Indymedia Estrecho / Madiaq - antidesarrollismo http://estrecho.indymedia.org/taxonomy/term/2386/0 es Argelaga nº 2, revista libertaria contra el desarrollismo http://estrecho.indymedia.org/general/noticia/argelaga-n-2-revista-libertaria-contra-desarrollismo <p><strong>1. Editorial</strong></p> <p><img align="right" alt="revista" border="0" src="http://www.portaloaca.com/images/stories/articulos/014/argelaga2.jpg" title="revista" />Conscientes de la naturaleza de las fuerzas que perturban la civilizaci&oacute;n industrial, rechazamos en&eacute;rgicamente los principios en que se basan: el progreso, el desarrollo, el monopolio de la fuerza y el deseo manipulado. No creemos en las reformas, m&aacute;s bien esperamos que las contradicciones de dicha civilizaci&oacute;n den lugar a un movimiento subversivo, capaz de crear una nueva sociedad desindustrializada partiendo de sus ruinas.</p> <p>La industrializaci&oacute;n total, la generalizaci&oacute;n del trabajo asalariado y la jerarquizaci&oacute;n &ndash;el desarrollo de las fuerzas productivas y del Estado&ndash; como remedio a las desigualdades sociales, no han sido m&aacute;s que una ilusi&oacute;n y una falacia. La industrializaci&oacute;n y el empleo remunerado no han dejado de progresar en toda clase de gobiernos. Incluso la direcci&oacute;n de los Estados ha pasado y sigue pasando por manos socialistas, comunistas o populistas, sin que la opresi&oacute;n social disminuya, aunque vaya disfrazada de &laquo;bienestar&raquo; o de &laquo;socialismo&raquo;. Es m&aacute;s, a las viejas servidumbres se han a&ntilde;adido nuevas: la humanidad, es obligada a vivir cada vez m&aacute;s en precario en un territorio devastado vigilados por un aparato represor.</p> <p>En tal contexto, la revoluci&oacute;n no es una locomotora de la historia, sino un freno de emergencia que interrumpe su curso para evitar la cat&aacute;strofe. Al actual modelo social basado en la concentraci&oacute;n de recursos, personas y capitales en grandes agregados urbanos dirigidos por una clase pol&iacute;tico-financiera han de opon&eacute;rsele formas de vida igualitarias no capitalistas, peque&ntilde;as unidades agr&iacute;colas y artesanales dispersas por el territorio y en equilibrio con &eacute;l. No se tratar&iacute;a empero de una vuelta al campo espont&aacute;nea, de un simple proceso de desurbanizaci&oacute;n, sino de un regreso a la ciudad, es decir, al espacio autogobernado y descapitalizado donde la libertad y la historia tuvieron su origen.</p> <p>El combate social presenta pues dos aspectos diferenciados: por un lado, es una defensa del territorio y una reconstrucci&oacute;n de la comunidad campesina autogestionada que lo hizo habitable; por el otro, una lucha urbana que en nombre de la Raz&oacute;n reivindica el derecho a la ciudad, al &aacute;gora y a la barricada, frente a los dirigentes y expertos tecn&oacute;cratas de la megal&oacute;polis-empresa que invocan al Progreso, a la democracia partitocr&aacute;tica y al Mercado. Dicho combate ha de propulsarse en una sociedad an&oacute;mica, uniforme y anquilosada, donde no existen estructuras ciudadanas ni agrarias propiamente dichas, sino un magma urbano indiferenciado parasitando un territorio suburbanizado. Las formas de convivencia que alberga son r&iacute;gidas y vac&iacute;as, descompuestas y sin aliento, propias de individuos solitarios, fragmentados y desarraigados, apocados y asociales.</p> <p>No es de extra&ntilde;ar entonces que en los medios contestatarios circule, bien un narcisismo seudorrebelde, o bien una pose nihilista, que pretenden sentar c&aacute;tedra sobre qu&eacute; es el &laquo;anarquismo&raquo;, cuando ellos mismos no dejan de ser un mero reflejo del individualismo en el que desemboca la decepci&oacute;n con el anarquismo org&aacute;nico. En una perspectiva apocal&iacute;ptica, tal individualismo se transforma en un activismo &laquo;violentista&raquo; m&aacute;s que violento, previsible y desnortado. En una perspectiva derrotista nos sit&uacute;a en el camino de la pasividad ilustrada o peor, en el del oportunismo. La acci&oacute;n revolucionaria no equivale ni a la violencia, ni a la teor&iacute;a; no es intr&iacute;nsecamente agresiva, ni tampoco est&eacute;ticamente contemplativa. No persigue en exclusiva la elaboraci&oacute;n de un corpus te&oacute;rico, que a modo de resplandeciente revelaci&oacute;n descubriera a los habitantes del planeta la verdad indiscutible ante la que se debieran postrar. Tampoco depende de una obsesiva gimnasia del enfrentamiento, que pasando a un consabido &laquo;ataque&raquo; despertar&iacute;a en las masas sometidas un cierto gusto por la comunidad y la libertad.</p> <p>Si bien es verdad que no puede hablarse de revoluci&oacute;n sin contenido ni conflicto, sin proyecto ni estrategia de lucha, hoy por hoy las bases del cambio revolucionario reposan en el trabajo laborioso de formaci&oacute;n y relaci&oacute;n, que garantice el funcionamiento asambleario y horizontal de la resistencia organizada &ndash;que consolide la democracia directa como herramienta de gesti&oacute;n y transformaci&oacute;n social&ndash; y, a la vez, en la batalla por las ideas que prepare el cambio de mentalidad necesario &ndash;de forma que los combates concretos no sean contemplados solamente en su inmediatez. Como las Tesis sobre Feuerbach indicaron: &laquo;No basta que el pensamiento pugne por abrirse paso en la realidad; es necesario que la realidad misma se esfuerce por abrirse paso en el pensamiento.&raquo;</p> <p>Pues bien, en cuanto al escenario de la resistencia, hemos pasado de un mar de ruralidad con enclaves urbanos, a un oc&eacute;ano urbanizado con enclaves rurales, con todas las consecuencias. La acumulaci&oacute;n de capitales se apoya m&aacute;s que nunca en la transformaci&oacute;n del territorio, dividido en zonas densamente pobladas y en grandes &aacute;reas de reserva o de vertido. Eso significa que la cuesti&oacute;n social se vuelve, por encima de todo, deserci&oacute;n del estilo de vida capitalista y defensa del territorio. La defensa tiene dos vertientes, la positiva y la negativa. La primera trata de establecer modos de segregaci&oacute;n pr&aacute;ctica; intenta rescatar el modo de vida campesino partiendo de lo local, reconstruir la sociedad civil mediante ocupaci&oacute;n y colectivizaci&oacute;n de tierras y viviendas, redes de producci&oacute;n y consumo autogestionadas y no monetarizadas, tecnolog&iacute;as alternativas, uso de energ&iacute;as renovables a peque&ntilde;a escala... En general, abriendo v&iacute;as de cooperaci&oacute;n directas entre los resistentes urbanos y los rurales, puesto que tambi&eacute;n pretende, aunque vaya m&aacute;s despacio, reconstituir la vida ciudadana apoy&aacute;ndose en esa cooperaci&oacute;n solidaria, gracias a la recuperaci&oacute;n de espacios p&uacute;blicos, a la creaci&oacute;n de huertos urbanos y talleres artesanales, a la celebraci&oacute;n de asambleas de barrio... La autodefensa se da tanto en el campo como en la urbe.</p> <p>Ahora bien, la intenci&oacute;n que subyace en toda defensa es parar golpes, golpes que se ven venir. Pero si &uacute;nicamente se empleara en pararlos, sin tratar de devolverlos, la resistencia ser&iacute;a algo tan absurdo como una batalla donde la pasividad prevaleciese. Clausewitz, el te&oacute;rico de la guerra dijo: &laquo;La defensiva no es m&aacute;s que una forma ventajosa de guerra, por medio de la cual se desea procurar la victoria para poder, con ayuda de la preponderancia adquirida, pasar al ataque, es decir a un objeto positivo&raquo;. Y ah&iacute; entra en juego la vertiente negativa, la lucha contra el proceso urbanizador y la construcci&oacute;n de grandes infraestructuras, el sabotaje de los cultivos industriales, la movilizaci&oacute;n contra las centrales nucleares y las e&oacute;licas industriales, la oposici&oacute;n al autoritarismo y al control social, el frente contra la mercantilizaci&oacute;n del consumo, del ocio y de la cultura, y, en definitiva, las escaramuzas por la desestabilizaci&oacute;n del modelo desarrollista.</p> <p>Los dos aspectos, el convivencial y el combativo son necesarios, pero han de marchar unidos. Si se separasen, las reglas del mercado integrar&iacute;an las experiencias creativas y el juego pol&iacute;tico disolver&iacute;a los antagonismos sociales. Se construir&iacute;a en el aire, se luchar&iacute;a para nada.</p> <p> <strong>2. Contenidos</strong></p> <p> Energ&iacute;as renovables y transici&oacute;n energ&eacute;tica (mensaje dirigido a los antifracking)</p> <p> La t&eacute;cnica de fracturaci&oacute;n hidr&aacute;ulica encarna como ninguna otra la desastrosa huida hacia delante del capitalismo mundializado. Lejos de lo que pregonan sus promotores en Catalu&ntilde;a, Burgos, Cantabria o Euskal Herr&iacute;a, en Estados Unidos, donde llevan m&aacute;s de diez a&ntilde;os de ventaja en esta particular carrera, la poblaci&oacute;n no est&aacute; cabalgando ni mucho menos a lomos de ning&uacute;n &laquo;boom&raquo; del gas natural gracias al fracking. El precio de este recurso fluct&uacute;a constantemente y cuando sube, cada vez que se inyecta m&aacute;s gas no convencional en el global, la demanda se hunde y los precios bajan. Seg&uacute;n publica el New York Times, las empresas que se dedican a estas explotaciones perdieron 10.000 millones de d&oacute;lares en 2012, con p&eacute;rdidas a&uacute;n m&aacute;s importantes entre 2010 y 2011. A pesar de la buena nueva difundida por bnk Espa&ntilde;a-Trofag&aacute;s, heyco Energy Group/Petrichor Euskadi, r2 Energy (Montero Energy Corporation sl), la Sociedad de Hidrocarburos de Euskadi (shesa) o alg&uacute;n que otro idiota con carnet de pol&iacute;tico, la fracturaci&oacute;n hidr&aacute;ulica ni es rentable ni favorece la autosuficiencia energ&eacute;tica de ninguna comunidad. El problema radica en que la producci&oacute;n de cada pozo decae a un ritmo muy r&aacute;pido. El gas de pizarras es muy disperso y de dif&iacute;cil extracci&oacute;n, lo que obliga a excavar m&aacute;s y m&aacute;s pozos que cada vez producen menos.<br /> Guy Michel, perteneciente al medio libertario de B&eacute;ziers, en Francia, se dirige en este art&iacute;culo a los antifracking. Cuestiona las llamadas energ&iacute;as renovables y la transici&oacute;n energ&eacute;tica como alternativa a la presente crisis multifactorial: energ&eacute;tica y territorial antes que financiera.</p> <p> Di&aacute;logos a prop&oacute;sito de Notre-Dame-des-Landes (zad)</p> <p> El texto de Patrick Drevet y Venant Brisset en forma de di&aacute;logo penetra incisivamente en la realidad de la lucha contra el aeropuerto de Nantes gracias a un recurso formal que permite exponer casi pedag&oacute;gicamente la dial&eacute;ctica entre lo concreto y lo general de un conflicto ejemplar. Su confecci&oacute;n es fruto de un esfuerzo com&uacute;n, sin que ninguno de los autores encarne en exclusiva un rol concreto, sea el de la visi&oacute;n &laquo;de cerca&raquo;, o la &laquo;de lejos&raquo;. La defensa de la zad es el mayor y m&aacute;s ilustrativo conflicto antidesarrollista del momento, recogiendo el testigo de la campa&ntilde;a italiana no-tav, cuyo frente mayor est&aacute; en Val di Susa.<br /> Patrick tuvo relaci&oacute;n con la Alliance contre toutes les nuisances y con otras experiencias ef&iacute;meras. Brisset form&oacute; parte de la Alliance y de otros colectivos como el Comit&eacute; d&acute;action de Serre la Fare, Les Amis de La Ramade, el Comit&eacute; de soutien &agrave; Ren&eacute; Riesel y la publicaci&oacute;n In Extremis (bulletin de liaison anti-industrielle).</p> <p> Declaraci&oacute;n a los poderosos de aqu&iacute; y de otros lugares...</p> <p> Cartel pegado a ra&iacute;z de la convocatoria &laquo;&iexcl;Siembra tu zad!&raquo; del 13 de abril, llamando a cultivar los terrenos como respuesta a los desalojos y amenazas policiales. El paralelismo con los Diggers no puede ser m&aacute;s pertinente. Aunque medien tres siglos y medio de distancia la ocupaci&oacute;n de tierras para su cultivo colectivo sigue siendo un arma necesaria para el cambio radical de la sociedad de la destrucci&oacute;n y el despilfarro.</p> <p> Pobles vius, pobles combatius! Retazos de un a&ntilde;o de lucha contra la Alta Tensi&oacute;n (primera parte)</p> <p> Resumen de un texto a&uacute;n mayor que est&aacute; por publicarse. El art&iacute;culo es a la vez un testimonio y un an&aacute;lisis exhaustivo de la lucha contra la construcci&oacute;n de la L&iacute;nea de Alta Tensi&oacute;n Juan Urrutia-Alcoy a su paso por el Valle de Albaida, en el sur de la provincia de Valencia, que rebas&oacute; los l&iacute;mites de oposici&oacute;n ciudadanista y dio lugar a un movimiento realmente popular. El organismo coordinador, la Plataforma Contra la Alta Tensi&oacute;n, es analizado de principio a fin en todos los detalles de su recorrido a fin de extraer el m&aacute;ximo de ense&ntilde;anzas. Estamos ante un documento importante por el ejemplo que da, pues rara vez las luchas van acompa&ntilde;adas de esfuerzos reflexivos a la altura de las circunstancias.</p> <p> Euskal Herria 2013, repens&aacute;ndonos en movimento</p> <p> Art&iacute;culo de Juantxo Estebaranz acerca del papel condicionante del soberanismo en la escena social vasca y de las dificultades en sostener un discurso alternativo no determinado por &eacute;ste. Destacar&iacute;amos la propuesta de comedores escolares como pr&aacute;ctica a ser tenida en cuenta, muy relacionada con los huertos urbanos, la agroecolog&iacute;a y la alimentaci&oacute;n sana. El autor es sobradamente conocido en los ambientes radicales, en sus m&uacute;ltiples facetas de editor, investigador, conferenciante y analista. Sus trabajos sobre los comandos aut&oacute;nomos y el anarquismo vasco son meritorios, as&iacute; como su labor editorial en Muturreko burutazioak y en la revista Resquicios. A su pluma se deben libros importantes para comprender momentos cruciales de la &eacute;poca como Tropicales Radicales y Los Pulsos de la Intransigencia, as&iacute; como numerosos art&iacute;culos aparecidos en publicaciones alternativas y libertarias.</p> <p> La fertilitat dels horts urbans comunitaris</p> <p> Una somera aproximaci&oacute;n a una pr&aacute;ctica de lucha urbana que no se encasilla en una estrategia de subsistencia primaria, sino que al construir un nuevo espacio de trabajo, encuentro y discusi&oacute;n cobra una dimensi&oacute;n pol&iacute;tica y social inesperada.</p> <p> Etnocidio en las nuevas fronteras de los hidrocarburos. El avance de la frontera petrolera amenaza a los pueblos en aislamiento voluntario del Per&uacute;</p> <p> El trabajo de Marc Gavald&agrave;, de los colectivos Repsol Mata y Alerta Amaz&oacute;nica, versa sobre la opci&oacute;n del aislamiento por parte de comunidades ind&iacute;genas como estrategia de resistencia frente a la agresi&oacute;n de la sociedad de clases. Los intereses econ&oacute;micos se muestran imparables y la prospecci&oacute;n de petr&oacute;leo conduce al etnocidio, a menos que la sociedad civil reaccione y lo detenga plantando cara a las multinacionales petroleras y a los gobiernos que obedecen sus dictados.</p> <p> Entrevista relativa a la cooperaci&oacute;n internacional para el desarrollo</p> <p> Si hay algo peor que el llamado &laquo;desarrollo&raquo; es la &laquo;ayuda al desarrollo&raquo;. Mediante tales auxilios, los pa&iacute;ses de capitalismo pleno que constituyen el &laquo;Norte&raquo; facilitan la liquidaci&oacute;n de formas locales de capitalismo y restos precapitalistas en los pa&iacute;ses del &laquo;Sur&raquo;, lo que aboca a una parte considerable de su poblaci&oacute;n a la precariedad y la pobreza, empuj&aacute;ndola a emigrar a las periferias m&iacute;seras de las metr&oacute;polis. La constituci&oacute;n del mercado mundial disimulada apenas tras la susodicha &laquo;cooperaci&oacute;n&raquo; significa la desarticulaci&oacute;n completa de la sociedad campesina y la formaci&oacute;n de un ej&eacute;rcito internacional de reserva de mano de obra dispuesto a alimentar la esclavitud asalariada.</p> <p> Meditaci&oacute;n sobre una ruina anunciada. La Ciudad del Medio Ambiente de Soria</p> <p> En cualquier rinc&oacute;n de la sociedad el desarrollismo capitalista expone planes de arrase que anuncian, a veces con demasiada antelaci&oacute;n, sus intenciones transformadoras. Incluso cuando su conclusi&oacute;n ha abortado o se ha ralentizado, los resultados son horribles. Muestran visiblemente todo lo que el desarrollismo ya era en esencia.</p> <p> Diez tesis sobre Chern&oacute;bil. Mensaje amistoso al Sexto congreso internacional de M&eacute;dicos por el impedimento de una guerra nuclear</p> <p> La publicaci&oacute;n de alg&uacute;n texto cl&aacute;sico, m&aacute;xime si es in&eacute;dito, dif&iacute;cil de encontrar o mal traducido, resulta siempre de inter&eacute;s. Despu&eacute;s de la cat&aacute;strofe de Fukushima la opci&oacute;n nuclear ante la crisis energ&eacute;tica parece menos cre&iacute;ble, aunque los poderes que dirigen la sociedad hacia el desastre general no la han descartado en absoluto. Por el momento su rentabilidad dudosa es su mayor enemigo, pero todo depende de los desequilibrios del mercado del petr&oacute;leo y del gas ante una demanda que no puedan colmar. Las tesis de G&uuml;nther Anders se&ntilde;alan ese otro aspecto de la energ&iacute;a nuclear, el militar, al que se halla ligada la transformaci&oacute;n totalitaria del poder, complemento pol&iacute;tico de la sociedad desarrollista avanzada.</p> <p> Actualidad de Gustav Landauer</p> <p> Jos&eacute; Ardillo, que acaba de publicar su segunda novela cr&iacute;tica con la idea de progreso, titulada La repoblaci&oacute;n (Brulot ed., 2013), recuerda a otro cl&aacute;sico olvidado, Landauer, que vale la pena tener presente. Su preocupaci&oacute;n por la preparaci&oacute;n positiva de la revoluci&oacute;n para acometer &laquo;el d&iacute;a de despu&eacute;s&raquo; con una alternativa clara, ya prevista y probada, no tiene parang&oacute;n en ning&uacute;n otro autor libertario. En nuestra perspectiva antidesarrollista su lectura es provechosa e incluso inspiradora. En el proceso revolucionario la destrucci&oacute;n es necesaria, pero no m&aacute;s que la reconstrucci&oacute;n sobre otras bases. La negaci&oacute;n o se vuelve creaci&oacute;n o reproduce lo caduco.</p> <p> Contacto:<br /> <a href="mailto:argelaga%20%28at%29%20riseup.net">argelaga (at) riseup.net</a><br /> <a href="http://argelaga.wordpress.com" target="_blank">argelaga.wordpress.com</a></p> http://estrecho.indymedia.org/general/noticia/argelaga-n-2-revista-libertaria-contra-desarrollismo#comments General anarquismo antidesarrollismo Tue, 09 Jul 2013 18:25:51 +0000 6258 at http://estrecho.indymedia.org LLAMAMIENTO A UNA SEMANA DE LUCHA SOCIAL DE SEVILLA http://estrecho.indymedia.org/sevilla/noticia/llamamiento-una-semana-lucha-social-sevilla <p> &nbsp;</p> <div> <p class="yiv1352246554MsoNormal"> <b>LLAMAMIENTO A UNA SEMANA DE LUCHA SOCIAL DE SEVILLA</b></p> </div> <p class="yiv1352246554MsoNormal"> <b>Por un espacio de debates y de combates</b></p> <p class="yiv1352246554MsoNormal"> Estamos viendo como las condiciones de vida empeoran, como se privatizan los servicios p&uacute;blicos, como se recortan derechos sociales, como se hace pagar la crisis a los que menos tienen. Cuando el pa&iacute;s se enriquec&iacute;a encontrar una vivienda digna era una aventura imposible, casi tanto como un trabajo digno. Viv&iacute;amos en la precariedad mientras los bancos y las bolsas engordaban a nuestra costa. Cuando el castillo de naipes se ha derrumbado somos los mismos los que tenemos que seguir pagando para tapar el agujero de los bancos. En el auge econ&oacute;mico los pol&iacute;ticos se gastaban millones en proyectos fara&oacute;nicos, ahora no hay dinero para la rehabilitaci&oacute;n de las barriadas, ni para dotaciones, ni para nada y lo poco que hab&iacute;a de p&uacute;blico y social lo quieren privatizar. &iquest;Crisis? Llevamos toda la vida en crisis.</p> <p class="yiv1352246554MsoNormal"> Al chantaje econ&oacute;mico le sigue la complicidad de los pol&iacute;ticos. Estamos cansados de una pol&iacute;tica en la que nos piden el voto cada cuatro a&ntilde;os y luego se olvidan de nosotros. Una pol&iacute;tica en la que prima el despilfarro, la corrupci&oacute;n y la hipocres&iacute;a. Una pol&iacute;tica desmotivadora y que pretende que nos resignemos a que las nuevas generaciones tengan cada vez peores condiciones de vida, menos seguridad y menos derechos, que nos resignemos a la crisis ecol&oacute;gica, que abandonemos cualquier esperanza de un mundo m&aacute;s justo.</p> <p class="yiv1352246554MsoNormal"> Y todav&iacute;a pretender&aacute;n que culpemos de la situaci&oacute;n a los m&aacute;s d&eacute;biles y los m&aacute;s pobres, ya sea el inmigrante extranjero, el gitano o el adolescente. Con el aval de los pol&iacute;ticos profesionales, los grandes detentadores del capital nos est&aacute;n haciendo en la guerra, una guerra que se traduce en precariedad, empobrecimiento y marginaci&oacute;n. &iquest;C&oacute;mo no vamos luchar?</p> <p class="yiv1352246554MsoNormal"> Coincidiendo con las elecciones municipales convocamos a una jornada de lucha social, una jornada que puede pensarse como otra campa&ntilde;a, una campa&ntilde;a en la que no pedimos votos, que no tiene candidatos ni falsas promesas. Una campa&ntilde;a en la que primar&aacute; la acci&oacute;n en primera persona, en la que tomen la palabra aquellos a los que no se escucha en los grandes foros, una campa&ntilde;a basada en la cr&iacute;tica y en el ejercicio de la solidaridad y la cooperaci&oacute;n.</p> <p class="yiv1352246554MsoNormal"> Se&ntilde;alemos los problemas que acucian a la poblaci&oacute;n, critiquemos los desmanes de los diferentes gobiernos, se&ntilde;alemos a los culpables y hagamos que sea imposible mirar a otro lado. No dejemos que transcurra con normalidad un estado excepcional, rompamos el consenso sobre la resignaci&oacute;n frente a la precarizaci&oacute;n de las condiciones de existencia.</p> <p class="yiv1352246554MsoNormal"> Aboguemos por un modelo de ciudad que no conduzca al desastre medioambiental, en el que la vivienda y el trabajo dignos sean derechos con contenidos reales, en el que se trabaje de verdad por eliminar las desigualdades entre los barrios, en el que lo p&uacute;blico y lo social prime sobre los intereses y los ego&iacute;smos particulares de unos pocos, en definitiva, en la que solidaridad sea la principal bandera.</p> <p class="yiv1352246554MsoNormal"> Para esto convocamos a una semana de lucha social. Este es un llamamiento a la unidad y la cooperaci&oacute;n, una invitaci&oacute;n a confluir en un espacio temporal de debate y de combate. Hagamos que surja la rabia de los barrios de Sevilla.</p> <p class="yiv1352246554MsoNormal"> <i>La semana de lucha social se desarrollar&aacute; entre el 13 y el 19 de mayo de 2011.</i></p> <p class="yiv1352246554MsoNormal"> <i>Se convoca a una reuni&oacute;n preparatoria el mi&eacute;rcoles 13 de abril en el Centro Vecinal el Pumarejo (Pza Pumarejo n&ordm;3)<span>&nbsp; </span>a las 19 h.</i></p> http://estrecho.indymedia.org/sevilla/noticia/llamamiento-una-semana-lucha-social-sevilla#comments Sevilla antidesarrollismo Barrios decrecimiento ecología especulación ocupación paro precariedad represión trabajo universidad huelga Sat, 09 Apr 2011 13:10:35 +0000 3808 at http://estrecho.indymedia.org