindicalismo no es de <i>nuestra clase</i>; no es la clase del comunismo.</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Pudiera parecer lo contrario, a la falsa contra-luz de los cientos de miles de proletarios, que, por ejemplo en Espa&ntilde;a, nominalmente rellenan los datos de la afiliaci&oacute;n sindical, requisito que les es impuesto por &ldquo;las circunstancias&rdquo;: mayores (o m&iacute;nimas) posibilidades adaptativas en la empresa o de progresi&oacute;n en el trabajo; dobles-raseros de trato, desfavorecimiento y listas negras sindicales; cursos y formaci&oacute;n &uacute;nicamente para sindicados; perspectivas de salvarse frente a despidos; necesidad de pasar por el embudo sindical para poder plantear y defenderse de lo que sea bajo el chantaje totalitario de la &ldquo;democracia empresarial&rdquo; y sus comit&eacute;s; incluso presiones vertidas directamente desde el empresario en pro de sindicarse y quedar as&iacute;, por lo menos, civilizado como &ldquo;parte de intereses&rdquo; dentro de una supuesta &ldquo;comunidad laboral de empresa&rdquo;; etc. Pero toda esta cantidad de afiliaci&oacute;n proletaria &ldquo;rasa&rdquo; por miedo, por &ldquo;c&aacute;lculo de conveniencias&rdquo; o por imposici&oacute;n, t&aacute;cita o normativa, de empresa, no debe llevarnos a enga&ntilde;o: es una afiliaci&oacute;n formal, que no participa de &ldquo;la vida sindical&rdquo; ni de sus tejemanejes. Afiliaci&oacute;n sin substancia ni cualidad, reducida a servidumbre a la extorsi&oacute;n tributaria de las cuotas &ldquo;por la cuenta que trae&rdquo;.</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Es aqu&iacute; donde la hip&oacute;tesis alternativa materialista se revela clara &ldquo;como el agua cristalina; m&aacute;s clara que el azul radiante de una ma&ntilde;ana de verano&rdquo;: la implantaci&oacute;n social no la extrae el sindicato de su poder&iacute;o ideol&oacute;gico, sino que sus ramificaciones funcionales en tanto que guardi&aacute;n del orden a trav&eacute;s de su influencia sobre el proletariado (por lo dem&aacute;s, muy relativa y mermada hoy), las acopia y ejerce el sindicato a partir de su centralidad en el seno de las relaciones materiales dominantes, como fragmento social que es, m&aacute;s o menos amplio, de esa matriz compleja y contradictoria, donde interseccionan y coinciden dos realidades. 1&ordf;: el fondo social de clase (la &ldquo;Aristocracia&rdquo; obrera) que encuentra en el sindicato su artefacto de inter&eacute;s, y 2&ordf;: el polo dominante mismo de la matriz (el Capital monopolista de Estado), <i>quien</i> encuentra en el sindicato a su artefacto porque &eacute;ste es un interlocutor <i>reconocible</i> para &eacute;l. Y lo es, no fundamentalmente porque lo ablande o lo manipule, y ni mucho menos porque lo tomara &ldquo;a su servicio&rdquo; (aunque, puestos, el polo dominante en una relaci&oacute;n siempre est&aacute; en disposici&oacute;n de exigir sus contra-prestaciones). Sino porque el germen de clase configurador del fen&oacute;meno sindical en la &eacute;poca del Imperialismo -la &ldquo;Aristocracia&rdquo; obrera- est&aacute; realmente interesada -y no por enga&ntilde;o o mistificaci&oacute;n- en entenderse siempre con la abducci&oacute;n estatal-capitalista del producto social a escala planetaria y pelear, sobre esas bases, en la lucha por su distribuci&oacute;n, apropiaci&oacute;n e inversi&oacute;n contra Estado y Patronal. &iexcl;Pues la infraestructura econ&oacute;mica de su nacimiento y existencia en calidad de funci&oacute;n profesional y administrativa de Estado y de los monopolios empresariales, y, correlativamente, en calidad de posici&oacute;n social, no es otra que el Imperialismo!.</p> <p class="MsoNormal"> &nbsp;</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Desde el dogmatismo de &ldquo;El Proletariado&rdquo; -que lo considera a &eacute;ste all&aacute; en las alturas metaf&iacute;sicas, intocable, impermeable a la historia que &eacute;l produce a golpe de la plusval&iacute;a que se le extorsiona y que es acumulada y re-invertida-, se me acusar&aacute; de divisionista; de estar dividiendo a &ldquo;La Clase&rdquo;. Porque aquello que divide al proletariado no es la realidad, sino las palabras que designan a la realidad, &iquest;verdad, se&ntilde;ores idealistas?; &iquest;verdad, se&ntilde;ores demagogos?. &iquest;Pero los intereses concretos de qu&eacute; &ldquo;capa&rdquo; del proletariado <i>nominal</i> encubren ustedes tras su coartada de profesar una supuesta epistemolog&iacute;a de la unicidad del proletariado?. Qu&eacute;dense tranquilos, que a las preguntas del proletariado tendr&aacute;n un d&iacute;a que responder por su ch&aacute;chara interclasista de &ldquo;la clase trabajadora&rdquo;. &iquest;A qu&eacute; <i>clase</i> de <i>trabajadores </i>encubren ustedes, que quiere (des)aparecer in-distinta fusionada en &ldquo;La Clase&rdquo; para mejor gobernar al proletariado como masa num&eacute;rica en la calle desfilando tras sus esl&oacute;ganes, pancartas e intereses segmentarios?, o, m&aacute;s en concreto, &iquest;qui&eacute;nes son ustedes?. Hacen seguidismo &ldquo;te&oacute;rico&rdquo; y pr&aacute;ctico de quienes juntan a clases antag&oacute;nicas en &ldquo;los trabajadores&rdquo; fortaleci&eacute;ndose as&iacute; en sus presiones, y de paso separando a la clase de s&iacute; misma, &iexcl;y hablan ustedes de divisionismo!.</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Sin embargo, aunque fuera verdad la patra&ntilde;a de que el proletariado acude a la gran manifestaci&oacute;n sindical del 1&ordm; de Mayo a celebrar &ldquo;su d&iacute;a&rdquo; (&iexcl;!), si bien acudir&iacute;a &ldquo;ciego en masa tras los sindicatos&rdquo; -que no es verdad-, los comunistas y los proletarios conscientes no deber&iacute;amos asistir. Por cierto, vaya concepci&oacute;n y valor respecto del proletariado tienen estos se&ntilde;ores &ldquo;te&oacute;ricos&rdquo; de la oposici&oacute;n base-direcciones: &iexcl;una clase ciega y en marcha tras quienes vienen demostrando a todas luces, firma tras firma, pacto tras pacto, refrendo tras refrendo b&eacute;lico, sumir a nuestra clase y a los pueblos del mundo en un oc&eacute;ano cada vez m&aacute;s y m&aacute;s profundamente calamitoso, con tal de mantener a flote el sistema que dial&eacute;cticamente los reproduce a ellos en su condici&oacute;n particular de <i>capa privilegiada</i>!. &iexcl;Y estos se&ntilde;ores nos acusan, a quienes luchamos por reconstituir al sujeto pol&iacute;tico revolucionario capaz de comunicar al proletariado con su cosmovisi&oacute;n y con su perspectiva objetiva en la historia, de ser despectivos con la clase!.</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>En efecto, y dejando de lado que las movilizaciones practicadas por uno u otro sector de la clase dominante, con su charanga y su pandereta en el caso de las movilizaciones sindicales, no son lo que se dice un contexto privilegiado para entablar lucha de ideas contra la dominaci&oacute;n ideol&oacute;gica sobre la clase, &iquest;en qu&eacute; situaci&oacute;n de asistir estamos hoy los comunistas?. &iexcl;Si ni siquiera hemos empezado, con amplitud de espectro, la lucha con nosotros mismos por auto-producirnos en tanto que sujeto revolucionario!. &iquest;Qui&eacute;n ha de detentar forzosamente &ldquo;la hegemon&iacute;a&rdquo; en acontecimientos de esta especie, dando, a la postre, el formato charanguero-procesional, proselitista, incomunicativo y empresarial (todos con la gorra, los globos tintados y las siglas; que quede claro qui&eacute;n es el &ldquo;actor social&rdquo; en marcha), que mejor corresponde a los designios del acontecimiento?. La ristra de micro-caravanas comunistas que deciden, a&ntilde;o tras a&ntilde;o, concurrir en estos <i>happening</i>, no consiguen m&aacute;s que reforzar, a&ntilde;o tras a&ntilde;o, la confusi&oacute;n de alg&uacute;n que otro proletario &ldquo;raso&rdquo; despistado que ha dado con su cuerpo all&iacute;, al tiempo que refuerzan la legitimaci&oacute;n del propagandeado &ldquo;campo plural de las izquierdas con diferencias de sensibilidad&rdquo;. Demostr&aacute;is con vuestra asistencia posibilista, de paso, que sois la retaguardia de la clase, m&aacute;s atrasados que la generalidad del proletariado real, quien no se deja asomar por estas demostraciones de fuerza y convocatoria sindicales, y quien, por otro lado, es cada vez m&aacute;s excluido de ser convocado por unos engranajes convocantes que no tienen nada que ver con &eacute;l y que ya no gastan sus &ldquo;preciosos&rdquo;recursos -y cada vez m&aacute;s medidos por sus donantes y gestores- en campos donde tienen cada vez menos adhesi&oacute;n que cosechar.</p> <p class="MsoNormal"> &nbsp;</p> <p class="MsoNormal"> &nbsp;</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span><b>Influencia, en la estructura social, del modelo corporativo de gesti&oacute;n del Capital, e hilado de interdependencias</b></p> <p class="MsoNormal"> &nbsp;</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Por otra parte, la &ldquo;Aristocracia&rdquo; obrera no reposa suspendida en un limbo al margen de la estructura social. La base material de ella -el expolio imperialista y la explotaci&oacute;n del proletariado &ldquo;interno&rdquo;-, y por mediaci&oacute;n de sus propios sindicatos, ha ido tejiendo redes sociales dependientes o relativamente beneficiarias que han acabado por comportar la segmentaci&oacute;n de sectores econ&oacute;micos enteros. Este funcionamiento distributivo de la acumulaci&oacute;n capitalista es verdadero motor de atracci&oacute;n para ampl&iacute;simas capas de asalariados que, sin ser por ello &ldquo;Aristocracia&rdquo; obrera, s&iacute; engrosan las filas de una especie de <i>maremagnum</i> proletario &ldquo;intermedio&rdquo;. </p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>En este modelo, nada maquiav&eacute;lico y por necesidad capitalista de reproducir una Fuerza de Trabajo con capacidad de rendimiento, estado de salud, de consumo, de descanso y recreo para volver al tajo..., es donde la ciencia comunista halla la base material objetiva explicativa de -si no la adscripci&oacute;n y el aplauso-, s&iacute; al menos la pasividad resignada -por refunfu&ntilde;ante que pueda llegar a mostrarse- hacia el fen&oacute;meno sindical por parte de la generalidad social asalariada. Ausencia de disentimiento activo propiciada por la gesti&oacute;n sindical y estatal a la hora de haber fabricado una bisagra de condiciones jur&iacute;dicas, de estabilidad laboral relativa, y de retribuci&oacute;n, que enlazan, m&aacute;s all&aacute; de la &ldquo;Aristocracia&rdquo; obrera, a un sector proletario con el <i>conservadurismo</i> (progre o no en lo que se refiere a ideas, actitudes y &eacute;tica).</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Por tanto, este comulgar -si bien acompa&ntilde;ado de poner verdes a sindicatos y a pol&iacute;ticos en la terraza de restaurante o en el supermercado-, no es propiciado por una abstracta plenipotencia de embaucamiento masivo que hechizara a &ldquo;La Clase&rdquo; contras &ldquo;sus intereses reales&rdquo;, ni propiciada por una psicolog&iacute;a de masas -&rdquo;el consumismo distractivo y conformador&rdquo;-, pues, ante esta respuesta superficial, habr&iacute;a que empezar por preguntarse en torno a las bases agenciales de esa capacidad de consumismo, o del propio consumo, lo que implica preguntarse por las necesidades capitalistas de acumulaci&oacute;n a que el modelo adquisitivo responde.</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Un ejemplo patente de esta, llamada por los soci&oacute;logos, con su habitual hacer abstracci&oacute;n de las relaciones entre clases, &ldquo;dualizaci&oacute;n de la Econom&iacute;a&rdquo;, lo encontramos en el sector de la construcci&oacute;n, donde &ldquo;coexiste&rdquo; un 70% de obreros reclutados para la, tambi&eacute;n por los soci&oacute;logos llamada, &ldquo;econom&iacute;a informal&rdquo;, sin ning&uacute;n tipo de seguridad, cumpliendo jornadas al placer de los constructores a cambio de 500-800 euros, y un 30% de obreros &ldquo;aut&oacute;ctonos&rdquo;, muchos de ellos llevados por el sindicato de turno y encuadrados en &eacute;ste, con salarios de 1.600-2.500 euros y posibilidad m&aacute;s o menos breve de carrera interna y progresi&oacute;n en el status, alcanzando a los meses o a los pocos a&ntilde;os el rango de capataces y manejando/distribuyendo el trabajo de sus compa&ntilde;eros del &ldquo;primer sector&rdquo; (la mayor&iacute;a migrantes) o deleg&aacute;ndoselo a ellos. Este dato es interesante desde el punto de vista de la ciencia comunista, que toma las clases y sus relaciones. Pues resulta que algunos entre el &ldquo;segundo sector&rdquo;, llegan a conformar un extracto que, debido a su manejo discrecional sobre la divisi&oacute;n del trabajo, pasan a contener en s&iacute; un importante componente objetivo no proletario, con sus correspondientes correlatos ideol&oacute;gicos y de <i>conciencia de la separaci&oacute;n</i><span>&nbsp; </span>respecto del proletariado. &iexcl;Echesele la culpa, si se prefiere, a la propaganda inductora de &ldquo;falsa consciencia&rdquo;, pero honestamente debi&eacute;ramos preguntarnos cu&aacute;nto tiene en realidad de falsa.</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Por supuesto, la &ldquo;coexistencia&rdquo; entre estos dos sectores no es tal, sino que ambos son aspectos imbricados en una dial&eacute;ctica m&aacute;s amplia de extracci&oacute;n/transferencia de recursos y de Capital, provoc&aacute;ndose y permiti&eacute;ndose mutuamente, pues dif&iacute;cilmente habr&iacute;a un sector satisfecho con buenos ingresos y perspectivas, sin la extorsi&oacute;n total de &eacute;se otro, al que la difusi&oacute;n de ideolog&iacute;a racista y paternalista ayuda a mantener a ralla: &ldquo;De qu&eacute; se quejan: les damos trabajo&rdquo;, &ldquo;Estamos en Espa&ntilde;a: es normal que nos obedezcan y carguen con las tareas m&aacute;s pesadas&rdquo;, y otras lindezas que salen de la boca de nuestro &ldquo;querido obrerito&rdquo; borrego bien cebado y amamantado de alcohol. Ese otro, quien adem&aacute;s se encuentra, deliberadamente, siendo objeto de lavado de manos jur&iacute;dico y sindical -carece de contrato- por parte precisamente de esos estamentos que lo disponen a trabajar as&iacute;; por m&aacute;s que luego saquen los sindicatos a sus &ldquo;protegidos negritos&rdquo; tras la cabecera de sus &ldquo;multiculturales&rdquo; cabalgatas, con C&aacute;ndido M&eacute;ndez en el papel de Rey Mago provisor, rodeado de pajes y &ldquo;esclavitos buenos&rdquo;.</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Sin embargo, en una esfera macro este fen&oacute;meno se evidencia si observamos la estructura laboral administrativa-estatal, y se evidencia cada vez m&aacute;s con el ahondamiento de la brecha surcado por sucesivas reformas laborales, que han ido desarrollando la otrora incipiente &ldquo;intermitencia laboral&rdquo; en el Estado, y que han diseminado modalidades contractuales &ldquo;al detalle&rdquo; y para la ocasi&oacute;n pasajera, mientras lo dejan todo sentado para proceder a la subcontrataci&oacute;n de funciones y a la externalizaci&oacute;n de encargos. &ldquo;Al lado&rdquo; de esta dimensi&oacute;n en curso de deterioro, est&aacute;n los despachos y departamentos VIP, como los ocupados en Catalu&ntilde;a por 60.000 asalariados que cobran una media de 400.000 euros al a&ntilde;o hasta pr&oacute;xima actualizaci&oacute;n salarial. Insistimos en que no se trata de realidades aut&oacute;nomas en coexistencia, sino del reflejo dual de un sistema que, en el contexto de su propia crisis de acumulaci&oacute;n ampliada de Capital, tiene que ampliar el blanco social de sus golpes y endurecerlos, estrechando la irradiaci&oacute;n de beneficios, e incluso alcanzando a status antes seguros de su intocabilidad. Los famosos <i>re-ajustes</i> y recortes salariales del 5% han tocado a la entera categor&iacute;a inter-clasista de &ldquo;los funcionarios&rdquo;, donde aparecen aunados el proletario de los recados y el Director General de un hospital o el Rector universitario, y, por extensi&oacute;n, son <i>re-ajustes</i> y recortes que han tocado a la clase que realmente incumbe a los sindicatos y a la preparaci&oacute;n de su respuesta.</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>A esta estructura laboral en la construcci&oacute;n y en las obras &ldquo;p&uacute;blicas&rdquo; y urban&iacute;sticas, no es ajena la condici&oacute;n <i>empresarial</i> tanto de direcciones sindicales como de diversos gobernantes a toda escala de Estado (desde la escala municipal a Jos&eacute; Blanco). Toxo, en particular, posee varias empresas y es destacado accionista de otras tantas (algunas ligadas a la construcci&oacute;n). Las famosas cooperativas de viviendas y sus esc&aacute;ndalos no son m&aacute;s que la punta del iceberg. Las peculiares &ldquo;filiales&rdquo; empresariales nutridas de Capital sindical cotizan en Bolsa; en la misma donde invierten las direcciones sindicales guiadas por id&eacute;ntica l&oacute;gica de rentabilidad potencial que gu&iacute;a a cualquier otro especulador/inversor, as&iacute; que la casilla a la que apostar durante estas pasadas d&eacute;cadas ha venido siendo la del &ldquo;Toxo&rdquo;. Est&aacute; claro que el organigrama de parcelas de propiedad y direcci&oacute;n de operaciones sobre estas empresas no incumbe exclusivamente a las direcciones, sino que se ramifica entre miles de cuadros sindicales, &ldquo;liberados&rdquo; y encargados &ldquo;de carnet&rdquo;, mientras a trav&eacute;s de ellos discurre la cascada de ganancias. Estos &uacute;ltimos ponen el riesgo, se llevan su compensaci&oacute;n y, llegado el caso, aparecen con su firma como Cabezas de turco y candidatos a la responsabilidad legal. De nuevo la dial&eacute;ctica beneficiado-benefactor entre franjas de la clase y <i>aparato</i> sindical.</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>De la venenosa ponzo&ntilde;a de la actividad capitalista brotan las primeras aguas divisoras, pues aquello que unos manejan y rentabilizan es un valor que de otras manos ha tenido que salir. Pero claro: por se&ntilde;alar la verdad los comunistas somos divisionistas, mientras, sin ni siquiera intuirlo dadas sus carencias te&oacute;ricas, nuestros izquierdistas acaban d&aacute;ndose la mano con el revisionismo sindical ocultando a las clases y taponando el emerger de sus luchas. Para los primeros, &ldquo;El Proletariado&rdquo; es la <i>Physis</i> (una y Todo), sin concreci&oacute;n hist&oacute;rica ni posibilidad de quedar sujeto a adjetivaci&oacute;n definitoria con que deslindar con conceptos lo que es y lo que no es. Al mismo tiempo, se complacen los sindicalistas en querer juntarnos en su Iglesia al salmo de &ldquo;Todos somos trabajadores&rdquo;, tanto como &ldquo;Todos somos hermanos&rdquo; para el Vaticano y sus curas bendecidores de Pinochet.<span>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; </span></p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; </span></p> <p class="MsoNormal"> &nbsp;</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span><b>&iquest;Hacia la subversi&oacute;n &ldquo;del obrero&rdquo; a trav&eacute;s de una &ldquo;nueva&rdquo; pr&aacute;ctica sindical, o auto-producci&oacute;n de los comunistas como sujeto organizado con capacidad y contenidos para dar a los movimientos proletarios y populares un horizonte revolucionario?</b></p> <p class="MsoNormal"> &nbsp;</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Han hablado y convocado los sindicatos &ldquo;alternativos&rdquo;, quienes realmente aspiran a representar la alternativa para <i>amplios sectores del mundo laboral </i>que han sido abandonados por los hermanastros mayores sindicales. El Capital, con sus crisis <i>de continuidad del proceso acumulativo</i>, es un proceso impersonal que fuerza a su Estado hacia un adelgazamiento &ldquo;en materia social&rdquo; cuyas p&eacute;rdidas de peso ciertamente no se distribuyen al azar en el cuerpo social afectado. Para delegar &ldquo;sacrificios&rdquo;, &ldquo;responsabilidad social&rdquo;, &ldquo;solidaridad&rdquo;, y hacer &ldquo;arrimar el hombro&rdquo;, est&aacute;n la concertaci&oacute;n social, el Convenio Colectivo y los acuerdos-marco. As&iacute;, no todos pagan en igual medida y, por lo dem&aacute;s, el recientemente estrenado sistema de negociaci&oacute;n concentra a&uacute;n m&aacute;s las funciones de la estructura sindical en el c&iacute;vico enfrentamiento con la Patronal y con el Ministerio de Trabajo dentro de lo que la salud de la reproducci&oacute;n capitalista demarca como umbrales de lo posible, al tiempo que el proletario &ldquo;raso&rdquo; queda en la indefensi&oacute;n ante la dictadura directa del patr&oacute;n, o de su polichinela experto en Recursos Humanos. Se trata de un nuevo giro de tuerca agudizador en la dualizaci&oacute;n din&aacute;mica que ya viene afectando desde hace d&eacute;cadas al &ldquo;mundo laboral&rdquo;, hasta hace poco compuesto de una aut&eacute;ntica &ldquo;caja negra&rdquo; correspondiente al tejido privado y de un sector administrativo y de prestaciones &ldquo;Legal&rdquo;. La novedad consiste en la extensi&oacute;n y proliferaci&oacute;n de los modelos de precariedad hacia este segundo entramado, al que los sindicatos venden a cambio de adjudicarse condiciones fehacientes de protecci&oacute;n sobre la l&iacute;nea de flotaci&oacute;n y de ox&iacute;geno para los cuadros &ldquo;aristocr&aacute;ticos&rdquo; medios de trabajadores. Y, con ellos, para su base social de apoyo (que es tambi&eacute;n la base social-creyente-participativa-adquisitiva de sustentaci&oacute;n del Capital y de su democracia; de ah&iacute; el inter&eacute;s directo del Estado por no descuidar ciertas &ldquo;conquistas&rdquo; dentro del marco del &ldquo;nuevo reparto&rdquo;).</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Total: el &ldquo;nuevo&rdquo; sindicalismo se re-organiza e incorpora a la lucha, expresando la necesidad de re-organizaci&oacute;n y contra-ofensiva que poseen los sectores &ldquo;perdedores&rdquo;. Ya han intentado hacerse conocer entre sus bases de apoyo (ante s&iacute; mismos), y los esl&oacute;ganes convocantes a movilizaciones han sido del tipo: &ldquo;Contra el tijeretazo a las pensiones&rdquo;. &iexcl;Qu&eacute; unificador y representativo de la clase en su conjunto!. &iexcl;Qu&eacute; auto-retratante!. Vaya usted a hablarle de pensiones a ese 60% de la construcci&oacute;n que trabaja 12-16 horas diarias por 500-800 euros al mes, sobre todo proletariado migrante, o a los fabricantes de hamburguesas con sus contratos tambaleantes, o a los trabajadores del <i>telemarketing</i> a quienes el programa inform&aacute;tico calcula descartarles o renovarles el contrato al t&eacute;rmino de cada jornada, en funci&oacute;n de la red de clientes que el trabajador, soga al cuello, se muestra capaz de hacer. &iexcl;Contra el tijeretazo a las pensiones!. Mal <i>marketing</i> movilizador el de estos miopes que se ciegan llevados por el af&aacute;n de responder selectivamente a la afrenta que les es m&aacute;s cercana. &iexcl;Toma divisionismo!. Y luego los divisionistas somos quienes llamamos a la realidad por su nombre. Pero no vamos a dejarnos llevar por la ofensa: nosotros no somos como nuestros dogm&aacute;ticos izquierdistas de &ldquo;El Proletariado&rdquo;. Nosotros no acusamos a estos &ldquo;nuevos&rdquo; esplais sindicales de ser los actores que crean la divisi&oacute;n, lo que ser&iacute;a idealista. En realidad, su actitud, acci&oacute;n e ideolog&iacute;a son el reflejo de su posici&oacute;n ocupada en la divisi&oacute;n de la que participan, y que no han inventado ellos, sino la historia del capitalismo y por tanto de la formaci&oacute;n de clases y sus luchas.</p> <p class="MsoNormal"> &nbsp;</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Aunque, tal y como hemos explicado arriba, no se cumple, en el grado y cualidad supuestos, la presunci&oacute;n del &ldquo;all&iacute; est&aacute; la clase&rdquo; cuando se trata de manifestaciones sindicales (entorno al 15% de la poblaci&oacute;n asalariada est&aacute; sindicada, con una brutal correlaci&oacute;n entre &iacute;ndice de sindicaci&oacute;n y los sectores estatal, de gran planta <i>fabril</i> o de &ldquo;gran empresa&rdquo;), el proletariado s&iacute; est&aacute; en el campo del bar&ccedil;a, en la tasca, en la fila de la loter&iacute;a, en los plat&oacute;s de T5, y teniendo que pelear por ce&ntilde;irse en el tajo a la dictadura impuesta por el darwinismo social al que juegan quienes tienen la sart&eacute;n por el mango. Y al poblamiento de todos estos escenarios, dicho sea de paso, han aportado los sindicatos su preciosa contribuci&oacute;n. &iquest;Y qu&eacute;?. &iquest;Manda, la situaci&oacute;n, a la adaptaci&oacute;n de los comunistas a contextos tales?. No es que tengamos, los comunistas, ning&uacute;n reparo en dar nuestra presencia donde pueda haber comunicaci&oacute;n con el proletariado (aunque nunca nos favorecer&aacute; <i>a priori</i> personificarnos all&iacute; donde &eacute;l es reforzado como masa). Pero, &iquest;ahora?. Si pr&aacute;cticamente ni hemos empezado a auto-crearnos ni a sembrarnos en la clase &ldquo;socialmente sensible&rdquo;.</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Para actuar, habr&aacute; primero que ser fuerza; y para constituirnos en fuerza, habr&aacute; que superar la divisi&oacute;n interior, progresar en la substancia que da cuerpo a una identidad &ldquo;comunista&rdquo; que se auto-presume demasiado r&aacute;pido y en abstracto, sin sumisi&oacute;n a la prueba de fuego de la confrontaci&oacute;n te&oacute;rica; y para devenir fuerza objetiva, habr&aacute;, al mismo tiempo, que atraer y vincularse <i>cr&iacute;ticamente y bajo perspectiva de rectificaci&oacute;n de la mano de la lucha de ideas,</i> con los sectores sociales que son al menos fuerza subjetiva cuyo horizonte auto-asumido es la destrucci&oacute;n del capitalismo, as&iacute; como el cambio radical del mundo y de la organizaci&oacute;n social de la producci&oacute;n que a &eacute;l lo produce. Al margen de que esos sectores no posean <i>a priori</i> la teor&iacute;a con la que conectar efectivamente ese mismo deseo suyo con una realidad proyectada cuyos contenidos acojan a esa radicalidad deseada; en lugar de simplemente duplicar <i>idealizados</i>, embellecidos, los n&uacute;cleos vertebradores de la realidad capitalista (econom&iacute;a parcelada en empresas o en cooperativas, salario, mercanc&iacute;a, &ldquo;auto-gesti&oacute;n territorial&rdquo;, etc.). Hablar de la tan manida &ldquo;aplicaci&oacute;n y comprobaci&oacute;n pr&aacute;cticas de la teor&iacute;a&rdquo;, sin habernos desarrollado en ella ni haberla desarrollado a ella y limpiado de sus l&iacute;neas err&oacute;neas de concepci&oacute;n (que subsisten en e incluso dominan el supuesto campo comunista a d&iacute;a de hoy), ser&iacute;a no aplicar ni comprobar m&aacute;s que nuestra reproducci&oacute;n mec&aacute;nica del espect&aacute;culo dominante de un comunismo en los huesos y tergiversado. Los proletarios han dado una y otra vez su desde&ntilde;osa respuesta a ese horror de retaguardia, aut&eacute;ntico atraso, de lo que debemos felicitarnos, pues al menos la humanidad gen&eacute;rica <i>en la clase</i> se las arregla para intuir aquello que la devuelve, precisamente en su nombre, al radiactivo cauce de alienaci&oacute;n donde se pudre.</p> <p class="MsoNormal"> &nbsp;</p> <p class="MsoNormal"> &nbsp;</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span><b>El &uacute;nico homenaje conmemorativo hoy: ser disidencia y constituir alternativa frente al &ldquo;monopolio de aparici&oacute;n&rdquo; ocupado por el modelo de lucha resistencial laboralista, que desespera y paraliza al proletariado</b></p> <p class="MsoNormal"> &nbsp;</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Unos proletarios industriales fueron asesinados con objeto de segar su lucha contra el tiempo de plustrabajo, es decir, de ganancia &ldquo;pura&rdquo; m&aacute;s all&aacute; del tiempo trabajado generador del valor reproductivo de la Fuerza de Trabajo. Y eso suced&iacute;a un 1&ordm; de Mayo como &eacute;ste. &iquest;Como &eacute;ste?; &iquest;seguro?. La ideolog&iacute;a y, m&aacute;s radicalmente, la realidad del capitalismo se le ha metido al proletariado hasta la m&eacute;dula y ha hecho de &eacute;l un <i>Homo economicus</i> (&ldquo;La burgues&iacute;a produce un mundo a su imagen y semejanza&rdquo;, Marx). Este tipo-humano gu&iacute;a la disposici&oacute;n a sus acciones, no desde principios ni desde una necesidad irrefrenable de expresar su historia objetivada en &eacute;l y, dial&eacute;cticamente, objetivarla en el mundo sin supeditarse al c&aacute;lculo de peligros. Sino desde un c&aacute;lculo racional-instrumental que toma por coordenada sopesar la magnitud de p&eacute;rdidas potenciales<span>&nbsp;&nbsp;&nbsp; </span><span>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;</span><span>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;</span>(riesgos) con la magnitud y probabilidad de consecuci&oacute;n de resultados perseguidos o de provechos. En este panorama de la cosificaci&oacute;n en <i>Homo economicus</i>, &iquest;cu&aacute;l es el margen de posibilidad para la eclosi&oacute;n y desarrollo de luchas de resistencia, y a&uacute;n menos para su coordinaci&oacute;n, articulaci&oacute;n y expansi&oacute;n?. </p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Nimio, porque, tasado desde &ldquo;el sentido com&uacute;n&rdquo;, no existe compensaci&oacute;n potencial que induzca a exponerse a listas negras empresariales, sanciones laborales, exclusi&oacute;n y represi&oacute;n. Dentro de las dificultades en que se mueve el proletariado, extraordinarias en cualquier caso, resulta &ldquo;m&aacute;s probable&rdquo; tomar el camino del posibilismo adaptacionista consiguiendo ventajas individuales de condici&oacute;n laboral o de progresi&oacute;n a base de redoblar la auto-sumisi&oacute;n y la &ldquo;excelencia&rdquo; all&iacute; donde &eacute;sta es posible, o, m&aacute;s generalmente, la discreta obediencia. El proletario reificado se crea as&iacute; un &ldquo;valor diferencial&rdquo;, o &ldquo;a&ntilde;adido&rdquo;, por el camino inverso al de buscar una acci&oacute;n colectiva de resistencia por condiciones. Esta &uacute;ltima, beneficiar&iacute;a, a lo sumo, indistintamente al conjunto (tanto a quienes &ldquo;se muevan&rdquo;, como a quienes no), mientras, de perjudicar, perjudica a uno mismo sin propiciar bien alguno para compa&ntilde;eros terceros. El razonamiento dominante, educado por siglos de propaganda y de dictadura real capitalista, se sucede desde el epicentro individual, y no desde la auto-conciencia ni por tanto desde el auto-pensamiento colectivos. El resultado es el conservadurismo a la expectativa de que externamente se desate algo potente a lo que quiz&aacute;s sumarse y, as&iacute;, el resultado es la par&aacute;lisis resistencial.</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Esta din&aacute;mica s&oacute;lo puede ser rota por los comunistas mediante la disrupci&oacute;n del modelo resistencial mismo. Debemos difundir un referente de horizonte por el que al proletariado le merezca la pena afrontar el miedo y las amenazas de represalia por parte del totalitarismo empresarial y jur&iacute;dico de la democracia, porque afrontarlo <i>implique indisociablemente</i> abrir la puerta a rebasar, al fin, la infraestructura la infraestructura socio-econ&oacute;mica del miedo mismo. Un mundo nuevo que ganar, entendido como totalidad compleja ambiental, productiva, relacional, decisoria, donde el ser gen&eacute;rico desbloquee la auto-afirmaci&oacute;n de su historia objetivada en cualidades de g&eacute;nero e, inextricablemente, contin&uacute;e auto-produci&eacute;ndose al estar produciendo consciente y colectivamente el funcionamiento de <i>su</i> mundo. &iquest;Que las masas &ldquo;no lo comprender&aacute;n&rdquo;?. &iexcl;Ja!. Atendamos al proletariado rural (sobre todo) y al campesinado pobre peruano. De la miseria bajo la gesti&oacute;n de los curas y sus programas de &ldquo;econom&iacute;a local&rdquo; orientada al intercambio y por ello no rentable en condiciones de no-competitividad, o bien reservada a los comestibles que no hac&iacute;an sombra al &ldquo;mercado agro-industrial&rdquo;, y as&iacute; de nutrici&oacute;n insuficiente, esos proletarios y campesinos pobres, en s&iacute;ntesis con la Vanguardia comunista, es decir, organizados como Partido Comunista, pasaron a la sujeci&oacute;n de territorios al poder popular, donde, por dar una muestra, una nueva medicina, s&iacute;ntesis de la recuperaci&oacute;n de saberes ancestrales campesinos y del desarrollo de instrumental y libre curso del aprendizaje cient&iacute;fico, serv&iacute;a ahora a personas que produc&iacute;an y administraban en com&uacute;n las condiciones de su reproducci&oacute;n y de su lucha por el poder total, en lugar de continuar sirviendo a la reparaci&oacute;n y funcionamiento de piezas humanas girando alienadas en el engranaje de la divisi&oacute;n clasista del trabajo.</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>&iexcl;No vengamos a joder con &ldquo;realismos&rdquo;!. Lo &uacute;nico irreal aqu&iacute; es suponer que el proletariado va a romper su quietud, para desbocarse en lucha por condiciones dentro de los contextos operativos empresariales o de acuerdos con pol&iacute;ticas laborales sancionadas por el Estado, cuando &eacute;l est&aacute; percibiendo y comprendiendo con lucidez, a diferencia de su retaguardia posibilista obrerista (aut&eacute;ntica capa m&aacute;s atrasada del proletariado), que el Capital hace cuanto tiene que hacer y llega hasta donde le haga falta con tal de re-ajustarse a las funciones acumulativas y re-inversivas de las que depende, llegando, cada reforma, adjunta a su contra-reforma m&aacute;s o menos disfrazada, y siendo siempre preparado el palo consecuente a cada pomposa presentaci&oacute;n zanahorias. Si tal panorama esteriliza los frutos de la lucha, &iquest;porqu&eacute; no pensar en asumir el esfuerzo y la exposici&oacute;n a represalias, con vistas a demoler el propio panorama?. &iquest;Qu&eacute; alternativa hay?; &iquest;luchar por condiciones &ldquo;para adquirir consciencia&rdquo; y para &ldquo;aprender de las derrotas y formarse con ellas&rdquo;?: esa lucha no trae m&aacute;s que (falsa) consciencia de derrotados, ya que suprime el horizonte arduo, dif&iacute;cil y real poniendo en su lugar unas irreales perspectivas de vivir mejor, <i>puding</i> que, al haber sido probado en su sabor de desencanto y frustraci&oacute;n, desde hace tiempo ha ido llevando a los proletarios a una falsa auto-conciencia de impotencia, de individualismo, de resentimiento colectivo y de nihilismo.</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Pero el proletariado s&oacute;lo deviene impotente apresado en esa imagen de la impotencia, correlato, fetichizado por &eacute;l, de una experiencia que ha venido siendo regida por una pr&aacute;ctica tramposa; &uacute;nicamente &uacute;til como carne de ca&ntilde;&oacute;n y movilizaci&oacute;n espectacular, para los designios particulares de los poderes, de gorra roja y silbato pastoril, interesados en mostrar a sus interlocutores patronales y estatales sus destrezas en pirotecnias &ldquo;de fuerza&rdquo;.</p> <p class="MsoNormal"> &nbsp;</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Tenemos claro no poder subvertir hacia las fuerzas de revoluci&oacute;n, las estructuras, redes y el movimiento pr&aacute;ctico ecologista, feminista, republicano... Pues sus perspectivas y rumbos efectivos no hacen sino expresar idealmente (y con no poco utopismo) el anhelo de introducir una modificaci&oacute;n de funcionamiento. Esto es: <i>en el funcionamiento</i> del sistema econ&oacute;mico o pol&iacute;tico-jur&iacute;dico, a fin de mejor acoplarlo a esas necesidades de disponer de campo de movilidad, que han desarrollado, a imagen del desarrollo y complejizaci&oacute;n del sistema mismo, unos tipos-humanos que son su producto -sintetizados en la figura del ciudadano como resumen-contenedor de tal multiplicidad. Y que pretenden reconocimiento, posicionamiento, gesti&oacute;n o, las m&aacute;s de las veces, forzar una tregua con el sistema en lo que &eacute;ste tiene de m&aacute;s insoportablemente amenazador para una u otra entre esas dimensiones sociales espec&iacute;ficas del ciudadano (es decir, forzar un <i>no me li tangere</i>, una zona franca).</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Lo que s&iacute; podemos hacer los comunistas -o, mejor, lo que s&iacute; <i>podremos hacer</i> tras haber avanzado en la reconstituci&oacute;n de nuestro movimiento-, es comunicaci&oacute;n revolucionaria dirigida a determinados elementos de &ldquo;estos mundos&rdquo;, quienes sean m&aacute;s o menos permeables hacia negar su propia perspectiva de movimiento-reflejo de la relaci&oacute;n agresiva capitalismo-necesidades humanas. Y as&iacute; llevar a estos elementos hacia la perspectiva de salida hist&oacute;rica que supera cualitativamente el p&aacute;lido y caricaturesco sentido de &ldquo;ecolog&iacute;a&rdquo;, &ldquo;igualdad&rdquo;, &ldquo;fraternidad&rdquo;, &ldquo;dignidad productiva&rdquo;, &ldquo;autonom&iacute;a&rdquo;, &ldquo;participaci&oacute;n&rdquo;... que cabe en el capitalismo. Sentidos que son los que mec&aacute;nicamente portan esos movimientos y su punto de partida fetichista en cuanto a las relaciones y especies sociales reales ya generadas, y entre las que forman parte quienes en el fondo no dejan de ser sus abanderados.</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Pero si esta necesidad de disrupci&oacute;n la vemos di&aacute;fana en lo que se refiere a la policrom&iacute;a de los llamados &ldquo;movimientos sociales&rdquo;, &iquest;porqu&eacute; arrastramos los comunistas una tradici&oacute;n que nos impide ver la soluci&oacute;n de continuidad entre el resto de manifestaciones de dicho paradigma, y el color azul del mono de la estereotipada &ldquo;lucha obrera&rdquo;?.</p> <p class="MsoNormal"> &nbsp;</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Hace poco m&aacute;s de una d&eacute;cada, se nos presentaba exultante un nuevo conglomerado de actores pol&iacute;ticos al que se hab&iacute;a dado el nombre de &ldquo;ciudadanismo&rdquo;. Sus funciones manifiestas auto-acopiadas: vehiculaci&oacute;n de demandas &ldquo;de clase&rdquo; acompa&ntilde;ada de actos de presencia perseverante en luchas y movimientos de f&aacute;brica; presi&oacute;n sobre procesos de toma de decisiones; influencia e inclinaci&oacute;n de pol&iacute;ticas estatales; presi&oacute;n p&uacute;blica sobre personajes y partidos, y sometimiento selectivo de los mismos a &ldquo;escarnio&rdquo; de imagen; redistribuci&oacute;n presupuestaria y &ldquo;ayuda al Tercer Mundo&rdquo;; velar por el cumplimiento de la Ley y de la penalidad sobre procesos y asuntos ambientales; etc. </p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>El posibilismo de entrada era y es evidente: &ldquo;Forzar, mediante la vigilancia ciudadana, al Estado capitalista para que concilie su naturaleza con el debido respeto y protecci&oacute;n a los intereses ciudadanos, m&aacute;s all&aacute; de clase de pertenencia&rdquo;. En algunos casos, se trata de un posibilismo realista -en el fondo, Vanguardia aventajada del Estado ideal burgu&eacute;s entendido como super-consciencia de la clase dominante atendiendo a <i>su</i> sociedad desde el marco normativo de equitatividad protectora, arrogado a trav&eacute;s de la m&aacute;xima Libertad-Igualdad-Fraternidad. En otros casos, se trata de un posibilismo quim&eacute;rico: lo es y ser&aacute; siempre y cuando la presi&oacute;n ciudadanista aspire a que el Estado capitalista se ponga a maniobrar para <i>poner en jaque</i> el derecho ciudadano que los propietarios monopolistas de Capital tienen en relaci&oacute;n a invertir y a usar su propiedad tal y como est&eacute;n determinados a necesitar hacerlo a fin de seguir en la cresta de la ola competencial. Este caso es, por supuesto, extensible a las pol&iacute;ticas de Estado correlativas (militares, diplom&aacute;ticas, comerciales, etc.).</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Aunque es cierto que el ciudadanismo ha logrado instituir a parte de su universo fragmentario de <i>lobbies</i>, y que estos son incluso capaces de concertarse a fin de operar en una racionalidad de objetivos m&aacute;s o menos unitaria, &iquest;qu&eacute; hay de la otra gran funci&oacute;n presumida al ciudadanismo: arrastrar tras de s&iacute; al proletariado?. En ello ha fracasado estrepitosamente. A las charlas y actos del ciudadanismo acude su propia base social (de todo un poco, menos proletaria), siendo, peque&ntilde;o-burgueses, bur&oacute;cratas, cuadros profesionales y universitarios, burgueses y grandes capitalistas, tanto sus financiadores como sus organizadores, convocantes, editores, publicistas, difusores, activistas y audiencia. La misma ausencia, abstinencia, separaci&oacute;n, termin&oacute; de caracterizar hace ya a&ntilde;os la relaci&oacute;n entre sindicalismo y proletariado. &iquest;Est&aacute;n as&iacute; a gusto los sindicatos, defendiendo a los suyos y sin estorbo de mezclas?. &iquest;O necesitan proletarios, como fuente de fuerza y de legitimaci&oacute;n?. Nada de ello es nuestro problema, m&aacute;s que en el sentido de advertir a los comunistas contra entrar a rodar o continuar rodando en un c&iacute;rculo de &ldquo;re-composici&oacute;n&rdquo; sindical al que nuestra verdadera clase, aqu&eacute;lla para la que el Imperialismo no ha fabricado ni podr&aacute; fabricar jam&aacute;s otra cosa que cadenas que perder, excluy&oacute; hace tiempo de sus vidas. Vidas excluidas de posiciones, empleos y plusval&iacute;as &ldquo;salariales&rdquo; que Estados, monopolios y sindicatos arrancan a su plustrabajo y al de sus hermanos del mundo entero.</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span><span>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;</span></p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; Tamer Sarkis</span></p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; </span></p> <p> &nbsp;</p> http://estrecho.indymedia.org/general/noticia/primero-mayo-manchado-sangre-del-pueblo-libio-o-sociologia-vergueenza#comments General comunistas mayo proletariado sindicalismo sindicatos Mon, 18 Apr 2011 08:14:09 +0000 3840 at http://estrecho.indymedia.org