Indymedia Estrecho / Madiaq - proletariado http://estrecho.indymedia.org/taxonomy/term/1325/0 es Plataforma Internacional del Anarquismo Revolucionario http://estrecho.indymedia.org/general/noticia/plataforma-internacional-del-anarquismo-revolucionario <p> <strong>Plataforma Internacional del Anarquismo Revolucionario</strong></p> <p> &nbsp;</p> <p> Compa&ntilde;eros y compa&ntilde;eras,</p> <p> &nbsp;</p> <p> En anexo encontraran el documento titulado <strong>&quot;Plataforma Internacional del Anarquismo Revolucionario&quot;,</strong> documento preparado por la UNIPA de Brasil y la OPAR de M&eacute;xico, que busca continuar el proyecto revolucionario&nbsp;emprendido por la Plataforma Organizativa para una Uni&oacute;n General de Anarquistas, publicada en 1926, en su &uacute;nica direcci&oacute;n posible: el Bakuninismo.</p> <p> &nbsp;</p> <p> A continuaci&oacute;n la Introducci&oacute;n de dicho documento.</p> <p> &nbsp;</p> <p> <strong>Presentaci&oacute;n</strong></p> <p> &nbsp;</p> <p> <em>A los obreros, campesinos, a los trabajadores de servicios,</em></p> <p> <em>A los desempleados, a los trabajadores informales,</em></p> <p> <em>A los trabajadores migrantes de todas las regiones del mundo,</em></p> <p> <em>A los pueblos ind&iacute;genas, a las naciones, etnias y minor&iacute;as oprimidas,</em></p> <p> <em>A la juventud y las mujeres trabajadoras.</em></p> <p> &nbsp;</p> <p> <strong>Introducci&oacute;n</strong></p> <p> &nbsp;</p> <p> En julio de 1926, la publicaci&oacute;n en Francia de un documento titulado &ldquo;Plataforma Organizacional de los Comunistas Libertarios&rdquo;<em>, </em>(elaborado y firmado por el grupo ruso en el exilio <em>Dielo Truda</em>), causo un profundo impacto y malestar entre los anarco‐comunistas, anarcosindicalistas e individualistas, principalmente en Europa.</p> <p> &nbsp;</p> <p> Entre los firmantes del documento se encontraba el campesino N&eacute;stor</p> <p> Maknho, principal jefe del ej&eacute;rcito insurgente de Ucrania y, Pedro Archinov,</p> <p> un obrero y guerrillero, ambos veteranos de la revoluci&oacute;n y guerra civil rusa</p> <p> (1917‐1922). El documento convocaba a reorganizar el anarquismo revolucionario, a la lucha ideol&oacute;gica contra el individualismo desorganizador y a la construcci&oacute;n de una organizaci&oacute;n anarquista internacional.</p> <p> &nbsp;</p> <p> Enrique Malatesta, una de los principales anarco‐comunistas de la &eacute;poca,</p> <p> se pronunci&oacute; clara y categ&oacute;ricamente contra los fundamentos establecidos</p> <p> por la <em>Plataforma: &ldquo;Ahora, siendo la Organizaci&oacute;n propuesta t&iacute;picamente</em></p> <p> <em>autoritaria, no solo no facilitar&aacute; la victoria del comunismo anarquista, sino</em></p> <p> <em>que falsificar&aacute; el esp&iacute;ritu de sus organizadores y resultar&aacute; lo contrario de lo que esperan sus organizadores&rdquo;. </em>Volin, una anarquista ruso exiliado en Francia escribi&oacute; lo siguiente: <em>&ldquo;Concluyo, el &uacute;nico punto original de la Plataforma </em><em>es su revisi&oacute;n en direcci&oacute;n del bolchevismo, ocultado por los autores&rdquo;. </em><strong>6</strong></p> <p> &nbsp;</p> <p> La Plataforma Organizacional es un documento que apuntaba tres tareas</p> <p> fundamentales: el desarrollo de una teor&iacute;a anarquista como base de una</p> <p> organizaci&oacute;n internacional; mayor precisi&oacute;n en la estrategia y programa globales para la Revoluci&oacute;n Socialista, a partir de la cr&iacute;tica de la experiencia de</p> <p> degeneraci&oacute;n burocr&aacute;tica de la revoluci&oacute;n rusa de 1917; la cr&iacute;tica del papel</p> <p> que los anarquistas ven&iacute;an desarrollando en el movimiento de masas, a la par</p> <p> de la presentaci&oacute;n de una l&iacute;nea revolucionaria de acci&oacute;n.</p> <p> &nbsp;</p> <p> Estas tareas presentadas por los autores de la Plataforma Organizacional</p> <p> no fueron realizadas. En gran medida, en esto descansa gran parte de la declinaci&oacute;n hist&oacute;rica del anarquismo, tal y como apuntaron Maknho y Archinov,</p> <p> al se&ntilde;alar que las relaciones del anarquismo con las luchas de masas obreras</p> <p> y campesinas ser&iacute;an marginales hasta no abordar dichas tareas.</p> <p> &nbsp;</p> <p> La Plataforma ten&iacute;a tambi&eacute;n sus l&iacute;mites. La reacci&oacute;n de los anarcocomunistas,</p> <p> anarco‐sindicalistas e individualistas, fue denunciar a los Plataformistas</p> <p> como algo &ldquo;extra&ntilde;o al anarquismo&rdquo;. Los Plataformistas fueron acusados</p> <p> de &ldquo;desviarse del anarquismo&rdquo;, de compartir una peligrosa frontera</p> <p> con el &ldquo;bolchevismo&rdquo; y con las ideolog&iacute;as &ldquo;autoritarias&rdquo;.</p> <p> &nbsp;</p> <p> Sin embargo, en los hechos, los Plataformistas, al contrario de lo que</p> <p> afirmaron sus cr&iacute;ticos, no estaban &ldquo;rompiendo&rdquo; con el &ldquo;anarquismo en general&rdquo;,</p> <p> y si con el revisionismo (representado por las auto‐proclamadas &ldquo;corrientes&rdquo;).</p> <p> Los Plataformistas afirmaban haber creado una propuesta nueva,</p> <p> pero en realidad, estaban apenas recuperando de una forma parcial, la concepci&oacute;n bakuninista original de la Primera Internacional, renegada por el</p> <p> anarco‐comunismo de Malatesta y Pedro Kropotkin, y por el anarcosindicalismo</p> <p> y sus te&oacute;ricos como Rodolfo Rocker.</p> <p> &nbsp;</p> <p> La Plataforma Organizacional fue rechazada por contener en su interior un</p> <p> movimiento en direcci&oacute;n a la que los individualistas, anarco‐comunistas y</p> <p> anarco‐sindicalistas se hab&iacute;an negado a ir: el bakuninismo. Sin embargo la</p> <p> Plataforma solo delineo las tareas. Sus autores no tuvieron las condiciones</p> <p> hist&oacute;ricas para realizarlas. Ellos mostraron que era preciso construir una organizaci&oacute;n anarquista internacional. Que esta deber&iacute;a basarse en la unidad</p> <p> te&oacute;rica y t&aacute;ctica, la responsabilidad colectiva y el federalismo. M&aacute;s ellos, por</p> <p> motivos de fuerza mayor, dejaron esta tarea inconclusa.</p> <p> &nbsp;</p> <p> La experiencia anterior basada en la cr&iacute;tica, los esfuerzos heroicos de individuos</p> <p> y peque&ntilde;os grupos, que realizaron criticas parciales y reflexiones que</p> <p> anteceden el an&aacute;lisis que presentamos aqu&iacute;, deben ser reconocidos. La cr&iacute;tica</p> <p> de los plataformistas en los a&ntilde;os 20&rsquo;s; las criticas de peque&ntilde;o grupos &ldquo;bakuninistas&rdquo;, as&iacute; como la defensa, aunque confusa, de la Maknhovchina por Jos&eacute; Oiticica en el Brasil; la cr&iacute;tica y oposici&oacute;n del Grupo Antorcha a la capitulaci&oacute;n de los anarco‐comunistas orientados por Diego Abad de Santill&aacute;n en la Argentina, deben ser abiertamente reconocidas. De la misma manera, deben serlo la cr&iacute;tica a la degeneraci&oacute;n del anarco‐sindicalismo y comunismo espa&ntilde;oles por Maknho, Jaime Balius y el grupo &ldquo;Los Amigos de Durrruti&rdquo;. La cr&iacute;tica de Georges Fontenis en los a&ntilde;os 50 y la de la Federaci&oacute;n Anarquista de Uruguay (FAU Hist&oacute;rica) en los a&ntilde;os 60 son fundamentales. M&aacute;s es preciso tambi&eacute;n reconocer que todas esas cr&iacute;ticas fueron incompletas y parciales, no</p> <p> consiguieron consolidarse por que no avanzaron en direcci&oacute;n al bakuninismo.</p> <p> &nbsp;</p> <p> Este documento busca exactamente asumir la responsabilidad de ejecutar</p> <p> las tareas delineadas por la Plataforma Organizacional y la l&iacute;nea defendida</p> <p> por los dem&aacute;s camaradas que mencionamos arriba. Continuar donde pararon:</p> <p> avanzar en la &uacute;nica direcci&oacute;n posible del plataformismo, el bakuninismo.</p> <p> &nbsp;</p> <p> En este sentido, este documento busca presentar los trazos estructurales de</p> <p> la teor&iacute;a anarquista &ndash; el bakuninismo ‐ y convocar a la reconstrucci&oacute;n de la</p> <p> organizaci&oacute;n internacional bakuninista y la organizaci&oacute;n internacional de los</p> <p> trabajadores. Esta es tarea es hoy central.</p> <p> &nbsp;</p> <p> La degeneraci&oacute;n de las revoluciones socialistas y de liberaci&oacute;n nacional; la</p> <p> integraci&oacute;n de los sindicatos de orientaci&oacute;n social‐dem&oacute;crata y anarcosindicalista en el sistema capitalista son muestra de que el proletariado ha sido conducido por &eacute;stas orientaciones a sucesivas y graves derrotas hist&oacute;ricas.</p> <p> &nbsp;</p> <p> La capitulaci&oacute;n de los anarco‐comunistas y los anarco‐sindicalistas tambi&eacute;n</p> <p> es un trazo importante de la Historia. Fue en gran parte el resultado de</p> <p> errores de teor&iacute;a, de empirismo y de oportunismo que caracterizaba la formaci&oacute;n de las organizaciones pol&iacute;ticas y de masas de los trabajadores.</p> <p> Pretendemos convocar, entonces, a la construcci&oacute;n de una <strong>Red Anarquista</strong></p> <p> <strong>Internacional (RAI), </strong>y a una <strong>Tendencia Clasista e Internacionalista de los Trabajadores (TCI)</strong><strong><em>. </em></strong>Estas dos expresiones org&aacute;nicas buscan ser el inicio de la reconstrucci&oacute;n de la Alianza de la Democracia Social y la Asociaci&oacute;n Internacional de los Trabajadores.</p> <p> &nbsp;</p> <p> Ahora bien, para delinear de manera m&aacute;s concreta las caracter&iacute;sticas de</p> <p> las organizaciones, pol&iacute;tica y de masas, es necesario, indispensable, la presentaci&oacute;n del contenido del bakuninismo y una profunda critica de la teor&iacute;a</p> <p> que ejerci&oacute; la direcci&oacute;n m&aacute;s extendida de la lucha de clase de los trabajadores</p> <p> en el siglo pasado: el marxismo. Es precisa, a su vez, una cr&iacute;tica seria de</p> <p> las experiencias de lucha del proletariado, as&iacute; como de los desv&iacute;os de las teor&iacute;as determinantes en estas mismas derrotas.</p> <p> &nbsp;</p> <p> La Plataforma de Organizaci&oacute;n del Anarquismo Revolucionario aqu&iacute; presentada</p> <p> busca fijar las bases te&oacute;ricas y program&aacute;ticas de tal construcci&oacute;n</p> <p> internacional. La primera parte del documento es una cr&iacute;tica te&oacute;rica e hist&oacute;rica</p> <p> de las diferentes teor&iacute;as y experiencia de lucha de los trabajadores. La</p> <p> segunda parte es una aplicaci&oacute;n de la concepci&oacute;n bakuninista en teor&iacute;a sobre</p> <p> la revoluci&oacute;n al actual estadio de desarrollo capitalista. A partir de esto, es</p> <p> que presentamos una propuesta de organizaci&oacute;n de los revolucionarios y de</p> <p> los trabajadores en la lucha por el Socialismo.</p> <p> &nbsp;</p> <p> Los individuos y los grupos que quieran discutir la adhesi&oacute;n esta Plataforma</p> <p> de construcci&oacute;n de secciones de la RAI y TCI, en sus respectivos pa&iacute;ses</p> <p> deber&aacute;n de escribir para entablar y desarrollar dicho proceso: las orientaciones</p> <p> adicionales y m&aacute;s detalladas ser&aacute;n resueltas y tendr&aacute;n respuesta por la</p> <p> &nbsp;</p> <p> Comisi&oacute;n de Construcci&oacute;n.</p> <p> &nbsp;</p> <p> <strong>UNIPA &ndash; Brasil </strong></p> <p> <strong><a href="http://www.uniaoanarquista.org"><u>www.uniaoanarquista.org</u></a></strong></p> <p> &nbsp;</p> <p> <strong>OPAR &ndash; M&eacute;xico</strong></p> <p> <strong><a href="http://www.anarquismorevolucionario.wordpress.com"><u>www.anarquismorevolucionario.wordpress.com</u></a></strong></p> <p> &nbsp;</p> <p> <a href="mailto:redeanarquistai@yahoo.com">redeanarquistai@yahoo.com</a></p> <p> &nbsp;</p> <p> <strong>Organizaci&oacute;n Popular Anarquista Revolucionaria</strong></p> <p> <a href="http://www.anarquismorevolucionario.wordpress.com/" target="_blank"><u>www.anarquismorevolucionario.wordpress.com</u></a><br /> <a href="mailto:info_opar@yahoo.com.mx">info_opar@yahoo.com.mx</a><br /> Nuevo Le&oacute;n, M&eacute;xico</p> http://estrecho.indymedia.org/general/noticia/plataforma-internacional-del-anarquismo-revolucionario#comments General anarquismo Bakunin Brasil mexico OPAR plataformismo proletariado revolución UNIPA Sat, 07 May 2011 18:51:27 +0000 3957 at http://estrecho.indymedia.org PRIMERO DE MAYO MANCHADO DE SANGRE DEL PUEBLO LIBIO, O SOCIOLOGÍA DE LA VERGÜENZA http://estrecho.indymedia.org/general/noticia/primero-mayo-manchado-sangre-del-pueblo-libio-o-sociologia-vergueenza <p> <span>&nbsp;</span></p> <p align="center" class="MsoNormal"> <b>&nbsp;Verg&uuml;enza para la socialdemocracia, para los sindicatos, para su revisionista comparsa de seguidistas llena-plazas</b></p> <p class="MsoNormal"> &nbsp;</p> <p class="MsoNormal"> &nbsp;</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span><b>De Zapatero el Sembrador de horrores a&eacute;reos. De sus aduladores ri&eacute;ndole la gracia</b></p> <p class="MsoNormal"> &nbsp;</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>No voy a hablar de los &ldquo;m&eacute;ritos&rdquo; hechos por Zapatero durante la legislatura y que han acabado por situarle &ldquo;a pie de horca&rdquo;, forzando &ldquo;su&rdquo; no candidatura. El hecho, reconocido hasta en los c&iacute;rculos &ldquo;hist&oacute;ricos&rdquo; del PSOE, y muy a pesar del fanatismo zapatenero profesado por el Padrino Bot&iacute;n y su 614% de aumento de beneficios desde 2003, es la quemaz&oacute;n p&uacute;blica de quien ha ido programando con celeridad la &ldquo;externalizaci&oacute;n&rdquo; social de la crisis capitalista. Esta traslaci&oacute;n es paso necesario hacia la re-activaci&oacute;n de inversiones en Capital Constante (I+D, apertura de Unidades de producci&oacute;n, adquisici&oacute;n de tecnolog&iacute;a industrial, producci&oacute;n de maquinaria...), y hacia el mantenimiento en la brecha por parte de las potencias y monopolios que, desde &ldquo;dentro&rdquo; y desde &ldquo;afuera&rdquo;, ordenan lugar y funciones al eslab&oacute;n espa&ntilde;ol en la compleja cadena internacional del imperialismo.</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>En efecto, quien m&aacute;s y quien menos tiene en mente las &ldquo;reformas&rdquo;, dispositivos jur&iacute;dicos, ventas, &ldquo;liberaci&oacute;n de funciones p&uacute;blicas&rdquo;, decretos y recaudaciones, a trav&eacute;s de los que el actual gobierno del Capital no ha podido m&aacute;s que ir lesionando -y sensiblemente-, no s&oacute;lo a los pisoteados de costumbre, sino esta vez a tantos sectores, colegios profesionales y corporaciones de intereses dotadas de poder medi&aacute;tico, estatal, encuadratorio y movilizador para procurarse su defensa.</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Y, en medio de este panorama..., los aldabones duros de la cadena imperialista &iexcl;que se disponen a seguir &ldquo;externalizando&rdquo;!, esta vez golpeando con asesina insistencia al p&oacute;rtico libio, no suficientemente &ldquo;abierto&rdquo;. Y el Estado espa&ntilde;ol con ellos, silbando como ferviente monaguillo, entona la letan&iacute;a de la secta y sus &ldquo;razones&rdquo;. Geopol&iacute;tica, exportaci&oacute;n de capitales, cr&eacute;ditos de reconstrucci&oacute;n, sionismo y chinizaci&oacute;n africana al margen, las matem&aacute;ticas dan la se&ntilde;a de los prop&oacute;sitos. Sencillo c&aacute;lculo de ahorro en Capital Circulante (petr&oacute;leo y gas en este caso) que reanimar&aacute; la Ecuaci&oacute;n de la Tasa de ganancia, ahora carente de atractivo para la re-inversi&oacute;n, es decir, para la continuidad del Capital en el ejercicio de sus funciones productivas, verdadero epicentro agitativo de toda la espiral de crisis.</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>En este mismo sentido, el otro gran paso para restituirle el atractivo a la Ecuaci&oacute;n, y que ahora el imperialismo est&aacute; dando en Libia, consiste en avanzar all&iacute; en la incesante fragmentaci&oacute;n de procesos productivos. La saturaci&oacute;n industrial de Capital Constante y la consecuente sobre-acumulaci&oacute;n de &eacute;ste, que atentan contra una Tasa de ganancia apetecible como est&iacute;mulo para seguir haciendo girar la rueda, son as&iacute; paliadas de nuevo con la sencilla e &ldquo;incolora&rdquo; matem&aacute;tica, carnicer&iacute;a mediante: exportar, en el futuro, tramos de procesos y colocar en Libia esas maquinaria, instalaciones, nano-tecnolog&iacute;a... en <i>stock</i>, amarrando a ella poblaci&oacute;n ahora tribal, peque&ntilde;o-propietaria o gentilicia. Y as&iacute; incrementando la masa de plusval&iacute;a y, por ende, la Tasa de ganancia, previa &ldquo;liberaci&oacute;n&rdquo; respecto de unas estructuras &ldquo;aut&oacute;ctonas&rdquo; que obstruyen esa libre disposici&oacute;n de Fuerza de Trabajo. &ldquo;Bienvenidos al proletariado&rdquo;, deber&iacute;an garabatear los matarifes en las bombas irradiadas con uranio que cargan al dep&oacute;sito, si pudieran ser conscientes del sentido objetivo de sus misiones a&eacute;reas.</p> <p class="MsoNormal"> &nbsp;</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>As&iacute; que la cadena imperialista se aprieta, una vez m&aacute;s, contra el cuello de un pueblo hasta desangrarlo con prodigidad, cuando todav&iacute;a queda fresco en la memoria el sangriento cuadro irak&iacute; y su recogida socialdem&oacute;crata de r&eacute;ditos, gota a gota, con todo su desfile ciudadano y con toda su indignada esceneograf&iacute;a art&iacute;stico-cultural, exigi&eacute;ndole democr&aacute;ticamente paz a la democracia -Reina Madre de todas las mayores carnicer&iacute;as. Igual que Aznar hab&iacute;a trabajado en aquel momento para el <i>quid pro quo</i> que marcan las potencias dominantes en esto de prospectar y ahondar la capitalizaci&oacute;n del mundo en todas sus facetas y orograf&iacute;as (entre la vieja CEPSA y REPSOL hab&iacute;an acaudalado finalmente una cuota del 20% en la explotaci&oacute;n del petr&oacute;leo irak&iacute;), ahora Zapatero defiende, defendiendo a los amos del uso de petr&oacute;leo como Factor de Producci&oacute;n y como respaldo monetario, el negocio de REPSOL en las relaciones mercantiles que la empresa mantiene con esos dem&aacute;s sectores del Capital. No en vano, ese monopolio explica buena parte del dato de negocio espa&ntilde;ol en Libia, el tercero mundial en volumen. Y es que cada &ldquo;comit&eacute; de administraci&oacute;n de los asuntos comunes&rdquo; que afectan a los monopolios nacionales, no puede quedarse <i>atr&aacute;s</i>, re-editando, a la escala hist&oacute;rica que corresponde, la Constante capitalista de competencia inter-empresarial.</p> <p class="MsoNormal"> &nbsp;</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>En este punto, y manifiesta la contradicci&oacute;n entre el canon social dominante -el pacifismo- y su viejo adalid Zapatero, ahora tan partidario de darle a &ldquo;la violencia en la historia&rdquo; su particular papel capitalista, mientras demoniza e ilegaliza a otros por lo que seg&uacute;n &eacute;l es &ldquo;contradecir el principio de ilegitimidad de la violencia para hacer valer razones y para tomar parte en procesos de contencioso pol&iacute;tico&rdquo;...; en este punto, pod&iacute;a haberse pensado que los sindicatos correr&iacute;an a aprovechar su ocasi&oacute;n de oro para recuperar al menos parte de los intereses y <i>status</i> -suyos propios y del segmento socio-profesional y administrativo representados- que han sido lesionados por aquellas medidas y recortes que los afectaron directamente. &iexcl;Qu&eacute; &ldquo;coyuntura&rdquo; tan <i>oportuna</i>!, &eacute;sta del gobierno cuadr&aacute;ndose ante el que toque -Berlusconi-AGGIPP, Sarkozy y su rapidez de reflejos para adelantarse a Obama, Cameron-BP...-, para ponerse detr&aacute;s de Zapatero y de su partido y decirles que se les da el empujoncito que les falta y se les lanza al vac&iacute;o de la indigencia electoral a menos que... &iexcl;Aunque fuera por &ldquo;ego&iacute;sta&rdquo; corporativismo, pod&iacute;a pensarse que las direcciones sindicales, invocando el recordatorio inoportuno de &ldquo;No a la guerra&rdquo;, pondr&iacute;an sus barrigas a saltar sobre la cuerda floja de desprestigio donde el gobierno se tambalea!: &ldquo;movilizando bases y desde la tribuna period&iacute;stica&rdquo;, coqueteando con los sectores cr&iacute;ticos, convocando a la &ldquo;red de sociedad civil&rdquo;, a los &ldquo;movimientos sociales&rdquo; y esplais sindicales de menores...</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Pero no: salen a la palestra M&eacute;ndez y Toxo -junto con la cutre, vanidosa, idealizadora social e hiper-sobre-valorada cartelera de cine, musiquilla y performance varia mantenida <i>in vitro</i> a golpe de talonario ministerial-, y salen a esgrimir que bombardear a los libios es &ldquo;un mal menor&rdquo;, siendo deber de todo dem&oacute;crata aplaudir. Pulverizar deliberadamente hospitales, demoler desde el aire infraestructuras para ganar con su posterior reconstrucci&oacute;n y para impedir el tr&aacute;nsito econ&oacute;mico y de subsistencias, programar el exterminio a explosiones de decenas de miles de libios y de ingenieros chinos que son Fuerza de Trabajo en manos de la competencia china (en un pa&iacute;s que cuenta con poco m&aacute;s de cinco millones de habitantes), irradiar con uranio los campos, las aguas, el aire, las madres y los embriones... &iexcl;Un mal menor!. &iquest;Para qui&eacute;n?.</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Ser&aacute; que, haci&eacute;ndose sus cuentas, los sindicatos ven que Zapatero es un mal menor con arreglo a lo que puede ven&iacute;rseles encima de ganar la otra gran fracci&oacute;n de la clase dominante espa&ntilde;ola y su marca electoral liderada por Rajoy. As&iacute; que, piensan, toca ser pacientes y sacrificar la hip&oacute;tesis de ponerse pesados en la reivindicaci&oacute;n de las condiciones fastidiadas por el actual gobierno. Porque el inmediatismo y la avaricia rompen el saco, y no sea que, de a&ntilde;adir m&aacute;s le&ntilde;a al fuego..., se presente en Moncloa un &ldquo;punto de no-retorno&rdquo;, y adem&aacute;s por mayor&iacute;a c&oacute;moda. Toca callar, entonces. &iexcl;Qu&eacute; callar!; alabar por este acto de humanitaria caridad con el pueblo de libia, donde, seg&uacute;n las idiotas declaraciones del propio Zapatero, inevitablemente habr&aacute; que seguir bombardeando hasta que el r&eacute;gimen abandone el poder, mediante una &ldquo;intervenci&oacute;n&rdquo; cuyo objetivo -y ha recalcado el l&iacute;der socialdem&oacute;crata- &ldquo;no es ni pasa por derrocar a Gaddaffi&rdquo;.</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Los sindicatos deben de hacer sus c&aacute;balas, pensando que ya se les devolver&aacute; el favor y que, en cualquier caso, la opci&oacute;n socialdem&oacute;crata les garantiza firmes posibilidades de reponer sus condiciones y las de aquella fracci&oacute;n de trabajadores asalariados a quienes verdaderamente defienden desde el di&aacute;logo social y los mecanismos trilaterales -patronales-ejecutivo-sindicatos- de &ldquo;civilizado&rdquo; cauce de las luchas dom&eacute;sticas de clases; mientras otra parte del proletariado se hunde cada vez m&aacute;s, y &eacute;ste s&iacute; irreversible dentro del marco actual, en la miseria de &ldquo;vida&rdquo; que el compromiso &ldquo;social&rdquo; de los sindicatos le co-programa y le co-sentencia. &ldquo;Cuando &lt;&lt;la Econom&iacute;a&gt;&gt; se re-haga de la crisis de rentabilidad de inversiones, que entorpece el desarrollo, la innovaci&oacute;n, la puesta a funcionar y la compra industrial, de Capital Constante, y as&iacute; la re-edici&oacute;n del ciclo D-M-D&#39;,<span>&nbsp; </span>entonces, del nuevo suculento pastel en cocci&oacute;n, &iexcl;habr&aacute; para todos (nosotros)!&rdquo;: esto piensan los pol&iacute;ticos sindicalistas. &ldquo;Algunas concesiones de las que hemos hecho en &lt;&lt;vacas flacas&gt;&gt; ser&aacute;n derogables, y el statu quo pre-cr&iacute;tico reconquistable. Pero para ello hay que contar con la fortaleza de vectores &uacute;ltimamente amigos, incluso si hubiera de ser desde la oposici&oacute;n&rdquo;.</p> <p class="MsoNormal"> &nbsp;</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Por otra parte, los sindicatos conocen bien los or&iacute;genes hist&oacute;ricos y econ&oacute;micos de su cualidad como vector de intereses en lucha contra otros, dentro del complejo haz contradictorio que trata de alinear, a un lado o a otro, a los productos de esa misma Econom&iacute;a cuyos par&aacute;metros b&aacute;sicos, por lo mismo, ese haz ha de cumplir la misi&oacute;n de apuntalar. A todo ello contribuye el sindicato desde su sistema particular de equilibrio entre funciones (para el segmento social que abandera) y contra-funciones (para la totalidad capitalista nacional y de Estado a la que ese segmento presiona y trata de forzar a trav&eacute;s del sindicalismo). Aquellos or&iacute;genes hist&oacute;ricos y econ&oacute;micos resultan coincidir con las condiciones permisivas de su permanencia actual como posici&oacute;n y como situaci&oacute;n de clase (o de capa dentro de una clase en el sentido estrecho de propiedad formal sobre los factores econ&oacute;micos, pero en substancia contrapuesta a la clase y antag&oacute;nica a ella tanto en la dimensi&oacute;n<span>&nbsp;&nbsp; </span>&ldquo;inmediata&rdquo; como, m&aacute;s profundamente, en la dimensi&oacute;n hist&oacute;rica). Hablamos de la prosecuci&oacute;n de la opresi&oacute;n imperialista, horma del zapato del revisionismo y de su teor&iacute;a de evoluci&oacute;n pac&iacute;fica hacia el Bienestar &ldquo;socialista&rdquo; desde la conquista del dominio jur&iacute;dico y legislativo de Estado, tanto como desde el dominio administrativo de &ldquo;la riqueza&rdquo; (&iexcl;del Capital!). As&iacute; que la madre del cordero -parias de la tierra, fam&eacute;lica legi&oacute;n- debe seguir siendo degollada y el plato colocado bajo la yugular, que esas son las aut&eacute;nticas bases -junto con el incremento de plusval&iacute;a relativa- de tanto progreso en las condiciones, de tanta llamada &ldquo;conquista del movimiento obrero&rdquo; y de la dulce humanizaci&oacute;n del capitalismo que gozan unos cuantos y defienden otros tantos. A Libia, y hacia donde haga falta: &iexcl;y arda Roma con Santiago!.</p> <p class="MsoNormal"> &nbsp;</p> <p class="MsoNormal"> &nbsp;</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span><b>El Ser estatal de los sindicatos: &iquest;traici&oacute;n burocr&aacute;tica a las bases obreras, o reflejo institucional de la conciliaci&oacute;n de ciertas capas asalariadas bajo el sucio paraguas del Estado imperialista?</b></p> <p class="MsoNormal"> &nbsp;</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Y en &eacute;stas llegamos a v&iacute;speras del 1&ordm; de Mayo este a&ntilde;o. Los comunistas, tanto como los proletarios y capas populares en general, debemos preguntarnos por nuestros principios. Y si es cierto que la historia, y nuestra perspectiva hist&oacute;rica objetiva de Partido -tendente a restituir el inextinguible proceso de humanizaci&oacute;n gen&eacute;rica negando la negaci&oacute;n que el ser proletario encarna-, nos forja principios, <i>consecuentemente</i> debemos ser rotundos en negarnos, de entrada, <i>de principio</i>, sin entrar siquiera en disquisiciones estrat&eacute;gicas (&iexcl;cuyo an&aacute;lisis favorecer&iacute;a tambi&eacute;n nuestro No!), a participar en las manifestaciones <i>de segmento</i> que los sindicatos convocan para este d&iacute;a. No volvamos a ser, tropezando tantas veces en la misma piedra, la comparsa humana que engrosa sus estad&iacute;sticas so excusa de que &ldquo;all&iacute; est&aacute; la clase y all&iacute; hay que ir pues&rdquo;. &iquest;Qu&eacute; clase?. &iexcl;No la nuestra!. &iquest;Acaso qu&eacute; fragmentos de &ldquo;la clase&rdquo; formal componen el grueso de los cuadros sindicales y de los beneficiarios de carnet -&rdquo;&iexcl;de base!&rdquo;- que nutren esos actos?. &iquest;Son parte del proletariado hoy, o se le oponen, tanto por su posici&oacute;n e intereses como por su perspectiva subjetiva y por su necesidad objetiva de que les funcione este sistema? (&iexcl;de que les funcione mejor si les cabe y mediante su lucha!). </p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>La cuesti&oacute;n de los sindicatos y de su actividad, &iquest;es una cuesti&oacute;n, tal y como la &ldquo;diagnostica&rdquo; el idealismo, de &ldquo;traici&oacute;n&rdquo; y &ldquo;manipulaci&oacute;n&rdquo; de bases por &eacute;lites, direcciones, burocracias y l&iacute;deres?. &iquest;Est&aacute;n los adscritos y los partidarios que los secundan activamente, sumidos en la mistificaci&oacute;n y la falsa consciencia?. &iquest;O son, los sindicatos, el plano pol&iacute;tico-organizativo para esa aut&eacute;ntica consciencia de clase propia de aquellos segmentos, corporaciones, Colegios, <i>lobbies</i> y profesiones que as&iacute; se a&uacute;nan como fuerza tomando por l&uacute;cido nexo b&aacute;sico aquello que tienen de com&uacute;n defensa?. El proletariado; aqu&eacute;l de las periferias, las conurbaciones, el infra-habitaje vertical, los barrios des-infraestructurados, la exclusi&oacute;n, la reificaci&oacute;n de los ni&ntilde;os en las instituciones que les ense&ntilde;an y preparan para el &ldquo;fracaso escolar&rdquo;, las doce horas en cadenas de &ldquo;la nueva econom&iacute;a&rdquo;..., &iquest;est&aacute; all&iacute;?. Pero m&aacute;s importante a&uacute;n: &iquest;podr&iacute;a estarlo sin perder su esp&iacute;ritu de potencialidad como agente de cambio radical?. Los sindicatos, &iquest;se vuelven &ldquo;traidores&rdquo; porque son subvencionados? (visiones subjetivistas, conspiratorias, maquiav&eacute;licas, idealistas, nihilistas, anarquistas, sindicalistas...). &iquest;O reciben subvenciones en tanto que deben auto-mantenerse como pieza representativa de intereses diferenciales dentro de una armon&iacute;a sist&eacute;mica de Estado y, m&aacute;s profundamente en cuanto a nivel de realidad, dentro de una armon&iacute;a sist&eacute;mica inter-clases que marca el car&aacute;cter de clase del Estado?.</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Se trata, en &uacute;ltima instancia, de discernir entre la &ldquo;hip&oacute;tesis&rdquo; idealista y la materialista. Seg&uacute;n aquella primera, los sindicatos pasan, en cierto momento de la historia, a formar parte de una conflagraci&oacute;n estatal que, por medio de la comedia y el circo, manipula y paraliza al proletariado en una farsa de pseudo-luchas. En calidad de dispositivo puramente &ldquo;del Capital&rdquo; -abstracto de sus fracciones y contradicciones- y orquestado por &eacute;ste para &ldquo;enga&ntilde;ar&rdquo;, los sindicatos estar&iacute;an bien nutridos y armados para &ldquo;la mistificaci&oacute;n de masas&rdquo;, y, a partir de esas cajas de resonancia puestas a su servicio, atesorar&iacute;an y ejercitar&iacute;an su potencia material como aparatos de encuadramiento.</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Trato como versi&oacute;n particular -aunque no aparte- dentro de ese marco &ldquo;te&oacute;rico&rdquo;, han de recibir las versiones m&aacute;s hiper-vulgares -y vulgarizadas-, que ponen el acento en el dato de la financiaci&oacute;n como si &eacute;ste fuera el <i>quid</i> del asunto, aludiendo a una tentaci&oacute;n pervertidora conformada por subvenciones que empezaron a recibirse tiempo ha, como si a ellas se debiera el presente alineamiento de fuerzas en que los sindicatos intervienen, y no al contrario. </p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Total: &ldquo;teor&iacute;as&rdquo; amasadas, en el fondo, desde el propio posibilismo de la ideolog&iacute;a sindicalista (desde dentro de los sindicatos o, las m&aacute;s de las veces, desde fuera; incluso entre comunistas). &ldquo;Teor&iacute;as&rdquo; que, por m&aacute;s que se auto-presenten como e incluso se crean furibundas anti-sindicalistas, abren la puerta al cometido de reconquista y reconstituci&oacute;n sindical, metodol&oacute;gica y estructural. Ello, al haber hecho cuadrar la cuesti&oacute;n, bien con el estereotipo de la corrupci&oacute;n, bien con una colosal mercadotecnia de entretenimiento al proletariado, que habr&iacute;a que des-velar y de la que desertar colectivamente para constituir &ldquo;unidad asamblearia&rdquo;.</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Pero aqu&iacute; la cuesti&oacute;n es: &iquest;cu&aacute;l es la base material del sindicato en lo que se refiere a su composici&oacute;n de clase y a las relaciones que refleja y desarrolla dentro de s&iacute;, y no ya en lo que se refiere a su car&aacute;cter de clase como organismo (que, no hay misterio alguno, sabemos que es car&aacute;cter no proletario)?. Haciendo abstracci&oacute;n de esa materia prima determinante, correremos hacia el sindicato para reconducirlo o &ldquo;destruirlo&rdquo;, supuestamente rescatando de entre sus garras al proletariado mani-atado, y ser&aacute; enarbolada la bandera de &ldquo;otros modos organizativos y de lucha&rdquo;, que nominalmente o incluso en los planos procedimental y decisorio no ser&aacute;n sindicatos. Pero que s&iacute; lo ser&aacute;n por su substancia tendente a integrarse en la matriz democr&aacute;tica de disputas de inter&eacute;s inter-clase y de su resoluci&oacute;n. Pues la variable demarcatoria de la inserci&oacute;n concreta en el plano pol&iacute;tico-ideol&oacute;gico es el cuerpo real, subyacente, de intereses materiales. Y, en su predominio, la base social que conforma y abastece al sindicalismo no es de <i>nuestra clase</i>; no es la clase del comunismo.</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Pudiera parecer lo contrario, a la falsa contra-luz de los cientos de miles de proletarios, que, por ejemplo en Espa&ntilde;a, nominalmente rellenan los datos de la afiliaci&oacute;n sindical, requisito que les es impuesto por &ldquo;las circunstancias&rdquo;: mayores (o m&iacute;nimas) posibilidades adaptativas en la empresa o de progresi&oacute;n en el trabajo; dobles-raseros de trato, desfavorecimiento y listas negras sindicales; cursos y formaci&oacute;n &uacute;nicamente para sindicados; perspectivas de salvarse frente a despidos; necesidad de pasar por el embudo sindical para poder plantear y defenderse de lo que sea bajo el chantaje totalitario de la &ldquo;democracia empresarial&rdquo; y sus comit&eacute;s; incluso presiones vertidas directamente desde el empresario en pro de sindicarse y quedar as&iacute;, por lo menos, civilizado como &ldquo;parte de intereses&rdquo; dentro de una supuesta &ldquo;comunidad laboral de empresa&rdquo;; etc. Pero toda esta cantidad de afiliaci&oacute;n proletaria &ldquo;rasa&rdquo; por miedo, por &ldquo;c&aacute;lculo de conveniencias&rdquo; o por imposici&oacute;n, t&aacute;cita o normativa, de empresa, no debe llevarnos a enga&ntilde;o: es una afiliaci&oacute;n formal, que no participa de &ldquo;la vida sindical&rdquo; ni de sus tejemanejes. Afiliaci&oacute;n sin substancia ni cualidad, reducida a servidumbre a la extorsi&oacute;n tributaria de las cuotas &ldquo;por la cuenta que trae&rdquo;.</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Es aqu&iacute; donde la hip&oacute;tesis alternativa materialista se revela clara &ldquo;como el agua cristalina; m&aacute;s clara que el azul radiante de una ma&ntilde;ana de verano&rdquo;: la implantaci&oacute;n social no la extrae el sindicato de su poder&iacute;o ideol&oacute;gico, sino que sus ramificaciones funcionales en tanto que guardi&aacute;n del orden a trav&eacute;s de su influencia sobre el proletariado (por lo dem&aacute;s, muy relativa y mermada hoy), las acopia y ejerce el sindicato a partir de su centralidad en el seno de las relaciones materiales dominantes, como fragmento social que es, m&aacute;s o menos amplio, de esa matriz compleja y contradictoria, donde interseccionan y coinciden dos realidades. 1&ordf;: el fondo social de clase (la &ldquo;Aristocracia&rdquo; obrera) que encuentra en el sindicato su artefacto de inter&eacute;s, y 2&ordf;: el polo dominante mismo de la matriz (el Capital monopolista de Estado), <i>quien</i> encuentra en el sindicato a su artefacto porque &eacute;ste es un interlocutor <i>reconocible</i> para &eacute;l. Y lo es, no fundamentalmente porque lo ablande o lo manipule, y ni mucho menos porque lo tomara &ldquo;a su servicio&rdquo; (aunque, puestos, el polo dominante en una relaci&oacute;n siempre est&aacute; en disposici&oacute;n de exigir sus contra-prestaciones). Sino porque el germen de clase configurador del fen&oacute;meno sindical en la &eacute;poca del Imperialismo -la &ldquo;Aristocracia&rdquo; obrera- est&aacute; realmente interesada -y no por enga&ntilde;o o mistificaci&oacute;n- en entenderse siempre con la abducci&oacute;n estatal-capitalista del producto social a escala planetaria y pelear, sobre esas bases, en la lucha por su distribuci&oacute;n, apropiaci&oacute;n e inversi&oacute;n contra Estado y Patronal. &iexcl;Pues la infraestructura econ&oacute;mica de su nacimiento y existencia en calidad de funci&oacute;n profesional y administrativa de Estado y de los monopolios empresariales, y, correlativamente, en calidad de posici&oacute;n social, no es otra que el Imperialismo!.</p> <p class="MsoNormal"> &nbsp;</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Desde el dogmatismo de &ldquo;El Proletariado&rdquo; -que lo considera a &eacute;ste all&aacute; en las alturas metaf&iacute;sicas, intocable, impermeable a la historia que &eacute;l produce a golpe de la plusval&iacute;a que se le extorsiona y que es acumulada y re-invertida-, se me acusar&aacute; de divisionista; de estar dividiendo a &ldquo;La Clase&rdquo;. Porque aquello que divide al proletariado no es la realidad, sino las palabras que designan a la realidad, &iquest;verdad, se&ntilde;ores idealistas?; &iquest;verdad, se&ntilde;ores demagogos?. &iquest;Pero los intereses concretos de qu&eacute; &ldquo;capa&rdquo; del proletariado <i>nominal</i> encubren ustedes tras su coartada de profesar una supuesta epistemolog&iacute;a de la unicidad del proletariado?. Qu&eacute;dense tranquilos, que a las preguntas del proletariado tendr&aacute;n un d&iacute;a que responder por su ch&aacute;chara interclasista de &ldquo;la clase trabajadora&rdquo;. &iquest;A qu&eacute; <i>clase</i> de <i>trabajadores </i>encubren ustedes, que quiere (des)aparecer in-distinta fusionada en &ldquo;La Clase&rdquo; para mejor gobernar al proletariado como masa num&eacute;rica en la calle desfilando tras sus esl&oacute;ganes, pancartas e intereses segmentarios?, o, m&aacute;s en concreto, &iquest;qui&eacute;nes son ustedes?. Hacen seguidismo &ldquo;te&oacute;rico&rdquo; y pr&aacute;ctico de quienes juntan a clases antag&oacute;nicas en &ldquo;los trabajadores&rdquo; fortaleci&eacute;ndose as&iacute; en sus presiones, y de paso separando a la clase de s&iacute; misma, &iexcl;y hablan ustedes de divisionismo!.</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Sin embargo, aunque fuera verdad la patra&ntilde;a de que el proletariado acude a la gran manifestaci&oacute;n sindical del 1&ordm; de Mayo a celebrar &ldquo;su d&iacute;a&rdquo; (&iexcl;!), si bien acudir&iacute;a &ldquo;ciego en masa tras los sindicatos&rdquo; -que no es verdad-, los comunistas y los proletarios conscientes no deber&iacute;amos asistir. Por cierto, vaya concepci&oacute;n y valor respecto del proletariado tienen estos se&ntilde;ores &ldquo;te&oacute;ricos&rdquo; de la oposici&oacute;n base-direcciones: &iexcl;una clase ciega y en marcha tras quienes vienen demostrando a todas luces, firma tras firma, pacto tras pacto, refrendo tras refrendo b&eacute;lico, sumir a nuestra clase y a los pueblos del mundo en un oc&eacute;ano cada vez m&aacute;s y m&aacute;s profundamente calamitoso, con tal de mantener a flote el sistema que dial&eacute;cticamente los reproduce a ellos en su condici&oacute;n particular de <i>capa privilegiada</i>!. &iexcl;Y estos se&ntilde;ores nos acusan, a quienes luchamos por reconstituir al sujeto pol&iacute;tico revolucionario capaz de comunicar al proletariado con su cosmovisi&oacute;n y con su perspectiva objetiva en la historia, de ser despectivos con la clase!.</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>En efecto, y dejando de lado que las movilizaciones practicadas por uno u otro sector de la clase dominante, con su charanga y su pandereta en el caso de las movilizaciones sindicales, no son lo que se dice un contexto privilegiado para entablar lucha de ideas contra la dominaci&oacute;n ideol&oacute;gica sobre la clase, &iquest;en qu&eacute; situaci&oacute;n de asistir estamos hoy los comunistas?. &iexcl;Si ni siquiera hemos empezado, con amplitud de espectro, la lucha con nosotros mismos por auto-producirnos en tanto que sujeto revolucionario!. &iquest;Qui&eacute;n ha de detentar forzosamente &ldquo;la hegemon&iacute;a&rdquo; en acontecimientos de esta especie, dando, a la postre, el formato charanguero-procesional, proselitista, incomunicativo y empresarial (todos con la gorra, los globos tintados y las siglas; que quede claro qui&eacute;n es el &ldquo;actor social&rdquo; en marcha), que mejor corresponde a los designios del acontecimiento?. La ristra de micro-caravanas comunistas que deciden, a&ntilde;o tras a&ntilde;o, concurrir en estos <i>happening</i>, no consiguen m&aacute;s que reforzar, a&ntilde;o tras a&ntilde;o, la confusi&oacute;n de alg&uacute;n que otro proletario &ldquo;raso&rdquo; despistado que ha dado con su cuerpo all&iacute;, al tiempo que refuerzan la legitimaci&oacute;n del propagandeado &ldquo;campo plural de las izquierdas con diferencias de sensibilidad&rdquo;. Demostr&aacute;is con vuestra asistencia posibilista, de paso, que sois la retaguardia de la clase, m&aacute;s atrasados que la generalidad del proletariado real, quien no se deja asomar por estas demostraciones de fuerza y convocatoria sindicales, y quien, por otro lado, es cada vez m&aacute;s excluido de ser convocado por unos engranajes convocantes que no tienen nada que ver con &eacute;l y que ya no gastan sus &ldquo;preciosos&rdquo;recursos -y cada vez m&aacute;s medidos por sus donantes y gestores- en campos donde tienen cada vez menos adhesi&oacute;n que cosechar.</p> <p class="MsoNormal"> &nbsp;</p> <p class="MsoNormal"> &nbsp;</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span><b>Influencia, en la estructura social, del modelo corporativo de gesti&oacute;n del Capital, e hilado de interdependencias</b></p> <p class="MsoNormal"> &nbsp;</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Por otra parte, la &ldquo;Aristocracia&rdquo; obrera no reposa suspendida en un limbo al margen de la estructura social. La base material de ella -el expolio imperialista y la explotaci&oacute;n del proletariado &ldquo;interno&rdquo;-, y por mediaci&oacute;n de sus propios sindicatos, ha ido tejiendo redes sociales dependientes o relativamente beneficiarias que han acabado por comportar la segmentaci&oacute;n de sectores econ&oacute;micos enteros. Este funcionamiento distributivo de la acumulaci&oacute;n capitalista es verdadero motor de atracci&oacute;n para ampl&iacute;simas capas de asalariados que, sin ser por ello &ldquo;Aristocracia&rdquo; obrera, s&iacute; engrosan las filas de una especie de <i>maremagnum</i> proletario &ldquo;intermedio&rdquo;. </p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>En este modelo, nada maquiav&eacute;lico y por necesidad capitalista de reproducir una Fuerza de Trabajo con capacidad de rendimiento, estado de salud, de consumo, de descanso y recreo para volver al tajo..., es donde la ciencia comunista halla la base material objetiva explicativa de -si no la adscripci&oacute;n y el aplauso-, s&iacute; al menos la pasividad resignada -por refunfu&ntilde;ante que pueda llegar a mostrarse- hacia el fen&oacute;meno sindical por parte de la generalidad social asalariada. Ausencia de disentimiento activo propiciada por la gesti&oacute;n sindical y estatal a la hora de haber fabricado una bisagra de condiciones jur&iacute;dicas, de estabilidad laboral relativa, y de retribuci&oacute;n, que enlazan, m&aacute;s all&aacute; de la &ldquo;Aristocracia&rdquo; obrera, a un sector proletario con el <i>conservadurismo</i> (progre o no en lo que se refiere a ideas, actitudes y &eacute;tica).</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Por tanto, este comulgar -si bien acompa&ntilde;ado de poner verdes a sindicatos y a pol&iacute;ticos en la terraza de restaurante o en el supermercado-, no es propiciado por una abstracta plenipotencia de embaucamiento masivo que hechizara a &ldquo;La Clase&rdquo; contras &ldquo;sus intereses reales&rdquo;, ni propiciada por una psicolog&iacute;a de masas -&rdquo;el consumismo distractivo y conformador&rdquo;-, pues, ante esta respuesta superficial, habr&iacute;a que empezar por preguntarse en torno a las bases agenciales de esa capacidad de consumismo, o del propio consumo, lo que implica preguntarse por las necesidades capitalistas de acumulaci&oacute;n a que el modelo adquisitivo responde.</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Un ejemplo patente de esta, llamada por los soci&oacute;logos, con su habitual hacer abstracci&oacute;n de las relaciones entre clases, &ldquo;dualizaci&oacute;n de la Econom&iacute;a&rdquo;, lo encontramos en el sector de la construcci&oacute;n, donde &ldquo;coexiste&rdquo; un 70% de obreros reclutados para la, tambi&eacute;n por los soci&oacute;logos llamada, &ldquo;econom&iacute;a informal&rdquo;, sin ning&uacute;n tipo de seguridad, cumpliendo jornadas al placer de los constructores a cambio de 500-800 euros, y un 30% de obreros &ldquo;aut&oacute;ctonos&rdquo;, muchos de ellos llevados por el sindicato de turno y encuadrados en &eacute;ste, con salarios de 1.600-2.500 euros y posibilidad m&aacute;s o menos breve de carrera interna y progresi&oacute;n en el status, alcanzando a los meses o a los pocos a&ntilde;os el rango de capataces y manejando/distribuyendo el trabajo de sus compa&ntilde;eros del &ldquo;primer sector&rdquo; (la mayor&iacute;a migrantes) o deleg&aacute;ndoselo a ellos. Este dato es interesante desde el punto de vista de la ciencia comunista, que toma las clases y sus relaciones. Pues resulta que algunos entre el &ldquo;segundo sector&rdquo;, llegan a conformar un extracto que, debido a su manejo discrecional sobre la divisi&oacute;n del trabajo, pasan a contener en s&iacute; un importante componente objetivo no proletario, con sus correspondientes correlatos ideol&oacute;gicos y de <i>conciencia de la separaci&oacute;n</i><span>&nbsp; </span>respecto del proletariado. &iexcl;Echesele la culpa, si se prefiere, a la propaganda inductora de &ldquo;falsa consciencia&rdquo;, pero honestamente debi&eacute;ramos preguntarnos cu&aacute;nto tiene en realidad de falsa.</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Por supuesto, la &ldquo;coexistencia&rdquo; entre estos dos sectores no es tal, sino que ambos son aspectos imbricados en una dial&eacute;ctica m&aacute;s amplia de extracci&oacute;n/transferencia de recursos y de Capital, provoc&aacute;ndose y permiti&eacute;ndose mutuamente, pues dif&iacute;cilmente habr&iacute;a un sector satisfecho con buenos ingresos y perspectivas, sin la extorsi&oacute;n total de &eacute;se otro, al que la difusi&oacute;n de ideolog&iacute;a racista y paternalista ayuda a mantener a ralla: &ldquo;De qu&eacute; se quejan: les damos trabajo&rdquo;, &ldquo;Estamos en Espa&ntilde;a: es normal que nos obedezcan y carguen con las tareas m&aacute;s pesadas&rdquo;, y otras lindezas que salen de la boca de nuestro &ldquo;querido obrerito&rdquo; borrego bien cebado y amamantado de alcohol. Ese otro, quien adem&aacute;s se encuentra, deliberadamente, siendo objeto de lavado de manos jur&iacute;dico y sindical -carece de contrato- por parte precisamente de esos estamentos que lo disponen a trabajar as&iacute;; por m&aacute;s que luego saquen los sindicatos a sus &ldquo;protegidos negritos&rdquo; tras la cabecera de sus &ldquo;multiculturales&rdquo; cabalgatas, con C&aacute;ndido M&eacute;ndez en el papel de Rey Mago provisor, rodeado de pajes y &ldquo;esclavitos buenos&rdquo;.</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Sin embargo, en una esfera macro este fen&oacute;meno se evidencia si observamos la estructura laboral administrativa-estatal, y se evidencia cada vez m&aacute;s con el ahondamiento de la brecha surcado por sucesivas reformas laborales, que han ido desarrollando la otrora incipiente &ldquo;intermitencia laboral&rdquo; en el Estado, y que han diseminado modalidades contractuales &ldquo;al detalle&rdquo; y para la ocasi&oacute;n pasajera, mientras lo dejan todo sentado para proceder a la subcontrataci&oacute;n de funciones y a la externalizaci&oacute;n de encargos. &ldquo;Al lado&rdquo; de esta dimensi&oacute;n en curso de deterioro, est&aacute;n los despachos y departamentos VIP, como los ocupados en Catalu&ntilde;a por 60.000 asalariados que cobran una media de 400.000 euros al a&ntilde;o hasta pr&oacute;xima actualizaci&oacute;n salarial. Insistimos en que no se trata de realidades aut&oacute;nomas en coexistencia, sino del reflejo dual de un sistema que, en el contexto de su propia crisis de acumulaci&oacute;n ampliada de Capital, tiene que ampliar el blanco social de sus golpes y endurecerlos, estrechando la irradiaci&oacute;n de beneficios, e incluso alcanzando a status antes seguros de su intocabilidad. Los famosos <i>re-ajustes</i> y recortes salariales del 5% han tocado a la entera categor&iacute;a inter-clasista de &ldquo;los funcionarios&rdquo;, donde aparecen aunados el proletario de los recados y el Director General de un hospital o el Rector universitario, y, por extensi&oacute;n, son <i>re-ajustes</i> y recortes que han tocado a la clase que realmente incumbe a los sindicatos y a la preparaci&oacute;n de su respuesta.</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>A esta estructura laboral en la construcci&oacute;n y en las obras &ldquo;p&uacute;blicas&rdquo; y urban&iacute;sticas, no es ajena la condici&oacute;n <i>empresarial</i> tanto de direcciones sindicales como de diversos gobernantes a toda escala de Estado (desde la escala municipal a Jos&eacute; Blanco). Toxo, en particular, posee varias empresas y es destacado accionista de otras tantas (algunas ligadas a la construcci&oacute;n). Las famosas cooperativas de viviendas y sus esc&aacute;ndalos no son m&aacute;s que la punta del iceberg. Las peculiares &ldquo;filiales&rdquo; empresariales nutridas de Capital sindical cotizan en Bolsa; en la misma donde invierten las direcciones sindicales guiadas por id&eacute;ntica l&oacute;gica de rentabilidad potencial que gu&iacute;a a cualquier otro especulador/inversor, as&iacute; que la casilla a la que apostar durante estas pasadas d&eacute;cadas ha venido siendo la del &ldquo;Toxo&rdquo;. Est&aacute; claro que el organigrama de parcelas de propiedad y direcci&oacute;n de operaciones sobre estas empresas no incumbe exclusivamente a las direcciones, sino que se ramifica entre miles de cuadros sindicales, &ldquo;liberados&rdquo; y encargados &ldquo;de carnet&rdquo;, mientras a trav&eacute;s de ellos discurre la cascada de ganancias. Estos &uacute;ltimos ponen el riesgo, se llevan su compensaci&oacute;n y, llegado el caso, aparecen con su firma como Cabezas de turco y candidatos a la responsabilidad legal. De nuevo la dial&eacute;ctica beneficiado-benefactor entre franjas de la clase y <i>aparato</i> sindical.</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>De la venenosa ponzo&ntilde;a de la actividad capitalista brotan las primeras aguas divisoras, pues aquello que unos manejan y rentabilizan es un valor que de otras manos ha tenido que salir. Pero claro: por se&ntilde;alar la verdad los comunistas somos divisionistas, mientras, sin ni siquiera intuirlo dadas sus carencias te&oacute;ricas, nuestros izquierdistas acaban d&aacute;ndose la mano con el revisionismo sindical ocultando a las clases y taponando el emerger de sus luchas. Para los primeros, &ldquo;El Proletariado&rdquo; es la <i>Physis</i> (una y Todo), sin concreci&oacute;n hist&oacute;rica ni posibilidad de quedar sujeto a adjetivaci&oacute;n definitoria con que deslindar con conceptos lo que es y lo que no es. Al mismo tiempo, se complacen los sindicalistas en querer juntarnos en su Iglesia al salmo de &ldquo;Todos somos trabajadores&rdquo;, tanto como &ldquo;Todos somos hermanos&rdquo; para el Vaticano y sus curas bendecidores de Pinochet.<span>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; </span></p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; </span></p> <p class="MsoNormal"> &nbsp;</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span><b>&iquest;Hacia la subversi&oacute;n &ldquo;del obrero&rdquo; a trav&eacute;s de una &ldquo;nueva&rdquo; pr&aacute;ctica sindical, o auto-producci&oacute;n de los comunistas como sujeto organizado con capacidad y contenidos para dar a los movimientos proletarios y populares un horizonte revolucionario?</b></p> <p class="MsoNormal"> &nbsp;</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Han hablado y convocado los sindicatos &ldquo;alternativos&rdquo;, quienes realmente aspiran a representar la alternativa para <i>amplios sectores del mundo laboral </i>que han sido abandonados por los hermanastros mayores sindicales. El Capital, con sus crisis <i>de continuidad del proceso acumulativo</i>, es un proceso impersonal que fuerza a su Estado hacia un adelgazamiento &ldquo;en materia social&rdquo; cuyas p&eacute;rdidas de peso ciertamente no se distribuyen al azar en el cuerpo social afectado. Para delegar &ldquo;sacrificios&rdquo;, &ldquo;responsabilidad social&rdquo;, &ldquo;solidaridad&rdquo;, y hacer &ldquo;arrimar el hombro&rdquo;, est&aacute;n la concertaci&oacute;n social, el Convenio Colectivo y los acuerdos-marco. As&iacute;, no todos pagan en igual medida y, por lo dem&aacute;s, el recientemente estrenado sistema de negociaci&oacute;n concentra a&uacute;n m&aacute;s las funciones de la estructura sindical en el c&iacute;vico enfrentamiento con la Patronal y con el Ministerio de Trabajo dentro de lo que la salud de la reproducci&oacute;n capitalista demarca como umbrales de lo posible, al tiempo que el proletario &ldquo;raso&rdquo; queda en la indefensi&oacute;n ante la dictadura directa del patr&oacute;n, o de su polichinela experto en Recursos Humanos. Se trata de un nuevo giro de tuerca agudizador en la dualizaci&oacute;n din&aacute;mica que ya viene afectando desde hace d&eacute;cadas al &ldquo;mundo laboral&rdquo;, hasta hace poco compuesto de una aut&eacute;ntica &ldquo;caja negra&rdquo; correspondiente al tejido privado y de un sector administrativo y de prestaciones &ldquo;Legal&rdquo;. La novedad consiste en la extensi&oacute;n y proliferaci&oacute;n de los modelos de precariedad hacia este segundo entramado, al que los sindicatos venden a cambio de adjudicarse condiciones fehacientes de protecci&oacute;n sobre la l&iacute;nea de flotaci&oacute;n y de ox&iacute;geno para los cuadros &ldquo;aristocr&aacute;ticos&rdquo; medios de trabajadores. Y, con ellos, para su base social de apoyo (que es tambi&eacute;n la base social-creyente-participativa-adquisitiva de sustentaci&oacute;n del Capital y de su democracia; de ah&iacute; el inter&eacute;s directo del Estado por no descuidar ciertas &ldquo;conquistas&rdquo; dentro del marco del &ldquo;nuevo reparto&rdquo;).</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Total: el &ldquo;nuevo&rdquo; sindicalismo se re-organiza e incorpora a la lucha, expresando la necesidad de re-organizaci&oacute;n y contra-ofensiva que poseen los sectores &ldquo;perdedores&rdquo;. Ya han intentado hacerse conocer entre sus bases de apoyo (ante s&iacute; mismos), y los esl&oacute;ganes convocantes a movilizaciones han sido del tipo: &ldquo;Contra el tijeretazo a las pensiones&rdquo;. &iexcl;Qu&eacute; unificador y representativo de la clase en su conjunto!. &iexcl;Qu&eacute; auto-retratante!. Vaya usted a hablarle de pensiones a ese 60% de la construcci&oacute;n que trabaja 12-16 horas diarias por 500-800 euros al mes, sobre todo proletariado migrante, o a los fabricantes de hamburguesas con sus contratos tambaleantes, o a los trabajadores del <i>telemarketing</i> a quienes el programa inform&aacute;tico calcula descartarles o renovarles el contrato al t&eacute;rmino de cada jornada, en funci&oacute;n de la red de clientes que el trabajador, soga al cuello, se muestra capaz de hacer. &iexcl;Contra el tijeretazo a las pensiones!. Mal <i>marketing</i> movilizador el de estos miopes que se ciegan llevados por el af&aacute;n de responder selectivamente a la afrenta que les es m&aacute;s cercana. &iexcl;Toma divisionismo!. Y luego los divisionistas somos quienes llamamos a la realidad por su nombre. Pero no vamos a dejarnos llevar por la ofensa: nosotros no somos como nuestros dogm&aacute;ticos izquierdistas de &ldquo;El Proletariado&rdquo;. Nosotros no acusamos a estos &ldquo;nuevos&rdquo; esplais sindicales de ser los actores que crean la divisi&oacute;n, lo que ser&iacute;a idealista. En realidad, su actitud, acci&oacute;n e ideolog&iacute;a son el reflejo de su posici&oacute;n ocupada en la divisi&oacute;n de la que participan, y que no han inventado ellos, sino la historia del capitalismo y por tanto de la formaci&oacute;n de clases y sus luchas.</p> <p class="MsoNormal"> &nbsp;</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Aunque, tal y como hemos explicado arriba, no se cumple, en el grado y cualidad supuestos, la presunci&oacute;n del &ldquo;all&iacute; est&aacute; la clase&rdquo; cuando se trata de manifestaciones sindicales (entorno al 15% de la poblaci&oacute;n asalariada est&aacute; sindicada, con una brutal correlaci&oacute;n entre &iacute;ndice de sindicaci&oacute;n y los sectores estatal, de gran planta <i>fabril</i> o de &ldquo;gran empresa&rdquo;), el proletariado s&iacute; est&aacute; en el campo del bar&ccedil;a, en la tasca, en la fila de la loter&iacute;a, en los plat&oacute;s de T5, y teniendo que pelear por ce&ntilde;irse en el tajo a la dictadura impuesta por el darwinismo social al que juegan quienes tienen la sart&eacute;n por el mango. Y al poblamiento de todos estos escenarios, dicho sea de paso, han aportado los sindicatos su preciosa contribuci&oacute;n. &iquest;Y qu&eacute;?. &iquest;Manda, la situaci&oacute;n, a la adaptaci&oacute;n de los comunistas a contextos tales?. No es que tengamos, los comunistas, ning&uacute;n reparo en dar nuestra presencia donde pueda haber comunicaci&oacute;n con el proletariado (aunque nunca nos favorecer&aacute; <i>a priori</i> personificarnos all&iacute; donde &eacute;l es reforzado como masa). Pero, &iquest;ahora?. Si pr&aacute;cticamente ni hemos empezado a auto-crearnos ni a sembrarnos en la clase &ldquo;socialmente sensible&rdquo;.</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Para actuar, habr&aacute; primero que ser fuerza; y para constituirnos en fuerza, habr&aacute; que superar la divisi&oacute;n interior, progresar en la substancia que da cuerpo a una identidad &ldquo;comunista&rdquo; que se auto-presume demasiado r&aacute;pido y en abstracto, sin sumisi&oacute;n a la prueba de fuego de la confrontaci&oacute;n te&oacute;rica; y para devenir fuerza objetiva, habr&aacute;, al mismo tiempo, que atraer y vincularse <i>cr&iacute;ticamente y bajo perspectiva de rectificaci&oacute;n de la mano de la lucha de ideas,</i> con los sectores sociales que son al menos fuerza subjetiva cuyo horizonte auto-asumido es la destrucci&oacute;n del capitalismo, as&iacute; como el cambio radical del mundo y de la organizaci&oacute;n social de la producci&oacute;n que a &eacute;l lo produce. Al margen de que esos sectores no posean <i>a priori</i> la teor&iacute;a con la que conectar efectivamente ese mismo deseo suyo con una realidad proyectada cuyos contenidos acojan a esa radicalidad deseada; en lugar de simplemente duplicar <i>idealizados</i>, embellecidos, los n&uacute;cleos vertebradores de la realidad capitalista (econom&iacute;a parcelada en empresas o en cooperativas, salario, mercanc&iacute;a, &ldquo;auto-gesti&oacute;n territorial&rdquo;, etc.). Hablar de la tan manida &ldquo;aplicaci&oacute;n y comprobaci&oacute;n pr&aacute;cticas de la teor&iacute;a&rdquo;, sin habernos desarrollado en ella ni haberla desarrollado a ella y limpiado de sus l&iacute;neas err&oacute;neas de concepci&oacute;n (que subsisten en e incluso dominan el supuesto campo comunista a d&iacute;a de hoy), ser&iacute;a no aplicar ni comprobar m&aacute;s que nuestra reproducci&oacute;n mec&aacute;nica del espect&aacute;culo dominante de un comunismo en los huesos y tergiversado. Los proletarios han dado una y otra vez su desde&ntilde;osa respuesta a ese horror de retaguardia, aut&eacute;ntico atraso, de lo que debemos felicitarnos, pues al menos la humanidad gen&eacute;rica <i>en la clase</i> se las arregla para intuir aquello que la devuelve, precisamente en su nombre, al radiactivo cauce de alienaci&oacute;n donde se pudre.</p> <p class="MsoNormal"> &nbsp;</p> <p class="MsoNormal"> &nbsp;</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span><b>El &uacute;nico homenaje conmemorativo hoy: ser disidencia y constituir alternativa frente al &ldquo;monopolio de aparici&oacute;n&rdquo; ocupado por el modelo de lucha resistencial laboralista, que desespera y paraliza al proletariado</b></p> <p class="MsoNormal"> &nbsp;</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Unos proletarios industriales fueron asesinados con objeto de segar su lucha contra el tiempo de plustrabajo, es decir, de ganancia &ldquo;pura&rdquo; m&aacute;s all&aacute; del tiempo trabajado generador del valor reproductivo de la Fuerza de Trabajo. Y eso suced&iacute;a un 1&ordm; de Mayo como &eacute;ste. &iquest;Como &eacute;ste?; &iquest;seguro?. La ideolog&iacute;a y, m&aacute;s radicalmente, la realidad del capitalismo se le ha metido al proletariado hasta la m&eacute;dula y ha hecho de &eacute;l un <i>Homo economicus</i> (&ldquo;La burgues&iacute;a produce un mundo a su imagen y semejanza&rdquo;, Marx). Este tipo-humano gu&iacute;a la disposici&oacute;n a sus acciones, no desde principios ni desde una necesidad irrefrenable de expresar su historia objetivada en &eacute;l y, dial&eacute;cticamente, objetivarla en el mundo sin supeditarse al c&aacute;lculo de peligros. Sino desde un c&aacute;lculo racional-instrumental que toma por coordenada sopesar la magnitud de p&eacute;rdidas potenciales<span>&nbsp;&nbsp;&nbsp; </span><span>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;</span><span>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;</span>(riesgos) con la magnitud y probabilidad de consecuci&oacute;n de resultados perseguidos o de provechos. En este panorama de la cosificaci&oacute;n en <i>Homo economicus</i>, &iquest;cu&aacute;l es el margen de posibilidad para la eclosi&oacute;n y desarrollo de luchas de resistencia, y a&uacute;n menos para su coordinaci&oacute;n, articulaci&oacute;n y expansi&oacute;n?. </p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Nimio, porque, tasado desde &ldquo;el sentido com&uacute;n&rdquo;, no existe compensaci&oacute;n potencial que induzca a exponerse a listas negras empresariales, sanciones laborales, exclusi&oacute;n y represi&oacute;n. Dentro de las dificultades en que se mueve el proletariado, extraordinarias en cualquier caso, resulta &ldquo;m&aacute;s probable&rdquo; tomar el camino del posibilismo adaptacionista consiguiendo ventajas individuales de condici&oacute;n laboral o de progresi&oacute;n a base de redoblar la auto-sumisi&oacute;n y la &ldquo;excelencia&rdquo; all&iacute; donde &eacute;sta es posible, o, m&aacute;s generalmente, la discreta obediencia. El proletario reificado se crea as&iacute; un &ldquo;valor diferencial&rdquo;, o &ldquo;a&ntilde;adido&rdquo;, por el camino inverso al de buscar una acci&oacute;n colectiva de resistencia por condiciones. Esta &uacute;ltima, beneficiar&iacute;a, a lo sumo, indistintamente al conjunto (tanto a quienes &ldquo;se muevan&rdquo;, como a quienes no), mientras, de perjudicar, perjudica a uno mismo sin propiciar bien alguno para compa&ntilde;eros terceros. El razonamiento dominante, educado por siglos de propaganda y de dictadura real capitalista, se sucede desde el epicentro individual, y no desde la auto-conciencia ni por tanto desde el auto-pensamiento colectivos. El resultado es el conservadurismo a la expectativa de que externamente se desate algo potente a lo que quiz&aacute;s sumarse y, as&iacute;, el resultado es la par&aacute;lisis resistencial.</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Esta din&aacute;mica s&oacute;lo puede ser rota por los comunistas mediante la disrupci&oacute;n del modelo resistencial mismo. Debemos difundir un referente de horizonte por el que al proletariado le merezca la pena afrontar el miedo y las amenazas de represalia por parte del totalitarismo empresarial y jur&iacute;dico de la democracia, porque afrontarlo <i>implique indisociablemente</i> abrir la puerta a rebasar, al fin, la infraestructura la infraestructura socio-econ&oacute;mica del miedo mismo. Un mundo nuevo que ganar, entendido como totalidad compleja ambiental, productiva, relacional, decisoria, donde el ser gen&eacute;rico desbloquee la auto-afirmaci&oacute;n de su historia objetivada en cualidades de g&eacute;nero e, inextricablemente, contin&uacute;e auto-produci&eacute;ndose al estar produciendo consciente y colectivamente el funcionamiento de <i>su</i> mundo. &iquest;Que las masas &ldquo;no lo comprender&aacute;n&rdquo;?. &iexcl;Ja!. Atendamos al proletariado rural (sobre todo) y al campesinado pobre peruano. De la miseria bajo la gesti&oacute;n de los curas y sus programas de &ldquo;econom&iacute;a local&rdquo; orientada al intercambio y por ello no rentable en condiciones de no-competitividad, o bien reservada a los comestibles que no hac&iacute;an sombra al &ldquo;mercado agro-industrial&rdquo;, y as&iacute; de nutrici&oacute;n insuficiente, esos proletarios y campesinos pobres, en s&iacute;ntesis con la Vanguardia comunista, es decir, organizados como Partido Comunista, pasaron a la sujeci&oacute;n de territorios al poder popular, donde, por dar una muestra, una nueva medicina, s&iacute;ntesis de la recuperaci&oacute;n de saberes ancestrales campesinos y del desarrollo de instrumental y libre curso del aprendizaje cient&iacute;fico, serv&iacute;a ahora a personas que produc&iacute;an y administraban en com&uacute;n las condiciones de su reproducci&oacute;n y de su lucha por el poder total, en lugar de continuar sirviendo a la reparaci&oacute;n y funcionamiento de piezas humanas girando alienadas en el engranaje de la divisi&oacute;n clasista del trabajo.</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>&iexcl;No vengamos a joder con &ldquo;realismos&rdquo;!. Lo &uacute;nico irreal aqu&iacute; es suponer que el proletariado va a romper su quietud, para desbocarse en lucha por condiciones dentro de los contextos operativos empresariales o de acuerdos con pol&iacute;ticas laborales sancionadas por el Estado, cuando &eacute;l est&aacute; percibiendo y comprendiendo con lucidez, a diferencia de su retaguardia posibilista obrerista (aut&eacute;ntica capa m&aacute;s atrasada del proletariado), que el Capital hace cuanto tiene que hacer y llega hasta donde le haga falta con tal de re-ajustarse a las funciones acumulativas y re-inversivas de las que depende, llegando, cada reforma, adjunta a su contra-reforma m&aacute;s o menos disfrazada, y siendo siempre preparado el palo consecuente a cada pomposa presentaci&oacute;n zanahorias. Si tal panorama esteriliza los frutos de la lucha, &iquest;porqu&eacute; no pensar en asumir el esfuerzo y la exposici&oacute;n a represalias, con vistas a demoler el propio panorama?. &iquest;Qu&eacute; alternativa hay?; &iquest;luchar por condiciones &ldquo;para adquirir consciencia&rdquo; y para &ldquo;aprender de las derrotas y formarse con ellas&rdquo;?: esa lucha no trae m&aacute;s que (falsa) consciencia de derrotados, ya que suprime el horizonte arduo, dif&iacute;cil y real poniendo en su lugar unas irreales perspectivas de vivir mejor, <i>puding</i> que, al haber sido probado en su sabor de desencanto y frustraci&oacute;n, desde hace tiempo ha ido llevando a los proletarios a una falsa auto-conciencia de impotencia, de individualismo, de resentimiento colectivo y de nihilismo.</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Pero el proletariado s&oacute;lo deviene impotente apresado en esa imagen de la impotencia, correlato, fetichizado por &eacute;l, de una experiencia que ha venido siendo regida por una pr&aacute;ctica tramposa; &uacute;nicamente &uacute;til como carne de ca&ntilde;&oacute;n y movilizaci&oacute;n espectacular, para los designios particulares de los poderes, de gorra roja y silbato pastoril, interesados en mostrar a sus interlocutores patronales y estatales sus destrezas en pirotecnias &ldquo;de fuerza&rdquo;.</p> <p class="MsoNormal"> &nbsp;</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Tenemos claro no poder subvertir hacia las fuerzas de revoluci&oacute;n, las estructuras, redes y el movimiento pr&aacute;ctico ecologista, feminista, republicano... Pues sus perspectivas y rumbos efectivos no hacen sino expresar idealmente (y con no poco utopismo) el anhelo de introducir una modificaci&oacute;n de funcionamiento. Esto es: <i>en el funcionamiento</i> del sistema econ&oacute;mico o pol&iacute;tico-jur&iacute;dico, a fin de mejor acoplarlo a esas necesidades de disponer de campo de movilidad, que han desarrollado, a imagen del desarrollo y complejizaci&oacute;n del sistema mismo, unos tipos-humanos que son su producto -sintetizados en la figura del ciudadano como resumen-contenedor de tal multiplicidad. Y que pretenden reconocimiento, posicionamiento, gesti&oacute;n o, las m&aacute;s de las veces, forzar una tregua con el sistema en lo que &eacute;ste tiene de m&aacute;s insoportablemente amenazador para una u otra entre esas dimensiones sociales espec&iacute;ficas del ciudadano (es decir, forzar un <i>no me li tangere</i>, una zona franca).</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Lo que s&iacute; podemos hacer los comunistas -o, mejor, lo que s&iacute; <i>podremos hacer</i> tras haber avanzado en la reconstituci&oacute;n de nuestro movimiento-, es comunicaci&oacute;n revolucionaria dirigida a determinados elementos de &ldquo;estos mundos&rdquo;, quienes sean m&aacute;s o menos permeables hacia negar su propia perspectiva de movimiento-reflejo de la relaci&oacute;n agresiva capitalismo-necesidades humanas. Y as&iacute; llevar a estos elementos hacia la perspectiva de salida hist&oacute;rica que supera cualitativamente el p&aacute;lido y caricaturesco sentido de &ldquo;ecolog&iacute;a&rdquo;, &ldquo;igualdad&rdquo;, &ldquo;fraternidad&rdquo;, &ldquo;dignidad productiva&rdquo;, &ldquo;autonom&iacute;a&rdquo;, &ldquo;participaci&oacute;n&rdquo;... que cabe en el capitalismo. Sentidos que son los que mec&aacute;nicamente portan esos movimientos y su punto de partida fetichista en cuanto a las relaciones y especies sociales reales ya generadas, y entre las que forman parte quienes en el fondo no dejan de ser sus abanderados.</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Pero si esta necesidad de disrupci&oacute;n la vemos di&aacute;fana en lo que se refiere a la policrom&iacute;a de los llamados &ldquo;movimientos sociales&rdquo;, &iquest;porqu&eacute; arrastramos los comunistas una tradici&oacute;n que nos impide ver la soluci&oacute;n de continuidad entre el resto de manifestaciones de dicho paradigma, y el color azul del mono de la estereotipada &ldquo;lucha obrera&rdquo;?.</p> <p class="MsoNormal"> &nbsp;</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Hace poco m&aacute;s de una d&eacute;cada, se nos presentaba exultante un nuevo conglomerado de actores pol&iacute;ticos al que se hab&iacute;a dado el nombre de &ldquo;ciudadanismo&rdquo;. Sus funciones manifiestas auto-acopiadas: vehiculaci&oacute;n de demandas &ldquo;de clase&rdquo; acompa&ntilde;ada de actos de presencia perseverante en luchas y movimientos de f&aacute;brica; presi&oacute;n sobre procesos de toma de decisiones; influencia e inclinaci&oacute;n de pol&iacute;ticas estatales; presi&oacute;n p&uacute;blica sobre personajes y partidos, y sometimiento selectivo de los mismos a &ldquo;escarnio&rdquo; de imagen; redistribuci&oacute;n presupuestaria y &ldquo;ayuda al Tercer Mundo&rdquo;; velar por el cumplimiento de la Ley y de la penalidad sobre procesos y asuntos ambientales; etc. </p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>El posibilismo de entrada era y es evidente: &ldquo;Forzar, mediante la vigilancia ciudadana, al Estado capitalista para que concilie su naturaleza con el debido respeto y protecci&oacute;n a los intereses ciudadanos, m&aacute;s all&aacute; de clase de pertenencia&rdquo;. En algunos casos, se trata de un posibilismo realista -en el fondo, Vanguardia aventajada del Estado ideal burgu&eacute;s entendido como super-consciencia de la clase dominante atendiendo a <i>su</i> sociedad desde el marco normativo de equitatividad protectora, arrogado a trav&eacute;s de la m&aacute;xima Libertad-Igualdad-Fraternidad. En otros casos, se trata de un posibilismo quim&eacute;rico: lo es y ser&aacute; siempre y cuando la presi&oacute;n ciudadanista aspire a que el Estado capitalista se ponga a maniobrar para <i>poner en jaque</i> el derecho ciudadano que los propietarios monopolistas de Capital tienen en relaci&oacute;n a invertir y a usar su propiedad tal y como est&eacute;n determinados a necesitar hacerlo a fin de seguir en la cresta de la ola competencial. Este caso es, por supuesto, extensible a las pol&iacute;ticas de Estado correlativas (militares, diplom&aacute;ticas, comerciales, etc.).</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span>Aunque es cierto que el ciudadanismo ha logrado instituir a parte de su universo fragmentario de <i>lobbies</i>, y que estos son incluso capaces de concertarse a fin de operar en una racionalidad de objetivos m&aacute;s o menos unitaria, &iquest;qu&eacute; hay de la otra gran funci&oacute;n presumida al ciudadanismo: arrastrar tras de s&iacute; al proletariado?. En ello ha fracasado estrepitosamente. A las charlas y actos del ciudadanismo acude su propia base social (de todo un poco, menos proletaria), siendo, peque&ntilde;o-burgueses, bur&oacute;cratas, cuadros profesionales y universitarios, burgueses y grandes capitalistas, tanto sus financiadores como sus organizadores, convocantes, editores, publicistas, difusores, activistas y audiencia. La misma ausencia, abstinencia, separaci&oacute;n, termin&oacute; de caracterizar hace ya a&ntilde;os la relaci&oacute;n entre sindicalismo y proletariado. &iquest;Est&aacute;n as&iacute; a gusto los sindicatos, defendiendo a los suyos y sin estorbo de mezclas?. &iquest;O necesitan proletarios, como fuente de fuerza y de legitimaci&oacute;n?. Nada de ello es nuestro problema, m&aacute;s que en el sentido de advertir a los comunistas contra entrar a rodar o continuar rodando en un c&iacute;rculo de &ldquo;re-composici&oacute;n&rdquo; sindical al que nuestra verdadera clase, aqu&eacute;lla para la que el Imperialismo no ha fabricado ni podr&aacute; fabricar jam&aacute;s otra cosa que cadenas que perder, excluy&oacute; hace tiempo de sus vidas. Vidas excluidas de posiciones, empleos y plusval&iacute;as &ldquo;salariales&rdquo; que Estados, monopolios y sindicatos arrancan a su plustrabajo y al de sus hermanos del mundo entero.</p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp; </span><span>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;</span></p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; Tamer Sarkis</span></p> <p class="MsoNormal"> <span>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; </span></p> <p> &nbsp;</p> http://estrecho.indymedia.org/general/noticia/primero-mayo-manchado-sangre-del-pueblo-libio-o-sociologia-vergueenza#comments General comunistas mayo proletariado sindicalismo sindicatos Mon, 18 Apr 2011 08:14:09 +0000 3840 at http://estrecho.indymedia.org Auge del hablar en torno a el Otro e interculturalidad, en la actividad antropológica de dominación de clase http://estrecho.indymedia.org/general/noticia/auge-del-hablar-torno-otro-e-interculturalidad-actividad-antropologica-dominacion-cl <p> <span>&nbsp;</span></p> <p> <b>Auge del habla en torno a el Otro e interculturalidad, en la actividad antropol&oacute;gica de dominaci&oacute;n de clase</b></p> <p align="right"> &nbsp;</p> <p align="right"> Tamer Sarkis<br /> &nbsp;</p> <p> <b>Resumen</b></p> <p> <br /> &nbsp;</p> <p> Las re-colocaciones poblacionales producidas por el desarrollo de la Econom&iacute;a Pol&iacute;tica y su generalizaci&oacute;n correlativa de la escasez, significan tambi&eacute;n una re-colocaci&oacute;n pol&iacute;tica y de control que se hace insatisfactoriamente inteligible desde nociones como &ldquo;aculturaci&oacute;n&rdquo;, &ldquo;invalidaci&oacute;n de identidades&rdquo;, &ldquo;asimilaci&oacute;n&rdquo;&hellip; </p> <p> Quiz&aacute;s ya el acto mismo de pensar a &ldquo;un Otro&rdquo; en &ldquo;manos pol&iacute;ticas&rdquo; forme parte consciente o inconsciente de la pol&iacute;tica real en curso. Pues esta &uacute;ltima va en el sentido de poner a orbitar auto-calificaciones y auto-asunciones alrededor del globo de la &ldquo;alteridad&rdquo;, que la pol&iacute;tica misma se ocupa en hinchar a trav&eacute;s de las definiciones portadas por la mediaci&oacute;n antropol&oacute;gica &ldquo;intercultural&rdquo; en barrios, por la etnograf&iacute;a al servicio de pol&iacute;ticas sociales institucionales, por la intervenci&oacute;n asistencial, de animaci&oacute;n participativa y de recolecta dial&oacute;gica de &ldquo;las voces otras&rdquo;, etc. </p> <p> La ideolog&iacute;a dominante puede as&iacute; acometer su labor de desviar las precariedades de existencia y las pr&aacute;cticas de oposici&oacute;n consecuentes, a trav&eacute;s del carril se&ntilde;alado por una cuesti&oacute;n pendiente de: A. &ldquo;Reconocimiento institucional&rdquo;, y B. &ldquo;Dotaci&oacute;n de infraestructuras para las autonomizaciones culturales de funcionamiento localizado y para sus necesidades espec&iacute;ficas de atenci&oacute;n&rdquo;. Este es el nuevo paradigma de &ldquo;inter-integraci&oacute;n&rdquo;, que jubila a la rancia y ya hiper-exprimida &ldquo;integraci&oacute;n&rdquo; de connotaciones unilaterales. </p> <p> Ello mientras esta ideolog&iacute;a pone a desfilar, ante un proletariado &ldquo;restante&rdquo; previamente separado de aquellas din&aacute;micas de respuesta por su misma &ldquo;culturalizaci&oacute;n&rdquo; medi&aacute;tica, un conjunto de im&aacute;genes que inhiben la visi&oacute;n de la diversidad de circunstancias <i>como multiplicidad</i> que obedece al fin y al cabo a una condici&oacute;n social <i>com&uacute;n</i>. Y por eso diversidad de carencias &ndash;particulares o no- superables &uacute;nicamente en el encuentro de una perspectiva com&uacute;n. </p> <p> &nbsp;</p> <p> <b>Palabras clave:</b> pol&iacute;tica, cultura, intercultural, ideolog&iacute;a, endogenizaci&oacute;n.</p> <p> <br /> &nbsp;</p> <p> <b>I. Inexistencia de la Antropolog&iacute;a separada idealmente de su gen&eacute;tica pol&iacute;tica: intervenci&oacute;n antropol&oacute;gica en la cosificaci&oacute;n segmentaria &ldquo;cultural&rdquo; del sujeto de clase</b></p> <p> <br /> &nbsp;</p> <p> A primera vista, puede pensarse en aplicar a la relaci&oacute;n Antropolog&iacute;a-pol&iacute;tica un esquema fundamentado en la instrumentalizaci&oacute;n, colonizaci&oacute;n, corrupci&oacute;n, falsificaci&oacute;n pol&iacute;tica de ese particular modo de conocer. En realidad, su sujeto productor mismo pertenece a la pol&iacute;tica, y los cambios morfol&oacute;gicos, funcionales, presenciales, etc., experimentados por la Antropolog&iacute;a son el correlato de desaf&iacute;os pol&iacute;ticos mutantes. Las sociedades cuyos Estados se hallaban volcados hacia el Otro m&aacute;s o menos silenciosamente, y que manifestaban indiferencia o curiosidad, han pasado a ser sociedades receptoras del ruido incesante que sobre el Otro arman, <i>pensando en ellas</i>, las estancias emisoras de imagen. No carece de importancia en este encerrar con palabras a la sociedad entera en la cuesti&oacute;n de el Otro<sup><a class="sdfootnoteanc" href="#sdfootnote1sym" name="sdfootnote1anc"><sup><u>1</u></sup></a></sup>, el hecho de que esas gentes, lejos de continuar siendo solamente una figura externa a dominar, a vender, a explotar, a contraponer a la Virtud moral o social &ldquo;propia&rdquo;, a emplear militarmente, deben ahora ser tambi&eacute;n la materia con que dominar, en el interior &ndash;social y de cada sujeto-, <i>la vivencia</i> de los procesos en que esta sociedad est&aacute; actualmente atrapada. </p> <p> Dominaci&oacute;n al nivel de la representaci&oacute;n y de la experiencia subjetiva de la realidad social, pero que est&aacute; cargada de efectos objetivos porque incide sobre las tolerancias, sobre las relaciones, sobre las pr&aacute;cticas, que los sujetos afirman, imprimiendo a esas representaciones y a esas experiencias en esos procesos reales mismos. Por tanto, la creaci&oacute;n de falsa consciencia es creaci&oacute;n de principios defensivos de los procesos tal y como son encauzados por los aparatos pol&iacute;ticos de la burgues&iacute;a, y es tambi&eacute;n disuasi&oacute;n/canalizaci&oacute;n rentable de la intervenci&oacute;n colectiva en estos. </p> <p> Por ejemplo, respecto de un proceso social dram&aacute;tico como es la migraci&oacute;n masiva forzosa porque el capitalismo no es capaz de asegurar la subsistencia a gran parte de la poblaci&oacute;n mundial ni siquiera en el plano elemental biol&oacute;gico, la ideolog&iacute;a dominante basa su ofensiva en pintar el proceso como si se tratara del &ldquo;ejercicio de un derecho a buscar una vida mejor&rdquo;<sup><a class="sdfootnoteanc" href="#sdfootnote2sym" name="sdfootnote2anc"><sup><u>2</u></sup></a></sup>, bello ejercicio democr&aacute;tico &ldquo;que debemos reivindicar, defender, practicar, celebrar que otros puedan practicar&rdquo;. La ideolog&iacute;a dominante <i>disfraza as&iacute; la verdad del proceso</i>, que estriba en ser <i>necesidad sin m&aacute;s para millones de personas.</i> Esta tergiversaci&oacute;n que representa a la migraci&oacute;n como una opci&oacute;n, o como una decisi&oacute;n de b&uacute;squeda de utilidades comparativamente mayores, es, en su &eacute;xito sobre la consciencia de masas, una colosal apolog&iacute;a asumida a prop&oacute;sito de las condiciones de existencia de las propias masas. Porque su vida se les aparece as&iacute; como una cuesti&oacute;n cualitativamente valorable &ndash;o valorada- aunque sea en t&eacute;rminos comparativos; cuando en realidad la persona migrante usa sencillamente la &uacute;nica puerta de salida que tiene o que cree tener frente a la encerrona segura que constata, directamente para ella o para los seres vinculados a ella, desde la l&oacute;gica de la necesidad de supervivencia, y no desde l&oacute;gica alguna de &ldquo;calidad de vida&rdquo;<sup><a class="sdfootnoteanc" href="#sdfootnote3sym" name="sdfootnote3anc"><sup><u>3</u></sup></a></sup>. </p> <p> Los aparatos burgueses se permiten estas <i>frivolit&eacute;s</i> &ndash;y hablo especialmente de cierta l&iacute;rica en torno a la dicha &ldquo;existencia n&oacute;mada&rdquo;, extrapolada <i>a tutti</i>- porque apenas han de explicitarlas discursivamente, ejercicio que desvelar&iacute;a la banalidad de los enunciados. Pueden ahorr&aacute;rselo, no teniendo m&aacute;s que proyectar bien alto sus insinuaciones con el extraordinario trampol&iacute;n que les resulta nuestra propia conciencia colectiva cosmopolita, aplaudidora de un individualismo vers&aacute;til y adaptativo, y acorde a grandes rasgos con el aforismo de los c&iacute;nicos: Sentirse en la tierra de uno all&aacute; donde se est&eacute; a placer. Estas ideas son del todo leg&iacute;timas e interesantes sin duda, pero desde luego no sirven para designar el proceso vivido por millones de personas cuyo desarraigo del entorno pr&oacute;ximo de cotidianeidad les reporta una &ldquo;peque&ntilde;a muerte&rdquo;. Y ese sentimiento no est&aacute; separado de sus condiciones materiales de vida: no pueden seguir <i>siendo con integridad</i> trat&aacute;ndose de sujetos muy tenuemente individualizados, y quienes solamente <i>llegan a ser </i>a partir del v&iacute;nculo en que se insieren, y que <i>tiene lugar</i> en la regi&oacute;n: v&iacute;nculo de parentesco y su polifuncionalidad para la reproducci&oacute;n social; v&iacute;nculo de econom&iacute;a marcadamente local en lo que se refiere a las l&iacute;neas de cooperaci&oacute;n y mecanismos de distribuci&oacute;n establecidas &ndash;lo que no significa econom&iacute;a exenta de determinaci&oacute;n por procesos internacionales-; v&iacute;nculo de alianza como uno de los momentos centrales y en cualquier caso subyacente al &ldquo;enfoque existencial&rdquo; que hacen los sujetos cuando preparan o recorren otros muchos momentos y actividades; v&iacute;nculo de valoraci&oacute;n respecto a la actividad y pr&aacute;cticas compartidas, que se enuncia mediante la ritualizaci&oacute;n de las formas, las pausaciones de tiempo, la preponderancia de la calidad del proceso sobre la pragm&aacute;tica de su finalidad, v&iacute;nculo que queda pulverizado por las nuevas condiciones de existencia de los sujetos en el pa&iacute;s &ldquo;de destino&rdquo;; etc. No se trata de idealizar nada o de sustraerlo a su propia cr&iacute;tica, sino sencillamente de intentar investigar y transmitir <i>lo que es</i>. Y, por supuesto, eso que pueden ver en las migraciones nuestras subjetividades muy escasamente territorializadas, asociativas m&aacute;s que comunitarias, funcionales m&aacute;s que identificativas, regidas por el principio del contrato m&aacute;s que por el del contacto con lo inmediato<sup><a class="sdfootnoteanc" href="#sdfootnote4sym" name="sdfootnote4anc"><sup><u>4</u></sup></a></sup>, <i>no es</i> correspondiente a la realidad de disrupci&oacute;n devastadora entre los sujetos migrantes y su ser social, <i>por m&aacute;s miserias y extremos de imposibilidad subsistencial que &eacute;ste entra&ntilde;e</i><sup><i><a class="sdfootnoteanc" href="#sdfootnote5sym" name="sdfootnote5anc"><sup><u>5</u></sup></a></i></sup>.</p> <p> <br /> &nbsp;</p> <p> Una segunda muestra de la reciente <i>puesta espectacular de el Otro en consumo y conversaci&oacute;n p&uacute;blicos</i>: </p> <p> Cuando las capas m&aacute;s depauperadas del proletariado se rebelan en el extrarradio, a los medios les es relativamente f&aacute;cil mistificar a la &ldquo;opini&oacute;n p&uacute;blica&rdquo; enumerando &ndash;o exhibiendo con im&aacute;genes- un conjunto de caracter&iacute;sticas fenom&eacute;nicas seleccionadas como materia prima de fabricaci&oacute;n informativa: &ldquo;negros&rdquo;, &ldquo;faltos de integraci&oacute;n&rdquo;, &ldquo;<i>lumpen</i>&rdquo;, &ldquo;lumpenizados&rdquo;, &ldquo;v&iacute;ctimas del racismo institucional o social&rdquo;, &ldquo;excluidos de oportunidades&rdquo;, &ldquo;desempleados&rdquo;, etc. Como si <i>el fondo gen&eacute;tico</i> del proceso social notificado y &ldquo;debatido&rdquo; por radio y televisi&oacute;n tuviera que ver sin m&aacute;s con una condici&oacute;n &ldquo;particular&rdquo; de ciertos sujetos sociales. Es as&iacute; escondido el hecho de que las Relaciones de Producci&oacute;n, en su definir las condiciones de existencia de las dos clases principales en relaci&oacute;n, tienden en &uacute;ltima instancia a irradiar atravesando las varias capas que segmentan al proletariado, en un proceso &ndash;reitero, en &uacute;ltima instancia- de homogeneizaci&oacute;n relativa &ldquo;a la baja&rdquo;. De este modo, los intentos de respuesta &ndash;acertados o t&aacute;cticamente equivocados- que se sucedan son explicables &uacute;nicamente asumiendo la Variable condici&oacute;n de clase. Y eso por m&aacute;s &ldquo;ciegas&rdquo; o contraproducentes que sean estas t&aacute;cticas de lucha, o por m&aacute;s que consistan en puro cebarse contra la clase misma &ndash;incendiando los barrios propios, los coches, las infraestructuras de alumbrado o de telefon&iacute;a; impidiendo el desplazamiento hacia el medio de subsistencia a sabiendas de que el empresario lo tiene f&aacute;cil para sustituir por otro al obrero o al empleado que no llega; etc. En estos casos, la hipocres&iacute;a burguesa clama contra las acciones y recuerda sus consecuencias a los espectadores, mientras se frota las manos pensando en las rentabilidades que ingresa con su continuidad &ndash;rentabilidades represivas, de reforma jur&iacute;dica para un control poblacional m&aacute;s estrecho, de divisi&oacute;n dentro de la clase a la que pertenecen las capas en movimiento, de nihilismo y desorientaci&oacute;n de clase respecto de sus propias posibilidades de ser portadora de alternativa socio-econ&oacute;mica, etc.<sup><a class="sdfootnoteanc" href="#sdfootnote6sym" name="sdfootnote6anc"><sup><u>6</u></sup></a></sup> Y la validez &uacute;nica de esa perspectiva explicativa se debe a que son las relaciones entre las clases aquello que produce una multitud de situaciones &ldquo;de grupo&rdquo;, &ldquo;espec&iacute;ficas&rdquo; o &ldquo;particulares&rdquo;, as&iacute; como su nivelaci&oacute;n material a medida que se extiende y se acent&uacute;a <i>la escasez nuclear</i> <i>que la Econom&iacute;a Pol&iacute;tica estructurando las sociedades significa</i>. </p> <p> Esconder esta realidad substancial detr&aacute;s del discurso que consiste en citar &ldquo;un Otro y sus d&eacute;ficits de encaje, de comprensi&oacute;n, de atenci&oacute;n, de asistencia social, de libertad para la afirmaci&oacute;n cultural, de sociabilidad en el barrio e ideaci&oacute;n de soluciones locales y participativas a escaseces y conflictos, etc.&rdquo;, presenta para la clase dominante tambi&eacute;n la rentabilidad funcional de inducir al resto del proletariado &ldquo;simpat&iacute;as&rdquo;, &ldquo;antipat&iacute;as&rdquo;, &ldquo;aversiones&rdquo;, e incluso &ldquo;apoyos&rdquo; <i>ante un panorama de supuesta &ldquo;lucha de ellos, de el Otro&rdquo;</i> por conseguir &ldquo;otras condiciones de existencia, de respeto o de participaci&oacute;n&rdquo;. Con esa operaci&oacute;n medi&aacute;tica &ndash;en la que los antrop&oacute;logos del campo burgu&eacute;s hablan en primera l&iacute;nea-, la burgues&iacute;a mete de lleno a esas luchas en el callej&oacute;n sin salida de &ldquo;el rumbo propio&rdquo;, al tiempo que el resto de la clase no se ve incumbida en esa acci&oacute;n colectiva <i>por ella en s&iacute; como totalidad</i>. As&iacute;, las capas aisladas en movimiento, carentes de perspectiva <i>de conjunto</i>, son incapaces de tender en su <i>praxis</i> hacia la realizaci&oacute;n de una alternativa socio-econ&oacute;mica integral a la totalidad socio-econ&oacute;mica que define su existencia &ldquo;de grupo&rdquo;. Igualmente, la clase, que contempla el proceso desde un &ldquo;afuera&rdquo; espectacularmente articulado para ella en debates, pel&iacute;culas, informativos, reportajes y art&iacute;culos de prensa, oscila entre alinearse, implicarse o rechazar tanto el movimiento en marcha como la perspectiva, los m&eacute;todos, los discursos, los sistemas de comunicaci&oacute;n, &ldquo;internos de &eacute;ste&rdquo;; pero no desarrolla su perspectiva, porque se auto-identifica como &ldquo;solidaria&rdquo;, y no como sujeto total en <i>identidad</i> con uno y otro sector en su seno. </p> <p> &nbsp;</p> <p> As&iacute; mismo, y para citar otro ejemplo de centralidad asumida por la categor&iacute;a de &ldquo;el Otro&rdquo; a la hora de sernos re-presentado, aquello que nos ocurre, de la mano de los canales productivos y distributivos de ideolog&iacute;a dominante, multitud de cuestiones en declive relacionadas con la depauperaci&oacute;n de las condiciones de vida del proletariado &ndash;pensiones, Seguridad Social, salarios reales, pol&iacute;tica de contratos laborales, inflaci&oacute;n, despidos y desempleo, cierre de industrias de sectores diversos, carest&iacute;a de la vivienda-, son &ldquo;explicadas&rdquo; aludiendo a los desequilibrios presupuestarios originados por el &ldquo;plus de atenci&oacute;n&rdquo; requerido por este &ldquo;cambio paulatino de circunstancias socio-demogr&aacute;ficas&rdquo;. Intenta ser ocultada as&iacute; la Econom&iacute;a Pol&iacute;tica misma que determina con su din&aacute;mica, tanto las insuficiencias de Estado para el mantenimiento de su tejido asistencial, como la sucesi&oacute;n misma de procesos demogr&aacute;ficos que &ndash;a decir de periodistas, de contertulios, de pol&iacute;ticos populistas y dem&aacute;s ide&oacute;logos a sueldo- subyacer&iacute;a a -o agravar&iacute;a- ese suministro organizado de empobrecimiento.</p> <p> &nbsp;</p> <p> <br /> &nbsp;</p> <p> <br /> <b>II. La Variable &ldquo;intercultural&rdquo; y sus funciones en la &ldquo;explicaci&oacute;n&rdquo; de conflictos sociales y en su gesti&oacute;n</b></p> <p> <br /> &nbsp;</p> <p> A la vez, esta sociedad es penetrada por el Otro en una &iacute;ndole que llama a gestionar los riesgos supuestos por estas nuevas condiciones para la convivencia intercultural (complicidades sobre la percepci&oacute;n rec&iacute;proca de pertenencia a una misma condici&oacute;n de clase). En este contexto, &ldquo;el debate&rdquo; da una voz antes in&eacute;dita a una Antropolog&iacute;a que acu&ntilde;a identidades para los venidos. Estas identidades &ldquo;halladas&rdquo; ser&iacute;an supuestamente la clave orientadora para la intervenci&oacute;n estatal y la clave explicativa de las reacciones de estos a un medio que no sabr&iacute;a integrarlos respetando su especificidad. La Variable &ldquo;intercultural&rdquo; entra en escena de este modo, y sus funciones en la gesti&oacute;n de conflictos son claras: desplaza, la consciencia en relaci&oacute;n a las condiciones materiales en que viven millones de sujetos, en direcci&oacute;n a cuestiones culturales. Con ello es velada la impotencia real de las instituciones para tratar con &ldquo;las problem&aacute;ticas&rdquo; derivadas de un abanico de miserias, de insalubridades, de consciencia fatalista en relaci&oacute;n al propio &ldquo;porvenir en sociedad&rdquo; &ndash;porque el sujeto se sabe desprovisto de margen de incertidumbre-, de ausencia de libertad para actividad alguna porque no se posee la gesti&oacute;n de recurso material alguno, as&iacute; como de aislamientos y de d&eacute;ficits en la socialidad, en los v&iacute;nculos humanos, en la empat&iacute;a intersubjetiva, etc., todos componentes intr&iacute;nsecos a la existencia atomizada y utilitaria que sobrevivir en el capitalismo exige<sup><a class="sdfootnoteanc" href="#sdfootnote7sym" name="sdfootnote7anc"><sup><u>7</u></sup></a></sup>. Estas caracter&iacute;sticas tienen que ser as&iacute; <i>a fortiori </i>en aquellas capas del proletariado para las que, esa alienaci&oacute;n de toda humanidad en la existencia concreta, que es ya de por s&iacute; el ser social de la clase, se encuentra m&aacute;s desarrollada y <i>realizada</i><sup><i><a class="sdfootnoteanc" href="#sdfootnote8sym" name="sdfootnote8anc"><sup><u>8</u></sup></a></i></sup>. Mediante una operaci&oacute;n de estafa que reemplaza, al ser social, por la caracter&iacute;stica, lo circunstancial, el accidente, el discurso social de la burgues&iacute;a tilda a esos <i>procesos caracter&iacute;sticos</i> mismos de responsables sobre los comportamientos, las abstinencias, las <i>desvinculaciones</i>, las autodestrucciones, las desutilidades, los ilegalismos, que se plantea liquidar, paliar, regular, contender o rentabilizar. Por ende, tilda a aquellos <i>procesos caracter&iacute;sticos</i> de <i>ser</i> <i>el terreno objetivable y susceptible para la intervenci&oacute;n</i>, figur&aacute;ndose que, encauzados o compensados seg&uacute;n la f&oacute;rmula m&aacute;gica etnol&oacute;gica, de trabajo social, asistencial, sociol&oacute;gica, urban&iacute;stica, psicosocial, de cooperaci&oacute;n, l&uacute;dico-infantil, pedag&oacute;gica, f&iacute;sico-educativa, por hallar, ser&aacute; capaz de regenerar el tejido social nacido ya amenazante o de nulo provecho. </p> <p> Con esta Antropolog&iacute;a, deslizada en el discurso period&iacute;stico &ldquo;comprometido&rdquo; y verbalizada por determinados &ldquo;expertos&rdquo;, se consigue surcar una discontinuidad en el espacio social, que separa a los &ldquo;aut&oacute;ctonos&rdquo; de los identitarizados como &ldquo;inmigrantes&rdquo;, &ldquo;poblaci&oacute;n de origen inmigrante&rdquo;, &ldquo;hijos de inmigrantes&rdquo;, &ldquo;poblaci&oacute;n de antiguas colonias&rdquo;, etc. Los primeros se convierten as&iacute; en espectadores &ndash;partidarios, comprensivos o reacios- de los movimientos e insurgencias &ldquo;<i>de</i> los segundos&rdquo;. La identificaci&oacute;n posible queda as&iacute; obstruida por una Antropolog&iacute;a que se encarga de que el Otro no deje de ser considerado como tal. A la vez, esta Antropolog&iacute;a ejerce de mala conciencia cr&iacute;tica sermoneando a la pol&iacute;tica y a &ldquo;la poblaci&oacute;n nacional&rdquo; sobre la necesidad de comprensi&oacute;n hacia esas categor&iacute;as en que ha fijado previamente a las personas.</p> <p> En una cuesti&oacute;n como la exclusi&oacute;n, gran parte de la gama ideol&oacute;gica dominante vertida halla su com&uacute;n denominador en presentar a &eacute;sta en dicotom&iacute;a con la integraci&oacute;n. En realidad, las mismas estancias y grupos pol&iacute;ticos, empresariales, financieros, burocr&aacute;ticos, etc., que asignan &ldquo;cuotas de recepci&oacute;n&rdquo; a las migraciones calculadas por el rasero de la rentabilidad laboral y productiva, son los mismos actores promotores de racismo y exclusi&oacute;n poblacionales. Para consumar la &uacute;nica integraci&oacute;n concreta real que les es deparada bajo el capitalismo a los nuevos contingentes grupales incorporados &ndash;florituras, D&iacute;as Oficiales varios decretados por tal o cual bello cuadro social, y enso&ntilde;aciones aparte-, sus importadores econ&oacute;micos y jur&iacute;dicos tienen que bloquear en lo posible el afloramiento de lazos de sociabilidad, de empat&iacute;a, de comprensi&oacute;n profunda, de compa&ntilde;erismo, con el resto de la clase y dem&aacute;s &ldquo;poblaci&oacute;n de acogida&rdquo;. Y sabemos que los modos de conciencia, de identificaci&oacute;n rec&iacute;proca, de incorporaci&oacute;n de un Otro que deja de serlo, dependen del establecimiento de relaciones sociales objetivas. </p> <p> De lo que se sigue que la burgues&iacute;a, sus medios period&iacute;sticos y sus mediadores cient&iacute;ficos deban completar la dicotom&iacute;a inventada exclusi&oacute;n/integraci&oacute;n asoci&aacute;ndola a un marco de &ldquo;reto de interculturalidad&rdquo;, &ldquo;reto a la capacidad de convivencia&rdquo;, etc. As&iacute;, &ldquo;transformando&rdquo; a la integraci&oacute;n concreta que acondiciona -con las exclusiones m&uacute;ltiples que son su asidero y la biga sobre la que esta integraci&oacute;n tiene que sustentarse e impulsarse- en una cuesti&oacute;n de &ldquo;consonancia multi o intercultural&rdquo; (seg&uacute;n versiones), los gestores de migraciones lo tienen f&aacute;cil para desplazar al terreno de la clase obrera &ndash;de &ldquo;su cultura&rdquo;, de su &ldquo;incultura&rdquo;, de su &ldquo;embrutecimiento&rdquo;, de su &ldquo;insolidaridad&rdquo;, etc.- el conjunto de procesos exclusionistas y de aislamiento en que consiste la particular inmersi&oacute;n funcional <i>pre-asignada</i> a la poblaci&oacute;n migrante<sup><a class="sdfootnoteanc" href="#sdfootnote9sym" name="sdfootnote9anc"><sup><u>9</u></sup></a></sup>, con determinados sectores laborales, determinados salarios y determinadas condiciones de trabajo &ldquo;correspondientes&rdquo;.</p> <p> Si tenemos en cuenta lo dicho, el doble juego de la ideolog&iacute;a dominante se desvela claro: la prensa reparte las sesiones informativas, las im&aacute;genes, los art&iacute;culos alternantes en su calendario. A ciertas horas, el men&uacute; se compone de documentales de sensibilizaci&oacute;n, galas &ldquo;por la tolerancia&rdquo;, noticias sobre pa&iacute;ses de origen para el fomento de cierta comprensi&oacute;n y &ldquo;fraternidad&rdquo;, datos intercalados por un constante y machac&oacute;n goteo &ldquo;informativo&rdquo; de asociaciones entre &ldquo;poblaci&oacute;n de origen extranjero&rdquo; y un largo listado de estereotipos negativos, hecho al que ha dado un fuerte giro de tuerca la conversi&oacute;n de ciertos canales televisivos en aut&eacute;nticas &ldquo;p&aacute;ginas de sucesos&rdquo;. A otras horas la priorizaci&oacute;n se invierte moment&aacute;neamente. Con este pendul&eacute;o, se alcanza finalmente cierto equilibrio actitudinal en el proletariado, de signo utilitario &oacute;ptimo para los empleadores de los ide&oacute;logos: </p> <p> La &ldquo;nueva&rdquo; Fuerza de Trabajo &ndash;o &ldquo;vieja&rdquo;; de varias generaciones despu&eacute;s de la llegada- recibe distante compadecimiento, indiferencia, aversi&oacute;n o frontal oposici&oacute;n por parte de amplias capas de su misma clase, con lo que queda sola frente a la regulaci&oacute;n a la baja de sus salarios y sin poder encender redes sociales amplias de resistencia. </p> <p> El miedo, el recelo o por lo menos el desprecio, dependiendo de si el discurso desplegado en torno al grupo es m&aacute;s de demonizaci&oacute;n o m&aacute;s de &ldquo;barbarizaci&oacute;n identitaria&rdquo;, barran la comunicaci&oacute;n y la mera coexistencia f&iacute;sica en el espacio, la frecuentaci&oacute;n com&uacute;n de lugares de reuni&oacute;n, de encuentro en el ocio y la diversi&oacute;n, etc. Ese <i>desencuentro</i> garantiza que ni experiencias y ni lecciones de lucha sean transmitidas desde estos grupos hacia la clase en su conjunto, siendo bloqueadas la toma de consciencia, el aprendizaje t&aacute;ctico, el balance y la discusi&oacute;n entre capas de clase en torno al pasado de consciencia, de enfrentamiento y de reivindicaciones que las capas &ldquo;venidas&rdquo; portan consigo como equipaje.</p> <p> El bloqueo de revulsivo a la toma de conciencia y al arranque de procesos de acci&oacute;n colectiva tiene un funcionamiento bilateral: rota la comunicaci&oacute;n de clase, estas capas no tendr&aacute;n m&aacute;s remedio que agarrarse a un clavo ardiendo y arrimarse a los sindicatos supuestamente &ldquo;fuertes&rdquo;. Quienes, contra-prestando la ganancia de cifras de afiliaci&oacute;n &ndash;porque a los proletarios con m&aacute;s tiempo de experiencia y padecimientos &ldquo;sindicales&rdquo; ya no los cazan-, re-presentar&aacute;n la oposici&oacute;n a la precariedad con desfiles <i>multiculti</i> anuales.</p> <p> Los mismos poderes que inventan la ideolog&iacute;a racista y la inyectan tienen que neutralizar la sobredosificaci&oacute;n peligrosa a la que inercialmente tienden, por medio de ant&iacute;dotos medi&aacute;ticos calculados &ldquo;en su justa medida&rdquo; que impidan una reacci&oacute;n exacerbada del mismo cuerpo social intoxicado. Porque tales espasmos ser&iacute;an obstrucci&oacute;n a una importaci&oacute;n sostenida de Fuerza de Trabajo de que la &ldquo;competitividad&rdquo; econ&oacute;mica nacional o supranacional &ndash;en su pugna con otros Estados y bloques- depende. </p> <p> &ldquo;A pesar de todo&rdquo; &ndash;o, mejor dicho, de modo inextricable justamente a estos mecanismos de signo <i>dual y complementario</i>-, las capas &ldquo;inmigrantes&rdquo; quedan integradas <i>&ldquo;en su lugar&rdquo;</i> material real. Y ese lugar queda blindado y tornado opaco, adem&aacute;s de por aquellos dispositivos ideol&oacute;gicos, tambi&eacute;n y <i>b&aacute;sicamente</i> por mecanismos puramente materiales: </p> <p> Concentraci&oacute;n en el espacio urbano segregada de la poblaci&oacute;n &ldquo;aut&oacute;ctona&rdquo;. </p> <p> Concentraci&oacute;n por trabajos y por funciones laborales, que los relacionan poco con la poblaci&oacute;n &ldquo;aut&oacute;ctona&rdquo;. </p> <p> L&oacute;gica tendencia a ir en busca de las relaciones ya generadas en el trabajo, en el barrio, en el parentesco congregado en espacios urbanos pr&oacute;ximos, cuando se trata del tiempo llamado &ldquo;libre&rdquo;, de modo que desconocimiento mutuo en el seno de la clase y fortificaci&oacute;n de mitos negativos son polos que se alimentan rec&iacute;procamente en el c&iacute;rculo vicioso de la separaci&oacute;n social organizada. </p> <p> En obediencia a ello y por supuesto a la discriminaci&oacute;n por origen tanto en la entrada a espacios de ocio como en el trato recibido, los propios lugares materiales de ocio se distribuyen segregados ya de entrada.</p> <p> Condici&oacute;n especialmente ef&iacute;mera de los contratos &ndash;cuando los hay- y por tanto elevado Indice de frecuencia de movilidad laboral. Este r&eacute;gimen de trabajo constantemente liquida, antes de su inicio mismo, la comunicaci&oacute;n extensa entre compa&ntilde;eros y el planteamiento de an&aacute;lisis com&uacute;nmente asumidos &ndash;esbozos de emergencia de la <i>clase para s&iacute;</i>- sobre la propia condici&oacute;n material compartida &ndash;<i>clase en s&iacute;</i>-, as&iacute; como la apertura correlativa de perspectivas de acci&oacute;n o en la exportaci&oacute;n de esa comunicaci&oacute;n a contextos de encuentro m&aacute;s amplios. </p> <p> Aprendizaje educativo notablemente segregado (distribuci&oacute;n por centros de estudio fuertemente estratificada con arreglo a la Variable dicot&oacute;mica &ldquo;Autocton&iacute;a/foraneidad<sup><a class="sdfootnoteanc" href="#sdfootnote10sym" name="sdfootnote10anc"><sup><u>10</u></sup></a></sup>&rdquo;). Puede parecer a primera vista que esta estratificaci&oacute;n sea la mera transposici&oacute;n &ldquo;obvia&rdquo; de la concentraci&oacute;n en unos barrios concretos en tanto que proceso material: </p> <p> Econ&oacute;mico &ndash;el mercado inmobiliario determinando las zonas de alojamiento; elusi&oacute;n de la confluencia clasista/racista/fundamentalista cultural que, como actitud recibida, vuelve la vida impracticable por atomizada.</p> <p> De sociabilidad &ndash;orientaci&oacute;n del lugar de residencia hacia la reuni&oacute;n de la parentela; recreaci&oacute;n de redes sociales, afinidades idiom&aacute;ticas, pr&aacute;ctica cultual. </p> <p> Pero, observando el proceso m&aacute;s en detalle, se comprende c&oacute;mo el ejercicio pol&iacute;tico acaba de consolidar y re-afirmar esa tendencia que es en gran medida correlato escolar de condiciones materiales distintivas. Pues incluso en aquellos casos formados por centros de ense&ntilde;anza donde hay confluencia de escolarizados, los estudiantes pueden ser sometidos <i>con respaldo normativo</i> a una separaci&oacute;n secundaria &ldquo;interna&rdquo; invoc&aacute;ndose cuestiones de idioma, tr&aacute;nsito intermedio adaptativo, mayor fluidez del aprendizaje en din&aacute;micas grupales &ldquo;culturales&rdquo; y mejor interacci&oacute;n y entendimiento entre los elementos del grupo, etc. En relaci&oacute;n a estas pr&aacute;cticas, es importante puntualizar que, 1&ordm;: la Direcci&oacute;n de un centro concreto y los responsables de su funcionamiento tienen discrecionalidad para llevarlas a cabo previa puesta en marcha de los mecanismos de consenso, de planificaci&oacute;n o de procedimiento que consideren convenientes: juntas de padres, consejos escolares, etc. Y 2&ordm;: nuevas &ldquo;pol&iacute;ticas educativas&rdquo;, como sin ir m&aacute;s lejos la aprobada recientemente en Catalu&ntilde;a a partir de una Propuesta de Ley redactada por la Conselleria d&rsquo; Educaci&oacute;, suponen una aut&eacute;ntica centralizaci&oacute;n pol&iacute;tica de este proceso de reagrupamientos selectivos en el interior del centro: A. Se establece como idea normativa misma y como terap&eacute;utica del &ldquo;fracaso escolar&rdquo; que los centros trabajen en esa l&iacute;nea; B. Se tipifican y regularizan los apoyos, asesoramientos pedag&oacute;gicos y did&aacute;cticos, financiaci&oacute;n de infraestructuras, dotaci&oacute;n de equipamientos, suministro de &ldquo;informaci&oacute;n&rdquo; a profesorado y a padres; C. La discrecionalidad implementadora de la Direcci&oacute;n y la administraci&oacute;n del centro se acaba en el punto donde empieza su &ldquo;disidencia&rdquo; ante estas t&aacute;cticas convertidas en un &ldquo;asunto de poder Ejecutivo&rdquo;, quien ha propuesto, y &ldquo;de poder Legislativo&rdquo;, quien ha aprobado. Ocurre aqu&iacute; como en la iron&iacute;a que Durkheim formulara en relaci&oacute;n a &ldquo;la libertad individual de atenerse o no a la norma social&rdquo;, que se sucede admirablemente y hasta parece real, hasta que la libertad ejercida deja de ser la de atenerse.</p> <p> Esta &ldquo;culturalizaci&oacute;n&rdquo; del &ldquo;estar&rdquo; del alumno a su paso por los aparatos de educaci&oacute;n formal ha sido favorecida <i>contingentemente</i><sup><i><a class="sdfootnoteanc" href="#sdfootnote11sym" name="sdfootnote11anc"><sup><u>11</u></sup></a></i></sup> por la deriva de estos mismos aparatos &ndash;sobre todo en Ense&ntilde;anza Primaria- hacia din&aacute;micas interactivas de trabajo, de entrega de ejercicios, de evaluaci&oacute;n, de &ldquo;delegaci&oacute;n descendente&rdquo; del aprendizaje por transferencias situativas del rol docente &ndash;refuerzo, repaso, transmisi&oacute;n, dudas- hacia determinados elementos del grupo de trabajo en el aula.</p> <p> En otros casos, las &ldquo;deficiencias&rdquo; de inserci&oacute;n debidas a disonancia entre <i>habitus</i> del alumno y car&aacute;cter no universal de contenidos y de procedimientos, son &ldquo;deficiencias&rdquo; que aparecen como el dato bruto &ndash;&ldquo;el Hecho positivo&rdquo;- que torna &ldquo;obvia&rdquo; la &ldquo;necesidad&rdquo; de &ldquo;adaptar la ense&ntilde;anza a la realidad del alumno en lugar de cuadrar al alumno en una ense&ntilde;anza inflexible&rdquo;. Es decir, &ldquo;necesidad&rdquo; de culturizaci&oacute;n que lo cosifica a &eacute;ste en su &ldquo;especificidad&rdquo;, lo invalida progresivamente para el nivel de respuesta &ldquo;normal&rdquo;<sup><a class="sdfootnoteanc" href="#sdfootnote12sym" name="sdfootnote12anc"><sup><u>12</u></sup></a></sup> exigido en niveles posteriores del proceso formativo, y lo ata, por esa l&oacute;gica retro-alimentaria, cada vez m&aacute;s perfectamente al &ldquo;destino social&rdquo; al que fue asociado <i>a priori</i> por su &ldquo;desventaja natural&rdquo; (o d&iacute;gase &ldquo;cultural&rdquo;, poco importa). Toda esta sujeci&oacute;n &ndash;iron&iacute;a del artilugio- en ese aparato con t&eacute;cnicas, procedimientos y contenidos indiscutidos<i> en su generalidad funcional definitoria de la instituci&oacute;n</i>, por pretendidamente &ldquo;imparciales&rdquo;. Y que s&oacute;lo son culturalizados como dispositivo de especificaci&oacute;n, de separaci&oacute;n y as&iacute; de respaldo a la selecci&oacute;n acad&eacute;mica con arreglo a niveles de &ldquo;progresi&oacute;n, rendimientos, capacidades, aptitudes diferenciales, aplicaci&oacute;n metodol&oacute;gica de conocimientos, etc.&rdquo;. </p> <p> <br /> &nbsp;</p> <p> &nbsp;</p> <p> <b>III. Historia, racionalidades pol&iacute;ticas y cambios de paradigma en Antropolog&iacute;a: endogenizaci&oacute;n pol&iacute;tica y democratizaci&oacute;n discursiva en relaci&oacute;n a el Otro </b></p> <p> <br /> &nbsp;</p> <p> Mi texto parte, pues, de una epistemolog&iacute;a concreta: pienso la Antropolog&iacute;a como una actividad definida en funci&oacute;n de unos u otros destinos pol&iacute;ticos. Es decir, las realidades que el poder toma como objetos suyos &ndash;las cualidades de estos objetos pol&iacute;ticos- dan forma a unas u otras antropolog&iacute;as mediante el acto mismo de determinar una u otra racionalidad pol&iacute;tica (determinaci&oacute;n de los medios en consideraci&oacute;n a los fines).</p> <p> As&iacute;, hace un siglo la pol&iacute;tica se conduc&iacute;a con la Antropolog&iacute;a a la conquista y al mantenimiento de un &ldquo;espacio exterior&rdquo;. El colonialismo buscaba justificaci&oacute;n en el supuesto prop&oacute;sito de ofrecer conocimientos &ndash;ciencia y tecnolog&iacute;a- a pueblos incapaces, sin ellas, de explicar fen&oacute;menos y dominar el medio, y que recurrir&iacute;an, para suplirlas, a &ldquo;recursos inefectivos&rdquo; (magia). <i>Ello explica</i> la Antropolog&iacute;a dominante en la &eacute;poca; una Antropolog&iacute;a que habla de una unicidad estructural interna del &ldquo;Ser humano&rdquo;: unos mismos afanes, unos mismos objetivos de la actividad social, cuya realizaci&oacute;n se haya obstaculizada en los &ldquo;pueblos rudos&rdquo; por carencias evolutivas en la generaci&oacute;n de instituciones e instrumental funcionales, pero que s&iacute; poseen los &ldquo;pueblos civilizados&rdquo;.</p> <p> Paralelamente, el ordenamiento del &ldquo;espacio interior&rdquo; corre a cargo de otras ciencias (Psicolog&iacute;a, Sociolog&iacute;a, Estad&iacute;stica, Pedagog&iacute;a, Psiquiatr&iacute;a), si bien participa de ello una rama de la Antropolog&iacute;a que, no casualmente, ha merecido posteriormente escasa consideraci&oacute;n: la Antropolog&iacute;a Criminal.</p> <p> Esta divisi&oacute;n del trabajo cient&iacute;fico no se corresponde con la actual: la actuaci&oacute;n pol&iacute;tica expres&aacute;ndose desde un medio cognitivo antropol&oacute;gico ha venido desplaz&aacute;ndose hacia el interior social durante los &uacute;ltimos treinta a&ntilde;os. Un motivo evidente es que el Otro se ha instalado en este espacio. Otra raz&oacute;n de la incorporaci&oacute;n de la Antropolog&iacute;a a la &ldquo;pol&iacute;tica interior&rdquo; son los cambios de sensibilidad en la valoraci&oacute;n e interpretaci&oacute;n comunes del considerado &ldquo;infame&rdquo; o &ldquo;peligroso&rdquo; o &ldquo;marginal&rdquo;: en este sentido, resulta ahora incre&iacute;ble para franjas extendidas de la ciudadan&iacute;a, que determinados comportamientos sean cuesti&oacute;n de &ldquo;enfermedad&rdquo;, &ldquo;alteraci&oacute;n psicol&oacute;gica&rdquo; o simple &ldquo;falta de educaci&oacute;n&rdquo;. En este reemplazamiento de asignaciones (por otras quiz&aacute;s no menos superficiales), juegan un papel no poco importante unos <i>mass-media</i> que unifican una pluralidad de sentires, causas y motivaciones, en fen&oacute;menos de espect&aacute;culo como &ldquo;Los maltratadores&rdquo;, &ldquo;Los okupas&rdquo;, &ldquo;Las bandas callejeras&rdquo;, &ldquo;El inmigrante&rdquo; o &ldquo;El adolescente&rdquo;. Al destacar factores como &ldquo;la inadaptaci&oacute;n&rdquo;, &ldquo;la crisis de valores&rdquo;, &ldquo;la cultura sexista&rdquo;, &ldquo;la procuraci&oacute;n de sentido e identidad mediante la integraci&oacute;n en una subcultura enfrentada&rdquo; o &ldquo;la escasa salud de la democracia&rdquo;, los medios bombean a la agenda pol&iacute;tica cuestiones cifradas de tal modo que precisan de antrop&oacute;logos para su conocimiento y tratamiento. </p> <p> <br /> &nbsp;</p> <p> Junto a lo que llamo <i>la endogenizaci&oacute;n pol&iacute;tica de la Antropolog&iacute;a</i>, querr&iacute;a destacar otro proceso que resume el cambio dr&aacute;stico de su comportamiento pol&iacute;tico en los &uacute;ltimos treinta a&ntilde;os: llamo, a este proceso, <i>democratizaci&oacute;n del discurso en torno a el Otro</i>. A la luz de este concepto, podemos caracterizar por periodos la pol&iacute;tica que <i>respira y se realiza en forma de Antropolog&iacute;a</i> entre el imperialismo decimon&oacute;nico y la actualidad.</p> <p> Primer periodo: </p> <p> A. Discursos producidos por especialistas (profesionales consagrados al estudio de un &aacute;rea geogr&aacute;fica o incluso un solo &ldquo;pueblo&rdquo;).</p> <p> B. Pretensiones sinceras de conocer para dominar. Prejuicios y determinantes ideol&oacute;gicos que formaban ese conocimiento.</p> <p> C. Consumo cognoscitivo elitista y herm&eacute;tico: burocracia, militares, pol&iacute;ticos. Estado.</p> <p> D. Nivel d&eacute;bil de filtraci&oacute;n y vulgarizaci&oacute;n discursiva.</p> <p> E. Producci&oacute;n <i>in situ</i> del conocimiento: etnograf&iacute;a.</p> <p> <br /> &nbsp;</p> <p> Segundo periodo:</p> <p> A. Discursos producidos por &ldquo;expertos&rdquo; (su aparici&oacute;n en los medios en tanto que tales les inviste de autoridad): profesionales de los medios, con habilidad dial&eacute;ctica en el uso de materiales no producidos por ellos, y period&iacute;sticos en su mayor&iacute;a.</p> <p> B. Dualizaci&oacute;n: representaciones con funci&oacute;n puramente ideol&oacute;gica, paralelas y complementarias a estudios econ&oacute;micos y geo-estrat&eacute;gicos realizados por servicios de inteligencia, asesores estatales, etc.</p> <p> C. Dualizaci&oacute;n en su consumo: ideolog&iacute;a para las masas y par&aacute;metros orientativos de la estrategia pol&iacute;tica para el Capital (inversiones, desplazamiento de Fuerzas Productivas) y el Estado (tratados mercantiles, acci&oacute;n b&eacute;lica, formaci&oacute;n poblacional habilitadora de su inclusi&oacute;n en ciertas fases de los procesos productivos).</p> <p> D. No es que el nivel de filtraci&oacute;n sea elevado, sino que el objetivo de parte de esta producci&oacute;n es el consumo de masas. </p> <p> E. Producci&oacute;n cognoscitiva a distancia de la situaci&oacute;n de origen, e <i>in situ</i> cuando se estudian las presencias de el Otro aqu&iacute;, marcada por la imagen que se tiene de tal situaci&oacute;n en el medio de origen.</p> <p> &nbsp;</p> <p> Si ha podido transformarse a el Otro en un asunto de masas, que opinan sobre &eacute;l, consumen su exposici&oacute;n medi&aacute;tica, desean distanciarlo, salvarle, ayudarle, desarrollarle, democratizarle, aprender de &eacute;l, hacer lo que &eacute;l hace, etc. (esa peculiar democratizaci&oacute;n a la que hemos aludido), es gracias, obviamente, al desarrollo de los canales (audiovisuales, masificaci&oacute;n de la prensa y la literatura, montaje de exposiciones) transmisores de espect&aacute;culo. El espect&aacute;culo procura dotarse de su propio medio de expresi&oacute;n, que, siendo condici&oacute;n de posibilidad, no <i>explica</i> nada de esta democratizaci&oacute;n. Por tanto, no es en la esfera del consumo de masas donde hay que buscar las ra&iacute;ces de esta inflaci&oacute;n de espect&aacute;culo &ndash;como si ella partiera de una autonom&iacute;a medi&aacute;tica &aacute;vida de satisfacer cierta &ldquo;iconofagia&rdquo; voraz y generalizada, o diestra en reproducir al nivel de la ideolog&iacute;a la vieja ley de Say seg&uacute;n la que (parafrase&aacute;ndola) <i>con su oferta, movilizaci&oacute;n y puesta en circulaci&oacute;n de imagen las industrias del audio-visual y period&iacute;stica estar&iacute;an produciendo su propia demanda integral</i>. </p> <p> M&aacute;s bien hay que detectar una avidez extra-period&iacute;stica en entretener, distraer, moralizar con el ejemplo que habr&iacute;a de ser aportado por la reconstrucci&oacute;n y recontextualizaci&oacute;n de la existencia distante de el Otro; o &aacute;vida de mostrar al espectador cu&aacute;nto &ldquo;estoicismo&rdquo; y &ldquo;sonrisas a la vida&rdquo; habr&iacute;a en su padecimiento de pobreza contra el &ldquo;malsano inconformismo&rdquo; y las &ldquo;insatisfacciones eternas&rdquo; de &ldquo;el occidental&rdquo;; o, profundizando en esa misma l&oacute;gica, una avidez burguesa en, primero, mostrar y categorizar como &ldquo;pobreza&rdquo; a esos modos de vida que parecen serles gratos y relativamente plenos a aquellos sujetos sociales. Con lo que acto seguido remata la operaci&oacute;n ideol&oacute;gica por medio de un curioso giro: habiendo asimilado a la satisfacci&oacute;n vital de esa alteridad mostrada con &ldquo;satisfacci&oacute;n en la pobreza&rdquo;, le es f&aacute;cil remitir la pobreza al terreno de la pura experiencia y sensaci&oacute;n subjetivas<sup><a class="sdfootnoteanc" href="#sdfootnote13sym" name="sdfootnote13anc"><sup><u>13</u></sup></a></sup>. O lo que es lo mismo, negar su existencia material y relativizar su existencia a &ldquo;la riqueza o pobreza interior o espiritual&rdquo;, que habr&iacute;a de ser nuestro Problema remitido a nuestras propias culpas, afanes e insensibilidad para &ldquo;valorar lo que tenemos&rdquo;&hellip; Cito en el pr&oacute;ximo punto del art&iacute;culo esos y otros usos pol&iacute;tico-ideol&oacute;gicos de la imagen.</p> <p> <br /> &nbsp;</p> <p> <br /> &nbsp;</p> <p> <b>IV.</b><b> La &ldquo;puesta en discurso&rdquo; y el consumo de el Otro vistos como ideolog&iacute;a y como incentivaci&oacute;n de la cooperaci&oacute;n ciudadana en su &ldquo;puesta en econom&iacute;a&rdquo;</b></p> <p> <br /> &nbsp;</p> <p> Si la Antropolog&iacute;a es el saber que &ndash;directamente- habla, escribe, filma y organiza muestras, o &ndash;indirectamente- asesora, desde su protagonismo presencial en esos canales, las causas de este proceso se instalan en las rentabilidades pol&iacute;ticas del mismo:</p> <p> A. Son difundidas una serie de im&aacute;genes que contienen cada una su particular lecci&oacute;n edificante para el espectador: el Otro feliz &ldquo;a pesar de su pobreza&rdquo;, el Otro violento, el Otro austero y esclavo de su &ldquo;subdesarrollo&rdquo;, el Otro sabio en su relaci&oacute;n con el medio y v&iacute;ctima de los destrozos ocasionados por la voracidad del &ldquo;Hombre occidental&rdquo; (se presentan aqu&iacute; como verdugos los sujetos en realidad atrapados ellos mismos en un sistema econ&oacute;mico causante de tales estragos, que queda as&iacute; libre de cuestionamiento), etc.</p> <p> B. Se pone en funcionamiento a el Otro en tanto que v&aacute;lvula de escape a una &ldquo;insatisfacci&oacute;n existencial&rdquo;, modo <i>intuitivo</i> concreto en que se expresa la relaci&oacute;n entre el sujeto y lo inhumano de su &ldquo;vida&rdquo;, cuando &eacute;ste <i>no reconoce conscientemente </i>cu&aacute;les son sus carencias ni el por qu&eacute; de ellas. Es entonces cuando el Otro encarna una posibilidad de escapar &ndash;viajando, reinstal&aacute;ndose o por apropiaci&oacute;n mediante el consumo de fragmentos de su cultura-, que se traduce en un <i>boom</i> del inter&eacute;s en sus modos, sobre todo en lo que se refiere a un uso de estos en una empresa de encontrar sentido a la propia existencia.</p> <p> C. La pedagog&iacute;a de masas como dispositivo de control, al haberse pasado de una sociedad donde la parte buena disciplinaba al proletariado &ndash;nuevo sujeto salvaje que aparece en las ciudades-, a una sociedad donde todos participan del control cuando les es suministrado un chivo expiatorio y se induce la presi&oacute;n social sobre el diferente. El poder es legitimado en su supuesta funci&oacute;n protectora, mientras la contraposici&oacute;n con el Otro sirve para distraer la atenci&oacute;n de un contexto en la econom&iacute;a que se manifiesta en la aceleraci&oacute;n del deterioro cualitativo de la vida.</p> <p> D. El tr&aacute;nsito de una operaci&oacute;n de &ldquo;civilizar&rdquo; otros pueblos mediante la exportaci&oacute;n de ciencia para que, con &ldquo;conocimiento&rdquo; &ndash;una vez descalificados o menospreciados sus propios modos de conocer-, estas gentes reemplazaran sus mecanismos de adaptaci&oacute;n al medio y de estructuraci&oacute;n de la vida social, a una nueva pol&iacute;tica basada en la exportaci&oacute;n de &ldquo;recursos para el desarrollo&rdquo; (alfabetizaci&oacute;n). Este otro modo de intervenci&oacute;n en la vida de el Otro exige poner a las masas al corriente de estas &ldquo;necesidades de desarrollo&rdquo;, a efectos de lograr su indispensable compromiso (voluntariado, financiaci&oacute;n de ONGs, opini&oacute;n favorable a esta empresa). El trasfondo de esta modificaci&oacute;n es el paso de una Divisi&oacute;n del Trabajo Social en sectores geogr&aacute;ficos extractivos y sectores de producci&oacute;n (en un marco de concentraci&oacute;n territorial de todo el proceso productivo), a una Divisi&oacute;n del Trabajo Social en innumerables etapas que se reparten por todo el Planeta y cuya territorializaci&oacute;n es m&oacute;vil, de modo que exige FT provista de cierta versatilidad.</p> <p> &nbsp;</p> <p> <b>V. Premisas ideol&oacute;gicas dominantes en Antropolog&iacute;a vistas como directrices de trabajo ajustadas a los productos encargados: la producci&oacute;n universitaria de antrop&oacute;logos</b></p> <p> <br /> &nbsp;</p> <p> Quienes despliegan la pol&iacute;tica mediante el ejercicio de Antropolog&iacute;a son, qu&eacute; duda cabe, los antrop&oacute;logos &ndash;entre otros, como los periodistas y los &ldquo;expertos&rdquo; que toman esta antropolog&iacute;a prestada. Las clases de Antropolog&iacute;a en las universidades, como momentos fundamentales en el proceso de producci&oacute;n de estos productores de realidad, suministran unos elementos formativos de un modo u otro conectados con el abanico de papeles destinados al antrop&oacute;logo en la pol&iacute;tica que lo contendr&aacute;. Sin ignorar que unas u otras universidades, unos u otros docentes, priman unos elementos mientras omiten o denuncian otros, mi intenci&oacute;n de fondo es la de desarrollar una cr&iacute;tica de estas falacias constitutivas del antrop&oacute;logo como particular sujeto de conocimiento, pero me conformo en este art&iacute;culo con enumerarlas:</p> <ol> <li> <p> La Antropolog&iacute;a entendida como una narraci&oacute;n del mundo interior de los sujetos.</p> </li> <li> <p> La sentencia de que no puede jerarquizarse entre culturas (recurso ideal para dar una imagen de veracidad usando el sentido com&uacute;n &ndash;el nihilismo ha avanzado de manera que ya nada parece mejor que cualquier otra cosa). En realidad, lo que se logra con esta premisa es no comparar abiertamente el valor de unas u otras dimensiones de culturas distintas, salvando as&iacute; a un substrato cultural com&uacute;n a &ldquo;occidente&rdquo; que llevar&iacute;a las de perder.</p> </li> <li> <p> Valoraci&oacute;n de la desimplicaci&oacute;n afectiva como condici&oacute;n epistemol&oacute;gica.</p> </li> <li> <p> Identificaci&oacute;n de la objetividad con la ausencia de cr&iacute;tica.</p> </li> <li> <p> Confusi&oacute;n entre el hecho de que la interpretaci&oacute;n externa no d&eacute; cuenta de la producci&oacute;n aut&oacute;ctona de representaciones, y la suposici&oacute;n de imposibilidad explicativa de esas representaciones.</p> </li> <li> <p> Estudio de los sujetos partiendo de las categor&iacute;as en que se hayan cosificados (en parte ideol&oacute;gicas, en parte reales &ndash;producto del uso de disciplinas-), en lugar de proceder a la deconstrucci&oacute;n de esas categor&iacute;as. </p> </li> <li> <p> Oscilaci&oacute;n entre el idealismo cultural y el mecanicismo cultural adaptativo.</p> </li> <li> <p> Alienaci&oacute;n teor&iacute;a-pr&aacute;ctica: representaci&oacute;n de la teor&iacute;a como algo que no puede practicarse e identificaci&oacute;n de la pr&aacute;ctica demandada pol&iacute;ticamente con &ldquo;lo posible&rdquo;.</p> </li> <li> <p> Omisi&oacute;n de la multiplicidad de ideolog&iacute;as en otras sociedades y unificaci&oacute;n, en &ldquo;la Cultura&rdquo;, de ese pluralismo de fuerzas contrapuestas.</p> </li> <li> <p> Fomento del miedo a interpretar y a valorar la actividad social y las realidades culturales.</p> </li> </ol> <p> &nbsp;</p> <p> &nbsp;</p> <p> <b>VI. En conclusi&oacute;n</b></p> <p> &nbsp;</p> <p> Re-presentar, falsificar y distorsionar no est&aacute;n autom&aacute;ticamente en funci&oacute;n de la posici&oacute;n material, en sociedad, del hablante, o de su procedencia de clase. Tampoco se derivan inextricablemente a su &ldquo;exterioridad cultural&rdquo; o a su &ldquo;especializaci&oacute;n profesional&rdquo; fuera de la centralidad existencial del sujeto de estudio y las ocupaciones cotidianas a que el &uacute;ltimo se dedica. Nos corresponde a nosotros mismos insubordinarnos al silencio que imponen estas falsas asociaciones con su estruendo de pensamiento &uacute;nico &ldquo;actual y de nuevas antropolog&iacute;as&rdquo;. No existe tal correlaci&oacute;n esencial, contra lo que asegura una curiosa trasplantaci&oacute;n, al debate antropol&oacute;gico, del prejuicio obrerista respecto del factor &ldquo;clase de pertenencia&rdquo; y del dogma materialista mecanicista en relaci&oacute;n a &ldquo;la toma de conciencia o apresamiento en la mistificaci&oacute;n seg&uacute;n lugar econ&oacute;mico&rdquo;. Llega a la Antropolog&iacute;a precisamente de la mano de esos postmodernismos de la &ldquo;evocaci&oacute;n&rdquo; mec&aacute;nica del hecho referido, para quienes el investigador te&oacute;rico est&aacute;, ya desde el inicio de su proceso etnogr&aacute;fico, configurando un &ldquo;simulacro&rdquo; del grupo de estudio. Este simulacro no se restringir&iacute;a jam&aacute;s al plano de lo textual &ndash;de la &ldquo;falsa recogida&rdquo; o la &ldquo;falsa captaci&oacute;n&rdquo;-, sino que, a trav&eacute;s del &ldquo;intercambio simb&oacute;lico&rdquo;, de la comunicaci&oacute;n, de la actitud del etn&oacute;grafo y de su relaci&oacute;n &ldquo;de campo&rdquo;, le ser&iacute;a reportado al grupo de estudio. Con ello, el &ldquo;especialista&rdquo; productor de simulacro estar&iacute;a reemplazando <i>realmente</i> a la realidad grupal etnografiada, antes del inicio de un ejercicio de auto-subjetivaci&oacute;n consciente por parte de la &uacute;ltima. Al leer y o&iacute;r por doquier las incontables huellas que deja este <i>pseudo</i>baudrillardianismo &ndash;subrayo <i>pseudo</i>-, no puedo m&aacute;s que sonre&iacute;rme pensando en que, al grupo de estudio, ese supuesto &ldquo;simulacro&rdquo; puede estar import&aacute;ndole &ldquo;un pimiento&rdquo;. Esta actitud &uacute;ltima, en caso de haber realizado aquella &ldquo;auto-subjetivaci&oacute;n consciente&rdquo; en t&eacute;rminos de una <i>identidad</i> de fondo con el antrop&oacute;logo y de una clarificaci&oacute;n compartida por ambos en lo que se refiere a problematizar, tanto las relaciones de clases, como los usos neo-culturalistas que trabajan por la reproducci&oacute;n de &eacute;stas. &iquest;A qui&eacute;n interesa entonces el postulado de cierto postmodernismo antropol&oacute;gico seg&uacute;n el que, trascender las funciones de &ldquo;retratar la vida intersubjetiva&rdquo;, &ldquo;contar la experiencia propia y/o la del sujeto de estudio&rdquo; y &ldquo;ser catalizador discursivo&rdquo; de la auto-emergencia, auto-constituci&oacute;n, auto-afirmaci&oacute;n de la identidad fenom&eacute;nica, &ldquo;comunalizaci&oacute;n de la auto-experiencia de cada sujeto como ejercicio productivo de grupo&rdquo;&hellip;, ser&iacute;a en s&iacute; deportar a la etnograf&iacute;a a una relaci&oacute;n de &ldquo;exterioridad&rdquo; con el sujeto de estudio?.</p> <p> Quiz&aacute;s el modo m&aacute;s sofisticado y prepotente de re-presentar sea hoy aqu&eacute;l que, arrop&aacute;ndose suntuosa y fr&iacute;volamente en anunciar &ldquo;el fin de la verdad m&aacute;s all&aacute; de dar cuenta etnogr&aacute;ficamente de las subjetividades, su inquietud, y sus intentos y movimientos auto-afirmativos (pr&aacute;ctica) y de auto-postulaci&oacute;n (voz)&rdquo;, prescribe <i>la reproducci&oacute;n mec&aacute;nica</i>, a nivel de la Antropolog&iacute;a y sus materiales, de la realidad <i>fenom&eacute;nica</i>. Esto es, la <i>re-transmisi&oacute;n</i><sup><i><a class="sdfootnoteanc" href="#sdfootnote14sym" name="sdfootnote14anc"><sup><u>14</u></sup></a></i></sup> textual del auto-pensarse, por parte de los sujetos de estudio, nada m&aacute;s que como identidades &ldquo;particulares&rdquo; en permanente auto-b&uacute;squeda y b&uacute;squeda de &ldquo;su lugar bajo el sol&rdquo;; de su &ldquo;zona intersticial&rdquo; para el libre desarrollo sea en el espacio f&iacute;sico o en el social (por decirlo a la postmoderna). Revelaciones fenom&eacute;nicas, caracterizaciones, a las que el postmodernismo llamado &ldquo;dial&oacute;gico&rdquo; sue&ntilde;a en un paroxismo inflacionista de circulaci&oacute;n opulenta y de generaci&oacute;n y aleaci&oacute;n multiplicadoras, a salvo del alcance de una garra pol&iacute;tica que imagina asfixiante, desoxigenante, reductiva. </p> <p> Y a las que, sin embargo, para el orden es prioritario aislar <i>en</i> su realidad m&uacute;ltiple y sus luchas de reconocimiento, de integraci&oacute;n diferencial, de &ldquo;disentimiento&rdquo;, por buscar &ldquo;sus propios&rdquo; no-lugares y puntos y aparte sociales. Cada una atada a la consecuci&oacute;n de su Yo ideal o normativo, o a su auto-pr&aacute;ctica, y todas de vidas transcurriendo por igual sin interseccionarse en el cruce radicalmente cr&iacute;tico de su Ser com&uacute;n de clase.</p> <p> Mientras la propia decadencia capitalista alimenta la delimitaci&oacute;n &ldquo;estrat&eacute;gico-adaptativa&rdquo; de pr&aacute;cticas, y de planteamientos y comportamientos subjetivos <i>dentro de</i> unos u otros &aacute;mbitos mismos de socialidad no-instrumental, el poder vive de una tendencia social a la hu&iacute;da hacia adelante en b&uacute;squeda desesperada de un estado paradis&iacute;aco de la diferenciaci&oacute;n &ndash;Mito salv&iacute;fico de la diferencia en cuyo calor y amparo el grupo social podr&iacute;a descansar intocado por el desastre y la precariedad existencial generalizados-; porque el Mito de la salida, de la salvaci&oacute;n, de la escapada, de la micro-construcci&oacute;n de &ldquo;comunidad&rdquo; que rehace &ldquo;la vida&rdquo; en el subterfugio, es una portentosa ideolog&iacute;a de desgaste del propio grupo, de consumo de sus energ&iacute;as y en fin una apolog&iacute;a indirecta de un capitalismo que as&iacute; reaparece ilusoriamente como si fuera un sistema que pese a todo no es totalitario; que pese a todo dejar&iacute;a vivir sin afectar necesariamente la Totalidad de lo social y consumir en &uacute;ltima instancia todo rasgo de vida aflorada que se plantee su preservaci&oacute;n en blindaje. Es por eso que todo planteamiento de &ldquo;micro-alternativa&rdquo;, si no se deshace, con el propio aprendizaje pr&aacute;ctico y pol&iacute;tico, de esos postulados de partida y avanza hacia la unidad de acci&oacute;n superando las delimitaciones de capa, origen, desempleo, generaci&oacute;n, condici&oacute;n de &ldquo;sin techo&rdquo;&hellip; <i>en cuanto a la perspectiva enmarcadora y rectora de la pr&aacute;ctica (aunque conservando en cada caso las luchas en torno a aquello que selectivamente las afecta a una u otra)</i>, acaba tarde o temprano rompiendo con una armon&iacute;a que no resiste las condiciones econ&oacute;micas generales que llevan a la tensi&oacute;n, y ante cuya fuerza acaba cediendo el dique de la ideolog&iacute;a. El &ldquo;buen rollo&rdquo; acaba por transformarse en pantomima, los referentes de proyecto se disuelven cediendo paso a prioridades m&aacute;s inmediatas y que los sujetos viven como &ldquo;de resoluci&oacute;n individual&rdquo; acuciante, y de esto, la clase dominante sabe: de que la &ldquo;entrop&iacute;a negativa&rdquo; es cuesti&oacute;n de tiempo all&iacute; donde creyeron que pod&iacute;an alzarse por encima del &ldquo;s&aacute;lvese quien pueda&rdquo; que impera en la sociedad capitalista, sin destruir sus bases generales de funcionamiento y sencillamente coexistiendo con &eacute;l pero &ldquo;en el piso de al lado&rdquo;. Por eso deja hacer mientras con sus profesionales a sueldo se dedica a saber de demandas y de potencialidades, preventivamente a desbordes. Y es que, en definitiva, ese proceso, aparentemente corrupto en su transcurso mismo &ndash;corrupci&oacute;n que viene a ser lamentada, en su momento de explicitud, por todo el arco de analistas e int&eacute;rpretes que no ven m&aacute;s que hechos, sean hechos &ldquo;objetivos&rdquo; o los &ldquo;subjetivos&rdquo; tan al gusto de los postmodernos-, en realidad es un proceso cuyo sentido ha permanecido invariante, y no ha hecho m&aacute;s que revelar su latencia con lo que es su pr&aacute;ctica social. La inversi&oacute;n <i>manifiesta</i> ser&aacute; atribu&iacute;da a factores psicol&oacute;gicos, psicosociales o Morales nihilistas (&ldquo;El ser humano no tiene arreglo&rdquo;, y discursos por el estilo), pero el hecho de que el desenlace presenta una regularidad de ocurrencia en un mismo marco de realidad material, nos hace pensar en la noci&oacute;n durkheimiana de Hecho social<sup><a class="sdfootnoteanc" href="#sdfootnote15sym" name="sdfootnote15anc"><sup><u>15</u></sup></a></sup>. </p> <p> <br /> &nbsp;</p> <p> <br /> &nbsp;</p> <p> &nbsp;</p> <p> <br /> &nbsp;</p> <p> <br /> &nbsp;</p> <p> <br /> &nbsp;</p> <p> &nbsp;</p> <p lang="en-US"> &nbsp;</p> <p lang="en-US"> &nbsp;</p> <p lang="en-US"> &nbsp;</p> <p lang="en-US"> <br /> &nbsp;</p> <p lang="en-US"> &nbsp;</p> <p lang="en-US"> <br /> &nbsp;</p> <p lang="en-US"> &nbsp;</p> <p lang="en-US"> <br /> &nbsp;</p> <p lang="en-US"> &nbsp;</p> <p lang="en-US"> &nbsp;</p> <p> &nbsp;</p> <p lang="en-US"> &nbsp;</p> <div id="sdfootnote1"> <p class="sdfootnote"> <a class="sdfootnotesym" href="#sdfootnote1anc" name="sdfootnote1sym"><u>1</u></a> Sociedad que antes quedaba fuera de su per&iacute;metro y m&aacute;s o menos impermeable a &eacute;ste, salvo por el cruce de alguna que otra cr&oacute;nica y por la imaginaci&oacute;n que le proyectaba a aquel exotismo.</p> </div> <div id="sdfootnote2"> <p class="sdfootnote"> <a class="sdfootnotesym" href="#sdfootnote2anc" name="sdfootnote2sym"><u>2</u></a> &ldquo;A prosperar, a aproximarse a una sociedad de mayores oportunidades, a elegir a voluntad el lugar de vida, a &lt;&lt;ver mundo&gt;&gt;, a &lt;&lt;una existencia n&oacute;mada&gt;&gt;, etc.&rdquo;.</p> </div> <div id="sdfootnote3"> <p class="sdfootnote"> <a class="sdfootnotesym" href="#sdfootnote3anc" name="sdfootnote3sym"><u>3</u></a> Como analistas &ndash;y ya como sujetos sociales- debemos manifestar insumisi&oacute;n a ese &ldquo;juego&rdquo; perverso que nos chantajea a &ldquo;posicionarnos&rdquo; y definir nuestro punto de partida epistemol&oacute;gico desde la dicotom&iacute;a &ldquo;a favor/en contra&rdquo;; asumir esa base de pensamiento es ponerse uno a deslizarse sobre la superficie fantasmag&oacute;rica que las interpretaciones morales de los acontecimientos son en relaci&oacute;n al conocimiento radical de estos. Los actuales procesos migratorios, ni son un &ldquo;mal contra el que erigir leyes y actitudes de rechazo&rdquo; (fascistas, populistas, conservadores), ni en su profundidad &ldquo;un derecho que celebrar&rdquo; (determinado liberalismo, socialdemocracia, determinado izquierdismo), <i>sino un s&iacute;ntoma de alta informatividad</i>. Un indicador excelente de la contraposici&oacute;n <i>esencial</i> entre capitalismo y subsistencia, y que nos revela la verdad tendencial de nuestros propios supuestos &ldquo;oasis de Bienestar y acogida&rdquo;. Al rev&eacute;s de la prospectiva marxiana respecto de que los pa&iacute;ses llamados &ldquo;centrales&rdquo; ser&iacute;an el espejo donde el resto podr&iacute;a contemplar reflejado su propio futuro, la verdad es que, aquello que la ideolog&iacute;a dominante llama &ldquo;subdesarrollo&rdquo;, marca <i>bajo el capitalismo </i>el sentido real y &uacute;nico posible del desarrollo socio-econ&oacute;mico planetario, incluido el del conjunto territorial &ldquo;desarrollado&rdquo;. </p> </div> <div id="sdfootnote4"> <p class="sdfootnote"> <a class="sdfootnotesym" href="#sdfootnote4anc" name="sdfootnote4sym"><u>4</u></a> Cuya importancia queda por lo dem&aacute;s muy desplazada en un mundo de ubicuidades instant&aacute;neas e intercambiabilidad a la carta del estar.</p> </div> <div id="sdfootnote5"> <p class="sdfootnote"> <a class="sdfootnotesym" href="#sdfootnote5anc" name="sdfootnote5sym"><u>5</u></a> El subrayado se debe a que justamente &eacute;sta me parece la cuesti&oacute;n nuclear a fin de romper la ideolog&iacute;a que se monta tomando a los procesos migratorios como resorte: no es solamente que las migraciones nada tengan que ver con una inclinaci&oacute;n a lo &ldquo;cualitativo-mejor&rdquo; o &ldquo;cualitativo-menos malo&rdquo;, <i>sino que es todo lo contrario: a pesar de</i> que el plano de lo cualitativo est&aacute; del lado de la existencia que se abandona, la Dictadura de la cantidad que la producci&oacute;n capitalista es, determina a la mayor parte del Planeta en unas cantidades insuficientes para esa <i>base</i> de lo dem&aacute;s &ndash;de lo cualitativo vital, de lo realmente importante- que es la subsistencia y la auto-reproducci&oacute;n. Insuficiencia <i>cuantitativa</i> que, claro, no viene dada por la escasez de producto, sino, al contrario, por su sobreproducci&oacute;n, <i>a escala de humanidad</i>, contradictoria a un abastecimiento humano alienado en la propiedad <i>privada</i>.</p> </div> <div id="sdfootnote6"> <p class="sdfootnote"> <a class="sdfootnotesym" href="#sdfootnote6anc" name="sdfootnote6sym"><u>6</u></a> Pero, por encima de la comedia y de la dramatizaci&oacute;n, la burgues&iacute;a sabe cu&aacute;l es el verdadero peligro; y por ello bombardear&aacute; a los dos polos en disonancia con un discurso cruzado a fin de impedir su encuentro en la consciencia y su conjunci&oacute;n en la pr&aacute;ctica. Al resto de la clase, la bombardear&aacute; sermone&aacute;ndole que las capas en acci&oacute;n son <i>racaille</i>, gamberros, ociosos, incivilizados &ldquo;atrasados&rdquo; e inc&iacute;vicos &ldquo;subdesarrollados&rdquo;, resentidos de la prosperidad ajena que ellos no saben ganarse, incrementar&aacute; las dosis de racismo que acostumbra a inyectar&hellip; Y alternar&aacute; esas ideolog&iacute;as de estigmatizaci&oacute;n, con ideolog&iacute;as aparentemente &ldquo;opuestas&rdquo; de victimizaci&oacute;n, de alerta sobre los descuidos asistenciales y urban&iacute;sticos, de alerta sobre la abstinencia &ldquo;p&uacute;blica&rdquo; en el despliegue de un entramado de &ldquo;educaci&oacute;n y cultura&rdquo; para esos j&oacute;venes &ldquo;en el vac&iacute;o&rdquo;, etc. En definitiva, ante la clase, la burgues&iacute;a definir&aacute; a las capas en acci&oacute;n ante todo como <i>exterioridad</i> y como <i>particularidad separada</i>. Al tiempo, ante esas capas, subrayar&aacute; los efectos ideol&oacute;gicos que ella misma produce, para decirles &ndash;vehicul&aacute;ndose a trav&eacute;s de cierto postmodernismo intelectual &ldquo;participativo&rdquo; en asambleas y en situaciones de acci&oacute;n colectiva, productor de etnograf&iacute;a dial&oacute;gica&hellip;- que nada pueden esperar de una clase obrera corrupta de racismo y &ldquo;aburguesamiento&rdquo;, ajena a ellos tanto subjetivamente como por sus condiciones tan distintas de existencia material&hellip; La ideolog&iacute;a burguesa est&aacute;, as&iacute;, produciendo actitudes y din&aacute;micas reales a imagen y semejanza de la falsificaci&oacute;n que porta en s&iacute;, hasta consumar el divorcio entre esas categor&iacute;as sociales inventadas pero colonizadoras reales &ndash;cosificadoras- de los comportamientos de clase.</p> </div> <div id="sdfootnote7"> <p class="sdfootnote"> <a class="sdfootnotesym" href="#sdfootnote7anc" name="sdfootnote7sym"><u>7</u></a> As&iacute;, puede el Estado auto-presentarse como entidad digna de confianza, preparada para corregir esas &ldquo;problem&aacute;ticas&rdquo; y carencias sociales que &eacute;l mismo ha definido como d&eacute;ficits de encaje intercultural, a base de proyectos, de pol&iacute;ticas socio-culturales, de fomento de &ldquo;la tolerancia&rdquo;, de campa&ntilde;as &ldquo;por el respeto&rdquo;, de animaci&oacute;n de barrios, de festivales y teatrillos folkl&oacute;ricos varios, de penalizaci&oacute;n del lenguaje pol&iacute;ticamente incorrecto (porque lo importante parece no ser aquello que ocurre realmente, sino el hecho de no reflejar en el lenguaje las discriminaciones reales).</p> </div> <div id="sdfootnote8"> <p class="sdfootnote"> <a class="sdfootnotesym" href="#sdfootnote8anc" name="sdfootnote8sym"><u>8</u></a> Anomia por impracticabilidad del universo normativo de origen y disfuncionalidad o no-lugar, en el contexto grupal concreto, del &ldquo;nuevo&rdquo; universo normativo dominante; desarraigo y ruptura de solidaridades pr&aacute;cticas que vinculaban al grupo de parentesco en los lugares de procedencia, grupo que ha resultado fragmentado durante el proceso migratorio y la dispersi&oacute;n parenteral de asentamiento; desempleo; fenotipo, dicci&oacute;n, est&eacute;tica, como marcadores de estereotipos negativos; d&eacute;ficits en el espacio de cohabitaci&oacute;n, o insuficiencias de espacio mismo; etc.</p> </div> <div id="sdfootnote9"> <p class="sdfootnote"> <a class="sdfootnotesym" href="#sdfootnote9anc" name="sdfootnote9sym"><u>9</u></a> Efectivamente: sus condiciones de contrato, el car&aacute;cter mismo de sus trabajos&hellip;, no es algo en lo que esta capa del proletariado ingrese <i>a posteriori</i> dadas unas circunstancias econ&oacute;micas no preparadas, no aptas para &ldquo;tanta mano de obra&rdquo;, que no pueden ofrecerles nada m&aacute;s que eso a las alturas de su llegada&hellip;; sino que, en cambio, es el c&aacute;lculo y la planificaci&oacute;n al nivel de la Econom&iacute;a Pol&iacute;tica aquello que precede y que subyace a su admisi&oacute;n jur&iacute;dica selectiva y categorizaci&oacute;n misma como &ldquo;inmigrantes&rdquo;.</p> </div> <div id="sdfootnote10"> <p class="sdfootnote"> <a class="sdfootnotesym" href="#sdfootnote10anc" name="sdfootnote10sym"><u>10</u></a> Pesando a esos efectos distributivos, la cosificaci&oacute;n de &ldquo;for&aacute;neos&rdquo; no importa cu&aacute;ntas generaciones <i>para el caso del proletariado lumpenizado o no</i> (podr&iacute;a referirme a Francia como ejemplo paradigm&aacute;tico del fen&oacute;meno), aunque es cierto que esta cosificaci&oacute;n, <i>en lo que se refiere a sus efectos de segregaci&oacute;n en la escolaridad</i>, se relaja sensiblemente para el caso de las capas medias y se disipa para el caso de la burgues&iacute;a. Pienso en los descendientes &ndash;inmediatos o no- de personas con cargos gubernamentales, en la burocracia, en la oficial&iacute;a militar&hellip;, de pa&iacute;ses africanos, quienes buscaron &ldquo;exilio&rdquo; o amparo en Francia durante la &ldquo;descolonizaci&oacute;n&rdquo; o tras golpes de Estado, cambios de gobierno, liquidaci&oacute;n de antiguos aparatos, etc. La realidad escolar o universitaria de estas personas descendientes de &ldquo;viejas &eacute;lites&rdquo; desbancadas s&iacute; se corresponde representativamente con su condici&oacute;n material de clase, sent&aacute;ndose junto a &ldquo;franceses a&ntilde;ejos&rdquo; en aulas de <i>masters</i>, universidades y <i>Ecoles</i> de prestigio.</p> </div> <div id="sdfootnote11"> <p class="sdfootnote"> <a class="sdfootnotesym" href="#sdfootnote11anc" name="sdfootnote11sym"><u>11</u></a> Pues estos dos procesos no obedecen a una racionalidad pol&iacute;tica com&uacute;n que los hubiera puesto en interacci&oacute;n, sino que han entrado en relaci&oacute;n debido a su coexistencia temporal y contextual. Es decir, el proceso de activaci&oacute;n funcional del escolarizado &ndash;a imagen de procedimientos industriales como los m&eacute;todos Volvo y Toyota-, obedece a una racionalidad tercera de versatilizar la Fuerza de Trabajo y habilitar adaptativamente al futuro trabajador a un mundo de elevada temporalidad laboral y que por tanto se rige por un tejido de trabajo que demanda &ldquo;aprender cosas nuevas, tener iniciativa de b&uacute;squeda&rdquo;, la autogesti&oacute;n y autodirecci&oacute;n relativas de tareas, etc. Pero otra cosa es que estas transformaciones pedag&oacute;gicas y did&aacute;cticas &ndash;de planteamiento y aplicaci&oacute;n- est&aacute;n efectivamente facilitando y extensificando la culturalizaci&oacute;n de la escolaridad por las propias tendencias internas a las din&aacute;micas que las mismas establecen, en lo que se refiere a aleaci&oacute;n de estudiantes por afinidades; a criterios comunes de concesi&oacute;n de autoridad en el grupo de trabajo; a orientaci&oacute;n profesoral de la constituci&oacute;n misma de los grupos en un sentido agrupativo por criterios de &ldquo;ir mejor o peor en la asignatura&rdquo; (grupos A, B, C y D en un mismo aula), clasificaci&oacute;n que re&uacute;ne a aquellos alumnos ya objetivamente, estructuralmente, &ldquo;no-estrat&eacute;gicamente&rdquo; discriminados <i>a priori</i> por la escuela como Hecho social (con unos idiomas de impartici&oacute;n de las asignaturas, unos contenidos lejanos a la empat&iacute;a e inter&eacute;s vivenciales de alumnos que poseen otros v&iacute;nculos simb&oacute;licos internalizados, otros criterios de priorizar y localizar el conocimiento, otros criterios a la hora de focalizar el inter&eacute;s, etc.). </p> </div> <div id="sdfootnote12"> <p class="sdfootnote"> <a class="sdfootnotesym" href="#sdfootnote12anc" name="sdfootnote12sym"><u>12</u></a> Enti&eacute;ndase &ldquo;normal&rdquo; no en un sentido de moral, ni tampoco en una acepci&oacute;n de &ldquo;lo mayoritario&rdquo;, o &ldquo;lo general&rdquo;, sino en el sentido estricto de est&aacute;ndares adquisitivos-cognitivos y funcionales que le son reclamados y verificados (evaluados) al alumno con arreglo a &ldquo;etapas&rdquo;.</p> </div> <div id="sdfootnote13"> <p class="sdfootnote"> <a class="sdfootnotesym" href="#sdfootnote13anc" name="sdfootnote13sym"><u>13</u></a> Mediante este artefacto de puro jesuitismo &ndash;han ido a las buenas escuelas- los ide&oacute;logos exponen &ndash;con audiovisuales period&iacute;sticos o etnogr&aacute;ficos- existencias que <i>ellos</i> suponen, nombran o insin&uacute;an &ldquo;pobres&rdquo;, &ldquo;de la escasez&rdquo;, &ldquo;sencillas&rdquo;, &ldquo;austeras&rdquo;, afirmando durante ese mismo recorrido documental que los sujetos sociales vividores de esa existencia &ldquo;pobre&rdquo; no son ellos &ldquo;pobres&rdquo;, al arreglarse con &ldquo;poco&rdquo; y necesitar &ldquo;menos&rdquo;.</p> </div> <div id="sdfootnote14"> <p class="sdfootnote"> <a class="sdfootnotesym" href="#sdfootnote14anc" name="sdfootnote14sym"><u>14</u></a> En un sentido <i>integral</i> resultante de la integraci&oacute;n relacional de las dimensiones significativas siguientes: como difusi&oacute;n para su consumo disciplinar; como difusi&oacute;n divulgativa para su consumo general; como <i>informaci&oacute;n</i> para su manejo y gesti&oacute;n pol&iacute;ticas; como devoluci&oacute;n al grupo de esa imagen mec&aacute;nicamente ver&iacute;dica extra&iacute;da y que intenta hac&eacute;rsele pasar como cosa mod&eacute;lica y referencial &ldquo;desde la que avanzar con vistas a su propio perfeccionamiento&rdquo;: ir&oacute;nicamente, los que se auto-anunciaban como &ldquo;simples evocadores&rdquo; extirpadores de la representaci&oacute;n, parecen resultar los aut&eacute;nticos representantes sobre su base epistemol&oacute;gica nihilista del &ldquo;No hay m&aacute;s verdad que la fenom&eacute;nica del rasgo vivido y referido&rdquo;.</p> <p class="sdfootnote"> &nbsp;</p> </div> <div id="sdfootnote15"> <p class="sdfootnote"> <a class="sdfootnotesym" href="#sdfootnote15anc" name="sdfootnote15sym"><u>15</u></a> La supuesta emanaci&oacute;n de un &ldquo;punto y aparte&rdquo; desde el Ideal subjetivo de solidaridad y el convencimiento de la posibilidad de ser l&iacute;nea de fuga, se presentaba como ant&iacute;doto adaptativo y sociable, para los sujetos, del &ldquo;s&aacute;lvese quien pueda&rdquo; que rige en el capitalismo; pero era una expresi&oacute;n m&aacute;s de esa regularidad comportamental reactiva a la alienaci&oacute;n tanto de los medios de vida como tambi&eacute;n de la seguridad de adquirirlos <i>mediante</i> trabajo. S&oacute;lo que esta regularidad de primac&iacute;a de la adaptaci&oacute;n sobre la ruptura aut&eacute;ntica (que no puede significar otra cosa que destrucci&oacute;n de los imperativos objetivos de adaptaci&oacute;n. Es decir, ruptura con la prioridad de correr tras el Mito de la seguridad <i>en el capitalismo</i>) persegu&iacute;a su medio en el grupo de diferencia compartida, que reproduc&iacute;a al nivel de &ldquo;lo cultural&rdquo; el dato primero del individuo luchador por la supervivencia, y que no puede hacer m&aacute;s que volver a &eacute;l en la medida en que va poco a poco derrumb&aacute;ndose por su ineficacia a este cometido, ante la mirada desencantada de los sujetos, su ca&iacute;da m&aacute;s o menos progresiva en anomia de esta &ldquo;alternativa&rdquo; y su puesta en actuaci&oacute;n utilitaria e irreverente participando as&iacute; activamente de la construcci&oacute;n del referente real para el predominio del descr&eacute;dito.</p> </div> http://estrecho.indymedia.org/general/noticia/auge-del-hablar-torno-otro-e-interculturalidad-actividad-antropologica-dominacion-cl#comments General antropología cosificación Ideología interculturalidad proletariado Fri, 18 Feb 2011 11:18:31 +0000 3504 at http://estrecho.indymedia.org Debates actuales e históricos en el Forum Luxemburguista Imternacional http://estrecho.indymedia.org/general/noticia/debates-actuales-e-hist%C3%B3ricos-forum-luxemburguista-imternacional <p>Debates en espa&ntilde;ol, ingl&eacute;s y franc&eacute;s completamente libres, sin capturas de IP, direcci&oacute;n e-mail, etc, sin censura (por supuesto) poco apto para ide&oacute;logos de cualquier signo y apropiados para revolucionarios internacionalistas. </p> http://estrecho.indymedia.org/general/noticia/debates-actuales-e-hist%C3%B3ricos-forum-luxemburguista-imternacional#comments General crisis españa Grecia huelgas movimientos obrero multitud proletariado Sat, 15 May 2010 12:40:22 +0000 1838 at http://estrecho.indymedia.org